Capitulo 13

"La Cena II"

Luke.

No tenía pensado asistir a esta cena. Había considerado poner mil excusas con tal de no tenerla cerca. Estoy realmente enojado con ella; no puedo sacarme de la cabeza lo que me dijo en el estacionamiento el otro día.

¿Será cierto? ¿De verdad solo quería acostarse conmigo porque sí? ¿O lo dijo para molestarme?

La sola idea de que no tendría problema en estar con otra persona me revuelve el estómago. No debí tratarla como lo hice, lo sé, pero ya no puedo retractarme. Si lo que me dijo es cierto, quedaré como un idiota si le confieso que mentí antes.

Había decidido ignorarla. Prefiero admirarla desde lejos, sin correr el riesgo de que vuelva a irse de un día para otro. Es más seguro así. Aunque sigo sin entender por qué se fue hace cuatro años. Tengo la sensación de que fue por algo relacionado conmigo, pero no sé qué. He intentado sonsacar información a Jay, pero asegura que no sabe nada.

Sé que miente, pero no puedo insistir más. Además, ni siquiera sabe que estuvimos juntos hace unos días, y prefiero que no lo sepa. Si se lo cuento, empezará con su discurso sobre el amor y cómo debo arriesgarme, y honestamente no tengo energía para escucharlo.

Quizás Cloe sepa algo; ella y Adira son muy cercanas. Pero si Jay no me ha dicho nada, significa que ni su novia ni su hermana le han hablado al respecto.

Y ahora estoy aquí, sentado junto a ella en una cena con nuestras familias y amigos, fingiendo que todo es normal, como si nos lleváramos de maravilla. Intento no enloquecer cada vez que veo ese vestido color vino que lleva puesto. Es un tormento. No puedo dejar de pensar en cómo sería arrancárselo.

- ¿Qué tal ha sido tu vuelta a Boston en estas dos semanas que llevas aquí?- le pregunta mi madre.

- Bien, fue raro dejar Alaska, pero es muy bonito regresar aquí.

- Supongo que planeas quedarte.- comento, casi sin querer, mientras mis ojos van directo hacia ella, esperando su respuesta.

- Todo indica que sí. Mi idea es quedarme en el ejército principal.- contesta con serenidad.

- Tenemos a una de las mejores soldados con nosotros, ya no te dejaremos ir nuevamente.- bromea Edric.

- El ejército de Alaska debe estar sufriendo la ausencia de la gran Adira Kiervan.- agrega Cloe.

La mención de Alaska me irrita. No puedo evitar pensar en ella hace cuatro años. La conversación se centra en su tiempo allí, y habla del lugar como si hubiera sido lo mejor de su vida. Me mantengo callado casi toda la velada, contestando solo cuando me preguntan directamente.

- Cuando tenga la posibilidad de viajar hasta allí de nuevo, lo haré. Siempre fueron muy amables conmigo.

- ¿Te sucede algo, querido?- pregunta Ada de repente.- Has estado muy callado esta noche.

- Oh, no, solo estoy algo cansado. El puesto de Comandante agota a veces.

- Seguro ya estás cansado de escucharme hablar.- dice Adira, con un tono que reconozco al instante: está buscando irritarme.

- Solo estoy escuchando tus grandes historias.- respondo con ironía, mirándola directamente. Ella me devuelve una sonrisa falsa.- Ya hasta me dan ganas de visitar Alaska. Suena como un lugar muy bonito.

- Lo es.- contesta, llevándose la copa a los labios.

El ambiente se vuelve extraño, pero nuestras familias no parecen notarlo.

- ¿Por qué no nos cuentas un poco sobre lo que has estado haciendo estos días?- interviene Jay, tratando de mantener la conversación fluida.

- Nada fuera de lo normal. Revisando informes policiales, manteniéndome en contacto con las sedes y calificando posibles soldados para la misión en Colombia.

- Siempre tan dedicado al trabajo.- dice mi madre con una sonrisa.

- Tu hijo ha hecho un buen trabajo. Digno hijo de Marcus.- añade Edric, provocándome una ligera sonrisa.

- Trabajarán juntos nuevamente.- comenta mi madre, dirigiéndose a Adira y a mí.- Debe ser emocionante.

- ¡Claro! Como en los viejos tiempos.- respondo, cargando mi tono de sarcasmo. Nadie parece notarlo.- ¿Verdad, Adira?

- Por supuesto. Me encanta que me des órdenes.- contesta ella, con una sonrisa perfecta. Los presentes ríen ante su broma. Yo apenas puedo fingir una sonrisa.

Maldita mentirosa.

La velada transcurre con Adira comportándose como si nada pasara, sonriendo y participando en la conversación. Su actitud despreocupada me irrita, como si los días de silencio entre nosotros no le afectaran en absoluto. 

Mamá empieza a hablar sobre su trabajo en el hospital general de la Agencia, mientras Jay cuenta cómo le ha ido como Capitán. Su doble especialización en Medicina lo mantiene en contacto constante con ella, y ambos comentan sobre los últimos casos que han compartido. 

La conversación cambia cuando Jay menciona que él y Cloe han comenzado a vivir juntos hace poco. 

- Tienes una nuera increíble, Ada.- comenta mamá con una sonrisa. 

- Así es, es la mejor.- responde Ada, mientras Cloe sonríe agradecida. 

- Soy un joven muy afortunado.- agrega Jay, presumiendo. 

- Honestamente, no sé cómo soporta vivir contigo.- interviene Adira con una sonrisa burlona. 

- Después de vivir contigo, creo que está preparada para todo, señora desorden. 

- ¡No soy desordenada!- protesta Adira. 

- Claro que sí.- contestan sus padres al unísono. 

- No más que él. 

- Un poco sí.- admite Cloe con una risa suave.- Pero es bonito compartir con ambos, no peleen.- besa la mejilla de su amiga y luego la de Jay. 

- ¿Ves? Es tan buena que todos en esta familia pelean por ella.- bromea Ada. 

- Ya quisiera tener yo una nuera así.- dice mamá, mirándome de reojo. 

- Parece que tendrás que esperar muchos años para eso.- se burla Jay, provocando que le lance una mirada de advertencia. 

- Es verdad, llevo años esperando que Luke traiga a alguna muchacha.- agrega mi madre, mientras Adira simplemente bebe de su copa, como si no le interesara la conversación. 

- ¿Para qué quieres una nuera? Tendrás que compartir a tu hijo.- respondo con ironía. 

- Tal vez quiera deshacerse de ti.- replica Jay con una sonrisa. 

- Nada de eso. Me gustaría tener una hija postiza, sería una excelente suegra. 

Jay, como siempre, no pierde oportunidad de provocar.

- No te sientas tan mal, Mads. Mamá tiene a Cloe, pero Adira es igual que Luke: tampoco ha presentado a nadie. 

- Por mí, mejor.- interviene Edric.- Le dije claramente que nada de novios hasta los treinta. 

- Tal vez haya algún candidato en Alaska.- dice Cloe de manera casual, pero sus palabras me ponen en alerta. 

¿Candidato? ¿De qué está hablando? 

- Dime, cariño, ¿hay alguien que quieras presentarnos?- pregunta mamá con evidente curiosidad. 

- Fue a trabajar, no a buscar hombres.- responde Edric con tono protector. 

- Shhh, déjala responder.- lo calla Ada con un gesto. 

Toda mi atención se centra en Adira, esperando su respuesta. 

- Eh... no, no hay ningún candidato en Alaska.- responde tranquila, y no puedo evitar que una sonrisa se forme en mis labios. 

- ¿Y aquí?- insiste mamá, porque nunca sabe cuándo detenerse.- Hay muchos hombres apuestos en el ejército. 

- Volvió hace dos semanas, ¿qué candidato podría haber encontrado?- contesta Edric no muy feliz.

- Edric, honestamente eres un pesado. No dejas a la joven vivir su vida. Se va a quedar sola.- responde mamá. 

- Mejor sola que mal acompañada. 

- Debe haber alguien que al menos le llame la atención.- añade mamá con su insistencia habitual. 

- Eeeh... no.- responde Adira, algo tensa. 

- ¿En serio no tienes ningún candidato escondido por allí?- pregunta Ada con una sonrisa traviesa. 

- En serio. 

- Mmm, sonó algo sospechoso, ¿no lo crees, Mads?- dice Ada. 

- Déjenla en paz. Si dice que no hay, es porque no hay.- interviene Edric para cerrar el tema. 

- Seguiré esperando un yerno entonces.- comenta su mamá con dramatismo. 

- No creo que tengas que esperar mucho.- dice Cloe, codeando a Adira, quien la mira con ojos de pocos amigos. 

- Quiero decir...-Cloe se aclara la garganta.- Es una joven hermosa, no pasará mucho tiempo hasta que consigas un yerno, Ada. 

- Eso espero.- suspira ella.

- Pasará mucho tiempo hasta que suceda eso.- comenta Jay con una sonrisa burlona.- Con el carácter que tiene... 

- O tal vez no. Tal vez ya encontró a su alma gemela y aún no lo sabe.- dice Cloe, provocando risas, excepto en Adira, que sigue mirándola con irritación. 

- Prefiero estar sola. Los hombres me aburren muchísimo.- responde encogiéndose de hombros. 

- Edric te ha lavado la cabeza. No puede ser.- dice mamá, mientras Edric sonríe victorioso. 

- Estamos en presencia de dos lunáticos solitarios.- añade Ada, refiriéndose a Adira y a mí. 

- Cloe, consíguele un novio, por favor.- pide mamá, riendo. 

- Estoy en ello.- responde Cloe con picardía. 

Miro a Adira de reojo. Aunque su respuesta me alivia, no puedo evitar pensar si realmente estará diciendo la verdad. 

Miro a Jay como preguntándole silenciosamente: ¿Qué demonios? 
¿

Qué intenta decir Cloe? Adira no agrega nada más, pero las palabras de su amiga retumban en mi cabeza.

Recuerdo lo que Adira mencionó sobre buscar a alguien con quien tener sexo seguro. ¿Acaso es eso a lo que se refiere Cloe? Toda la noche ha estado soltando indirectas, y no puedo evitar analizar cada palabra.

- Consíguele una novia a mi hijo también.- dice mi madre, dirigiéndose a Jay. 

- Con ese humor sería imposible.- murmura Adira tan bajo que solo yo logro escucharla. 

- Tu humor no es mejor que el mío, por si no te habías dado cuenta.- le respondo en el mismo tono, provocando que ruede los ojos. 

Adira se inclina hacia Cloe y le susurra algo al oído. No alcanzo a escuchar qué le dice, pero su amiga sonríe. Trato de mantenerme concentrado en la conversación de la mesa, pero mi mente sigue dándole vueltas a las palabras de Cloe y los gestos de Adira.

La encuentro mirándome varias veces, probablemente preguntándose por qué la observo tanto. Finalmente, me golpea el pie con su taco, sacándome de mis pensamientos para que responda una pregunta que me ha hecho Edric. 

Minutos después, Adira se excusa y se aleja para atender una llamada. No logro identificar quién la llama, pero la voz masculina al otro lado de la línea es inconfundible. Habla durante varios minutos, lo suficiente para despertar mi impaciencia. 

- Se le va a caer la oreja de tanto hablar.- digo en tono casual, intentando restarle importancia. 

- Tal vez sea el futuro yerno.- añade Jay, disfrutando de mi incomodidad. 

- Mírala.- comenta mamá.- La vi sonreír. 

Todos en la mesa empiezan a especular en voz baja sobre Adira, hasta que finalmente regresa con una ligera sonrisa en el rostro. Frunce el ceño al notar que todas las miradas están sobre ella. 

-.¿Qué sucede? 

- ¿Con quién hablabas?- pregunto casi de inmediato, esforzándome por disimular mi interés con una sonrisa.- Aquí no paraban de hacer teorías sobre ti. 

- Algo laboral.- responde mientras se sienta a mi lado, quitándole importancia. 

- Parecías muy feliz hablando por teléfono.- comenta Ada, con una sonrisa insinuante. 

- Demasiado feliz, diría yo.- agrega mi madre. 

- Era Torres.- admite Adira, y sus palabras me dejan un mal sabor en la boca. 

¿Torres? ¿Por qué la llama en su día libre? Estos días han estado muy cerca… ¿Será posible que ellos…? No, imposible. 

- ¿Torres? ¿No es ese el Capitán de Armas?- pregunta mi madre, y Adira asiente. 

No sé por qué, pero la idea de ella con cualquier otro hombre me molesta más de lo que debería. Yo fui quien dijo que lo que pasó entre nosotros fue un error. Sin embargo, ahora estoy al borde de golpearme la cabeza contra una pared por la frustración. 

- Dejen de imaginar cosas. Ya sé en qué están pensando.- dice Adira con tono firme.- Me llamó para consultarme algo, nada más. Quería nombres de algunos soldados de Alaska. 

- Oh, es cierto.- interviene Edric.- El consejo aprobó la idea de transferir soldados de otras sedes. ¿Lo recuerdas, Luke? 

- Ah, sí.- respondo, aunque no me tranquiliza en lo más mínimo. 

- Por eso mi felicidad.- continúa Adira.- Justamente le había enviado el expediente de un antiguo colega, y parece que lo postularán para el traslado. 

- Bueno, al parecer Alaska no es tan bueno como dicen. Todos sus soldados quieren venir aquí.- digo en tono irónico, provocando que Adira me lance una mirada fulminante. 

- Alaska es genial. Boston también. Deja de competir por todo. 

- Bueno, ¿por qué no comemos el postre?- sugiere Cloe, cambiando de tema. 

Pasamos un rato más, aunque no puedo evitar notar que Adira vuelve a revisar su celular varias veces. 

¿Sigue hablando con Torres? Si era algo laboral, ¿por qué parecía tan feliz? 

- Tomemos una foto de todos juntos.- propone Ada con entusiasmo. 

Saca su celular y lo posiciona para una selfie. Después de varios intentos fallidos donde todas las fotos salen movidas, Adira suspira y se ofrece a tomarla desde su asiento. 

- Luke, sonríe a la cámara.- me ordena, forzándome a hacerlo. 

Presiona el botón y toma la foto. 

- ¿En serio esa es tu mejor sonrisa?- se queja, con un tono que mezcla burla y fastidio. 

- Esperen, les tomaré una foto a los tres.- dice Cloe, tomando el móvil de Adira. 

Nos posicionan a Jay, Adira y a mí juntos. Mamá y Ada no ocultan lo felices que les hace vernos juntos, sus comentarios no paran. 

Jay, Adira y yo compartimos una mirada cargada de melancolía. Sabemos que no somos el mismo grupo que éramos antes. 

Seguimos sacándonos fotos y charlando un rato más. Finalmente, la velada termina, y todos comenzamos a despedirnos. Ada y Edric son los primeros en irse, mientras mamá nos acompaña hasta la puerta. 

- Fue una noche hermosa.- dice con una sonrisa cálida. 

- Gracias por invitarme, señora Rhee.- responde Cloe con cortesía. 

- No hay de qué, querida. Tú también eres de la familia.

- Madisson.- Adira toma las manos de mi madre.- Me alegra haber vuelto. Ha sido una noche hermosa. 

- La comida estuvo deliciosa.- añade Jay con sinceridad. 

Después de un abrazo y un susurro de agradecimiento de mi madre, nos dirigimos todos a nuestros coches. 

- Bueno, ahora sí estoy lista para la fiesta.- anuncia Cloe con entusiasmo. 

- ¿Fiesta?- pregunta Adira, mirándola confundida. 

- Sí, la fiesta de la que te hablé. ¿Ya lo olvidaste? 

- Ah... sí, claro, la recordé. La mencionaste esta mañana. 

- Esperen, ¿de qué fiesta hablan?- pregunta Jay. 

- Te lo dije hoy, cariño. 

- No lo recuerdo. 

- Haz memoria. 

- Ah, sí, la fiesta, claro.- responde Jay.

- ¿Qué fiesta?- intervengo finalmente. 

- Una a la que no estás invitado.- responde Adira con una sonrisa desafiante, antes de dirigirse a su auto.- Vamos, no quiero llegar tarde. 

- ¿De qué fiesta hablan?- insisto, deteniendo a Jay por el brazo. 

- Una de una amiga de Cloe... 

- ¿Qué amiga? 

- ¡Jay, llegaremos tarde a la fiesta!- Cloe ya está en su coche. Mientras que Adira sube a su Ranger y arranca. 

- Solo irán a un bar.- dice Jay, restándole importancia mientras se marcha.- No te preocupes, cuidaré de Adira. 

- No me interesa Adira.- miento.- Solo preguntaba por curiosidad. 

Al final, también me voy a casa, aunque no puedo quitarme la idea de esa "fiesta" de la cabeza. ¿Tendrá algo que ver con Torres?

¿Por qué demonios sigo pensando en ella y Torres? Necesito quitarme la idea de la cabeza.

Dudo muchas veces si llamarla, pero me contengo. Tomé la decisión de alejarme de ella y debo mantenerla. Si quiere salir de fiesta con alguien más, que lo haga. Si quiere acostarse con alguien más, también. 

No me interesa. Me repito una y otra vez.

[...]

Adira.

Cuando llego a casa, el cansancio me supera. Siento como si toda mi energía se hubiese esfumado. Probablemente la tensión de estar sentada junto a Luke toda la noche tuvo algo que ver. Ese hombre parecía querer matarme con la mirada. 

Cloe estuvo tirándole indirectas toda la cena, lo cual me pareció hilarante. Aunque lo mejor fue la mentira de la "fiesta". En realidad, no tenía intención de ir a ninguna. Ya lo había hablado con Cloe antes de la cena, pero le divertía la idea de fastidiar a Luke. 

Jay se unió al juego, lo que me sorprendió. Mañana seguramente preguntará por qué mentimos, pero creo que entenderá que lo hicimos solo para ver la reacción de Luke. 

Es divertido molestarlo. Lo admito. 

Luke finge que no le importo, pero cada vez que alguien mencionaba a otro hombre, su incomodidad era evidente. 

Cuando mencionaron a Torres, todos me miraron con sospecha. La llamada fue casualidad, aunque entiendo por qué despertó tanto interés. 

Ojalá pudiera decir que tengo citas o algo emocionante, pero no es el caso. Torres solo me llamó por un tema laboral relacionado con un colega de Alaska, Peter Walker. Es un buen tipo, y me alegraría tenerlo trabajando aquí en Boston. 

Extraño Alaska, aunque Boston tiene su encanto. 

Finalmente, me tumbo en mi cama, feliz de estar entre mis sábanas. Extrañaba esta comodidad. 

[...]

El ruido del teléfono me despierta. Tomo el móvil, entrecerrando los ojos, y veo el nombre en la pantalla. 

Luke Harkan.

- ¿Qué sucede?- pregunto, aún adormilada. 

- ¿Dónde estás? ¿Estás con Jay y Cloe? No me contestan. 

- Supongo que están en su casa...- bostezo.

- ¿Estás sola?- su tono me alarma.- ¿Bebiste mucho? 

- ¿Qué? 

- Te estoy preguntando si bebiste mucho. Sabes que eres pésima haciéndolo. ¿Necesitas que te busque? 

- ¿De qué carajos hablas? 

- No escucho música... ¡¿Con quién estás?!- su tono casi me deja sorda. 

- ¡Deja de gritarme, joder! 

- ¿Dónde carajos estás? 

Es entonces cuando sumo dos más dos. Luke cree que estoy de fiesta. 

La situación me da risa. Es obvio que intenta ocultar su preocupación, pero no puede evitarlo. 

- ¿Adira? ¿Estás ahí?- pregunta, al borde de la desesperación.- Voy a rastrear tu teléfono si no me dices dónde... 

- Estoy en casa, Luke. No me molestes, estoy cansada.- Omito que nunca fui a ninguna fiesta.- Gracias por preocuparte. 

Hay un breve silencio antes de que responda. 

- Solo quería asegurarme de que no faltes al trabajo mañana. 

- Ajá.- digo divertida.- Y por cierto, no soy pésima bebiendo. 

Cuelgo antes de que pueda decir algo más. 

Luke es tan predecible que me da risa.

───── »◦✿◦« ─────

BUENASSS. Acá el dichoso capítulo de la cena, lleno de mentirillas entre Cloe y Adira, lleno de Luke teniendo miles de preguntas en su cabeza y de Jay simplemente siguiendo la corriente.

Adira y Luke disfrutan de molestase y provocarse, siempre han sido así, incluso cuando eran amigos.

Atentos al siguiente capítulo, lo estaré subiendo posiblemente este martes o miércoles.

Vayan opinando sobre que les parece hasta ahora la historia.

Acá una referencia al vestido que llevaba puesto Adira :)

Muchos besos.

Lourdes.

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