Capitulo 23

"Ella es magnética"

Adira.

Ha pasado una semana desde que acepte ser socia de Jonathan, y por lo que sabemos, ayer nuestros sargentos fueron transferidos a California, donde serán "víctimas" de Jones.

Tan ingenuo él, sin saber que acaba de meter a tres soldados que estarán dándonos información.

Y tan ingenuo, creyendo que soy una de ellos, quisiera tener la satisfacción de ver su cara al saber que en realidad son una Agente de la ASPA. Lástima que eso no vaya a pasar, porque el plan es que piense que Eva está presa igual que los demás políticos.

El tema de los políticos, se llevará a cabo pronto, cuando creamos que es momento, primero sabotearemos algunos negocios de Jones, y sacaremos información del micrófono y cámara que pusimos en el Club.

Luego uno de los sargentos, Alvarado. Irá como un simple apostador más, y quitará la cámara que se encuentra en el club, para no levantar sospechas, solo quedará el micrófono que le puse a ese imbécil en su reloj.

Lo culparán, lo matarán y Jones desconfiará de todos, sin mencionar que Smith se enterará de su fracaso.

Luego soldados de la ASPA invadirán las propiedades de los políticos que fueron cómplices, me detendrán a mí también, descartando así la posibilidad de que yo haya sido cómplice.

Ahora mismo estoy en la oficina de juntas. Me distraigo viendo al Comandante, que hoy parece estar más bueno que nunca.

- Kiervan.- me llaman.

Es Nathaniel que me tiende la carpeta del informe que nos han entregado.

Es el archivo de los nuevos tenientes que han llegado hoy.

Fuimos citados para conocer a nuestros nuevos compañeros. Aunque en realidad, ya conozco a Peter.

- Walker es de Alaska.- dice Russo.- ¿Lo conoce?

- Éramos compañeros. Es un excelente soldado.

Siento una mirada que amenaza con atravesarme, y cuando volteo mi rostro me encuentro con dos ojos verdes llenos de intensidad.

Trago grueso y bajo la mirada a la carpeta, leyendo el expediente de Kennedy, el otro teniente que fue transferido, también tiene una carrera impecable.

- Muy bien, solo queda decirles que tanto Walker como Kennedy, estarán participando en las próximas misiones.- informa Luke.- Mendes, encárgate de darles información necesaria sobre la misión de California.

- Si, mi Comandante.

Asentimos y como no queda nada más de que hablar o informar, nos retiramos.

- Por fin tendré un poco de compañía.- dice Nathaniel.- Tres mujeres y yo era el único hombre teniente.- se queja.

- Deja de quejarte, si tú ya eres una de nosotras.- Cloe lo molesta pasándole el brazo por los hombros.

- Ni siquiera eso, porque tú siempre estás con Kiervan, Harkan está con Wood y Zhang está sola por ahí. Me dejan siempre solo.

- No te dejamos solo.- ruedo los ojos.

- Es verdad, te dejamos con Steven que es super simpática.

Los tres nos reímos por lo bajo y provocamos que Steven nos mire mal y murmure cuando pasa al lado nuestro, lo cual nos hace reír más.

- ¿Lo ves? Super simpática.- digo.

Nathaniel es un exagerado, nunca lo dejamos solo, además tiene a su prima y también a Torres, solo le gusta hacer show, pero así y todo lo queremos mucho, aunque es cierto que es el único hombre del grupo de tenientes, presiento que se llevará excelente con Peter y seguro que Kennedy también será agradable.

Estamos yendo hacia el comedor cuando vemos a Jay en una de las mesas, quien nos saluda con la mano y una sonrisa en el rostro.

- Les guardé el lugar.- nos dice.

- Gracias cariño.- responde su novia.- Iremos por algo de comida.

- Ya te traje tu almuerzo.- le dice extendiéndole una bandeja.- Y también el tuyo.- me extiende una bandeja a mí.

Nathaniel lo mira a la espera de su almuerzo también.

- Ehhh, no sé lo que sueles almorzar... así que no te traje nada.

- ¿Ven lo que digo?- nos mira a la castaña y a mí.- Nadie piensa en el pobre de Nathaniel.

- Pero si quieres me dices lo que vas a comer y voy a busc...- Jay no termina de hablar porque Nathaniel ya se ha ido.

Jay nos mira confundido mientras Cloe y yo solo le decimos que lo deje así. Finalmente, Nathaniel vuelve con su bandeja y se sienta a nuestro lado.

Saco el teléfono buscando el contacto de Luke y tecleo un mensaje rápidamente.

¿Nos vemos en el descanso
como siempre?

Estoy a la espera de su respuesta, normalmente siempre suele responder rápido, pero pasan unos minutos y no recibo ningún mensaje.

- Oye y ese tal Walker...- escucho a Nathaniel.- ¿Ustedes son muy amigos?

- Algo.- digo desinteresada.

Sigo con la mirada fija en el teléfono, pero el mensaje ni siquiera se marca como leído, seguramente está ocupado.

- Es muy agradable, seguro se llevan muy bien.- le comento a Nathaniel.

El teléfono me vibra y lo reviso con una sonrisa, seguro es Luke.

Error.

Es Peter, abro el mensaje.

Estoy cerca de tu mesa...
¿Te molesta si me acerco?

Levanto la mirada buscándolo por algún lado, y finalmente lo veo cerca de la barra donde se hace la fila para el almuerzo, tiene una bandeja en sus manos y al lado suyo está el que creo que es John Kennedy.

Le hago una seña para que se acerquen ambos.

- Oh, parece que tendrás nuevos amigos Nate.- dice Jay.

Nathaniel mira en dirección a los dos hombres que se acercan y sonríe, parece un niño.

- Con suerte terminan huyendo cuando vean lo dramático que es.- murmura Cloe haciendo que Nathaniel la mire mal mientras ella le sonríe divertidamente.

- Hola.- les digo cuando llegan a nosotros.- Siéntense aquí.- les hago espacio.

- ¿Tú eres Kennedy cierto?- el hombre asiente ante mi pregunta.- Mucho gusto.

- Igualmente.- sonríe.

- Ellos son Cloe, Jayson y Nathaniel.- se los presento.

- Encantado de conocerlos, he oído mucho de ustedes dos.- les dice Peter haciendo referencia a Jay y Cloe.

- ¿Y de mí? ¿Oíste algo?- pregunta curioso Nathaniel.

- Ehh... ¿Eres teniente, cierto?- Nathaniel cambia de expresión, a una de indignación.- Me refiero a que he oído sobre Mendes y Wood porque eran amigos de Adira desde antes...

El soldado intenta no desanimar a Nathaniel.

- Hasta los nuevos me dejan de lado.

- No exageres.- comenta mi amiga.

- Claro que sabemos quién eres, todos los de la sede Central son muy conocidos. Eres Russo Nathaniel, teniente y soldado.- comenta Kennedy.

- ¿Ves? Solo eres dramático.- le digo.

Pasamos un rato hablando sobre como se sienten al haber sido transferidos y sobre distintas cosas.

Kennedy parece muy amable también, por lo que vi en su expediente, viene de New York y es soldado desde los 6, fue ascendido a teniente hace 2 años.

- ¿Y ustedes son amigos hace mucho?- pregunta Nathaniel.

El castaño me mira como esperando una respuesta, entiendo su mirada, no quiere asumir que es mi amigo sin que yo lo diga.

- Somos amigos desde que llegue a Alaska.- digo.

Peter sonríe tímidamente y entiendo su actitud, porque en Alaska no era de relacionarme con mucha gente, les hablaba poco y nada. Pero sí considero amigo a Peter.

- La Agente me ayudo mucho a mejorar en el ejército, me alegra que haya llegado al puesto de Agente.

- Debe ser un honor ser su compañero.- comenta Kennedy.- En New York es muy conocida, bueno, creo que en todos lados lo es.

- Muchas gracias.- respondo ante los cumplidos.

Es lindo saber como me aprecian en otros lugares, ojalá aquí fuera igual de fácil.

Vuelvo a mirar mi teléfono cuando veo que me llega un nuevo mensaje, que esta vez sí es de Luke.

Tengo cosas que hacer en
el descanso.

Ok ¿Y más tarde?
¿Quieres que vayamos
a comer algo?

Hoy no puedo.

De acuerdo. ¿Mañana?
Puedes venir a casa.

Quizás.

Arrugo un poco las cejas, porque sus mensajes fueron bastante cortantes.
Le resto importancia y le mando un último mensaje diciéndole que está bien y que nos veremos cuando se pueda.

Se me hace raro, pero quizás solo está muy ocupado.

Seguimos en el comedor unos minutos más charlando.

- Oigan ¿Cuándo saldremos a beber?- dice Cloe.- La última vez que salimos fue cuando volviste.- me mira.

- Podríamos salir esta noche.- comenta Nathaniel.

- Torres se enojará porque hace semanas que viene diciendo lo de salir a beber.- digo.

- Volveremos a salir cuando regrese y la misión de Jones esté concluida.

- Mientras tanto podemos salir e invitar a los nuevos tenientes. ¿Quieren ir de fiesta con los soldados más divertidos?- inquiere la castaña.

- Claro.

- Me encantaría.

Cloe y Nathaniel festejan.

- Primer día y ya los están llevando por el mal camino.- comenta mi hermano.

[....]

Estoy en el gimnasio golpeando el saco de boxeo, no tengo mucho que hacer porque ya he terminado mi trabajo, así que aprovecho para entrenar un poco.

Amo este lugar, es de mis favoritos, siempre que tengo la oportunidad me escabullo en el gimnasio para darle golpes al saco de boxeo, practicar mi puntería con los cuchillos o simplemente hacer ejercicio.

Los rings de pelea siempre han sido mi especialidad, al igual que las armas y las bombas. Puedo ser buena en todo, pero en los últimos dos años descubrí que mi especialidad está entre esas cosas. Mis dos madres eran expertas en tecnología, por lo tanto me manejo muy bien en ese campo, pero jamás podría llegar a superarlas, mi padre fue capitán del departamento de Armas y Explosivos antes de convertirse en Comandante, y me enseñó todo lo que sé.

Me subo al ring que tengo a mi lado y comienzo a lanzar golpes al aire como si estuviera peleando con alguien, golpeó y esquivo mientras me imagino luchando.

Ya es casi de noche, debería ir a casa porque con los chicos quedamos en ir de fiesta hoy, dándoles la bienvenida a nuestros nuevos compañeros. Le prometi a Peter y Kennedy que se divertirian con nosotros.

Me giro buscando mi botella de agua en una de las esquinas del ring, y entonces lo veo: está apoyado en el marco de la puerta, observándome. Su postura relajada contrasta con la intensidad en su mirada.

- Hey.- mi voz suena seca, casi rasposa, y no puedo evitar sentirme un poco a la defensiva después de la forma cortante en que me ha tratado hoy por mensaje.

Luke comienza a caminar hacia el ring, con pasos firmes pero calmados.

- Te he estado mandando mensajes. Supuse que estarías aquí.

- No los vi.- levanto los hombros ligeramente, tratando de restarle importancia.- ¿Qué sucede? Creí que estarías ocupado.

- ¿Harás algo esta noche?- pregunta mientras sube al ring.

- Voy a salir con los chicos.- respondo despreocupadamente mientras bebo agua.

- ¿Qué chicos?- su ceja se arquea ligeramente.

- Jay, Nathaniel, Cloe, Peter y John.

- Ah. Ya veo.

- ¿Qué pasa?- pregunto, notando el leve cambio en su expresión.

- No sabía que tú y Walker se conocían.

- Sí, éramos compañeros.- su mandíbula se tensa cuando mira hacia otro lado, asintiendo.- ¿Qué tiene?

- ¿Son amigos?

- Sí.- lo observo, intrigada por su reacción.- ¿Por qué preguntas?

- No creí que fueran tan cercanos... Ni siquiera lo recomendaste tú para el puesto.

- En realidad sí lo hice. Pero le pedí a Torres que diera su nombre por mí.- me encojo de hombros, como si no fuera gran cosa.- Fue antes de que volviéramos, así que lo olvidé.

Luke me observa en silencio por un momento, luego da un paso más cerca. Su mirada se fija en la mía, y noto que hay algo más detrás de sus palabras, algo que no está diciendo.

- ¿Por qué no me dijiste que el nuevo era amigo tuyo?- pregunta con suavidad.

- No lo sé... No pensé que fuera importante.- mi tono es honesto, pero él parece no estar completamente convencido.

Cuando voy a bajar del ring, me toma de la cintura con ambas manos, deteniéndome.

- Luke, ¿qué estás haciendo? Las cámaras...

- No me importa.- su voz es baja, pero firme, mientras me pone contra las cuerdas. Sus brazos bloquean cualquier intento de escapar, pero no hay agresividad, solo intensidad.

- Estás actuando raro.- lo miro directamente.- ¿Qué pasa?

- Nada.- intenta restarle importancia, pero su mirada lo traiciona.

- Luke...- apoyo una mano en su pecho, y siento cómo su respiración se acelera apenas.- Habla conmigo.

Él suspira profundamente, bajando la mirada un momento antes de volver a encontrar mis ojos.

- Es solo que... te mira distinto.- arrugo las cejas ante su comentatio.- No te mira como si fuera solo tu amigo..

- Pero lo es.- mi voz es tranquila, tratando de aliviar cualquier malentendido.- Nada más. No tienes de qué preocuparte.

- Lo sé. Es solo que... me hubiera gustado que me lo contaras antes. Pero tampoco pregunté, así que supongo que no es justo de mi parte.

Sonrío ligeramente y acerco mi rostro al suyo, dejando un beso suave en sus labios. Él lo corresponde, pero hay algo más en su gesto, como si buscara asegurarse de que todo está bien entre nosotros.

- ¿Por qué no vienes con nosotros esta noche?- le sugiero con una sonrisa.- Así lo conoces mejor y te quitas esa expresión de malhumorado.

Luke suelta una pequeña risa y niega con la cabeza.

- No, gracias.- su tono es más relajado ahora, pero aún hay un leve rastro de malhumor.

- Bueno, si cambias de opinión, estaré esperándote.- le guiño un ojo, y su expresión finalmente se suaviza por completo.

- Lo pensaré.- me acaricia el rostro con ternura y me da un último beso, uno que dura lo suficiente como para llenarme de calidez antes de despedirse.

[....]

Luke.

No tenía idea de que el nuevo fuera amigo de Adira, ni que ella hubiera pedido ayuda a Torres para recomendarlo. Sin embargo, ninguna de esas cosas fue la que despertó mi molestia.

Lo que realmente me hizo perder la calma fue el hecho de que, justo cuando estaba a punto de llamarla para que viniera a mi oficina -porque la extrañaba, y ya estaba fantaseando con el momento en que pudiera posar mis manos sobre ella-, recibí su mensaje. Y entonces cometí el error de revisar las cámaras del comedor.

Quería decirle lo hermosa que estaba, y que en cuanto la viera no perdería tiempo en besarla. Pero en su lugar, lo que vi fue al tal Peter mirándola. Esa mirada no era casual ni amistosa, sino llena de admiración, y algo más que no pude definir pero que bastó para encenderme.

Pasé los siguientes minutos analizando su actitud. Actuaba como un crío nervioso cerca de la chica que le gusta, esforzándose demasiado por llamar su atención, acercándose más de lo debido aunque ella no pareciera notarlo.

Fue suficiente para arruinarme el humor. Y, como el idiota que soy, no encontré mejor idea que contestarle de forma fría, diciéndole que estaba ocupado. Me arrepentí en el instante en que envié ese mensaje, pero no tuve el valor de retractarme.

Me jode, y me jode mucho, ver cómo otros la miran, cómo la adulan, cómo la desean. Y lo peor es que no puedo reclamar ni ser territorial porque se supone que lo nuestro es un secreto. Supongo que eso es lo que más me molesta: no poder gritarle al mundo que ella es mía, que soy yo el afortunado que puede besarla, tocarla, conocerla como nadie más.

Sé que Adira nunca me engañaría. No necesito dudar de ella, porque si algo tengo claro es que es leal. Pero eso no quita que los celos me consuman al pensar en la cantidad de hombres que fantasean con ella.

Porque, si hay algo innegable, es que Adira atrae a todos. Hombres, mujeres, cualquiera que tenga ojos. Ella es magnética, incluso cuando no lo intenta. Y eso me enorgullece y me desespera al mismo tiempo.

Ahora es de noche, y hace tan solo unos minutos decidí que no me quedaría aquí. Iré al bar. No pienso quedarme de brazos cruzados mientras cualquier idiota se atreve a mirar lo que es mío.

Además, sé cómo terminan estas salidas: Adira, borracha, porque no sabe beber. Y, sinceramente, tampoco voy a perderme la oportunidad de verla con algún vestido sexy que me deje sin palabras.

Nos vemos en la fiesta, bonita.

───── »◦✿◦« ─────

WUUU Muy buenasss.

Primeramente quiero agradecerles haber llegado a 3k de lecturas, estoy muy feliz. La verdad no creí llegar a tantas personas, esto me motiva a seguir subiendo capítulos.

Me encanta escribir a mis dos chicos, y espero que a ustedes les guste leerlos tanto como a mi me gusta escribirlos.

Nos vemos en el próximo capítulo.

Besos y saludos.

Lourdes.

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