Capítulo 19- Algo pasajero

Capítulo dedicado a @Natali85vejuc gracias por leerme<3

"A veces se debe seguir lo que se siente, quedar con alguien a quien no amas te destruye con el tiempo, y ahí se ve que Amelie no tiene amor.... Es más ya diste una pista ella lo engaño y el la perdono y para ella es más como esa zona de seguridad, de confort y de que sabe que el es leal, Amelie no lo quiere.... Asi que se ve como un engaño pero la verdad no lo es. Ojalá David sepa manejar todo para que Lauren no se vea como la mala."



Lauren.



David me está besando. Fue lo único que pensé antes de separarlo de mí y mirarlo como si fuera otro de mis sueños.

— ¿Qué...? —sus labios se volvieron a unir a los míos impidiéndome hablar y sentí la suavidad de su boca, se movía lentamente y con destreza, aumentando el movimiento al compás de mis latidos.

Cerré los ojos sin poder evitarlo y solté un gemido de sorpresa contra su boca. Él me apretaba contra sí con sus brazos alrededor de mi cintura. Elevándome a su altura porque yo era más baja.

Lentamente puse mis manos en sus hombros aún sin mover mis labios y enrollé su cuello con mis brazos intentando eliminar toda la distancia posible; aunque en este momento era imposible.

Mis manos temblaron cuando con un movimiento inteligente él logró introducir su lengua en mi boca, explorando cada detalle. Ahí fue cuando poco a poco mis sentidos despertaron y comencé a mover la boca lentamente, disfrutando cada detalle del momento.

Estaba besando a David. Corrección; nos estábamos besando.

Jadeé contra su boca cuando él mordió mi labio inferior provocando un poco de dolor y me eché hacia atrás para mover la cara hacia un lado y aumentar la velocidad.

— ¡El partido estuvo genial! —Separé a David de un empujón cuando una voz masculina se escuchó seguida de unas risas, al parecer era un grupo de hombres que se dirigían al estudio de grabación.

—No inventes, pudimos lograr un cinco a cero si ese... —el hombre que habló calló cuando notó que no estaban solos. Centré mi vista en los tres recién llegados y escuché como David se aclaraba la garganta.

— ¿Lauren Thomson? —el primero que habló se dirigió a mí y yo asentí pasando un mechón de mi cabello detrás de mi oreja. La mirada de todos estaban clavadas en mí —. David, hermano, ¿Qué has hecho? Siglos sin saber de ti —miré a mi tormento alias Davidcito por el rabillo del ojo y luego clavé mi mirada en el suelo sintiendo mis mejillas arder.

—Lo mismo que tú, Eric, trabajar —los tres hombres cruzaron la puerta para saludarnos y sentí la mirada de los otros presentes recorrer mi cuerpo, pero no morbosamente, solo de una forma analítica.

—Oye, me enteré que te casarás, ¿Cuándo será? —el segundo chico preguntó y sentí mis ojos picar mientras me removía incómoda. Aún sentía mis labios hinchados, aún sentía la sensación del beso; del beso de un hombre comprometido.

—Yo... Ehm... —un silencio incómodo dominó el estudio cuando David se quedó en silencio y luego de eso nadie más habló sobre el tema. Solo fueron saludos, presentaciones, algunos halagos y piropos y después un regalo para mí.

—Bien, linda, grabaremos tres canciones, ¿te parece? Las editaré como un recuerdo para ti, me dijeron que tienes mucho talento y lo quiero comprobar, ¿estás lista? —Eric, el productor, se sentó frente a mí al otro lado del cristal y yo asentí fingiendo una sonrisa. La verdad es que estaba pensando en otra cosa. Otra cosa llamada beso.

—Lista —levanté mis pulgares y esquivé la mirada de David, él estaba del otro lado del cristal con los otros dos hombres, los cuales se llamaban Moor y Berry; supongo que eran apodos.

— ¿Tienes alguna canción preparada? Escogí algunas según tu rango vocal, pero si estás preparada con otras, soy todo oídos —sonreí y caminé hasta la mesilla a mi lado, habían varias hojas con canciones que me gustaban, algunas no las conocía y otras no era mucho de mi agrado, pero sin duda tener esta oportunidad, así solo fuera por unas horas, era un sueño hecho realidad.

Era el mejor regalo del mundo.

—En realidad... —tragué con dificultad y los nervios me entraron a medida que caminaba hacia el micrófono para ser escuchada —. Hay dos canciones de aquí que me gustan, pero como son tres, me gustaría cantar una escogida por mí, si no les molesta —miré a Eric y él sonrió mientras asentía apuntándome con un lápiz.

—Lanza tu idea, nena.

—Set Fire To The Rain de Adele —tragué con dificultad y boté el aire lentamente —. Sé que es muy lenta pero me gustaría...

—Nena, es tu voz, tú eres la que decides qué cantar. Si no haces lo que te gusta con pasión, entonces caerás en la rutina de los frustrados, —se sentó mejor en la silla y se acercó a su equipo de edición musical —y caer ahí es algo muy bajo.

— ¡A CORTARSE LAS VENAS! —Berry gritó estirando sus brazos y todos reímos un poco mientras yo me acercaba al micrófono. Estaba esperando que me indicaran cuando comenzar.

—Bien, nena, relájate. Contaré cinco, en cuatro comienza la melodía —asentí y suspiré contando en mi mente, mis ojos estaban cerrados con fuerza.


I let it fall, my heart
And as it fell, you rose to claim it
It was dark and I was over
Until you kissed my lips and you saved me
My hands, they're strong
But my knees were far too weak
To stand in your arms without falling to your feet.

(Lo dejo caer, mi corazón,
y según caía, tú te levantaste para reivindicarlo,
estaba oscuro, y yo estaba acabada.
Hasta que besaste mis labios y me salvaste,
mis manos, eran fuertes,
pero mis rodillas eran con mucho demasiado débiles
para aguantar en tus brazos sin caer a tus pies).


Comencé a cantar tímidamente sin atreverme a levantar la mirada. Me daba vergüenza estar desafinando y que ellos estuvieran pensando algo así como, "¿qué hace esta chica aquí?".


But there's a side to you
That I never knew, never knew
All the things you'd say
They were never true, never true
And the games you'd play
You would always win, always win.

But I set fire to the rain
Watched it pour as I touched your face
Well, it burned while I cried
Because I heard it screaming out your name, your name.

(Pero hay una parte de ti
que nunca conocí, nunca conocí,
todas las cosas que dijiste
que nunca se harían realidad, nunca realidad,
y los juegos que jugarías,
que siempre ganarías, siempre ganarías).

(Pero prendí fuego a la lluvia,
la vi caer mientras tocaba tu rostro,
entonces, ardió mientras yo lloraba,
porque la oí gritar tu nombre, tu nombre).


Por Joaquín, ¿por qué escogí esta canción? ¿Por qué justo hoy? Juro que no tenía idea de que sería una gran indirecta para el chico que minutos antes me había besado.


Because there's a side to you
That I never knew, never knew
All the things you'd say
They were never true, never true
And the games you'd play
You would always win, always win.

(Pero hay una parte de ti
que nunca conocí, nunca conocí,
todas las cosas que dijiste
que nunca se harían realidad, nunca realidad,
y los juegos que jugarías,
que siempre ganarías, siempre ganarías).


Lentamente alcé la mirada y respiré hondo notando como todos los hombres presentes me estaban viendo con los ojos completamente abiertos, como si estuvieran asombrados. Joder, ¿estaba cantando mal?

Centré mi mirada en uno especial y cuando nuestros ojos se conectaron comencé a cantar aún más dolida, porque sí, la canción me estaba haciendo pensar en nosotros.


Sometimes I wake up by the door
That heart you caught must be waiting for you
Even now when we're already over
I can't help myself from looking for you.

I set fire to the rain
Watched it pour as I touch your face
Well, it burned while I cried
Because I heard it screaming out your name, your name
.

(A veces me despierta la puerta,
ese corazón que atrapaste debe estar esperándote,
incluso cuando ya hemos terminado,
no puedo evitar buscarte).

(Pero prendí fuego a la lluvia,
la vi caer mientras tocaba tu rostro,
entonces, ardió mientras yo lloraba,
porque la oí gritar tu nombre, tu nombre).


Sonreí irónica contra el micrófono tomando aire para la estrofa final, tenía tanto tiempo sin cantar que hacerlo ahora era como estar en el propio paraíso.


I set fire to the rain
And I threw us into the flames
Well, I felt something die
Because I knew that that was the last time, the last time.

Let it burn.

(Déjalo arder).


Tomé aire y lo expulsé lentamente encontrándome con la mirada de mi tormento.

— ¿Cómo estuvo? —pregunté un poco confundida porque todos se quedaron en silencio. Ladeé la cabeza intentando escuchar lo que Eric me estaba diciendo pero sin poder aguantar más ese sonido puse una mano en mi cabeza, estaba aturdida.

— ¿Lauren? —escuché las voces a la lejanía pero no tardé mucho en caer casi sentada al suelo, y digo casi porque David me atajó antes de siquiera tocarlo.

— Ren, hey —escuché la voz de mi tormento a la distancia pero lo único que pude hacer fue botar el aire lentamente sintiendo mi vista nublarse por completo.

...

David.

— ¡¿Se murió?! —escuché la voz de Moor y lo miré mal mientras le echaba aire a Lauren con la mano, mierda, esta no era la idea.

—No, idiota, está embarazada —Eric se puso de cuclillas a mi lado y miró a Lauren con atención mientras yo intentaba despertarla con un algodón lleno de alcohol.

—Pero si estaba cantando genial, hasta creo que tuve una erección en la nota final —miré con una mueca a Moor y Eric le lanzó una mirada asesina mirando de nuevo a Ren.

—Hey, creo que está despertando —miré a Lauren fijamente cuando ella comenzó a abrir los ojos y luego de unos segundos su mirada se conectó con la mía provocando que toda mi piel se erizara.

—Lo sabía, fue un sueño —su voz se escuchó un poco ronca y sonreí mirándola divertido.

—Sí, un sueño muy real —Berry habló divertido y Lauren miró a todos lados un poco sorprendida, como si no recordara que estaba en este lugar.

—Dime que fue un sueño —murmuró en modo de súplica viéndome fijamente y yo sentí una presión en mi pecho al notar que se estaba refiriendo a nuestro beso, ¿no le había gustado? ¿Estaba arrepentida?

—Sí, este es un sueño y ahora me tienes que besar —Moor la miró con una sonrisa pervertida y esta vez yo le lancé una mirada asesina provocando que se escondiera detrás de Eric.

—Sí, fue un sueño, estabas cantando y te desmayaste —sonreí sin muchas ganas y ella miró a Eric tragando con dificultad.

—Lo siento mucho, ¿aún tengo tiempo de cantar las otras dos canciones? —aparté a mirada y la centré en su vientre mientras todos los demás reían.

—Nena, te acabas de desmayar, ¿estás segura de cantar? —Eric la miró serio y ella asintió completamente decidida —. Bien, hagamos esto, pero no quiero quejas después.

Ayudé a Ren a levantarse y luego de unos minutos salí hacia la parte de edición mientras ella seguía del lado del micrófono, esta vez un poco más calmada y algo ¿perdida? Sí, se notaba bastante extraña.

La melodía de Instant Crush- Daft Punk ft. Julian Casablancas comenzó escucharse. Lauren siguió el ritmo poco a poco agregando su toque. Una mezcla entre profunda, relajada y algo excitante, eso era lo que me había atrapado la primera vez que la vi y lo que seguía volviéndome loco, al igual que a todos en ese estudio. Era imposible separar la vista de ella.

Su voz era una mezcla de muchas cosas buenas. Ronca, aguda, afinada, profunda, espesa. Escucharla sin duda era una de las cosas que más me gustaban. Y creo que no solo a mí.

Sonreí orgulloso notando como los tres hombres en el estudio la miraban con detenimiento, como si no pudieran creer que semejante voz existiera.

—Por Jesusito, creo que me enamoré —Barry se sentó en la butaca mirando fijamente a Lauren y Eric siguió el movimiento de la canción haciendo su trabajo con el equipo de música.

—Tiene una voz increíble —murmuró con todo su conocimiento y asintió cuando ella intercambió el sonido robótico de la canción por algo más sexy y tropical —. También tiene mucho estilo, esta mujer es una mina de oro...

—Es en serio, creo que estoy teniendo una erección ahora mismo —Moor jadeó cuando Lauren comenzó a moverse al ritmo de la canción cerrando los ojos, perdiéndose en la melodía.

—Es preciosa, ¿tiene novio? —apreté la mandíbula cruzándome de brazos y Barry sonrió algo incómodo por mi expresión —. Solo era curiosidad...

— ¡Muy bien, Lau! Empezamos la otra en unos minutos, descansa la voz —Eric le hizo señas y ella subió los pulgares sonriendo —. Con un buen productor esa chica podría llegar muy lejos... —Eric habló para sí mismo y luego tomó un poco de agua escuchando la grabación de Ren —. Tiene muchísimo talento, ¿cómo es que no la había escuchado antes?

—Estaba muy escondida —sonreí y miré a la chica a través del cristal. Se encontraba de espaldas tomando agua.

—Ya veo, si un cazatalentos la hubiera escuchado, ella no estaría aquí —Eric tenía razón. Tuve mucha suerte de encontrar a Ren, como fui yo, pudieron ser otros mil y con propuestas hasta mejores. Fuimos nosotros en el momento más indicado y menos soñado.

Después de unos minutos más hablando, todos nos preparamos para la tercera y última canción. Lo que más me sorprendía es que Lauren no necesitara tanta edición, solo una o dos repeticiones como mucho, pero nada más, le salía perfecta cada estrofa.

— ¡Mi favorita! —Barry se metió un puñado de gomitas en la boca mientras Ride- Twenty One Pilots comenzaba.

Lauren le había pedido a Eric hacerla algo más instrumental para poder cantar sin salirse de su género. Él accedió y ahora todos estábamos escuchando una versión muchísimo mejor que la original; la versión de Lauren Thomson.

— ¡Mieeerda! —Moor miró impresionado a Lauren cuando comenzó a cantar la parte rápida de la canción sin ningún problema, sin trabarse, sin perder la afinación — ¡Carajos!

—Está que arde —Eric asintió y siguió su ritmo admirando la voz de Ren. Me sorprendía que la pudiera controlar tan bien. Ronca, luego aguda, ronca y aguda, grave y ronca, grave y aguda.

—Sí, tengo una erección.

...

—Un gusto, preciosa, espero volver a verte —Barry abrazó a Lauren y ella sonrió correspondiendo el abrazo.

—Un gusto para mí, cuando ustedes quieran —rodé los ojos y separé a Lauren de Barry, quien estaba muy peguita y no la quería soltar.

—Me provocaste varias idas al baño, eso me encantó —Moor la abrazó y Lauren rió pensando que era broma. No lo era.

—Ehm, okay... Adiós, Eric, un gusto —Ren abrazó a mi amigo y este correspondió su abrazo satisfecho con el resultado.

—Oye, un gusto para mí, nos encantó tu voz, tienes mucho talento y un gran futuro, no lo olvides —Lauren sonrió tímida y luego de eso ambos salimos del estudio en completo silencio.

No podía dejar de pensar en todo. En ella, en mí, en nosotros. Tampoco me podía sacar de la cabeza lo increíble que había sido escucharla cantar de nuevo y, por supuesto, tampoco podía sacar de mi cabeza nuestro beso.

La miré disimuladamente notando que estaba perdida en sus pensamientos. Ambos estábamos a punto de llegar a mi auto y ninguno había dicho ni una sola palabra, ¿así sería de ahora en adelante o qué?

—Ren —la llamé pero ella me ignoró completamente caminando más rápido por el estacionamiento —. Ren —la volví a llamar pero ella me volvió a ignorar haciendo que aumentara mi paso para alcanzarla — ¡Lauren!

— ¡¿Qué?! —me gritó haciendo que detuviera mi paso al instante. Lauren nunca me había hablado así... — ¿Qué? —preguntó más calmada fingiendo una sonrisa. Ya estábamos frente al auto y todavía no tenía la intensión de conducir. No así.

— ¿Qué pasa? ¿No te gustó? —la miré confundido y ella ladeó la cabeza con una sonrisa irónica.

— ¿El estudio? ¡Me encantó! En serio, tenía mucho tiempo sin cantar y me sentí genial... —su voz tembló cuando comencé a acercarme a ella. Me estaba molestando su comportamiento indiferente.

—Sabes que no hablo del estudio —intenté poner mis manos en sus brazos pero ella se removió, así que tomé su cara entre mis manos ignorando el hecho de que ella me estaba intentando esquivar —. ¿Te molestó que nos besáramos?

La miré extrañado cuando ella abrió la boca indignada y luego de eso me aguanté un empujón de su parte sin nada de delicadeza.

— ¡Besáramos me suena a pueblo! Me besaste, ¡tú me besaste! —me apuntó con un dedo y yo alcé la cejas por su acusación; tampoco es que ella se hubiera ofendido mucho— ¡Fue tu culpa! Tú me besaste y ahora quieres venir como si nada, ¡me convertiste en la amante y yo no lo seré porque...! —Tomé su cuello y la acerqué a mí pegándola contra el auto, ella simplemente me miró mucho más nerviosa que antes — ¡Fuiste tú! Ahora... —junté nuestros labios y ella jadeó contra mi boca provocando que me separara con una sonrisa.

—Lo volví a hacer —susurré y la miré atentamente cuando sus dedos apretaron con fuerza mi camisa, como si estuviera sosteniéndose para no caer.

—Eres un imbécil, me confundes y... Yo no merezco es... —la volví a besar y me separé sintiendo mi corazón latir como loco. Esto es una maldita locura. Y lo peor es que me encanta.

—Te mereces lo mejor, Ren —puse una mano en su mejilla y ella apartó la cara haciéndome sentir algo en el pecho, joder, era demasiado preciosa y me encantaba.

—Entonces déjame ir, porque te aseguro que lo mejor no es ser la amante —tragué el nudo en mi garganta y aparté la mirada; ella tenía toda la razón.

—Lo siento, soy un imbécil y un egoísta... —la miré fijamente e hice que levantara la cara para poder verla a los ojos —. Pero no puedo dejar de hacerlo —pasé mi pulgar por su labio inferior y sentí sus piernas temblar cuando acerqué mis labios a los suyos.

—Claro que puedes, ahora aléjate de mí —ella me empujó con fuerza y di varios pasos hacia atrás completamente confundido.

— ¿Qué...?

—Escucha, —su voz sonó ronca y algo temblorosa mientras daba pasos hacia la puerta de copiloto, rodeando el auto con prisa —tú tienes a Amelie. Estás comprometido con ella y, conociéndote, no la dejarás. Sigue con tu vida, David, yo saldré con Bryan porque realmente no me interesa más nadie. Como tú dijiste, lo mío solo fue una atracción momentánea, ya se me pasó —mi pecho se contrajo y ella sonrió forzada —. Ahora deja este tonto juego porque confundes las cosas entre tú y yo. ¿Estamos?

—Pero... —miré mis manos y luego miré al suelo —. Pensé que también me... —el nudo en mi garganta comenzó a doler y aparté la mirada centrándola de nuevo en ella. Claro, era de esperarse. Le dejaría de gustar en cualquier momento —. Vamos —fingí estabilidad emocional mientras hacía sonar el auto. Abrí la puerta y no me permití ver su mirada de lástima.

—Entonces, ¿todo bien? —preguntó ella cuando nos sentamos y cerramos las puertas. Miré el volante y luego de un momento boté el aire que tenía retenido mirándola a ella.

—Todo bien —sonreí y ella hizo lo mismo mirándome fijamente, como si me quisiera decir algo y a la vez no.

Observé sus labios una vez más y ella hizo lo mismo con los míos.

—Esto está mal... —escuché su murmuro y sentí mi corazón latir más rápido a medida que ambos nos acercábamos al otro.

—Tal vez... —dije a punto de chocar mis labios con los suyos, pero nos separamos enseguida cuando el teléfono de alguien comenzó a sonar con una melodía de NF. Mierda, mi teléfono — ¿Aló? —contesté un poco extrañado porque era el número del instituto de Maya y los gemelos.

— ¿David Crild? ¿Representante de Maya Thomson? —miré a Lauren y ella frunció un poco el ceño por mi mirada.

—Sí, soy yo, ¿pasa algo? —la preocupación me embargó y encendí el auto para cualquier situación que requiriera ir de emergencia.

—Sí, pasan muchas cosas. La señorita Maya se metió en graves problemas —miré a Lauren un poco nervioso. No quería preocuparla pero era claro que se iba a preocupar.

— ¿Pero está bien? —Lauren frunció el ceño y me miró fijamente esperando una respuesta, aunque no supiera de qué rayos hablaba.

— ¡No! Está en dirección, se solicita su presencia y la de la madre para hablar de este conflicto.

—Ehm, muchas gracias —tranqué y suspiré contra el volante. Genial, Maya. Primer día y ya te metes en problemas.

— David, ¿pasa algo? —Lauren me llamó y yo negué comenzando a conducir en dirección al instituto, Maya era un caso perdido.

—En un rato lo sabrás.

...

— ¡¿Encendiste todos los detectores de humo del instituto?! —Lauren miró a Maya completamente furiosa y la pequeña rápidamente se escondió detrás de mí, utilizándome como escudo.

— ¡Sí, señora! Y no solo eso, ¡son rociadores de agua! Hizo que todos los pasillos del instituto quedaran empapados —Maya rodó los ojos y yo la hice salir de su escondite mientras las dos mujeres en la dirección la miraban con total severidad.

—Aquí hay dos versiones y yo quiero saber la de ella, ¿qué pasó, Maya? —miré a la pequeña y ella suspiró tomando mi brazo como protección.

—Maya, habla, ¿qué pasó? —Lauren se puso de cuclillas frente a ella haciendo una mueca por el dolor que le producía y yo miré a Maya esperando que hablara.

—Fue por culpa de él, me comenzó a molestar y... Y yo... —Me puse de cuclillas igual que Ren y Maya nos abrazó a su hermana y a mí escondiendo su cara en el cuello de esta.

— ¿Quién? ¿Cómo? —pregunté un poco molesto porque, si bien no fue correcto lo que ella hizo, nadie tenía derecho a meterse con mi pequeña.

—Maya, bebé, ¿qué pasó? —Lauren la miró preocupada y Maya separó su rostro poco a poco limpiando sus nariz con mi ex- pañuelo. Por suerte esta vez no estaba llorando.

— ¡Pues quién más! Su hijo —Maya señaló a la directora y Lauren y yo la miramos acusatoriamente.

—Mi hijo no tiene nada que ver en esto, señorita —la mujer con aires de "refinada" miró indignada a Maya y esta abrió la boca ofendida.

— ¡No estoy mintiendo, Lau! Sabes que no, Dave. Ese chico me comenzó a molestar y mi opción más sencilla fue quitarle la piquiña —alcé una ceja.

— ¿Piquiña?

—No lo sé, la ladilla, ya sabes, ese animalito que pica y te vuelve loco —me aguanté la risa y miré por el rabillo del ojo a Lauren, quien estaba igual que yo.

— ¡Oye, niñita! Respeta a mi hijo —Lauren se levantó un poco más seria y yo hice lo mismo mirándola con cuidado, me daba miedo que hiciera una locura con esa mujer.

—Escuche muy bien, señora. Mi hermana no es ninguna loca para andar inventando cosas. Si ella dice que su hijo la estaba molestando, yo le creo, ahora dígame de una buena vez cual es ese favoritismo —Ren se cruzó de brazos y Maya y yo nos miramos con los ojos muy abiertos por el tono tan intimidante que había utilizado Lauren.

—Y-yo... —la directora se removió nerviosa y yo la miré igual de serio que Lauren poniendo una mano en el hombro de Maya.

— ¿Algo que agregar? —le pregunté a la mujer y esta apretó sus labios sacando unos papeles de su cajón.

—No, solo tendrán que firmar esta apta y pagar los daños hechos por la estudiante...

—Y supongo que usted también pagará, ¿no? Porque su hijo también fue responsable —Lauren la miró dispuesta a matar y la mujer tragó con dificultad acomodando su camisa.

—Ehm... Claro, claro —la señora habló nerviosamente y Lauren y yo firmamos los papeles ignorando su mirada asesina.

—Está bonito el instituto, ¿verdad? —Ren y yo miramos mal a Maya cuando habló y ella se encogió sonriendo un poco.

Ya habíamos salido de ese problema, ahora nos dirigíamos a la salida intentando esquivar a todos los adolescentes que caminaban de allá para acá sin nada de orden.

— ¡Maya! —escuché una voz muy conocida y todos volteamos viendo a mis hermanos menores correr hasta nosotros, parecían apresurados y muy divertidos.

— ¡Eso estuvo increíble! ¡Nunca vi al profesor Tarantino correr tan rápido! —Thomas dejó de reír cuando se encontró con mi mirada nada divertida.

—Espero que ustedes no hayan tenido nada que ver con esto—hablé con voz seria y tanto Alex como Thomas tragaron con dificultad apartando la mirada nerviosos.

Al parecer más de uno saldría castigado hoy




...

Holaaaaaaaaaaaaa, ¿cómo están? 

Este capítulo fue algo loco porque yo decía, ¿un beso y ya? No, otro, ¿un beso y ya? No, otro, ¿otro beso? Y era algo así como, ¡quiero que se besen para siempre! Pero NO.

¿Qué les pareció?

¿Quiero seguir viendo más Daren o ya quieren que Lauren se quede con Bryan? 

¿Odian o aman a David?

Con mucho amor y un beso en la boca

-Nepasavoir. 



























Puto el que lo lea.

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