Capítulo 28- Paparazzis

Capítulo dedicado a @Ainalee21 <3

"Me dejas impactada con cada nuevo capítulo💞 gran escritora es lo que eres💕Con respecto a la historia, quiero decir que la actitud de Lauren es totalmente comprensible, cuando una viene de pasar por tantas cosas malas, a tal punto de que nuestro autoestima cae al suelo, llegamos a pensar que todo lo malo que nos sucede es porque nos lo merecemos, y más cuando está de por medio el amor, se puede decir que el amor es el sentimiento más bonito que el ser humano puede sentir, pero en su caso hasta por ese lado fue muy lastimada y por eso es que actúa de esa manera, ella perdió a sus padres muy joven y la afecta que Maya no los pueda recordar porque era muy chica cuando todo pasó, y ella no quiere eso para en bebé que viene en camino, lo que menos quiere ser en la vida, es una rompe hogares, así ella se tenga que sacrificar a sufrir diariamente sabiendo a David con Amelie, personalmente creo que la trama va muy bien, no todo es drama clásico, a veces es mucho mejor adaptar ciertas partes de la trama a la vida real, por eso no te voy a decir que adelantes el "felices para siempre" o algo por el estilo, repito, la trama va muy bien, y tengo que decirte que te admiro mucho como escritora.Saludos desde Venezuela❤"


Lauren.



Deslicé mis manos sobre mi cuerpo sintiendo la suavidad de la seda del vestido. Me removí nerviosa y di varias vueltas insegura con mi imagen.

¿Será que me veía bien?

Me sentía un poco más rellena. Mi trasero estaba más grande al igual que mis senos, (los cuales sentía que me iban a explotar)... No me veía fea, sabía que no, pero era obvio que mi cuerpo estaba cambiando mucho y de forma muy rápida. Bueno, ¿qué esperaba? Estaba embarazada.

Por favor, frijol, no me causes tantos malestares hoy. Hablé con mi bebé y acaricié lentamente mi vientre suspirando, cada día que pasaba él me sorprendía mucho más. Era increíble lo que lograba con mi cuerpo y mi mente.

— ¡No voy a ir, me siento horrible! —Maya entró a mi habitación chillando y se lanzó a mi cama boca abajo, con dificultad debido al vestido que traía.

Suspiré y me acerqué lentamente a ella sentándome en la cama, alguien tenía que actuar como hermana- mamá esta vez.

—Maya, te ves hermosa —acaricié su cabellera negra y ella negó contra la almohada. Sabía que nada la iba a convencer, a ella cuando se le metía algo en la cabeza, no había forma de sacárselo.

—Me veo como un bollito mal amarrado —chilló y apreté mis labios para no reír con sus ocurrencias.

—A ver, levántate y déjame observarte —ella suspiró y luego de unos segundos apartó su cara de la almohada levantándose para que yo la viera.

Traía un vestido negro ajustado en la parte de arriba y suelto por la parte de abajo. Sabía que David le había mandado a comprar un guardarropas entero, pero no sabía que con prendas tan hermosas. Mi tormento tenía buen gusto.

—Te queda bien, peque —acomodé un poco la parte de atrás y ella negó haciendo una mueca. Era cierto que ella no estaba acostumbrada a usar vestidos ni nada que mostrara más de lo necesario. Maya era como una Billie Eilish pobre y un poco más atrevida.

—Pues no me gusta, Nas, no es lo mío —ella se cruzó de brazos y yo suspiré asintiendo. Iba a ser complicado saber qué era lo que quería.

—Calma, Billie, podemos buscar otra cosa —Yelena rió por el apodo y suspiró tocando sus bubis.

—Si soy Billie, ¿dónde están mis bubis? Estoy plana, —se pasó la mano por todo el pecho y suspiró —como un tobogán.

—Pues tienes esto —toqué su trasero y ella rió pegándome en la mano.

— ¡Deja! —chilló y yo la seguí a su habitación para ver qué tenía en su armario.

Pero pensando solo una cosa; ella va porque va.

...

David.

—Daniel, llévalos y ya, si Dania se aburre pues que se van —rodé los ojos y acomodé mi camisa descolgando la otra llamada de Taylor.

—Él quiere estar a cada rato con ella —dijo el menor de los tres y en la otra línea escuchamos el bufido de Daniel.

—No es eso, solo que no queremos que Dael esté tanto en el ojo público, sabes que no me gusta eso —suspiré y asentí, en parte tenía razón.

—Pues llévalo escabullido, no te pueden obligar a mostrarlo a las cámaras —Taylor habló en la línea y yo terminé de arreglar mi corbata con algo de dificultad.

—Dael es muy sensible, estoy seguro de que se pondrá a llorar cuando los flashes estén sobre nosotros —caminé por mi habitación y me puse el reloj viendo la hora, tenía que estar allá muy pronto.

—Eso es otra cosa, compórtate, Daniel, sé cómo eres y no quiero que te entres a golpes con un paparazzi —hablé serio interrumpiéndolo. Daniel podía ser muy protector cuando se trataba de sus seres queridos y sabía que no iba a dudar mucho en darle un puñetazo al primer paparazi que se propasara con su hijo o Dania.

—Lo intentaré.

—Bien, nos vemos allá, yo llevaré a Sarah y a Simón —asentí ante la respuesta de Tay y pasé mis manos por mi cabello sintiendo curiosidad por Lauren y Maya, ¿será que ya estaban listas?

— ¿Venus irá?

—Los Wells están aliados con nosotros, dudo mucho que no vaya, además, Venus quiere donar a los animales abandonados y todo eso, ya sabes cómo es —sonreí y asentí, mi hermanita adoraba a los animales y más si era para rescatarlos de la calle. Su lobo Kukú estuvo a punto de morir, mamá fue la que lo rescató y se lo regaló en su cumpleaños.

—Bien, yo iré a ver si mis chicas están listas, adiós —me despedí y ellos hicieron igual colgando al mismo tiempo.

Salí de habitación y toqué la puerta de Ren, la cual estaba entreabierta y me dio a entender que ella no se encontraba ahí. Fruncí el ceño y, cuando iba a caminar a la habitación de Maya, la puerta de la entrada se abrió dejándome ver la figura de Amelie.

—Hola —sonreí un poco incómodo bajando las escaleras con lentitud, no me esperaba que ella viniera.

—Hola, amour —ella me sonrió y giré la cara cuando pretendió besarme en la boca. Que no se le olvidara, ella y yo ya no teníamos nada.

—No sabía que ibas a venir —caminé hasta el sofá y comencé a recoger algunos cuadernos que habían regados por ahí. No entendía por qué Maya era tan desordenada.

—Vamos juntos como siempre, ¿no? —ella sonrió y dejó otro beso en mi mejilla —. ¿Cómo me veo? Fue el vestido más hermoso que vi... —esperé a que diera una vuelta y metí las manos en los bolsillos de mi pantalón.

—Te ves bien como siempre —sonreí con los labios apretados y ella me miró con una mueca al mismo tiempo que centré mi vista en las dos únicas chicas que estaba esperando realmente.

Lauren comenzó a bajar con lentitud y no puede evitar recorrer con la mirada todo su cuerpo. Un vestido de seda color crema moldeaba su figura a la perfección. El vestido le llegaba hasta un poco más abajo del trasero, en realidad se veía elegante y preciosa... Creo que me enamoré.

Bueno, más.

Maya en cambio llevaba un pantalón alto ajustado con una camisa negra igual, vestía toda de negro pero se veía bastante elegante y linda, me sentía verdaderamente orgulloso de verlas así, se veían demasiado hermosas las dos.

—Uhm, hola —Amelie saludó y Lauren la miró unos segundos antes de balbucear un "hola" en voz baja — ¿Estamos todos listos? —asentí viendo a las chicas y todos comenzamos a caminar hacia la salida deteniéndonos en el pasillo.

— ¿Bajarás por las escaleras? —le pregunté a Ren y ella asintió caminando sin mirar atrás.

—Yo voy en el ascensor —Maya se despidió momentáneamente y alcé una ceja al verla en tacones, obvio negros. Se veía mucho más alta, bueno, ella y Ren no eran de estatura baja.

—Igual yo —Amelie me lanzó una mirada malhumorada y yo la ignoré siguiendo a Lauren, ni siquiera me había esperado.

—Lauren —la llamé bajando las escaleras más rápido para alcanzarla. Me preocupaba que ella creyera que yo tenía algo con Amelie cuando no era así. Todo entre Amelie y yo había acabado —. Lauren, ¿puedes dejar de ignorarme?

—No te estoy ignorando —alcé una ceja por su descaro, claro que lo estaba haciendo —... Estoy pensando.

—Oh, vaya, ¿y en qué piensas? —me detuve a su lado y observé con más atención su cuerpo y rostro. En serio se veía bellísima.

—No lo sé, es que nunca he estado frente a un paparazzi, eso quedaba muy alejado de mi vida "pasada"—observé su perfil por un segundo y tomé su mano para evitar un accidente. Que llevara tacones me preocupaba, ella no debía estar usando esas cosas —. No hagas eso —ella apartó la mano enseguida y fruncí el ceño por su actitud, era claro que ella no quería volver a lo mismo de antes conmigo y la entendía... Yo iba a demostrarle que quería estar únicamente con ella.

—Te ves preciosa —murmuré distraído sin pensar y Lauren centró su mirada en mí antes de sonreír un poco dejando un beso en mi mejilla. Yo no hubiera apartado la cara, yo quería que me besara en la boca.

—Gracias, Davidcito, tú te ves precioso —sonreí y ambos terminamos de bajar las escaleras después de unos minutos encontrándonos con la cara aburrida de Maya y Amelie.

—Un año —murmuró Maya y yo rodé los ojos abriendo la camioneta para que ellas pasaran.

—Ren, sube —sonreí y la abrí la puerta de copiloto ignorando la mirada asesina de Amelie.

—Pitufo mayor, ¿podemos hablar un momento? —Maya me llamó y yo asentí siguiéndola hasta quedar unos pasos alejados de la camioneta.

— ¿Pasa algo? —la observe frunciendo el ceño y ella se cruzó de brazos un poco molesta.

— ¡Claro que pasa! ¡¿Qué rayos hace Amelie aquí?! Se supone que ya habían terminado, joder, Lauren está triste —la pequeña me reprochó y yo guardé el billete que me entregó con un poco de molestia, después lo guardaría en el frasco.

—No estaba en los planes, peque, ella apareció de la nada —Maya me miró con recelo y luego suspiró negando lentamente.

—Me molesta, ¿sabes? No quiero que Nas sufra más, ya ha pasado por mucho y te lo pido, si realmente quieres estar con ella, demuéstraselo, no solo lo digas —Maya me rodeó y caminó hasta la camioneta sin decir más.

Así lo haré peque, estoy en eso.

...

Lauren.



"Promises" de Sam Smith y Calvin Harris resonaba por todo el lugar. Yo me encontraba moviéndome al ritmo fingiendo escuchar lo que me estaba diciendo uno de los socios de la empresa Crild, sabía que me estaba coqueteando, pero yo estaba en otro mundo.

Pedí disculpas y me alejé de ahí moviéndome al ritmo adictivo. Cuanto amaba a Sam Smith, en otra vida desearía ser hombre solo para estar con él.

Llevé una fresa a mi boca y mastiqué con lentitud el sabor, llevaba dos horas y sentía que apenas estaba entrando en ambiente.

— ¡YEEEL! —escuché un grito femenino y me giré asustada cuando vi a Maya correr hasta una cabellera rojiza.

— ¡TEFFY! —Maya se abalanzó sobre su mejor amiga y ambas cayeron al suelo viéndose fijamente. ¿Qué hacía Stephany aquí?

Esto tiene que ser obra de David.

—No sabes lo que te extrañé, nada es lo mismo sin ti —Stephany abrazó con fuerza a Maya y ambas se quedaron viéndose fijamente unos segundos más antes de sonreír abrazándose de nuevo.

— ¡Y yo! No tengo amigas en este instituto, es un infierno —ambas comenzaron a llorar y se abrazaron con más fuerza sin darle mucha importancia a las personas a su alrededor, ellas estaban en su mundo.

— ¡Hola, Lolo! —Stephany me abrazó y yo reí abrazándola con fuerza también, ella era como otra hermanita para mí y la verdad es que la había extrañado muchísimo.

—Hola, hermosa —tomé su cara entre mis manos y dejé un beso en su frente, estaba más alta porque llevaba tacones, supongo que David le envió ropa o algo.

— ¡Tu novio me encanta! —Teffy rió y yo la observé sin entender.

— ¿De qué novio hablas? —pregunté confundida y Stephany sonrió pícara señalando a David con la cabeza, él se encontraba bastante alejados de nosotras, al otro lado de la piscina.

—De David, le compró ropa, comida y juguetes de preferencia a todas las niñas del orfanato, tenemos camas mucho mejores y si vieras todo el edificio, ¡quedó fantástico! —abrí mucho los ojos y volví a mirar a David sintiendo algo en el pecho. ¿Él había hecho todo eso?

— ¿Cómo está la madre Carla? —preguntó Maya secándose las lágrimas y yo intenté escuchar el resto de la conversación disimulando mis ganas de ir hasta donde David para besarlo.

¿Cómo es que un hombre podía ser tan perfecto? Él no era de este mundo, en serio que no.

—Está bien, un poco menos amargada porque ya no estamos juntas para hacerle la vida imposible, pero ya qué, yo intento no perder la tradición —ambas rieron y se echaron para atrás cuando dos sujetos se detuvieron frente a nosotras acorralándonos con los flashes.

— ¿Cómo se llaman? —preguntó un desconocido y yo tomé a Maya y a Teffy de las manos intentando alejarme de ahí con ellas, pero los sujetos no lo permitían —. Vamos, regálennos unas fotos, ¿tienes algo con los Crild? Linda, tú —el sujeto me hizo perder el equilibrio y yo puse una mano en mi cara para que la luz no me molestara tanto.

—Oigan, ando con dos niñas, por favor paren —pedí y otro de los sujetos siguió tomándole fotos a Maya y a Teffy —. ¡Que paren ya! —hablé seria cuando uno de los chicos comenzó a acosar a Maya de manera bastante visible — ¡Déjala!

— ¿Eres familiar de los Crild?

— ¡Ustedes no tienen permiso de estar aquí! —intenté controlarme y los flashes invadieron el espacio una y otra vez haciéndome tambalear; eso me estaba mareando mucho — ¡Dije que ya! —grité al momento que un puño impactó en la cara de uno de los paparazzis haciéndolo caer al suelo enseguida.

— ¡Pitufo mayor! —Maya intentó separar a David de un paparazzi que estaba tirado en el suelo siendo golpeado por él. Abrí mucho los ojos y caminé hasta él, se veía... Demasiado molesto.

— ¡Sáquenlos de aquí! —Daniel empujó a un paparazzi y los hombres de seguridad se lo llevaron enseguida entre quejas por parte del abusador.

—David, para, amor, estamos bien —me puse de cuclillas hablándole al oído y mi tormento volvió a la realidad dejando de golpear al desconocido —. Respira, estamos bien.

...

— ¿Cómo rayos entraron aquí? —Daniel frunció el ceño aún pensando en lo sucedido, todos nos encontrábamos sentados en la terraza del edificio mientras yo le limpiaba la sangre a David de los nudillos.

—Se hicieron pasar por meseros, seguridad ya lo verificó por las cámaras —Taylor dejó la tablet sobre la mesilla y se pasó una mano por el cabello molesto, todos se encontraban realmente molestos—. Hijos de puta.

— ¿Están bien, peques? —Dania se sentó al lado de las chicas con Dael en sus brazos y Teffy y Maya asintieron bebiendo el jugo de mora que tenían en sus vasos.

—Al menos Venus y Sthepen se fueron hace rato —todos asentimos y tragué lentamente el agua que estaba en mi vaso. Ya había terminado de curar a David y ahora me encontraba sentada a su lado, bueno, con una persona de por medio.

—Sí, por suerte no trajeron a los bebés —Dania dejó un beso en la carita de su dormido bebé, ya era de noche y supongo que Dael ya tenía su horario para dormir.

—Ehm, nosotras queremos recorrer el lugar, ¿podemos? —Maya nos pidió permiso a David y a mí y ambos nos observamos decidiendo con la mirada.

—Solo un rato —dijimos al mismo tiempo y luego volvimos a nuestro silencio absoluto.

—Bien, yo volveré a la fiesta para organizar la seguridad —Taylor se despidió volviendo al salón y Daniel caminó hasta Dania tendiéndole la mano para que se levantara.

—Nosotros iremos a hablar con los invitados, tenemos el coche de Dael allá adentro —asentí y me despedí de ambos quedándome a solas con David. En un incómodo y fastidioso silencio.

—Bien, yo...

—No te vayas, por favor —David me interrumpió cuando me levanté dispuesta a irme.

— ¿Pasa algo? —fruncí el ceño preocupada y aclaré mi garganta cuando él se levantó caminando lentamente hacia mí —. Ehm... —lo esquivé con nerviosismo y caminé hasta el borde de ladrillos, hacía un frío intenso, pero David me había dado su chaqueta en cuanto llegamos, él en serio se preocupaba mucho por mí.

—Sí, quiero hablar contigo —me giré lentamente esperando que se acercara pero él no lo hizo, se quedó en su lugar viéndome fijamente.

— ¿Pasa algo? —pregunté confundida y él aclaró su garganta apartando la mirada.

—No, es solo que... Que... No me gusta ese lugar —señaló el borde y yo alcé una ceja sentándome con bastante dificultad debido al vestido —. Lauren, joder, bájate de ahí —reí y negué haciendo que él caminara nervioso hasta mí.

— ¿Algo que me quieras confesar, Dave? —lo miré fijamente y él suspiró pasándose una mano por el cabello.

—Le tengo miedo a las alturas —balbuceó y yo abrí mucho los ojos. Vaya... Con razón no usaba el ascensor (el cual tenía una pared de vidrio).

— ¿Por qué vives en un pent-house con paredes de vidrio entonces? —lo miré sin entender y le di mi mano para que se acercara lentamente a mí, poco a poco.

—Era lo que Amelie quería, yo solo quería que se sintiera cómoda —murmuró y yo le mantuve la mirada haciendo que él botara el aire lentamente.

—Tranquilo, mírame solo a mí —hablé lentamente y lo hice acercase —. Ven conmigo, no te pasará nada —abrí lentamente las piernas y lo hice detenerse en medio de ellas, quedando ambos frente a frente.

Me veía un poco más alta que él por la altura del muro, pero no mucho, lo suficiente para taparle la vista de la ciudad y lo suficiente para besarlo sin problema.

— ¿Ves? Estamos bien, tú no me dejarás caer y yo no te dejaré entrar en crisis —reí y detuve mis manos en sus hombros.

—Ren, yo... —me removí nerviosa cuando David puso la voz que siempre ponía antes de besarme, yo lo conocía y no me gustaba para nada ese jueguito, ya no quería estar en eso.

—Yo... Hace frío, ¿no crees? —aclaré mi garganta y me separé un poco de él sin atreverme a levantar la mirada —. Yo... Creo que mejor me voy, estuvo increíble esto, en serio... —intenté bajarme por completo pero mi cuerpo quedó atorado entre David y el muro —. Permiso... —tragué saliva con dificultad cuando David agachó la cara y pedí a Joaquín que lo apartara de mí o terminaría cometiendo una locura aquí.

—Me duele que hagas esto —David balbuceó y yo tomé su cara entre mis manos dejando un beso pequeño en su mejilla. Debía irme o esto terminaría muy mal.

—Cuando te cases me lo agradecerás —intenté separarme pero él tomó mi cara entre sus manos con bastante delicadeza.

—Cuando me case contigo, supongo —él sonrió y mi corazón latió con más fuerza de la que ya lo estaba haciendo.

— ¿Estabas bebiendo?

—Un poco —él sonrió y yo chillé bajito cuando dejó un beso lento y pequeño en mis labios haciéndome poner más nerviosa de lo normal.

—Bien, Dave, yo... Me quiero ir, en serio, me daré un baño cuando llegue a casa, el bebé me cansa mucho...

— ¿Usas como excusa al bebé? —David alzó una ceja y yo tragué con dificultad por su cercanía. ¿Con qué hicieron a este hombre que era tan hermoso?

—Mi bebé no es ninguna excusa, para que sepas —hablé un poco exasperada y un brillo extraño pasó por los ojos de David confundiéndome por completo. ¿Ahora qué dije?

— ¿Mi bebé? —Dave sonrió y sentí mi cara arder como el infierno, ¿qué rayos me estaba pasando?

—Tu bebé, el bebé... Ya me entendiste —me removí nerviosa y, aprovechando su momento de distracción, me agaché con dificultad saliendo por una de las orillas de su cuerpo —. Adiós, Davidcito.

— Ren, ¡Ren! ¡Terminé con Amelie! 


...

TAL VEZ actualice otro capítulo más tarde, así que paciencia. 

¿Qué les pareció este capítulo? 

Los estoy haciendo un poco cortos pero con contenido importante. [3200 palabras]

Con mucho amor y un beso en la boca

-Nepasavoir. 
























Puto el que lo lea. 

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