Capítulo 11: Un dí[a] normal para los héroes y el sensei

Cr: malskels en Twitter

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5 años y 3 meses desde que el héroe Deku derrotó a Shigaraki Tomura, Minobu, prefectura de Yamanashi, Japón

El tiempo había pasado desde que llegaron a Minobu, Midoriya había logrado crear un ambiente en donde los jóvenes de primaria y los de secundaria fueran una esperanza en donde la gente sintiera que el futuro puede pasar de la oscuridad a la luz. Los chicos estaban aprendiendo a ser un ejemplo de cambio social con la teoría que Izuku impartía.

Pero también aprendían sobre técnicas de salvamento en caso de posibles desastres, ya sea para rescate o prevención de accidentes a través de los dones, según el tipo de peculiaridad, cosa en la que Ochako se especializaba.

Por su parte, Kaina se encarga de la parte física de los jóvenes. Ella entrenaba resistencia, fortaleza y desgaste, potenciación de dones y agilidad. Sin mencionar que a veces Midoriya ayudaba dando clases de artes marciales. Al haber culminado sus estudios como héroe, podía enseñar a pelear.

¿Y qué pasaba con la relación entre las chicas con el sensei? Ellas trataban de mantener la cordialidad con él, pero ocasionalmente aprovechaban para tener tiempo de calidad. Por desgracia no pasaban más allá de abrazos y besos que no llegaron a ser por diversos motivos: llamadas de teléfono, Kotoha pidiendo ayuda o algún posible disturbio con alguna banda de jóvenes.

Por suerte, desde ese primer escarmiento cuando el grupo de protagonistas no hubo más atentados de alta magnitud. Inclusive, en su momento se viralizó la grabación del ataque y respuesta que tuvo el equipo del profesor y sus compañeras.

En estos momentos estaban grabando un pequeño reportaje para TV Tokyo y se encontraba Uravity hablando a la cámara mientras veía al frente en uno de sus patrullajes.

— Minobu ha sido un lugar bastante acogedor, aunque solo somos forasteros, la gente nos ha abierto sus puertas y han sido muy bondadosos con nosotros. Mis compañeros y yo vinimos haciendo un viaje para ayudar al proceso de transición tras la guerra. Si no cambiamos las bases de la forma de pensar de la sociedad, todo lo que peleamos habría sido solo un espejismo. -decía mientras el corresponsal y el camarógrafo filmaban-.

— ¿Por qué decidiste formar parte de este viaje? -preguntó el periodista-.

— Porque alguien muy importante para mí me pidió trabajar juntos usando un proyecto que hice antes con otros colegas. Vio potencial en esa investigación y me pareció maravilloso de su parte que quisiera darle forma a algo que ayudé a crear... Disculpen un momento... -Uravity empezaría a correr al ver que unas señoritas empezaban a correr mientras una moto las seguía-.

— OE MI AMOR, HAZME CASO Y VEN CONMIGO. SOLO QUIERO PASARLO BIEN. DARTE UN BESITO TAN RICO EN ESOS LABIOS QUE TU BOCA SENTIRÍA ENVIDIA. -decía uno de los dos acosadores y eso molestó a Ochako-.

El camarógrafo grababa y corría a todo lo que podía, mientras que el corresponsal trataba de mantener el paso. La cámara filmaba a la chica antigravedad se aplicaba su don sobre sí para poder flotar. Eso le permitía usar las muñequeras de su traje para lanzar las cuerdas adhesivas en cualquier superficie y balancearse sobre ellas para poder avanzar más rápido.

— MIERDA, ACELERA QUE NOS CAEN LOS HÉROES. -dijo uno de los dos pasajeros de la moto-.

Dicho y hecho, el conductor aceleró y Uravity aumentaba la velocidad de su balanceo. Lo que no esperaba es que un par de chicos de la primaria de Minobu, alumnos de Izuku, habían lanzado un par de bloqueos con púas para hacer que la moto se detuviera. Y por la velocidad del vehículo, ambos saldrían volando.

(Cr: buthikireta en Twitter)

ZERO GRAVITY: SPACEWAAAALK. -Uraraka lanzó uno de sus ganchos para atrapar a ambos acosadores en el aire para evitar una aparatosa caída que pudiera dañar a esos sujetos-.

Al sostenerlos, ella retraería sus cables para poder maniatarlos y finalmente mantenerlos quietos. Los dos chicos que ayudaron con las púas eran Takada e Hino, que estaban cerca del lugar. El reportero llegó tratando de recuperar su respiración, varios vecinos habían llegado a hacer simple acto de presencia.

— Sorprendente lo que lograron de forma tan sincronizada, ¿por qué habían púas para este preciso momento? -preguntaría el reportero-.

— Eso es porque varios de nuestros locales tenemos equipo de emergencia para contener grupos grandes de personas que vienen a hacer destrozos. -mencionó el dueño de una de las panaderías del pueblo-.

— ¿O sea que este tipo de situaciones son comunes? -cuestionó extrañado el corresponsal-.

— Hai, desde hace dos años que han venido grupos de pandilleros a intimidar a nuestros negocios. A veces venían armados con bates, palancas y cadenas. Otras veces llegaban con sus motos para destruir y luego huir sin que nadie se les resistiera. -esta vez contestó la esposa del panadero-.

— Y Midoriya-sensei nos ha enseñado que la fortaleza de una comunidad está en la unión. Podemos ser héroes con acciones sencillas que puedan tener un impacto importante. -contestó Takada quien había levantado la mano para contestar-.

— ¿Los niños están ayudando a proteger esta ciudad? -el periodista preguntó auténticamente confundido-.

— No solo los niños, también los adolescentes de secundaria. Sígame. -Ochako dijo mientras llevaba a cuestas a los malandros que capturó-.

Tras una caminata algo incómoda porque los chicos malos estaban molestando con que no hacían nada malo, Ochako hizo una pequeña parada en la delegación más cercana para dejarla con la autoridad policial. Resulta que en Minobu, el cuerpo policial solo lo componía el jefe que era bastante mayor y unos tres agentes bastantes veteranos.

Estas situaciones eran así en muchos pueblos pequeños de Japón, los cuales se veían mayormente afectados por la baja taza de natalidad y la considerable cantidad de adultos de la tercera edad. Sin embargo, la situación se ha ido cambiando gracias a la presencia del trío que compone esta historia.

Al llegar a la secundaria tras dejar al par de delincuentes en la estación policial, un grupo de nueve jovencitos estaba pintando la secundaria. Ese edificio que hace más de seis meses estaba lleno de grafitis ahora estaba renovado ya que había un grupo de nueve niños y dos adultos pintando de arriba a abajo.

— Midoriya-sensei y Tsutsumi-san, mis compañeros han logrado cambiar el rostro de esta escuela secundaria y se busca que los jóvenes en el futuro vuelvan para cursar la secundaria y convertirse en personas de bien. Y además... -Uravity dejó de hablar al escuchar algo-.

Al voltearse, notó que Deku estaba flotando en el aire. Presumiblemente gracias al One For All, lo cual preocupaba a Ochako ya que estaba forzándose a usarlo. Lo que realmente preocupó fue que Izuku había empezado a caer. Parece que el tiempo para mantener el don activo se había acabado.

— DEKU-KUN... -eso preocupó mucho a Uravity, quien aplicó su don sobre sí misma-.

La mochi correría para evitar que el pecoso cayera desde tan alto, estaba volando tras activar su gravedad cero y dar un salto tan fuerte como pudo. Cuando estaba por llegar, una sombra de color morado le ganó por décimas de segundo para salvar la integridad del pecoso.

— Tsutsumi-san... -a Uraraka le alivió que su compañera rescatara al peliverde, pero su sonrisa disminuía discretamente-.

— Mooo, Midoriya-kun. No deberías forzarte tanto, dices que no tienes don pero lo usaste y esta vez pudiste lastimarte gravemente. Debes ser más cuidadoso... -Kaina apretaba un poco el rostro del pecoso-.

(Cr: mori_info0 en Twitter)

Ella regañaba a Izuku, y este simplemente estaba sonrojado y algo triste por provocar que lo salvaran. Kaina lo abrazó de forma algo fuerte, parecía una madre pero lo que más le sorprendió fue ese beso en la cabeza. No era primera vez que ella se tomaba esas libertades, inclusive Ochako también lo hacía pero esta vez que Izuku correspondiera ese abrazo y lo hiciera con bastante intensidad hacía que su corazón le dolería.

— Arigato, Tsutsumi-san... -Deku estaba bastante sonrojado pero se trató de relajar al poner pié en tierra firme-.

— SUGOI. -gritó el reportero que fue corriendo con el camarógrafo-. ESE DESPLIEGUE DE AMBAS FUE IMPRESIONANTE.

— Pues, aunque yo no hubiera estado, mi amiga Uravity estaba ahí. Gomen-ne... -Kaina pedía disculpas con los ojos cerrados y una sonrisa que transmitía algo de pena-.

— Entonces, ¿podrían comentarme sobre lo que está pasando en esta secundaria? Uravity me mencinó un poco que están reformando el edificio y educando a los más pequeños en poder defender a la ciudad junto a sus habitantes. -preguntó el periodista a Kaina y a Izuku-.

Pasarían los minutos para que acabaran los comunicadores de hacer las tomas y recoger declaraciones para terminar su trabajo del día.

— Arigato gosaimashita... -se inclinaron los profesionales de los medios para agradecer-. Verán este reportaje la semana próxima, les enviaremos el video previo a su lanzamiento para saber si el material es adecuado para transmitir.

— Wakatta... -dijeron los tres mientras se despedían del camarógrafo y corresponsal-.

— ¿Cómo creen que salga eso? -preguntó Kaina mientras estiraba sus músculos, se sentía cansada-.

— Me siento algo avergonzado... les causé molestias y me tuvieron que rescatar... -Midoriya estaba tapando su rostro con sus brazos-.

— Hasta los mejores necesitan ayuda... -decía Ochako mientras sonreía de forma algo forzosa-.

— Es verdad, pero cuando lo necesites estaremos nosotras, ¿verdad Ochako-chan? -la confianza de Nagant era algo que a Uraraka le costaba acostumbrarse al ser menor que la chica táctica-.

Así había sido un día normal en Minobu, pero entre sentimientos encontrados de parte de cada uno del trío principal y un reportaje que sería un componente importante que impactaría en las vidas de ellos, las cosas podían tener un tinte particular en la relación que tienen las dos féminas con el profesor Midoriya Izuku. 

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