Capítulo 18- Sorpresas

Capítulo dedicado a @Alessandrakira, gracias por leer y comentar<3

"Creo que David debería poner sus ideas en orden, ya que confunde cada vez más y más a la pobre de Lauren. Además Amelie debería dejar de actuar toda perra y moralista cuando ella engaño a David 2 veces!! Y de seguro lo sigue haciendo, ya que esos viajecitos tan seguidos no me dan buena espina."


Lauren.


—Oh, por Joaquín —sonreí y miré a David con una sonrisa.

—Oh, mierda —murmuró Maya y David sonrió.

—Comenzarás mañana, no acepto un no por respuesta —el hombre junto a nosotras dejó los papeles sobre la encimera y rodeó la isla deteniéndose a mi lado. Maya solo lo miró con súplica.

— ¡David, no quiero! Por favor —mi hermanita caminó rápido hasta nosotros y yo tomé una mano de David negándome a las súplicas de ella.

—Maya, no te quedarás sin estudiar, ese instituto es muy bueno y créeme que me encargaré de ayudarte con todo —mi tormento intentó calmarla pero ella simplemente me miró a mí con ojos de perrito triste.

— ¡Lauren, no quiero! Sin Teffy no, yo no tengo más amigos —apreté mis labios y aparté la mirada. Era verdad.

Maya conocía a Stephany desde que tenía tres años, crecieron juntas y nunca necesitaron a más nadie en su círculo social. Solo ellas, más antipáticas no podían ser con los demás.

—Pero no te puedes negar a una buena educación por ella, Maya, por favor —intenté ponerme en su lugar pero ella me miró indignada.

— ¡Es Stephany, Lauren! ¡Sabes lo que me cuesta hacer amigos! ¡¿Cómo pretendes que estudie en una escuela de riquillos, ah?! ¡Me van a destruir! No intentes siquiera decir que ella no es nadie cuando prácticamente es la que estuvo conmigo mientras tú te estabas revolcando con el maldito de Nic...! —levanté mi mano a punto de pegarle una cachetada pero detuve esta a pocos centímetros de su rostro, en parte por mí y en parte porque David se metió antes de que algo sucediera.

Mi cuerpo comenzó a temblar y mis ojos se llenaron de lágrimas mientras veía a la adolescente que llevaba mi sangre frente a mí.

—Lauren, no... —le pasé por un lado a Maya cuando intentó volver a hablar con la voz temblorosa.

—Escucha, —me detuve antes de salir de la cocina y ella me miró atentamente mientras yo la apuntaba con el dedo —mientras tú estabas allá en ese orfanato, yo estaba partiéndome la espalda para darte el dinero de tu sustento, mientras tú estabas allá adentro protegida por la madre Carla, yo me estaba aguantando comentarios ofensivos de personas imbéciles que creían que por mi "estilo de vida", era una prostituta y una cualquiera. Mientras tú estabas con tu queridísima amiga hablando de cosas infantiles, yo estaba aguantando frío, hambre y a un hombre que me trataba como se le daba la gana. Créeme que lo único que me mantuvo haciendo eso por ocho años fuiste tú, pero tranquila, yo solo fui una imbécil que se acostó con un hombre por falta de amor propio.

Me sequé las lágrimas torpemente y salí de ahí tragando con dificultad el nudo en mi garganta.

...

David.



—No eres un monstruo, Maya, a veces decimos cosas sin pensar —intenté consolar a la adolescente escondida debajo de las sábanas y ella simplemente comenzó a llorar más fuerte haciendo que tragara con dificultad.

— ¡Prácticamente le dije zorra! —fruncí mis labios y me senté mejor en la orilla de la cama mientras miraba el alrededor de la habitación. Tenía muy poca pero linda decoración, Maya tenía buen gusto.

— ¿Y crees que lo es? —pregunté alzando una ceja y su respiración se detuvo.

— ¿Qué? No, claro que no —asentí lentamente y luego suspiré.

— ¿Piensas que es una mala hermana? —volví a preguntar y lentamente noté como dejaba de llorar, como si eso la hiciera concentrarse en las respuestas.

—No, Lau es la mejor, ella es... La mejor hermana del mundo —sonreí y miré la alfombra de su habitación sin mucha importancia.

—Lo es. ¿Entonces por qué te sientes mal? —poco a poco Maya dejó salir su cabeza de debajo de las sábanas y sus ojos se encontraron con los míos mirándome con remordimiento.

—Porque la hice sentir mal, David. Ella no se merecía todo lo que le dije, soy una estúpida adolescente hormonal que dice cosas sin pensar, ¿cómo crees que se debe estar sintiendo después de lo que le dije? Sé que lo pasó muy mal mientras vivía con Nick, ella no merecía que le recordara todo eso —puse una mano en su hombro y saqué un pañuelo comenzando a secar sus lágrimas torpemente.

—El primer paso para el perdón es aceptar la culpa, Maya —ella tomó el pañuelo y se secó los mocos sin nada de delicadeza, mierda, lo acababa de comprar —. Ya reconociste tu error, ahora solo falta que ella te disculpe, y sé que no será un problema porque te ama.

—Ella me odia —sus ojos rojos volvieron a brillar.

—No te odia, peque. Te quiere mucho, ¿sabes todo lo que le costó vivir para estar contigo? Una persona que no ama a otra, no es capaz de aguantar tanto, ella no puede vivir sin ti —Maya se sentó en la cama y me abrazó con fuerza escondiendo su cara en mi pecho.

—Soy la peor hermana del mundo —joder, ya estaba igual que Venus cuando hacía algo que me molestaba.

—No, no lo eres —la abracé igual y ella se limpió los mocos usando de nuevo mi ex- pañuelo.

—Cuando... Cuando vivía con Nick, Lauren sufrió mucho —fruncí el ceño y la separé de mí escuchando lo que tenía para contar —. Nick le hizo la vida imposible a mi hermana sin que ella lo notara. Lauren quería estudiar, ¿sabes? Ella quería terminar la universidad —alcé las cejas y la miré un poco sorprendido.

— ¿Qué estaba estudiando?

—Música —sonrió y luego ladeó la cabeza —. Sé que en este mundo es difícil vivir del arte, pero Lau en serio ama la música, ella tiene mucho talento para eso —asentí, no me lo tenía que decir, lo sabía.

— ¿Por qué dejó de estudiar? —pregunté confundido y ella suspiró relamiendo sus labios.

—Nick la hizo cambiar de idea. Le dijo que lo mejor es que se enfocara en el Burlesque para tener más propinas y dinero, la explotó, en pocas palabras. Mientras ella trabajaba todas las noches e incluso días como mesera, él se gastaba sus propinas en alcohol. ¿Sabes cómo me di cuenta? Porque una noche Lauren llegó borracha, golpeada y despechada al orfanato. Era de madrugada y cuando abrieron la puerta de mi habitación casi me cago del susto porque todo estaba oscuro. Ella me contó todo llorando, me dijo que estaba cansada y que ya no quería vivir así... Que papá y mamá no permitirían eso, que yo me merecía algo mejor y que ya no tenía fuerzas para seguir con nada —su voz era temblorosa mientras hablaba y sus ojos estaban llenos de lágrimas al recordar — ¿Lauren te contó que estuvo a punto de quedar embarazada? Bueno, sí quedó, solo que perdió al bebé —abrí mucho los ojos y tragué con dificultad imaginándome Lauren pasando por eso —. Nunca me quiso decir cómo lo perdió, pero mi teoría es que Nick... Lo provocó.

Vale. Si antes le tenía rabia a ese maldito, ahora lo detestaba.

Hijo de perra.

— ¿Ahora entiendes lo mal que me siento? —miré a Maya y ella me miró con una sonrisa falsa —. Soy lo peor.

—Oye, —me senté mejor y suspiré pasando las manos por mi cara; ahora mismo tenía rabia, tristeza y una mezcla de querer matar a alguien y querer consolar a otra persona —no eres lo peor, ¿sabes por qué? Porque si ella no hubiera notado que tenías algo en razón, te hubiera golpeado. Esa es su versión de los hechos, pero tú tienes la tuya y es válida. Sé que suena tonto pero también estás en tu derecho de sentir rabia, tristeza o rencor.

—P-pero yo no la odio.

—Pero lo odias a él, y es completamente válido —puse una mano en su hombro y ella me miró atentamente —. No se podrán evitar para siempre, así que te aconsejo que vayas allá y hables de esto con ella, porque las dos merecen hablar, ¿sí? —Maya negó.

—Me odia, David.

—No te odia, lo sabes —le alcé la cara con mis dedos y ella me miró con tristeza —. Si de verdad lo sientes, ve a disculparte, Maya, tú misma sabes por lo que debe estar pasando.

— ¿Y si me manda a comer mierda?

—Pues te quedarás hasta que ella te escuche y te disculpe, pero no resolverás nada echándote a morir —tomé sus manos y la hice levantarse —. Ve, por favor —ya no era solo sobre ella, era algo muy personal para mí también. Lauren me importaba y odiaba saber que estaba en su habitación recordando toda la mierda que vivió.

— ¿Qué le digo?

—Tú sabrás qué decirle, Maya —caminé afuera de la habitación y ambos nos detuvimos a unos metros de la habitación de ella.

— ¿Sabes lo que más admiro de Nas?

— No, ¿qué?

—Que siempre sonríe, a pesar de todo. Ella puede pasar por mil mierdas pero al final siempre tiene una sonrisa, creo que es la chica más fuerte que conozco —sonreí un poco y me imaginé el rostro de Lauren unos segundos. Maya realmente tenía razón. Lauren era una persona muy auto- suficiente. Ella caía y volvía a levantarse, sola, nadie la tenía que ayudar, y realmente admiraba eso.

—Tienes razón, ella es muy fuerte —Maya sonrió un poco y me miró detenidamente unos minutos antes de sonreír más.

—Te gusta mucho, ¿verdad?

— ¿Qué? ¿Quién?

—Mi hermana, tonto. ¿Te gusta mucho Lauren? —miré al suelo y luego miré hacia las puerta de la habitación de Ren.

No. No me podía gustar. Desde que lo confesé en el bar había intentando dejar de pasar tanto tiempo con ella, creo que lo había logrado. Llevaba días sin tener ganas de besarla, ¿mirar sus labios mientras habla no cuenta, verdad? También había durado días sin pensar en ella... Mierda, no, no he dejado de hacer lo que dije no que haría, pero a mí me gusta Amelie, ella es mi prometida y la... Amo, Lauren solo es la chica que tiene a nuestro hijo, no siento nada por ella que no sea laboral, punto.

—Te quedaste mucho tiempo pensando, te gusta —Maya rió y yo abrí y cerré mi boca sin saber qué decir.

— ¡Tengo prometida! —susurré y ella entornó los ojos.

—No te puedes engañar a ti mismo —fruncí el ceño y la miré confundido.

— ¿De qué hablas?

—Mientras menos tiempo la veas, más puedes engañar a tu corazón—señalé mi anillo y luego señalé mi habitación a la lejanía, como si eso me ayudara a darle firmeza a mi respuesta.

—Estoy comprometido, mira —señalé mi anillo —, quiero a tu hermana pero no puedo sentir nada más por ella.

Maya rió falsamente y luego negó como si tuviera mucha experiencia en la vida o en estas cosas.

—Estás comprometido de aquí, —señaló mi dedo y yo la miré atentamente —pero no de aquí —puso un dedo en mi pecho y yo tragué con dificultad — ¿O me equivoco, pitufo mayor?

— ¿Qué...?

—Mejor me iré a disculpar.

...

—Los odio —Maya se hundió en los asientos de atrás y Lauren y yo nos miramos fijamente unos segundos antes de reír.

—Lo hablamos antes de venir, peque, es hora de enfrentar tu nueva vida —me giré y le di la cara a la hermana menor de Ren mientras tomaba un poco de café.

— ¿Hay porristas? —Maya miró a través del cristal como si afuera de este hubiera una jungla a la cual tuviera que sobrevivir.

—Sí, hay de todo —ella hizo una mueca y luego suspiró.

—En los libros las porristas siempre son crueles —reí y asentí lentamente, los libros y su manera de estereotipar todo.

—Y también el chico popular queda con la nerd, el playboy se enamora de la virgen, la rubia siempre es cruel... ¿Te enfrentarás al mundo real? —alcé una ceja y ella suspiró sacando un cuaderno de su bolso, se notaba bastante nerviosa mientras todos los adolescentes caminaban hacia la puerta del instituto.

—Antes de entrar, quiero hacerles unas preguntas a mis padres —Maya sonrió y nos miró a Lauren y a mí con algo de maldad —. Muy bien, comienzo, ¿quién es el pasivo y quién es el activo? —me atraganté con el café sintiendo mi cara ponerse roja como nunca y Lauren abrió mucho los ojos mirando a su hermana con reproche.

— ¡Maya! —la adolescente rió y nos miró a ambos mientras yo recuperaba un poco el aire después de semejante momento.

—Bien, bien, siguiente pregunta, si por alguna razón, cosas del destino, ya saben, ustedes tuvieran una relación, ¿quién mandaría? —rodé los ojos y miré a Lauren mientras ella fruncía el ceño un poco pensativa.

—Yo —dije al tiempo que Ren, ambos nos miramos con una ceja alzada y ella se cruzó de brazos.

—Yo, Davidcito, lo sabes —reí y la miré fijamente.

—Ehm, no, sabes que tengo más autoridad que tú —ella rió y luego relamió sus labios provocando que centrara mi vista un segundo en ellos.

—Autoridad la de tu madre, cariño —me guiñó un ojo y tardé un momento en volver a la realidad, hoy se veía más preciosa que nunca.

—Sabes que... —callé y separé mi mirada de la de Ren cuando alguien se aclaró la garganta, para ser más específicos, alguien afuera del auto, a quien identifiqué como mi querido hermano menor, venía con los gemelos.

Bajé el vidrio de la ventana y Taylor me miró divertido mientras arreglaba su peinado usando el espejo del auto.

—Buenos días, hermanito —me saludó y miró con una sonrisa a Ren mientras ella hacía lo mismo mirándolo con atención.

—Toronjil, ¿qué haces aquí? —Lauren rodó los ojos por el apodo y él rió viendo el asiento trasero un poco confundido — ¿De qué me perdí?

—Eres muy guapo —escuché una vocecita en la parte de atrás y todos miramos a Maya como diciendo, "¿en qué mundo andas?" — ¿Qué?

—Lo sé, preciosa, tú también eres muy linda —Taylor hizo presencia de su tremendo ego y yo rodé los ojos mirando a los gemelos a la distancia, a ellos era a los que estaba esperando.

—Anda, Maya, ¿ves a esos dos chicos de allá? Son mis hermanos, son menores que tú pero sé que te caerán bien —la pequeña me miró un poco nerviosa y luego tragó con dificultad.

—Solo lo dices para hacerme sentir mejor, ¿verdad? —sus respiración se descontroló y tanto Lauren como yo tomamos una mano de ella para intentar tranquilizarla.

—Hey, mírame, bebé —Maya miró a Ren con la cara completamente roja —. Todo estará bien, ¿sí? Confía en nosotros, —me miró a mí y yo sonreí asintiendo —todo estará bien, estaremos contigo —Maya asintió y botó el aire lentamente ladeando la cabeza.

—Okay, okay... —suspiró y luego miró la ventana.

—Ehm... Si no les importa yo ya me voy —Taylor hizo notar su presencia y todos lo miramos mal.

—Nadie te estaba prestando atención —él rió y le lanzó un beso a Lauren haciéndola reír.

—Después me explican ese pequeño detalle —señaló a Maya y le guiñó un ojo marchándose.

—Si pasa algo nos llamas enseguida, ¿tienes tu teléfono? Están nuestros números registrados ahí, también hay uno que dice "casa" es el pent-house, llama ahí si no contestamos, te dejé merienda por si te da hambre y hay dinero en efectivo en el bolsillo de tu chaqueta, ehm... —puse una mano sobre la de Lauren y ella rió un poco nerviosa mientras me miraba a mí y a Maya —. Estoy hablando mucho, ¿verdad? Solo cuídate, ¿sí? No te metas en problemas, por favor...

—Lauren, déjame ir —Maya bufó cuando Ren la abrazó y todos reímos mientras ella se bajaba del auto después de una sesión de abrazos en la que estuve incluido porque desde luego, la hermanita de mi encargada no perdía tiempo para unirme a su hermana.

— ¿Cómo estuvo el primer día? —pregunté viendo a Maya acercarse a mis hermanos con paso lento pero seguro.

—Para ser principiantes en la paternidad, creo que bien —Lauren rió y yo fruncí el ceño cuando Maya corrió de nuevo al auto y nos entregó un papel con rapidez.

—Se me olvidó entregarles esto, adiós cuñado- padre, adiós hermana- madre.

— ¡Maya! —Lauren la reprendió pero la menor solo la ignoró corriendo de nuevo hacia mis hermanos.

— ¿Qué dice? —pregunté señalando el papel y Ren lo abrió dejando ver lo que decía.

"Mi plan inició, ustedes terminarán juntos ;)

Att: Pitufi- Cupido"

—La mataré —murmuró Lauren y reí.

...

— ¿Ya puedo?

—No.

— ¿Ya puedo?

—No.

— ¿Ya?

—Lauren, dije que no —rodé los ojos y ella simplemente bufó caminando con dificultad debido a la venda en sus ojos.

Entrelacé nuestros dedos para evitar que se tropezara con algo y sentí sus respiración acelerarse mientras mi corazón latía más deprisa, ¿qué me estaba pasando?

— ¿Te digo algo? —Ella habló y yo abrí la puerta mientras la hacía pasar de primero con lentitud —Odio las sorpresas. Son... Inoportunas, inesperadas... Impredecibles.

—No las odias, solo tienes malas experiencias con ellas —no era una teoría, era la realidad.

— ¿Qué...? ¿Cómo lo sabes? —sonreí y me detuve en el lugar que quería que ella viera; un estudio de grabación.

—Porque conozco algo de ti —la giré haciendo que quedara frente a mí y me acerqué lentamente a ella aprovechando que tenía venda —. Y te dije que conocería lo que me faltara de ti, Ren —sin poder evitarlo miré sus labios por algunos segundos perdiéndome en el color y la forma de ellos.

Eran suaves y carnosos, ¿se sentirían igual al besarlos?

— ¿David? —el aliento mentolado de Ren chocó contra mi cara y yo suspiré alejándome de ella. ¿Qué me estaba pasando? —Ehm... Podría jurar que quieres besarme así que aléjate o pensaré otra cosa.

— ¿Qué? No, solo estaba viendo algo —balbuceé y le quité la venda de los ojos haciendo que su mirada se encontrara con la mía al instante.

—Sabes que no lo tienes que negar, si fuera por mí ya te hubiera... —su broma terminó cuando sus ojos vieron lo que había alrededor de nosotros.

Su boca se abrió por la impresión y su mirada recorrió el lugar detallando cada cosa que había, como si estuviera en el mismísimo paraíso y no lo creyera.

—Ay, mierda —murmuró y yo sonreí cuando puso una mano en su pecho como intentando calmar su corazón —. Ay, mierda...

— ¿"Ay, mierda" significa algo bueno o me tengo que preocu...? —dejé de hablar cuando el cuerpo de Lauren saltó sobre el mío abrazándome con fuerza, como si con eso diera a entender que mi sorpresa le había gustado.

— ¡Ay, mierda, David! ¡ME ENCANTA, TE AMO, TE AMO! —saltó emocionada viendo a su alrededor y luego corrió de nuevo hacia mí abrazándome —. N-no sé qué decir... Yo... Está... Increíble.

—Te quería traer hace unos días pero estaba esperando que te recuperaras un poco de los dolores —sonreí nervioso cuando ella rodeó mi cuello con sus brazos y dejó un beso en mi mejilla.

—Es la mejor sorpresa del mundo, eres el mejor —murmuró y yo la miré fijamente notando ahora que estábamos a centímetros del otro —. Ehm... —su mirada bajó lentamente a mis labios y yo hice lo mismo sin poder evitarlo.

Esto no está bien...

Pero quieres hacerlo.

No, esto no está bien.

Pero lo quieres.

Estás comprometido, David Crild, tienes prometida.

Pero no estás enamorado de ella.

Claro que la amas, la quieres mucho...

Tú no sabes lo que quieres o debes hacer.

—Ehm... Iré... A ver las cosas por dentro —Ren se separó de mí enseguida y yo me quedé de pie ahí sin saber qué hacer o decir.

¿Ella se estaba alejando de mí?

Eso estaba bien, eso debía estar bien. Pero lo que me extrañaba era eso, ¿por qué no se sentía bien? ¿Me sentía mal porque ella se había apartado? Tal vez ella guste del doctor, ¿qué más puede ser? Tú lo dijiste, lo que ella sentía era una atracción pasajera, ya se le pasó, igual que a ti.

— ¡Mira esto! —gritó Lauren desde adentro y yo fingí una sonrisa mientras la veía cantar en el micrófono de grabación.

Ella debía estar con el doctor. Pensé caminando hacia ella.

Tú con Amelie.

Ella es feliz con el doctor.

Tú debes alejarte de ella.

El doctor es todo lo que ella necesita.

Caminé hacia ella viendo fijamente su sonrisa, notando como aparentaba que no había pasado nada entre nosotros segundos atrás.

Y así debía ser. Ella tenía una cita con el doctor, todo con el doctor. Tú no. El doctor... Al diablo con el doctor.

— David, ¿qué...? —Ren abrió mucho los ojos cuando tomé su cara entre mis manos y sin poder evitarlo más estampé mis labios con los suyos en un beso nada correcto


...

¡SORPRESAAAA! 

¿Se esperaban este capítulo?

¿Qué les pareció?

¿Felices por el ansiado beso o enojadas por la falta de fidelidad de nuestro querido David? 

Pondré un vídeo aquí que me recuerda mucho a Lauren y a David. Las escenas son sacadas de la película Step Up: Revolution. Es mi favorita de esa saga de películas y odié S.U 5 por obvias razones:). En fin, espero les guste y comenten su opinión respecto al vídeo.

https://youtu.be/DQIW-058CJA



Con mucho amor y un beso en la boca

-Nepasavoir

Una pregunta adicional, ¿ya saben qué significa Areté? 





























Puto el que lo lea.

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