Unos minutos antes en el cuarto de las mujeres

— Me enamoré de Midoriya Izuku, Kaina-san. Pero quiero saber algo también... -Uravity se separaría ligeramente del abrazo para limpiarle las lágrimas a la pelimorada-. ¿Tú también amas a Deku-kun?

— ¿Qué harías con la respuesta si te lo dijera...? -preguntó cabizbaja la pelimorada, el ambiente se hizo silencio y tenso-.

Kotoha estaba algo nerviosa, no negaría que le gustaba ese tipo de cotilleo porque es una adolescente que no tiene demasiada experiencia de vida en ese tema. No podía evitar sentir nervios por la respuesta que pudiera dar Ochako. Ella se veía nerviosa y no era para menos.

— Yo lo amo... pero siempre siento ese miedo a distraerlo del trabajo que está haciendo... -Kaina sentía que esa respuesta de la castaña era algo forzada-.

— En las termas te dije que él te veía como alguien digna de admirar, pero también como algo más. Yo lo veo de la misma manera, mi corazón palpita rápido y no sé si... -Tsutsumi trataba de esconder su rostro entre sus piernas pero no podía-.

— ¿Y si descubren qué opina él sobre sus sentimientos hacia ustedes? -Tachibana había dicho algo tan obvio, pero que las otras féminas no habían podido deducir por cuenta propia-.

— Pero... eso no sería justo... Una de las dos o las dos podríamos salir lastimadas y tampoco quiero perder a una amiga por ello. -Uraraka había juntado sus dedos con pena-.

— Compártanlo. -Kotoha hizo que ambas chicas se sonrojaran-.

— ¿Te das cuenta que lo que dices en inmoral, ilegal e imposible? -preguntó Kaina algo molesta-. Además, no quiero volver a la cárcel...

— Nadie tiene que enterarse, ¿sabes? Además, siento que ustedes dos en algún momento van a competir por él. ¿Eso quieren? -Tachibana se había puesto de pié sobre su cama-. Amistades que se pierden por un hombre o un interés amoroso es algo que tristemente pasa mucho y como les digo en mi nula experiencia, Midoriya-san no parece ser el hombre egoísta de hacer feliz a una persona si otra tiene que sacrificar su felicidad.

— Listo, no quería hacer esto pero no me dejan alternativa. -Nagant estaba con la mano en su espalda, Ochako por instinto se puso a la defensiva pero se relajó al ver que había sacado una botella de vino-.

— No sabía que bebieras... -dijo la mochi al sentir el olor del vino dulce que sacó la chica táctica-.

— Necesito esto para poder ser sincera con mis emociones... ¿Quieres, Uraraka-san? -Kaina de su maleta tenía dos vasos pequeños para servir-. ¿Y tú Tachibana-san?

— HAI... -la otra castaña estaba emocionada, pero Ochako puso la mano al frente-.

— Kaina-san, ella es menor de edad... -Uraraka parecía una madre y eso provocó un pequeño puchero en Kotoha-.

— Gomen, gomen... Es que estoy muy nerviosa... Uraraka-san, espero que lo que diga cuando me pegue el vino no haga las cosas incómodas entre nosotras. Eres una gran amiga y yo... -Nagant se bebió de golpe el vaso con vino-.

Eso asustó a las dos señoritas al ver el entusiasmo de la pelimorada. Entonces Uravity tomaría con moderación su bebida y mientras iba a la mitad de su trago, Kaina había servido otro para tomarlo igual de rápido y se notaba un pequeño sonrojo en sus mejillas y una sonrisa algo torcida.

— URAVITY-CHAN... -la mirada seria de Kaina se mantenía, pero era obvio que había cierto estado de ebriedad con dos copas de vino-. MIDORIYA GA DAISUKIDESU... (YO QUIERO A MIDORIYA)

(Cr: ikatomie en Instagram)

— La verdad me imaginaba eso... -Ochako bebía por completo su vaso y tomaba la botella para beber otra vez-.

Kotoha al sentirse excluida, sacaría una Monster que tenía de un estante que había en su armario y al abrirla solo era testigo de cómo una mujer se desinhibía en el amor. Ochako estaba bastante cuerda todavía y quería explorar las emociones que Tsutsumi pensaba liberar.

— OCHAKO-SAN... -Nagant ya iba por su cuarto vaso-. DÉJAME ESTAR CON MIDORIYA-KUN Y CONTIGO...

— ¿EHHHHHHHHH? -gritaron Tachibana y Uraraka-.

— Watashi... yo quiero mucho a Midoriya... pero el hecho de perder a una compañera como tú es algo que no... no estoy lista... Y no debería meterme en su historia de amor... pero no quiero quedarme sola otra vez... -las lágrimas empezaban a caer del rostro de Tsutsumi-. Cuando estuve encerrada, solo tuve mi dildo... para sentir el placer que nadie más me iba a dar...

Eso último hizo escupir las bebidas a las dos oyentes, se estaban ahogando ante semejantes declaraciones. Pero sin importar ese momento de confusión, la chica táctica siguió hablando.

— Cuando peleé con Deku... yo quería dárselo a All For One... Pero al sostener su mano... no parecía el agarre de un niño que quería parecer valiente... Era el agarre fuerte y cálido de un héroe... No, de un hombre... Él me ayudó a sobrevivir... me regresó las ganas de vivir y... -Nagant levantaría la cabeza y su expresión había cambiado-. Quiero estar con él... Quiero vivir por él y demostrarle que haberme dado su mano no fue un error... Mi deseo es que me vea como lo veo a él... Con ojos de amor... y también quiero que estés conmigo para que lo amemos juntas, Ochako-chan...

Cuando Kaina acabó de hablar, Kotoha vio que era ya casi medianoche y era necesario para ella descansar porque tenía que abrir temprano. Así que ella empezó a ponerse su pijama, las dos señoritas decidieron darle su espacio y se irían a sus habitaciones. Al salir de la habitación verían al pecoso. El estado de sus mentes gracias al vino les haría tomar valor para acercarse.

Vaya que tendrían mucho que recordar para el día siguiente.

Al día siguiente

Midoriya tenía día libre y decidió ir a la escuela secundaria Furin. Hajime iba a con el sensei, pero también traía compañía de dos hermosas mujeres que pueden tumbarte si haces algo malo.

— Me trae recuerdos ir a una escuela secundaria pero, ¿era necesario venir los tres? -Izuku estaba algo incómodo porque las dos señoritas lo rodeaban con poca distancia entre sí-.

— Deberías decir: "Me siento privilegiado de estar rodeado de dos mujeres valientes que cuidarían de un profesor tan bien parecido". -Tsutsumi tenía la lengua suelta, parecía que todavía sentía los efectos del vino de la noche anterior-.

— Pues... vine porque también me da curiosidad la secundaria Furin. Sería interesante compartir más clases contigo, Deku-kun. -las palabras de Ochako tampoco sonaban a lo que ella diría siempre-.

Al llegar a la escuela, verían que el edificio era bastante peculiar desde la fachada. Estaba llena de grafiti, descuidada en sus acabados, mucha maleza y también plantas que nacen de las grietas donde echaron raíces.

— Bueno, bienvenidos a la escuela secundaria y preparatoria Furin. -Hajime estaba algo apenado de ver cómo unos forasteros tendrían una lamentable impresión de su lugar de estudio-.

— Es... particular... -dijo Ochako algo avergonzada-.

— Pues, tiene estilo... -Izuku siempre trataba de ver lo positivo de las cosas-.

— ¿Seguro que no está abandonada? -la pregunta de Kaina era inevitable-.

— Pues, no está abandonada pero vienen pocos jóvenes acá porque los anteriores alejaron a los profesores y la ciudad decidió tratar de reabrirla, solamente han permitido la entrada del primer año de secundaria. -el platinado les invitó a entrar, pero se sentía apenado por sus invitados-.

El chico de cabello blanco les invitó a pasar hasta el salón donde les tocaba recibir clases, al ver que los pasillos estaban llenos de grafitis, los tres adultos estaban en alerta por si pasaba algo. No obstante, cuando Hajime abrió la puerta, los otros chicos verían que venía acompañado.

— Oe Umemiya... ¿por qué la escolta? -preguntó un chico de cabello rubio y dientes puntiagudos mientras tomaba algo que parecía ser medicina-.

— ¿Es el nuevo sensei? Se ve bastante precioso. -dijo una chica de cabello negro suelto y unos labios rojos bastante gruesos-.

Esas palabras hicieron sonrojar a Midoriya, pero Ochako y Kaina tomarían de la mano al pecoso y lo abrazarían a cada lado para tenerlo cerca.

— Veo que el sensei viene bien acompañado. -un chico de afro de pelo naranja que estaba entrenando haciendo dominadas con el marco de una ventana-. 

— Son pocos alumnos, es impresionante que la ciudad quiera revivir esta escuela desde cero. -comentó Izuku mientras entraba y se ponía frente al escritorio-. Ohayo gosaimasu. Midoriya Izuku desu. Seré su sensei de manera temporal, también trabajo en la escuela primaria de aquí. Y estoy aplicando una cátedra de orientación para la vida. He visto que en este pueblo, la situación de las pandillas es complicada, no hay una agencia de héroes cerca y si las cosas siguen así, esta ciudad tendrá un futuro poco alentador. Me ayudarán dos personas que vienen conmigo... -les permitió a ellas acercarse para hacer su respectiva presentación-.

— Ohayo... yo soy la heroína Uravity. No sé si algunos me conocen pero... -un chico la interrumpiría-.

— SUGOI... -diría el chico del afro-. ERES DE LA GENERACIÓN DE HÉROES QUE PELEÓ EN LA GUERRA.

Eso hizo que los otros alumnos, en total eran nueve, se sorprendieran para bien.

— Arigato, y es cierto que estuve en la guerra. Aunque es un recuerdo difícil para mí, lo que viví lo quiero tomar para ayudar a las siguientes generaciones a evitar que el futuro vuelva a repetir una situación similar. Seré la ayudante de esta clase al igual que mi compañera...

— Koniichiwa, watashi wa Tsutsumi Kaina desu. Seré también asistente de Midoriya-sensei... -Nagant se presentó sin muchos bombos o platillos-.

— Estas dos señoritas tiene experiencia como heroínas y espero que su sabiduría les ayude, al igual que mi aporte con ustedes. -eso sorprendió a los chicos y Deku lo notó-. Tsutsumi-san fue heroína de la anterior comisión de seguridad. Puede que hayan escuchado de Lady Nagant...

La azabache de labios rojos sonrió al escuchar ese nombre y se puso de pie y fue corriendo hacia ella.

— LADY NAGANT-SAMA. ES UN PRIVILEGIO PARA MÍ CONOCERLA... -la chica le tomó la mano y su rostro brillaba-. Cuando vivíamos en Tokyo yo la vi peleando un par de veces y me impresionó su habilidad con su don y esa confianza para resolver. Quiero ser como usted...

— Arigato, ah...

— Tsubakino Tasuku desu, yorushiku onegaishimasu... -ella soltó la mano de Kaina e hizo una reverencia-.

— Me siento honrada por tus palabras... -Nagant se agachó y acarició la cabeza de Tsubakino-. Tienes el espíritu y las ganas, eso es importante y si puedo, te ayudaré a lograrlo. Y eso aplica para todos, de parte de los tres. Queremos ser sus guías en esta etapa de sus vidas. Yorushiku nee.

Los tres hicieron la reverencia frente a los alumnos y luego de que todos tomaran asiento, Izuku empezaría con una pregunta.

— Veo que son algo unidos, pero quiero preguntarles algo. ¿Hay alguien entre todos ustedes que sea el más confianza les da a ustedes? -Midoriya varió con respecto a su cátedra con los de primaria-.

— UMEMIYA... -contestaron ocho de los nueve alumnos-.

— Hiiragi... -Hajime fue el único que respondió diferente-.

— Umemiya... Umemiya... -Deku revisaba la lista y notó que ese era Hajime-. Espera, ¿no eras de apellido Tachibana?

— Kotoha-chan es mi hermana adoptiva, es un vínculo más fuerte para mí porque ella me escogió para ser su hermano mayor. -el peliblanco contestó como si nada-.

— Wakatta. Y parece que tus compañeros confían en ti. ¿Por qué Umemiya-san les parece alguien de confianza? -preguntó el sensei-.

— Porque piensa mucho en cómo nos sentimos cuando tenemos algún problema...

— Porque sabe guardar secretos...

— Porque me ayuda y me escucha cuando me siento mal...

— Porque es fuerte y sonríe mucho...

— ¿Y ustedes cómo quisieran corresponder a la confianza que él genera en ustedes? -preguntó Ochako para todos-.

— Cuando él tenga problemas, yo lo ayudaré...

— Quiero serle útil cuando lo necesite...

— Le acompañaré a donde vaya...

— Le cubriré la espalda...

— ¿Dónde estaba esa solidaridad cuando yo estudiaba? -decía Kaina al aire con una sonrisa-. Entonces ustedes jóvenes realmente son el futuro de esta ciudad. Midoriya-sensei me comentó lo que quería hacer con ustedes. Así que pongan atención porque esto será importante para su futuro más cercano...

— Correcto, les pregunté sobre la confianza porque el conjunto hace la fuerza y si alguien es un líder, tiene que ser inspirador y que se apoye en los demás y sea mútuo. Ahora les pregunto, ¿qué piensan de esta ciudad? ¿Les gusta vivir aquí, se quieren ir, quieren quedarse? Sean sinceros, estamos en confianza. -Izuku necesitaba saber el alcance de su mensaje-.

— Yo quiero salir de aquí porque mi mamá siempre tiene miedo de los chicos malos...

— Quiero quedarme acá, mis amigos están acá...

— Quiero cambiar esta ciudad, ser un héroe...

Esa respuesta fue de Umemiya, los chicos algunos asentían y otros se mantenían sin hablar. Pero Deku abrió la comunicación otra vez.

— Eso es bueno que cada quien tenga su manera de ver el futuro. Lo que yo quería ofrecer en un principio es enseñarles que esta ciudad lo está pasando mal y el cambio viene desde los más jóvenes. Si les dijera que pueden ser posibles héroes, ¿qué pensarían? -Izuku al preguntar esto, se sorprendió la alegría generalizada-. 

— Lo que Midoriya-sensei quiere hacer es que ustedes sean personas de bien, que puedan ayudar a la gente desde su corazón y con la convicción de ayudar. Pueden tomarlo como una especie de servicio social o un entrenamiento si quieren ser héroes profesionales. Él se encargará de enseñarles la teoría del héroe, y mi compañera junto conmigo nos encargaremos de prepararlos física y mentalmente. ¿Les parece bien? -Uraraka quiso alentar a los muchachos, y parece que lo lograría-.

— HAAAAAAAI...

— Perfecto, entonces a partir de mañana empieza su camino al futuro... Contamos con ustedes y también pueden contar con nosotros. -Tsutsumi complementó-.

El día pasaría entre charlas, algunos juegos y pequeños entrenamientos físicos. Los chicos y la chica parecían ser bastante accesibles con la cátedra que el trío protagónico estaba ofreciendo a los jóvenes.