Capítulo 7: Mi corazón e[s] de una heroína
Cr: reallyveverka en Twitter
____________________________________________
Dos semanas antes del capítulo anterior
POV: Tsutsumi Kaina
Cuando llegamos a este pueblito, empecé a sospechar que solo vine a estar de arrimada. No estaba mal, pero esta vez ya no tenía la ayuda de los impuestos por estar guardadita. Además, es gracioso que yo haya salido de la cárcel para estar sin hacer nada en otras cuatro paredes pero con un poco más de lujos. Así que decidí salir a explorar un poco el pueblo.
Vi que algunas personas me miraban con extrañeza, me imaginaba que eso podía pasar porque soy desconocida aquí y por ser un lugar pequeño parecía que todos se conocen. Sin embargo, algo que vi es que a una chica castaña parecida a Uraraka-san estaba rodeada por varios chicos algo mayores.
— Les dije que me dejen pasar... -esta chica se veía enojada y estaba de espaldas a la lámina de un negocio cerrado-.
— No seas tan fría... ¿no se te antoja ir a otro lugar? -un chico con chaqueta de cuero, posiblemente falsa, quería parece intimidante pero la chica no parecía inmutarse-.
— Sí se me antoja algo... -su expresión era algo enojada-. Reventarles estos huevos en la cabeza, pero sería un desperdicio y una ofensa a los pobres huevos. Así que me contendré, pero déjame ir antes que algo malo te vaya a pasar.
— Me gustan las mujeres con carácter, pero si sigues hablando me veré obligado a hacer algo que no quiero hacer. -este mismo chico parece que sonreía para hacerse el interesante, pero no convencía y al ver que ella trataba de irse, le tomó del brazo y le apretaba algo fuerte-.
— Oe baka, eso duele. Suéltame... -la señorita se quejó y ahí fue donde decidí acercarme-.
En el pasado tuve que mancharme de sangre por villanos que no llegaron a hacer nada todavía y me molestaba que me lavaran la cabeza con una moralidad tan dudosa. Pero en estos casos, no podía evitar acercarme para hacer algo. Así que le puse una mano en el hombro al chico odioso este.
— ¿No te parece muy temprano para hacer estupideces? -pregunté algo molesta-.
— ¿Y tú quién eres mi amor? Te ves mejor que esta estúpida. -él me volteó a ver con esa miradita de mierda, así que le apreté el hombro fuerte en uno de los nervios de la clavícula y empezó a sentir dolor-.
— Oe, si a esas nos vamos, a ver si muy valiente. -él me quiso golpear levantando el puño derecho, pero se lo evadí fácilmente-.
Me agaché para poder darle un golpe al vientre y sacarle el aire. Si algo aprendí de la cárcel fue a pelear sin reglas y a mejorar el instinto. El lenguaje corporal te dice cómo va a atacar tu oponente. Así que sin cansarme le di una paliza a este niño.
— Hay que ser bastante obtuso para creer que eres fuerte. -me agaché para verlo desde arriba-. Si vas a hacer lo que te da la gana, ¿crees que alguien no podría ponerse al tiro contigo?
Le tomé del cuello para levantarlo, él estaba inconsciente. La chica parece que estaba bien, los acompañantes de este imbécil no tenían reacción alguna. Y los muy cobardes decidieron irse corriendo, dejaron a su disque líder tumbado.
— Oe, oe... sumimasen... -la chica me tomó de la mano y dirigí mi atención en ella-. Arigato...
— Descuida, cualquiera habría hecho lo mismo. -le sonreí a ella y se me quedó viendo-.
— ¿Tienes hambre? Te invito a desayunar...
No tuve más opción que aceptar cuando mi estómago empezó a rugir, así que con pena acepté su invitación. Me llevó a una especie de bar-cafetería, al llegar al lugar se quitó su chaqueta y se puso un delantal, parece que ese lugar es donde trabaja. Así que sin tardar mucho, me sirvió unos fideos soba que ya tenía preparados.
— No eres de aquí, ¿verdad? -me preguntó ella mientras me sirvió el plato-.
— Hai, vine desde Musutafu... Itadakimasu... -junté mis manos y agradecí la comida-.
— Es raro ver gente que visite esta ciudad. Es que este pueblo suele ser algo peligroso por conflictos entre pandillas de jóvenes. Es normal evitar este tipo de lugares. Watashi wa Tachibana Kotoha, yorushiku-nee. -conversaba la chica castaña mientras me veía comer-.
— Me sorprende un poco que no digas nada por intimidar a un grupo de cinco. -le comenté para hacer conversación, es difícil para mí interactuar con desconocidos-.
— Bueno, esto es el pan de cada día aquí. ¿Cuál es el nombre de la chica que me ayudó? -ella me sonríe mientras preparaba algo de tomar-.
— Tsutsumi Kaina-desu. Yorushiku-nee. -le respondí e hice una ligera reverencia-.
— Kaina-san, lindo nombre. -ella me dijo y me alegró un poco sentir algo de calidez en un lugar nuevo-. ¿Y qué te trae por aquí?
— Pues, es un poco complicado de explicar pero vine acompañar a alguien importante para mí en un viaje de trabajo de él. -cuando dije eso, esta chica me sonrió algo juguetona-.
— Así que es un hombre, ¿eh? ¿Es tu esposo o tu novio o tu amante? -me dijo ella casi en frente de mi cara para burlarse, o eso me pareció-.
— OE, NO ABUSES DE LA CONFIANZA. -grité y me levanté de golpe tirando el banquito en donde estaba sentada-.
— Solo es curiosidad, llegar a un lugar nuevo al lado de alguien especial es algo tierno. Debe ser un gran sujeto para que lo acompañes a un viaje de trabajo. -me dijo ella mientras servía algo de café-.
— Es un hombre sencillo, pero muy bueno, inteligente, valeroso, fuerte. Fue mi héroe cuando más lo necesité. Cuando lo volví a ver luego de mucho tiempo, yo no tenía a dónde ir y él aceptó que viajara con él. -le confesé pensando en Midoriya, pero cuando volví a ver a Tachibana ella tenía una sonrisa de oreja a oreja-.
— Es alguien muy importante para ti. Así como lo describes, debió darte la mano cuando tocaste fondo. ¿Así que vino un héroe a esta ciudad? Según los rumores, vi que era una mujer la heroína que ha venido aquí, era Uravity. -comentó ella, parece que la información corre rápido-.
— Hai, también vine con ella. Ella viene a trabajar como maestra y como heroína. -le dije mientras terminaba de comer-.
— ¿Así que vienen los tres juntos? ¿Son un triángulo amoroso? -eso me hizo sonrojar-.
— Claro que no, aunque ella es una heroína y yo pues... es complicado. -no quería dar más detalles de los necesarios-.
— ¿Y entonces a qué se dedican él y tú? Dijiste que vinieron aquí por trabajo de él. -Tachibana estaba dándome un frozen de sandía-.
— Pues, él es maestro y yo pues... él es mi sugar daddy. -¿por qué dije eso? Aunque ella veía con gracia-.
— ¿Entonces es alguien mayor? -ella se divertía con esta plática-.
— No, para nada. De hecho es bastante menor que yo. -me sonrojé tanto y escondí mi rostro entre mis brazos-.
— Eres muy graciosa, Tsutsumi-san. Si no tienes empleo, puedes trabajar aquí conmigo. A veces necesito ayuda. Eres bienvenida aquí. -eso sí fue sorpresivo de parte de Tachibana-.
— ¿Estás segura? Soy una chica aleatoria que pasaba por acá. Es un poco precipitado... -quise explicar porque no me esperaba esa oferta, pero no quería negarme-.
— Dices que cualquiera me habría ayudado. Pero eso no es cierto. En esta ciudad todos prefieren hacer la vista gorda porque nadie quiere meterse con los pandilleros de aquí. Los niños de este pueblo suelen ser los más vulnerables y a los que esos grupos buscan más. -Tachibana estaba preocupada, espero que Midoriya y Uraraka estén bien, tendré que hablar con ellos sobre esto-.
— Hai, ya verás que todo cambiará dentro de un tiempo. Tal vez fue con ese propósito el hecho de venir aquí. Los dos héroes que han venido podrán hacer una diferencia. Y si puedo ayudar, con gusto lo haré. -le comenté mientras me tomaba ese café-. Y sobre tu oferta, acepto con gusto trabajar aquí. No te preocupes por el pago, solo quiero ser útil mientras acompaño a mi héroe y no ser un parásito.
Tachibana aceptó mi respuesta y decidió darme una asesoría sobre qué haría yo. También me dijo qué días y horas podría venir a cubrirla o a ayudarla. Me sentí feliz y cuando salí de esa cafetería, me dirigí a la posada donde me encontré con Deku y Uravity.
— O tsukare-sa made shita... -saludé mientras llegábamos a la puerta-.
— O tsukare. -ellos me saludaron levantando la mano-.
— ¿Qué tal su primer día de trabajo en la escuela? -pregunté mientras les ayudaba con unos víveres-.
— Fue un buen día, parece que la cátedra que vamos a impartir tendrá frutos. Además, si entre los niños hay alguien de corazón puro, las cosas serán más fáciles. -contestó Midoriya-kun-.
— Esperamos que dé resultado, los chicos estaban dispuestos a cooperar y eso fue bueno. -complementó Uravity algo extrañada-.
— Los niños admiran a los héroes, entonces es un incentivo para que ellos actúen de una manera que ayuda a los demás. -contestó el pecoso-. ¿Y qué hay de ti, Tsutsumi-san?
— Pues, conseguí un trabajo para ocupar mi tiempo. Creo que hice una amiga nueva. -le conté con una pequeña sonrisa-.
— Sugoi, Tsutsumi-san. -los dos tomaron una mano cada uno y se alegraron por mí, eso me confundió-.
— Me alegro mucho por ti, me preocupaba un poco que te costara integrarte a la sociedad. Es una gran noticia. -el de ojos verdes me sonreía y mi corazón palpitaba-.
Doki Doki.
— Pensaba invitarte a mis patrullajes para que no te sintieras sola cuando estábamos fuera. ¿Y de qué trabajas? -Ochako se veía más apenada, pero no podía decirle nada, es una buena chica-.
— Arigato, Uravity-san. Un día que tenga libre podría acompañarte. Y sobre mi trabajo es algo sencillo, le ayudaré a mi nueva amiga con su cafetería. -le correspondí el gesto, ellos dos son un amor-.
(Cr: Siribreja en Reddit)
Nuestra rutina durante este par de semanas fue así. Ellos iban a sus clases en la mañana, Midoriya llegaba alrededor de las 5:00 pm, Uravity y yo íbamos a nuestras tareas a la hora del almuerzo. El local en donde trabajaba con Tachibana era bastante frecuentado por chicos de primer año de la secundaria de Minobu, la Furin.
En la actualidad
Iba saliendo de la cafetería, esta vez solo me había tocado acompañar a Tachibana y me había dado sobras del almuerzo para cenar. Pero hubo un problema, y es que apareció un grupo grande de muchachos, posiblemente de preparatoria.
— Yare yare, así que solo eres una simple empleada de cafetería. Nadie creería que eres tan fuerte al ver lo que haces. Además, no sabía que fueras tan puta. -ese chico, el mismo pendejo que intimidaba a Tachibana me habló, pero esta vez no estaba solo-.
— ¿Prefieres acosar mujeres que estudiar? Con razón dicen que el futuro de Japón está en la vil miseria. -le dije para provocarlo-.
Preferí hacer caso omiso mientras caminaba para pasar de largo, pero estaba segura que esto solo estaba por comenzar.
— ¿Vas a ignorarme, puta? -me detuvo este cabrón tomándome del hombro-. Porque es difícil olvidar una cara tan linda y un pelo tan raro.
— ¿Acaso te gusto? Lo siento, pero a mí solo me gustan hombres más fuertes que yo. -le repliqué para provocarlo-.
— Supongo que tendré que darte un cariñito. -el tipo ese convirtió su mano en una especie de cuchilla y quiso cortarme de un tajo-.
Pero yo no le permití hacer tal cosa, porque de inmediato activé mi don. Llevaba mucho tiempo sin activarlo, así que posiblemente esté fuera de forma. De todas maneras, tengo que pelear y más si el muy cobarde trajo una cuadrilla de más de 20 sujetos. Algunos tenían sus dones activos, varios eran dones físicos y otros armados con bates y palancas.
— Así que tienes un don poderoso, pero no podrás hacernos nada si no te matamos primero. -el hijo de puta sonreía convencido de su victoria-.
— Entonces así es como serán las cosas, ¿no? -muchas veces fui amenazada con recibir daño si no hacía lo que me pedían en la comisión, pero esta vez lucharé por lo que creo que es correcto-.
— Te metiste con el líder de una pandilla fuerte, y la pandilla protege a su líder. Entonces, asume las consecuencias de meterte donde nadie te llamó, hacerte la heroína solo hará que disfrutemos más el quitarte tu vida promiscua. -gritó el cabrón-.
//Flashback//
Era la guerra, yo había salido en busca de Midoriya Izuku en nombre de All For One. Había salido en compañía de un manco inútil: Chisaki Kai. Él me había hablado de ese joven, me dijo que fue su culpa el hecho de quedarse sin brazos.
Cuando encontré al héroe Deku, estuvimos en una pelea de ingenio. Le había disparado para inhabilitarlo, pero él había provocado una cortina de humo que funcionó para distraerme.
— ONE FOR ALL, FULL COWL 45%. FA-JIN, GIJO 100%. -el pecoso había atacado mi brazo derecho, rompiéndomelo y dejando mi don inhabilitado en esa extremidad-.
Yo había disparado al tal Chisaki para distraerlo, pero Midoriya había logrado salvarlo antes. Eso me hizo pensar que fue capaz de superar la velocidad de mis disparos, yo estaba desorientada e iba cayendo al suelo derrotada. Pero él sostuvo mi mano.
— Aquel disparo a Chisaki... tuvo un disparo en su trayectoria. -me sostenía de mi brazo roto-. Si fueses totalmente leal a All For One, me habrías disparado en la columna cuando tuviste la oportunidad. Tú conociste las sombras, entonces sabes exactamente dónde puede brillar más fuerte la luz. Por favor Lady Nagant... LUCHA A NUESTRO... TÚ AÚN TIENES EL CORAZÓN DE UNA HEROÍNA.
— Qué heroico eres... -al ver la fuerza de ese chico y su total entrega a su causa, era imposible desconocer lo que él buscaba lograr-. Midoriya Izuku, eres un verdadero héroe...
Lo que yo no sabía es que All For One había tomado precaución por si yo le traicionaba, así que me hizo explotar. Hawks, mi sucesor, me llevaría a un hospital pero fue Midoriya quien me dio la mano.
//Fin del flashback//
— No vine a hacerme la valiente. Todo lo contrario... -levanté mi brazo para darle un culatazo en la cabeza y hundirlo en el pavimento. VOY A HONRAR LAS PALABRAS DE ESE HÉROE DE COLOR VERDE... YO TENGO EL CORAZÓN DE UNA HEROÍNA...
Todos los demás miserables que seguían a ese supuesto líder empezaron a correr hacia mí. Así que agaché mi torso y empecé a ganar velocidad, me golpeaban con sus dones de mejora física, otros con sus armas de mano y objetos contundentes. Pero los repelía con mi don de rifle. Algunos iban con cuchillo, pero no era difícil esquivarlos. Me bastaba con darles una patada para apartarlos.
Ya había vencido a unos pocos, pero empezaban a aparecer más. Puños por un lado, bates o palancas por otro y me llamó la atención que uno gritó a lo lejos.
— OE, NO ERES TAN RUDA SI TENGO UNA REHÉN. -uno de ellos tenía cautiva a Tachibana, le apuntaba a su cuello con una navaja-.
Fue entonces cuando actué rápido y tuve que levantar el cañón de mi rifle. Él solo seguía sonriendo y amenazando mientras escuchaba que otros daban pasos "sigilosos" por mi espalda.
— SI ME MATAS, TE METERÁS EN VERDADEROS PROBLEMAS. -pensaba él que tenía las de ganar-.
— Raifuru: TEI SHOUGEKI-DAN. -menos mal que siempre tengo una bala lista para disparar, era de daño no letal, pero su impacto no sería una caricia-.
Disparé sin pensarlo hacia su cabeza, por fortuna cayó inconsciente y aparté a golpes y culatazos al resto de imbéciles que se cruzaban en mi camino.
— Generación de cristal que no aguanta un balazo en la cabeza. ¿Daijobou desuka, Tachibana-san? -le pregunté al acercarme a ella-.
— Hai... arigato... Gomenasai, solo te estorbé, quise ver qué sucedía y cuando sentí me tenían acorralada. -ella se disculpó, pero no estaba asustada-.
— Descuida, solo ve a pedir ayuda. Esto parece que será más largo y estoy oxidada para aguantar mucho tiempo. -salí corriendo y volví a la carga, pero algo que me sorprendió fue ver a un par de chicos que venían a lo lejos entrando a este paso peatonal-.
Traté de hacer que todas las miradas de estos pandilleros se enfocaran en mí, pero falló cuando uno de los pocos que quedaban de pié fue corriendo hacia uno de ellos. Se llevó a una niña, no parecía tener más de 11 años. Cuando notó que lo vi, me gritó.
— TIENES SUERTE QUE NO ESTAMOS TODOS, ASÍ QUE DISPÁRAME O ELLA LO PAGARÁ.
— HIJO DE... -me quejé pero no me dieron tiempo cuando me cayeron encima varios más de ellos-.
No tenía tiempo que perder así que tuve que pelear a puñetazo limpio, estaba tan enojada que no me di cuenta que varios caían con un solo golpe. Así que empecé a correr para tratar de no perderlo. Cuando vi que iba cerca de la posada donde estábamos hospedados, me encargué de perseguirlo.
En poco tiempo empecé a acercarme pero vi que tiró a Midoriya, él venía con Uraraka de compras por todo lo que le tiraron. Así que llegué con ellos rápidamente.
— MIDORIYA, URAVITY. VENGAN AHORA, NECESITO AYUDA... -les dije a ellos esperando que me siguiera al menos uno de ellos-.
— Ve con ella, Uraraka-san. Yo luego los alcanzo... -Midoriya tuvo que decidir rápido, le pidió a Uravity que corriera, pronto escuché unos pasos que me seguían-.
— Uravity... uno de esos pandilleros de acá se llevó una niña. Debemos rescatarla antes que le haga algún daño. -las dos seguimos corriendo mientras tratábamos de no perder el rastro de ese maldito cobarde-.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top