Capitulo 16

"Enfrentamiento"

Adira.

Pasamos la noche juntos. Fue realmente hermoso. Aún tengo una sonrisa tonta en el rostro.

Me muevo sigilosamente para no despertarlo. Mi intento de marcharme falla porque al no sentir su brazo al rededor mío, abre los ojos rápidamente.

- ¿A dónde crees que vas?- me estruja más contra su cuerpo, dándome un fuerte abrazo.

- En una hora sonarán las trompetas. Mejor me voy antes de que todos despierten.- intento salir de su agarre.

- Media hora más.- me besa la mejilla y luego el cuello.

- Luke, vamos déjame ir.- intento zafarme de nuevo, pero sigue aferrando a mí.

Ha pasado su pierna sobre la mía y con un brazo me rodea la cintura atrayéndome a él, mientras frota su mejilla contra la mía.

- Te pensabas ir sin despedirte.- me acusa.

- No, iba a darte un beso de despedida. Ahora déjame ir.

- Nunca.

- Luke tengo que...- me calla con un beso y luego con otro y otro.

Agh, maldito. Sabe que no puedo resistirme a su boca.

Y así me besa hasta que dejo de forcejear y finalmente me termina convenciendo de que me quede un rato más.

Me quejo constantemente de su capricho al tenerme cerca y le pido que me deje ir varias veces, lo regaño diciendo que se me hará tarde y cuando salga de su habitación ya todos estarán despiertos.

No me vuelvo a dormir y él tampoco, supongo que porque sabe que aprovecharé para escapar. Prefiere quedarse despierto mientras me roba besos.

Quiero poner resistencia pero es inútil, porque no puedo negar que no me gustaría quedarme más rato con él.

- Ya ha pasado la media hora que dijiste.

- Bueno, pues media hora más entonces.- le doy un golpe el hombro.

- ¡Ya en serio! Se van a despertar y me van a ver. Debo ir por mis cosas a mi habitación para vestirme.

- Pues te vas a la habitación cuando liberen los pasillos y ya.- deja un pequeño beso en mi hombro.

- Voy a llegar tarde por tu culpa.

- No te preocupes, el Comandante seguro lo comprenderá. Hoy está de buen humor.- me guiña un ojo mientras lo miro mal.

- Eres un caprichoso de mierda.

- Y tú eres la más linda de todas.- me sonríe.- Con esos ojos tan hermosos.- me apreta las mejilla con ambas manos.- Mejor dame un beso y deja de quejarte.- intenta besarme, pero le corro la cara ocultando la sonrisa que se forma en mi rostro.

Forcejea e intenta besarme varias veces y finalmente me toma de las manos impidiendo que imponga tanta resistencia. Estampa sus labios contra los míos, me deja sin aire y decido corresponder su beso, suelta mis manos, me toma del cabello y abrazo su torso con mis piernas.

Me mira deseoso, quiere follar, pero yo quiero irme antes de que se llene de gente el pasillo.

Cambio la posición quedando arriba y él abajo mío, acaricio sus pectorales mientras me besa la boca.

Bajo hacia su abdomen y dejo besos mojados que hacen reacción cuando siento su polla dura a través de su bóxer.

Sigo bajando y bajando mientras lo beso, lo escucho respirar profundo, cierra los ojos un segundo, lo tomo desprevenido y...

Abre los ojos cuando deja de sentir mis besos y mi cuerpo sobre él.

Ja.

Me pongo fuera de la cama, intenta estirar su mano en mi dirección para agarrarme, pero es soy más rápida que él y corro hacia la puerta.

- Nos vemos luego Comandante.- tengo la tarjeta en la mano.

Le lanzó un beso y un sonrisa para molestarlo aún más. Me mira indignado  cuando abro la puerta y me marcho.

Me va a matar luego, pero bueno.

[....]

He finalizado el entrenamiento de hoy con los sargentos, Nathaniel Russo me ha ayudado hoy, quiero que tengan más referentes y más tácticas que aprender.

Hoy usamos el gimnasio, ya que estuvimos entrenando cuerpo a cuerpo, para mejorar su estrategia y uso de sus cuerpos. Ha salido bastante bien, les he enseñado nuevas tácticas y varias llaves maestras que pueden ser útiles.

Debo terminar el informe del día de hoy más tarde, pero mientras aprovecho que el gimnasio ha quedado solo y me dispongo a entrenar.

Golpeó el saco de boxeo unas cuantas veces, entreno también en la barra y hago pesas, sumo abdominales y varios ejercicios, practico mis movimientos y mis patadas con el muñeco de entrenamiento.

Me distrae un ruido que escucho, me volteo a ver y veo a la morena en la puerta.

Vanessa Steven.

- ¿Practicando?- dice y asiento.

Se acerca más a mí y finalmente se sienta en una de las máquinas que hay, me observa sin decir nada y comienza a incomodarme su presencia.

- ¿Qué buscas?- pregunto mirándola.

- ¿Yo?- se señala.- Nada, solo te observo...

- ¿Y qué observas exactamente?

- Es que... todavía no puedo creer que hayas vuelto.- percibo cierto disgusto en su voz.

- Pues ya ves, soy bastante requerida aquí.

- Mmm, claro.- cojo mi botella de agua y me la empino.- Oí que eres bastante famosita en Alaska.

No me gusta su tono.

- No soy "Famosita"- le digo.- Soy respetada.

- Más bien eres sobrevalorada, como siempre.- me jode su actitud.

La miro y recuerdo lo insoportable que ha sido siempre. Por lo visto no ha cambiado en nada.

- Si viniste a joder, lárgate.- apunto la puerta.

- Lo mismo digo.- se para.- Lárgate de Boston, al igual que hace cuatro años, en Alaska eres querida, aquí no.

- Me importa una mierda si soy querida o no.

- Eso decías hace unos años y mírate.- me escanea de pies a cabeza.- Huiste como rata.

- La única rata aquí eres tú Vanessa. Llevas años intentando ser alguien importante, y nunca lo lograste.

- ¡Claro que lo logré! ¡Soy una gran Teniente y pronto seré Agente!

- ¿Eso es lo que te repites en el espejo cada mañana?- me burlo.- Deja de joderme, han pasado años y no maduras.

Me volteo ignorándola. No escucho más nada, así que supongo que está ardiendo de rabia ahora mismo.

Siento que me jalan del pelo. ¿¡Qué mierda!?

Me llevo las manos hacia atrás, sujetando sus manos, me las ingenio para salir de su agarre.

- ¿¡Qué mierda te pasa estúpida!? ¿Tienes seis años o qué?

Me mira con rabia, mientras yo me froto la mano por el cuero cabelludo.

- Lárgate antes de que te parta la cara.

- La que se tiene que largar eres tú. ¡Ni siquiera eres de aquí!

No pienso perder el tiempo con ella, siempre me ha intentado joder. Recojo mi botella y mi toalla yéndome hacia la puerta.

- ¡Vuelve a Alaska!- me sigue el paso mientras me grita.- ¡Vete con el maldito de tu padre!

Respiro hondo, siguiendo mi paso, hago uso de todo mi autocontrol para no enloquecer y romperle la cara.

- ¡Francesa asquerosa!- sigue gritando.- ¡Es cuestión de tiempo hasta que nos traiciones por la mafia!

Negro. Veo todo negro.

No lo aguanto más, y en cuestión de segundos me giró y me voy contra la morena que tengo detrás. La tomo del cabello arrancándoselo como lo hizo ella antes.

Intenta hacer lo mismo conmigo, pero le doy un cabezazo que la deja mareada.

- ¡Repite lo que dijiste!- la empujó logrando que caiga al piso.- ¡Levántate y repítelo!

Se sujeta la nariz de donde le brota sangre.

- ¡Me rompiste la nariz idiota!- brama desde el suelo.

- ¡Te romperé los huesos si vuelves a decir algo así!

Se para del suelo, intenta golpearme, pero esquivo su golpe dándole un rodillazo en el estómago, tose varias veces mientras sujeta la parte afectada.

- ¡Eres igual a él!- la rabia me consume.- ¡Una basura igual que tu padre!

La empujó contra una de las máquinas de ejercicio.

- Escúchame maldita hija de puta.- la tomó de la cara.- Lávate la boca antes de hablar de mí, no es mi problema que seas una maldita fracasada que ni siendo hija de alguien importante, puede ser reconocida en el ejército.

- Yo soy reconocida...- le apretó la cara para que se calle.

- No eres una mierda Vanessa, intentas ser alguien relevante, pero nunca lo serás, jamás podrás tener ni la mitad de los logros que tengo yo. Así que deja de creerte superior porque la que tiene el cargo de Agente soy yo, no tú.- la suelto de golpe.

Le dedico una mirada de odio y desprecio desde arriba, sigue en piso como una maldita.

Escucho murmullos y pasos que vienen desde el pasillo. Volteo hacia la puerta y veo varios ojos observándonos.

Genial, hay público.

- ¡Animal!- como siempre, aprovechando para hacerse la víctima.- ¡Miren como me ha dejado!- se para yéndose hacia las personas que nos observan.

Apunta su nariz y voltea a verme.

- Pagarás por esto. Haré que te suspendan.

- Agradéceme que te he ahorrado la rinoplastia.- me mira horrorizada ante tal comentario.

Le paso de largo y las personas en la puerta se corren cuando me dirijo a la salida.

Vanessa sigue gritando como loca.

Tampoco fue para tanto, que agradezca que no la arrastre por todo el Comando.

Me cruzo con Torres y Nathaniel afuera.

- ¿Qué ha pasado? ¿Por qué hay tanto griterío?- pregunta el teniente.

- ¡Esta hija de puta me ha golpeado!- la idiota sale a los gritos.

Torres me mira y luego la mira a ella.

- ¿Qué pasó exactamente?

- Capitán...- ese tonito de mosquita muerta me desespera.- Me golpeó y me rompió la nariz.

- ¡Dile porque lo he hecho!- Nathaniel me sujeta para que no me vaya contra la morena.

- ¡Suficiente!- exclama el Capitán.- Vienen conmigo, ahora.- nos dice.- Ustedes ¡Largo!- Los soldados se marchan.

[....]

- Ya le informe la situación al Comandante.- dice mientras lo seguimos por los pasillos.- No puedo creer que tenga que lidiar con cosas así.

Genial.

Nathaniel llevo a Steven a enfermería, tiene dos algodones en la nariz. No deja de quejarse y hacerse la víctima.

Exagerada.

Entramos a la oficina de Luke y lo primero que veo son sus malditos ojos. Tiene el ceño fruncido y no necesito ser adivina para saber que está enojado.

- Debería darles vergüenza. ¡Pelear como dos niñas de secundaria!- estrella la mano contra el escritorio.

No digo nada.

- ¿Se puede saber qué carajos hacían dos de mis tenientes peleando?

- Fue ella la que me golpeó... yo no le toque un solo pelo.- la aniquilo con la mirada.

- No me golpeaste porque eres una inútil, no porque no lo hayas intentado.

- ¡Suficiente!- dice Torres.- Respondan la pregunta.

- Díselo.- digo.- Vamos Steven, diles por qué te rompí la nariz.

Ambos hombres me miran mientras Vanessa aprieta la mandíbula.

- Lo hiciste porque eres un animal y una vulgar.

- ¡Responde!- le grito.

- ¡No me grites! ¡Tú no eres nadie para hablarme así!

- ¡Silencio!- grita Luke.- Responda soldado.- le habla a Steven.- ¿Por qué Kiervan la golpeó?

- Es que... yo...- la ridícula rompe en llanto y yo largo una risa sarcástica.

No puedo creerlo. Otra vez el papel de víctima.

- Es que yo...no sé que me paso...no quise.- se lleva las manos al rostro.

- ¡Deja de llorar y responde!- vuelve a gritar Luke.

- Le ahorraré el tiempo Comandante. Se lo diré yo.- ambos hombres en la habitación me miran.

- Habla.- me pide.

- ¡No!- grita Vanessa viniéndose sobre mí.- No lo digas.- me susurra.- Lo siento, no se lo digas.

Me quedo quieta, escuchando como intenta salir de esta situación. Luke le hace un gesto a Torres.

- Steven, fuera.- dice el Capitán.

- ¡No!

- ¡Hablen de una vez! ¿¡Por qué demonios una de mis Agentes le rompió la nariz a una de mis Tenientes!?

- Por favor no...- me pide.

- "Vete con el maldito de tu padre"- repito.- "Francesa asquerosa"- sigo.-
"Eres igual a él. Una basura igual que tu padre" "Es cuestión de tiempo hasta que nos traiciones por la mafia"

Vanessa me acribilla con los ojos. Torres la sujeta cuando ella cae al suelo. Puta dramática.

Luke la mira con desprecio y luego me mira a mí.

- La golpee porque me falto el respeto.- digo.- Estuvo mal, pero no me arrepiento, no dejaré que nadie me hable de esa forma. Además, apareció en el gimnasio tratándome horrible, y cuando quise irme para evitar una situación peor, me jalo del pelo, me grito todas esas cosas y se buscó que le rompa la nariz.- mi respiración es pesada.- Si me quiere poner una sanción por defenderme, hágalo.

Luke me repara, Torres obliga a Vanessa a levantarse.

- Señor yo... todo lo que dije no es cierto.- habla la morena.- Lo siento mucho.- me mira.- Hablé desde el enojo...no hablaba en serio.

No la miro, tengo la mirada fija al frente.

- Tus disculpas me dan igual.- la miro finalmente.- Porque sé que no son sinceras.

- Yo...

- Por personas como tú es que debo trabajar el triple, porque no importa cuantas cosas hagas ni cuantos logros tenga, siempre me verán como la maldita hija del Francés.- me mira.- Sí, soy francesa porque ahí nací y de ahí es mi progenitor, pero me críe aquí. ¡Defiendo a la ASPA!- soy clara.- No a ningún criminal, mi madre era de aquí, los que me criaron son de aquí. Por ende no permito que nadie me falte al respeto de esa forma. Soy parte del ejército tanto como tú.

La detesto. En verdad lo hago. Detesto lo que dijo.

- Suspensión por una semana.- informa el Comandante rompiendo el silencio.

- ¿Qué...?

Luke se dirige a su escritorio.

- Lo que oíste. Estás suspendida por una semana, se te descontará parte de tu sueldo y al regresar, estarás haciendo trabajos de novatos, sin derecho a alguna misión importante hasta que yo lo decida.

- Pero...

- ¡Pero nada! Kiervan forma parte del ejército, y yo no permito que se le falte el respeto a nadie aquí. Te buscaste la golpiza y déjame decirte que fue bastante generosa. Te quiero fuera del Comando ahora mismo.

No dice nada. No puede refutar su palabra.

- Soldado, puede tomarse la tarde libre si así lo desea.- me dice.

Siento como Vanessa me asesina con los ojos. Le agradezco al Comandante.

- Largo.- informa el Comandante.

Damos un saludo militar antes de movernos.

- Kiervan, tú te quedas.- me dice impidiendo que me marche.

Vuelvo a mi lugar mientras escucho como se cierra la puerta.

- Muchas gracias Comandante...- Luke se me acerca rápidamente.

Me quedo callada cuando me sujeta la cara con las manos.

- ¿Estás bien? ¿Te hizo algo?

- Nada.- sonrió levemente ante su reacción.- Lamento haber causado problemas...

- ¿De qué hablas? Tu reacción fue lógica.

- Sí, pero... lo hice frente a todos y yo...no pude mantener la calma, lo siento mucho...

No sé qué pasa conmigo, mi voz se quiebra de repente y tengo que reprimir las lágrimas que quieres salir. Luke me abraza, y acaricia mi pelo mientras coloco mi cara contra su pecho.

- Shhh.- me calma.- Está bien, todo está bien.

- Llevo años... años intentando que olviden de donde vengo y simplemente no sucede... ya no sé qué hacer.

- No tienes que hacer nada.- me mira.- Tú perteneces aquí, aunque a los demás les duela. Tu lugar es junto a tus padres, junto a Jay y cloe, junto a mí. Y eso nadie lo va a cambiar.

Las lágrimas ruedan por mi mejilla sin poder evitarlo, junta su frente a la mía y siento algo de calma.

El mundo puede juzgarme por ser hija de quien soy, el mundo puede poner en duda mi lealtad. Pero él no, él nunca lo ha hecho.

Me calma tener su apoyo. Me calma tenerlo a él, y el simple recuerdo de saber que no lo tuve por muchos años me destroza.

Me besa la frente, me seca las lágrimas.

- Bésame.- le pido y sonríe antes de hacerlo.

Un beso dulce, lleno de calma y tranquilidad, un beso que me quita el gusto amargo que siento ante la situación de mierda. Un beso que me hace olvidar los problemas, un beso que me acelera el corazón.

Solo él, solo Luke puede hacerme sentir esto.

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Buenasss ¿Cómo han estado?

Primer cap de la semana. Con suerte mañana estaré editando otro más para subir ¿Qué les pareció este?

¿Qué creen que pasa entre Vanessa y Adira? ¿Por qué tanto odio?

(Si, yo también sentí rabia por lo que hizo Vanessa) En fin, espero que les esté gustando por donde va la historia.

Pronto conoceremos más a fondo a otros personaje, por el momento me despido.

Besos.

Lourdes.

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