Capítulo 8- Hadas y dragones

"Respeto mucho esta opinión, y es muy cierto que si se enamoran, ellos estarían traicionando a Amelie, pero no se, si en algún punto yo me perdí de la lectura y estoy en un error ( y espero la Escritora me corrija esa duda) pero según la situación Lauren tuvo una fecundación in vitro, lo que quiere decir que Lauren si tiene relación genética con el bebé, y aunque Amelie sea la prometida y "futura mamá" no tiene relación sanguínea, diferente fuera la situación si durante la gestación Amelie hubiese sido parte del procedimiento y hubieran utilizado su óvulo, entonces Lauren no tendría relación alguna con el futuro bebé, ya que sólo estaría prestando su útero, no tendría relación genética para nada... así que si ellos en algún momento se enamoran y Amelie y David rompen esa relación, Lauren no estaría destruyendo ninguna familia ya que el bebé por genética le pertenece, aunque en un principio, ella haya sido la que alquilo su vientre, pero el amor de madre es inevitable y ella estaría en todo su derecho de hacer crecer ese sentimiento....Pero esa es mi opinión basada en lo que creo, según lo que he leído de la historia, y creo que en ningún momento leí que Amelie fue parte del procedimiento, sólo estaba informada sobre la situación por medio de David.... ASÍ QUE, QUERIDA ESCRITORA ACLARAME MI COMENTARIO POR FAVOR!!! (No estoy gritando) sólo es para que veas mi desesperación :( Por cierto creo que leí que este comentario le pertenece a un niño ❤ eres increíble!! Es genial que haya opinión de hombres..."

@Cuquit0Juarez eso es contigo;)


Ah, la duda es de @YeolDan<3 


He notado que muchos tienen la duda de si el bebé es el hijo de Amelie o Lauren. Y cabe destacar que ES DE AMELIE. Lauren es la madre biológica, pero el bebé es de Amelie y David legalmente. Necesito que queden claros de eso para que la historia vaya teniendo sentido para ustedes, aunque... En el transcurso de la historia las cosas irán cambiando poco a poco, ¡ya lo veremos porque si no hago spoiler! Lo demás, poco a poco se aclarará, ya verán, solo tengan paciencia, suave beibi.



Lauren. 


—Color pastel —respondió David y suspiré mientras miraba mi poca ropa, ¿cómo quería él que eligiera algo color pastel cuando toda mi ropa consistía en tonos oscuros, prendas más sexys que elegantes y vestidos más tipo halloween que cumpleaños?

 Esto no era lo mío... 

—No tengo nada, ¿ajuro tiene que ser color pastel? No tengo nada de eso —volví a suspirar y caí en mi cama en una posición dramática. 

David y yo estábamos decidiendo lo que usaría para el cumpleaños de sus sobrinos, los gemelos Wells. 

No sabía realmente qué usar, él me dijo que tenía que ser ropa en tono pastel ajuro, ya que tenían un tema para la fiesta y necesitaban que todo quedara acorde a la ocasión, ¿cómo querían que me vistiera así cuando sabían que era pobre?

Ricos, ellos creen que todos viven como ellos. 

—¿Puedo ver yo? —preguntó David señalando mi closet de la pequeña habitación y alcé la cara sonriendo un poco. Asentí y luego él abrió la pequeña puerta un poco dudoso, ay, vaya cosita tan tierna

Mordí ligeramente la punta de mi dedo pulgar mientras lo veía buscar cuidadosamente en mi closet. Algunas veces estiraba las prendas para verlas mejor y muchas veces omitía la ropa sexy, como si le avergonzara verlas junto a mi.

—Esta falda está linda —me tendió una falda de los años mil seiscientos y la tomé un poco indecisa. Tenía muchísimos años sin ver esa cosa, ¿cuando es que la había comprado? 

—Ese conjunto me lo regaló la hermana Tere...—callé de repente y me mordí la lengua, ¿qué mierda...? 

—¿Hermana? ¿tienes hermana? —preguntó David frunciendo el ceño y yo negué rápidamente, él no podía saber nada, ni él ni nadie, ¿qué mierda me había pasado? 

—No... Digo, una amiga, solo que le dije hermana porque... Ya sabes... —tartamudeé y fruncí el ceño ligeramente mientras me sentaba mirando mis manos, no debí comentarle sobre eso, de hecho, debí ser más cuidadosa desde hace días. 

Desde que me habían comentado el traslado de las niñas, no había dejado de estar pendiente de Maya, mi hermanita. ¿Cómo iba a saber yo que David saldría temprano del trabajo ayer? Justo cuando acepté ir a la fiesta, me alisté y me fui al orfanato a ver a Maya, cuando volví en la tarde, me encontré a un David muy preocupado preguntándome donde estaba, diciéndome que no debía salir sin antes avisarle a él, que pensó que algo malo me pudo haber pasado ya que fue al Burlesque y le dijeron que no me habían visto. Mi culpa también por dejar mi teléfono apagado.

Realmente no me esperé tanta atención de su parte, pero supongo que nuestra relación cambió completamente desde que tengo un hijo suyo dentro de mi. 

—Lauren... Sé que tu vida personal es muy privada para ti, pero me gustaría saber si hay algo en lo que tengas problemas, en lo que te pueda ayudar o algo más... No lo sé, lo que tú me pidas. ¿Tú tienes familia? —la pregunta de David me hizo paralizarme por un momento. 

—¡No! —Escuché el grito de mi madre y en seguida un estruendo resonó por toda la casa ¡Marshall! ¡No!  —Papá...

Mi respiración se aceleró y mis ojos se nublaron mientras los recuerdos llegaban a mí con intensidad.

Estaba pasando de nuevo. 

—Eres fuerte, princesa, eres valiente y sé que serás una mujer feliz, al igual que mi bebé Maya...  —Acaricié el cabello de mi hermanita mientras reprimía los quejidos de dolor que querían salir de mi; cada palabra era como un cuchillo clavándose en mi pecho. 

Giré a mi izquierda y ví a mi madre recostada de la pared, tenía la cara, las piernas y la ropa ensangrentada, su cabello estaba enmarañado y cuando sus ojos se encontraron con los míos sentí como mi corazón se rompía.

—¿Lauren? —la voz de David sonó a la distancia pero no supe si lo había pensado o soñado, ¿qué estaba pasando? 

—¡Salgan de aquí! —Escuchaba los gritos de mamá —¡Lauren, saca a tu hermana de aquí, ahora! 

Caí derrotada sobre mis rodillas, Maya siguió llorando con el rostro escondido entre sus manos.

Noche, oscuridad, frío, sangre, dolor, muerte... Miedo...

—Murieron —la palabra salió de mí en un murmuro ronco y alcé la vista encontrándome con los impresionantes ojos color ámbar de David, los cuales me miraban con preocupación mientras él se ponía de cuclillas frente a mí.

Pero no soportaba eso, no soportaba esa palabra ni que me recordaran por qué me conformaba con tan poco amor. No me gustaba hablar de eso porque simplemente me prometí mantener esa noche en secreto. Solo lo podía saber yo. Maya y yo. Nadie más. Ni David ni nadie. 

—Es un conjunto muy lindo, la verdad —sonreí y sequé las lágrimas que habían escapado de mis ojos. A pesar de que mi cuerpo estuviera tan frío como el de un muerto, me dispuse aparentar calma, a no dar lástima ni a levantar sospechas. No era problema de nadie lo que había pasado, y me había negado a mí misma sentir lástima por mí, no necesitaba el consuelo de nadie, y mientras más pudiera evitarlo, mejor —. ¿Entonces me pongo la falda y esta camisa? 

La mirada de David cambió completamente, no supe descifrar en lo absoluto lo que decían sus ojos, pero un escalofrío recorrió mi cuerpo al notar con angustia que David podría ser incluso más reservado y misterioso que yo. 

...

—Buenas tardes, bienvenidos al primer cumpleaños de los gemelos Wells, Kendall y Noah, nacieron el veintitrés de enero a las... —chillé y abracé al Pato Donald, ¡¿cómo es que habían conseguido uno de estos?!

—Lauren, no dejaste al muñeco hablar —David suspiró como si estuviera acostumbrado a mis ataques infantiles y yo miré con una sonrisa al gran muñeco de mi tamaño, era un robot, ¡del Pato Donald! ¡DEL PUTO PATO DONALD! 

—Ay, lo amo, ¿me lo puedo llevar? —miré con un puchero a David y él negó alzando una de sus perfectas cejas, suspiré con una sonrisa y miré de nuevo al pato —Te amo.

—Yo también te amo, Daisy —respondió el robot y sentí mi corazón calentarse. 

—No me llamo Daisy pero me conformo con tu amor... —David tomó mi mano y comenzó a caminar por el oscuro lugar, parecía una cueva, se escuchaba un sonido vacío y un ambiente misterioso embargaba el lugar —. Es el mejor puto cumpleaños del mundo —murmuré y no pude ver la reacción de David debido a la oscuridad. 

—Procura no decir malas palabras frente a los bebés —reí ante la petición de David y me aferré a su brazo mientras caminaba por el lugar, la temática estaba increíble a pesar de que aún no sabía de qué trataba. Se notaba que habían gastado una buena cantidad de dinero. 

—¿De qué crees que trate? —pregunté mientras deslizaba mis dedos por la pared, abrí ligeramente la boca al notar que era piedra de verdad, ¡estaba dentro de una puta cueva! 

—No lo sé, fue sorpresa para todos —asentí abriendo la boca, las paredes comenzaron a iluminarse con algo que parecía ser fluorita, Dios mío, me iba a dar algo. 

¿Será que hay eco? 

—¡Hola! —hablé un poco alto y mi voz sólo regresó una vez, no había mucho, pero había —¡Me gustan las papas fritas! —volví a hablar y quedé paralizada cuando una voz femenina no tan distante me devolvió un mensaje. 

—¡A mí también! —la voz la reconocí como la de la chica que me había llamado por teléfono ayer; Venus Crild. 

Entonces caí en cuenta, ¡iba a conocer a la familia Crild! 

¿Y si no les agradaba? ¿Y si les caía mal? ¿Y si se negaban a aceptarme? ¿Y si no les parecía buena la idea de David? ¿Y si...? 

—¿Ren? —la voz de David me trajo a la realidad y tragué grueso al notar que había dejado de caminar, simplemente me había quedado paralizada.

 —¿Y si no les agrado? —pregunté un poco nerviosa y noté como David sonreía de lado mientras ponía una mano en mi hombro para tranquilizarme; pero eso mas bien me prendió

¿Qué culpa tenía yo? Su sonrisa era la cosa más sexy que había visto en un hombre. 

—No creo, eres demasiado extrovertida, creo que te amarán —sus palabras se volvieron agua al igual que mis bragas, digo, digo... Ehm, sigamos —. Además, Venus muere por conocerte al igual que todos, si les caes mal, solo decimos que estás embarazada de mí y salimos corriendo —reí y relamí mis labios. 

—Gracias, espero ser buena incubadora —tomé su brazo y ambos caminamos lo que nos faltaba para llegar, apenas acercarnos me di cuenta de que indudablemente era una fiesta infantil; estaba sonando Baby Shark.  

—¡Hola! —me separé de David cuando una chica un poco más baja que yo le saltó encima abrazándolo con todo el cariño del mundo, luego de detallarla un poco más, me sorprendí al ver que era Venus Crild, y que no, no estábamos solos, había demasiada gente aquí. 

—¿Cómo estás, muñeca? —le preguntó David y Venus rodó los ojos supongo que por el apodo, luego su mirada se centró sobre mí y me detalló uno segundos, como analizándome. 

—¿Eres Lauren? —preguntó un poco más calmada y asentí levemente antes de que ella me tendiera su mano con una sonrisa amistosa —. Mucho gusto, me alegra que hayas venido —sonreí y correspondí su tímido abrazo mientras veía detrás de ella a un chico extremadamente guapo de cabello negro. 

El chico tenía dos bebés en sus brazos mientras jugaba con ellos, su camisa era de un color morado claro, tenía pantalones oscuros pero igual se veía combinado con el resto. Ese chico era Sthepen Wells, no tenía dudas. 

—Ven, vamos a presentarte a los demás —seguí a la ojiazul y miré con una sonrisa a David mientras él me lanzaba una mirada de "te lo dije"

—Chicos, ella es Lauren Thomson —la mirada de todos los presentes cayeron sobre mí y tragué grueso viendo un poco nerviosa a todos; caras tan conocidas y desconocidas a la vez... 

—Mucho gusto... —dije moviendo la punta de mi pie en el suelo con nerviosismo. Suspiré y comencé a detallarlos rápidamente. Había una señora, al menos de cuarenta y tantos muy hermosa, se parecía bastante a Venus, solo que ella tenía los ojos ámbar y las cejas un poco más claras. 

Al lado de ella, dos niños de al menos trece o catorce años, supongo que eran los gemelos Crild, Thomas y Alex, sus caras no estaban tan a la vista del ojo público, pero eran igual de guapos que sus hermanos, esos chicos si se lo proponían, podían a llegar a ser unos rompe corazones o unos románticos. Había material en esta familia, chicos

Al lado derecho, se encontraba un chico de ojos azules y cabello negro mirándome curioso, era extremadamente guapo y sentí mi corazón acelerarse con tan solo pensar que había visto su cara en cientos de revistas; era Taylor Crild. 

—Hola, guapa, Taylor Crild, mucho gusto —me tendió su mano con una sonrisa ladina y yo se la estreché un poco nerviosa

—Lauren Thomson —murmuré y él miró un momento a David para luego centrar su vista en mí curioso. 

—¿Como el Laurel? Te voy a llamar Toronjil —¿qué...?

No me dió tiempo de hacer una mueca de confusión cuando Venus me siguió presentando a los demás, y sí, eran muchísimos, y todos estaban vestidos de ropa color pastel. Después de un momento supe por qué. La fiesta tenía temática de hadas y dragones verdes ya que los gemelos que, a mi parecer eran mellizos, -ambos condenadamente tiernos,- amaban a las hadas y a los dragones. Todo estaba decorado de rosa y verde, y todas las personas tenían alas, sí, alas de hada

—Ten las tuyas —Venus me tendió mis alas rosadas y me las puse mientras reía porque a David también le pusieron unas color amarillas. 

—¡Sí! llevamos un año más o menos —Jacob asintió cuando Saimon habló y los miré con una sonrisa, eran demasiado lindos. 

—Me alegro mucho, ¿y han pensado casarse o algo...? —Jacob se atragantó con la bebida que acababa de tomar y tosió un poco mientras Saimon sonreía tímido, ambos estaban rojos mientras se hacían los perdidos. 

—No lo sabemos, primero estamos viviendo juntos y todo lo demás —asentí y sonreí, eran muy tiernos, hacían una bonita pareja. 

—Bueno, si se casan espero estar invitada —esta vez Saimon se atragantó y Jacob le dio palmadas en la espalda mientras lo miraba fijamente. 

Caminé lejos de ahí y fui en busca de una nube rosada, era algodón de azúcar pero venía en una pequeña caja amarilla, sabía muy bien, ¿en este mundo a quién no le gustaba el algodón de azúcar? 

—Dios mío, Daniel, podías poner eso en el baño —escuché la voz femenina a mis espaldas pero no le di mucha importancia mientras seguía comiendo nubes.

—¿Y si Dael se vuelve a ensuciar? —respondió una voz masculina muy sexy, ronca y a la vez serena. 

—Sabes que no, amor —escuché como suspiraban y metí una gran cantidad de algodón en mi boca. 

—Vale, está bien —unos pasos a la distancia me indicaron que el chico ya se había ido, por lo que me giré para encontrarme con una chica de cabello corto, estaba de perfil y tenía a un bebé en sus brazos. 

Dania Jones

—¡Hola! —la saludé con una sonrisa y ella levantó la vista asustada por lo repentino de mi voz, sonreí mirándola con más atención. Wow, era más preciosa en persona que en fotos...

—Hola... —saludó sin entender y sonreí divertida, supongo que no había estado presente en la hora de presentaciones. 

—Soy Lauren, mucho gusto —me presenté y ella maniobró para acomodar a su bebé en un solo brazo y tenderme la mano. 

—Mucho gusto, soy Dania Jones, he oído hablar mucho de ti —hasta su voz era tranquilizante, suspiré, ella era el tipo de chicas que querías tener como amigas. Ella y Venus, la dos tenían esa aura de no sé, era muy lindo, como de buena vibra, al igual que todas las personas en este lugar. 

—Pues... A ti te veo en las revistas casi siempre así que estamos a mano —reí y ella igual mientras me miraba con curiosidad, el bebé en sus brazos parecía muy interesado en las alas azules de su mamá. 

—Listo, Joli —un chico llegó a su lado y pude notar claramente que se trataba de Daniel Crild, el "chico malo" de los Crild. Le decía así porque parecía ser el típico playboy moja bragas. Bueno, al menos se notaba que era solo en fotos.

—Amor, ella es Lauren Thomson —Dania me señaló con la cabeza y Daniel posó sus ojos color ámbar en mí, idénticos a los de David. 

—Vaya, así que eres tú —él sonrió y suspiré cuando dos hoyuelos se formaron en sus mejillas, ¿qué carajos tenían los Crild que eran tan guapos? —Mucho gusto, Daniel Crild —estuve a punto de decirle, "ya lo sé, cariño, mis compañeras de trabajo tienen sueños eróticos contigo" pero no lo dije, solo me presenté y los tres comenzamos una conversación en la que un bebé era partícipe solo a momentos. Dael, el hijo de ambos, balbuceaba a veces, era bastante hermoso, parecía un bebé de compotas Gerber, con su cabello rizado abundante, sus ojos ámbar y los hoyuelos en sus mejillas al sonreír como su padre. 

A ese niño como que lo negaron, era idéntico a Daniel

—Sí, bueno, yo... —giré en medio de una conversación con Venus, Taylor, Dania y varios más y callé cuando la escena de David cargando a sus sobrinos interrumpió mi vista. 

Ambos bebés estaban muertos de la risa mientras David los alzaba y los dejaba caer a la piscina de pelotas, una y otra vez, ellos reían sin parar y le tendían sus brazos a su tío mirándolo con adoración, Kendall, el mellizo -porque para mí eran mellizos dijeran lo que dijeran -estaba vestido de rosado, tenía un traje de hada con todo y alas mientras que Noah, a su derecha, estaba vestido de verde, con traje de dragón con todo y capucha, bastante adorables se veían, a esos niños se notaba no les faltaba nada.

David en serio era bueno para ser padre... Suspiré y lo miré con una sonrisa mientras él hablaba con ellos, como si fueran adultos y le entendieran perfectamente. 

—Lauren... —una voz me sacó de mis pensamientos mientras yo despegaba mi vista de él y volvía a ver a todos los que estaban a mi alrededor, que, para mi desgracia, se habían dado cuenta de mis miradas embobadas hacia el mayor de los Crild. 

—¿Ah? —intenté disimular mi sonrojo e ignoré la mirada pícara de Venus, quien estaba solo sonriendo mientras me veía a mí y a su hermano. 

—Okay... —dijo Taylor para sacarnos del silencio incómodo y lo miré aliviada mientras él comenzaba a hablar del helado con mostaza.  

Todos creen que ser rico es algo que te cambia la personalidad, la humildad o los temas de conversación en sí, pero no. Había estado hablando mucho con ellos, me di cuenta de que eran tan iguales como yo, muy humildes, tenían esa energía que te incitaba a hablar con ellos, era el tipo de personas que querías tener en tu vida, a pesar de que tan solo llevaba dos horas hablando con ellos, ya me había sentido muy en confianza, tenía que admitir algo; Taylor era demasiado guapo, pero lo veía más como un hermanito, como un amigo. Y al igual que Daniel, solo eso, no podía verlos como algo más, mucho menos a Sthepen, parecía estar muy claro sobre su posición de casado. Él y Venus se amaban, eran una pareja seria y enamorada al igual que Dania y Daniel, ambas parejas se notaba que se amaban, no como yo habría creído, ellos a pesar de ser personas con imagen pública, tenían sus vidas personales bastante privadas, cualquiera diría que los conocían, pero no era así. Yo creí que sabía cómo era cada uno de ellos, pero no es así, ellos son muy diferentes a lo que dice la prensa, los Crild y sus parejas son bastante curiosos. 

...

—Bueno, creo que ya es hora —David me tendió su mano y miré esta dudosa mientras los nervios entraban en mí.

Era hora

—Chicos, atención por favor —David comenzó a sonar una copa y todos los presentes giraron a nuestra dirección mientras yo me escondía un poco detrás de él —. Sé que desde que les hablé de Lauren muchos se han preguntado qué es lo que pasa, bueno... —la mano de David tomó la mía y lentamente me hizo salir a la luz, estaba cagada del susto —. Bueno, debo aclarar que no es muy fácil de decir pero quiero ser sincero con ustedes, saben cuando adoro a mis sobrinos —Venus, Dania y todos los presentes sonrieron, yo hubiera sonreído de no ser porque sabía a qué venía ese comentario —. Pero noté que el tiempo estaba pasando muy rápido —aclaró y un ambiente de extrañeza comenzó a invadir el lugar —. He notado que todos están formando sus familias, sus vidas, sus hogares... —sentí una punzada de acidez en la boca de mi estómago y fruncí el ceño sintiendo un sabor salado en mi boca —Y yo quería algo como eso. 

>No digo que soy infeliz con lo que tengo, claro que no, saben que como hermano mayor los amo a todos, pero sé que si sigo pasando la mayor parte de mi vida en el trabajo, no disfrutaré mi juventud —David me miró y forcé una sonrisa mientras respiraba un poco rápido, me sentía algo descolocada —. Hablé con Amelie, todos la conocen, ambos llegamos al acuerdo de tener un bebé —todos los presentes contuvieron una exclamación de sorpresa y yo de terror; ¡me sentía horrible! —. Decidimos tener un bebé justo después de casarnos... —¿el algodón de azúcar me había caído mal? — Y llegamos a la conclusión de que, como su carrera de modelaje estaba tomando vuelo, íbamos a alquilar un vientre —todos abrieron los ojos impresionados y enseguida me miraron a mí, como si ya se supieran el resto del cuento —. Sí, chicos; mamá... Alquilamos el vientre de Lauren y ahora ella está esperando un hijo mío —sentí mi estómago revolverse y miré con los ojos muy abiertos a David —. Lauren está embarazada de mí —luego de eso, corrí hasta el baño a expulsar mi dignidad. 


...

¡Holaaaaaaaaa! 

Aquí de nuevo otro capítulo. Sé que debí actualizar ayer pero estuve bastante ocupada. Solo me faltaba editar y arreglar algunos detalles. Aunque sí, prefiero tardar un poco más para no entregarles un capítulo todo mediocre. 

Espero les haya gustado. Ahora, las preguntas

¿Qué opinan sobre los personajes principales? (Lauren y David)

¿Qué creen que piensen todos sobre el vientre alquilado de David? 

¿Creen que será una buena idea convivir ahora con la presencia de la familia Crild?  

¡Sígueme en mi instagram @nepasavoir para ver las caras de los personajes y los anuncios sobre las historias! En wattpad igual, recuerden que soy muy activa en mi tablero<3

Y recuerden que el maratón se hará cuando la historia llegue a 6k de votos. 

Con mucho amor y un beso en la boca

- Nepasavoir.
























Puto el que lo lea.

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