Capítulo 16- Estás jodido


Capítulo dedicado a mi perrita Sharlotte, quien se quedó acompañándome hasta la una y media de la mañana un lunes. Ah, y a mi hermano que está dormido en el sofá. 


Si quieres que te dedique capítulo, solo tienes que dejar tu opinión sobre este al terminar de leer.


Lauren.


—Ayúdame con eso —le pedí a Maya y ella asintió mientras me ayudaba a ponerme la manga del vestido por el brazo derecho, aún me dolía mucho mover el codo.

— ¿Puedes caminar bien? —me preguntó un poco preocupada e hice una mueca cuando subió el short por mi pierna izquierda, justo donde estaba el golpe.

—Sí, pero siento un poco de dolor cuando presiono el pie, toda mi pierna está tensa —Maya asintió y solté un suspiro triste, si seguía así no podría bailar en mínimo dos semanas.

—Oye, no te pongas así, ¿recuerdas cuando me caí del segundo piso del edificio y me dijiste que tal vez quedara así por dos meses? —reí y miré a mi hermana. Eso había sido hace bastantes años, recuerdo que se dislocó el pie y yo le dije que se lo había roto para que se asustara más.

Maya había tenido esa suerte de caer en un árbol y estar retenida por este hasta un poco más arriba del suelo, tres metros, creo, cuando las monjas y yo llegamos hasta ella, esta se encontraba tirada en el suelo diciendo que podía ver una luz.

Dramática.

—Te dije que tal vez te cortaran el pie —bufé y ella rió escandalosamente, como siempre.

—No, aparte de eso. Me dijiste que antes de hacer cualquier tontería, pensara en mí misma primero, en lo que esa locura me podría afectar, que si algo pasaba después, no me podría lamentar ni hacer la víctima —fruncí el ceño, no recordaba eso —. No sé por qué hiciste esa tontería de correr por las escaleras sin ver, pero espero que hayas pensado en ti —relamí mis labios y miré al suelo.

No había pensado en mí. Pensé en ella, en mi hermana.

Y en el bebé.

¿Qué? Si le pasaba algo al frijol, David se moriría.

Y no me sentía mal por lo que hice, bueno, en parte sí, fue una gran estupidez. Le pudo haber pasado algo a Maya cuando me desmayé, Nick me pudo haber hecho o nos pudo haber hecho algo a ella y a mí, ¿cómo sabía él que estaba con mi hermana? ¿Sabría él que Maya era mi hermana? ¿Cuánto tiempo llevaba siguiéndome?

Esto no me gustaba para nada...

Terminé de ponerme los zapatos y me levanté de la camilla al tiempo que la puerta blanca se abrió y me dejó ver la figura del doctor guapo o como realmente se llamaba, Bryan Walker.

—Hey... —murmuró viéndome con detenimiento y sonreí un poco nerviosa, no me esperaba esta visita.

— ¿Qué haces aquí? —fruncí el ceño extrañada y él sonrió un poco nervioso mientras cerraba la puerta y me miraba con atención.

—Me enteré ayer de lo que te pasó, siento no haber venido, tenía turno y... —negué un poco sorprendida y sonrojada, qué lindo...

—No te preocupes, m-me alegra tu visita —sonreí nerviosa y él se acercó mientras yo terminaba de acomodar el bolso y disimulaba el dolor en mi culo, digo, en mi cóccix.

— ¿Cómo te sientes? Me dijeron que los golpes fueron sin consecuencias graves pero igual de dolorosos —hice una mueca y suspiré, realmente dolían como la mierda.

—Tengo un moretón casi llegando al trasero, ¿lo quieres ver? —me levanté un poco el vestido y él examinó el golpe mientras tocaba toda la parte trasera de mi pierna, su toque era leve pero muy evidente.

— ¿Puedo? —asentí cuando él me pidió permiso para levantar más y suspiré cuando dejó al descubierto mi short no tan largo, realmente me lo había puesto por costumbre, muy pocas veces usaba faldas o vestidos sin short.

Sus dedos tocaron mi glúteo y levanté un poco más mi pierna mientras él veía profesionalmente todo el golpe, sabía que se debía ver bastante mal.

—Creo que se... —el doctor dejó de hablar cuando la puerta se abrió y las figuras de Davidcito y mi hermana interrumpieron el momento.

— ¿Estás lista? —preguntó Maya sonriendo divertida y tragué con dificultad esquivando la mirada de David, ¿por qué estaba tan nerviosa?

—Ehm, s-sí, B-Bryan me estaba viendo el moretón —aclaré rápido como si tuviera que dar alguna explicación.

— ¿Por eso te tenías que quitar el vestido, hermanita? —Maya me miró inocente y le lancé dagas con la mirada.

—No me quité el vestido. Además, Bryan es doctor y ya me ha visto todo lo que el sol no toca—miré a mi conquista y noté como se sonrojaba un poco mientras intentaba aparentar normalidad.

—Solo vine a visitarla, me enteré que tuvo una caída —por fin habló y me digné a ver a David, quien se encontraba serio pero no aparentaba nada, estaba neutro.

—Bien —dijo por fin mi tormento y tragué con dificultad mientras me acercaba al doctor.

— ¿Algo más, Bryan? —alcé una ceja en su dirección y él sonrió mientras asentía levemente.

— ¿Sigue en pie lo de la cita? —preguntó y lo miré sorprendida, pensé que ya se le había olvidado.

—Acaba de tener una caída, no creo que esté para citas —David habló estaba vez un poco más serio y rodé los ojos tomando una mano del doctor.

—Estaría genial, claro —él sonrió y yo igual mientras mordía mi labio inferior.

—Bien, ¿para cuándo la quieres? Estoy a tu disposición —reí y fruncí la boca pensando muy bien, necesitaba al menos unos días para recuperarme un poco.

¿Después como me sentaría en el restaurante?

O mejor, ¿sobre la cita?

—Te doy los detalles después, ¿vale? —él sonrió asintiendo y, cuando me iba a responder, una mano se detuvo sobre la mía haciéndome caminar hacia un cuerpo tenso, mejor dicho, hacia un hombre nada contento que estaba viendo la escena con muy poca emoción.

— ¿Ya? —David preguntó y asentí despidiéndome con la mano del doctor, quien sorprendiéndome y sorprendiendo a todos, dejó un pequeño beso en mis labios.

—Nos vemos, Lauren —sentí un cosquilleo pasar por mi cuerpo y sonreí como tonta viendo al sujeto marcharse.

...

— ¡No! —fruncí el ceño subiendo más rápido las escaleras y él simplemente bufó.

—Ren, no te puedo dejar sola así, ahora —negué y miré al frente sintiendo el dolor intenso en mi culo y en mi pierna, pero no le estaba prestando atención a eso, ¡¿cómo pretendía que viviera con él y con Amelie en una misma casa?! Y peor, ¡¿con Maya?!

¡Era un suicidio!

— ¡No voy a poner a mi hermana en una situación así, David Aarón! —el hombre hizo una mueca cuando lo llamé por su nombre completo y luego bufó.

Mi paso se estaba volviendo pesado y me ardía como la mierda el trasero.

—Lauren, entiende, no te voy a dejar sola, no te puedo alejar de mí —rodé los ojos, no me iba a dejar convencer con su cursilería barata, ya conocía esa técnica.

— ¿No? Pues entonces no me pongas en situaciones incómodas, ¿cómo pretendes que conviva nueve meses con tu prometida y mi hermana? No puedo, realmente me sentiría demasiado... —mal.

—Incómoda, lo sé, en serio lo sé, pero entiéndeme tú a mí, ya no solo se trata de Amelie, ahora es sobre Nick, ¿qué pasaría si te sigue y se mete a tu departamento?

—Tú no lo permitirías —lo interrumpí y él apretó sus labios sabiendo que tenía toda la razón.

—Aún así, no permitiré que te quedes sola, necesitas que alguien te cuide y...

—Maya me cuidará, ella sabe hacerlo, ¿quedarme sola? He estado sola mucho tiempo, podré sobrevivir. No te preocupes, solo tienes que ver el lado positivo, uno, ya no me tendrás que soportar, dos, adiós comentarios fuera de lugar, tres, ya no tendrás que dormir conmigo porque ahora tendré a Maya, la molestaré e incomodaré a ella, tú ya no tienes por qué... —callé de repente cuando los dedos de David se detuvieron en la parte trasera de mi cuello y me acercaron a él dejando nuestros rostros a pocos centímetros del otro, haciéndome sentir la presión de la pared contra mi espalda —. N-no hagas esto... D- David...

—Escucha, Ren, —su voz sonó ronca y profunda a medida que nuestras respiraciones chocaban cara a cara, rápidas y lentas a la vez, por alguna razón sentía que el corazón se me iba a explotar en el pecho —nunca me ha molestado tu compañía. Sé que puedes sobrevivir sola y sé que has estado sola por mucho tiempo, pero ya no más. Yo no te dejaré estar sola de nuevo y créeme, no me alivia para nada saber que te alejarás de mí, no me alivia que te apartes y dejes de joderme con tus comentarios fuera de lugar y tampoco me gusta para nada saber que dejarás de necesitarme para dormir bien. Tú nunca me has estorbado, nunca me has fastidiado o molestado. Sí, eres un maldito grano en el culo pero te soporto porque eres importante y no, no son palabras cursis, yo no soy un hombre que va diciendo palabra cursis, pero si las digo es porque las siento; ahora deja de creer que te estoy mareando o mintiendo cuando sabes que estoy siendo completamente sincero contigo y conmigo mismo, ¿de acuerdo? —mi corazón latió desesperado cuando él se separó un poco; me estaba acorralando contra la pared de las escaleras de su pent-house —. A demás, ambos sabemos que también me... —abrí ligeramente los ojos y él calló enseguida, como si se hubiera dado cuenda que lo que iba a decir no estaba bien.

— ¿También qué? —Pregunté y él apartó la mirada separándose de mí — ¿También qué? —Insistí, no soportaba tanto misterio, me abrumaba — ¡Habla!

—También... —bajé la mirada y suspiré, era obvio que solo había sido mi imaginación.

—Vamos, aún nos quedan cuatro pisos —comencé a subir las escaleras sintiendo el dolor horrible en mi cuerpo, esta había sido la peor elección, me hubiera metido con Maya en el maldito ascensor así fuera llorando.

—Ren... —David murmuró mi nombre y lo ignoré.

Él lo sabía. Él sabía lo que sentía por él y aún así me hacía esto. Me confundía.

Y tal vez yo siempre pensara otras cosas, pero igual dolía, él no se tenía que aprovechar de mi atracción para convencerme. Eso me hacía mal, ¿qué no veía mi cara? Parecía una idiota babeando cada vez que me miraba, daba pena ajena.

...

— ¿Por qué tardaron tanto? Llevo como una hora aquí —Maya suspiró y se sacudió el pantalón levantándose del suelo. David y yo nos quedamos en silencio y luego yo me adelanté a hablar para terminar con el silencio incómodo.

—Tuvimos que hacer varias pausas, genio. Recuerda que estoy jodida —hice una mueca y Maya frunció el ceño acercándose a mí.

—Oye, estás pálida —mi hermana examinó mi temperatura y suspiré, sabía mejor que nadie que eso no era por la caída; a veces los sentimientos podían enfermar el cuerpo.

—Estoy bien, solo necesito un poco de agua —murmuré apretando mis dientes, había sido una muy mala idea subir todas esas escaleras. Eso me había pasado por necia. David me dijo que me cargaría pero yo me negué rotundamente, prefería morir de dolor antes de aguantar otra amenaza de Amelie.

—Lau, creo que tienes fiebre —Maya tomó mi mano y escuché los pasos de David detenerse delante de mí mientras sus manos inspeccionaban mi temperatura.

—Sí, tienes fiebre. El doctor dijo cero esfuerzo y mira esto —la voz de David sonó molesta y yo murmuré un leve "no" cuando me cargó como si nada haciéndome sentir tonta —Maya, anota la clave —mi hermana asintió y presionó los botones haciendo que las puertas se abrieran.

La primera en pasar fue mi hermana viendo todo a su alrededor, la entendía, tenía la misma expresión que yo cuando vine por primera vez.

—Wow —Maya silbó y miré a David cerrando la puerta —. Linda casa.

—Gracias, sígueme —evité apoyarme en David pero fue imposible, poco a poco dejé mi orgullo de lado y apoyé mi cara en su hombro sintiéndome un poco mejor, aunque el dolor en mi cuerpo seguía en aumento.

— ¿Esta es su habitación? —escuché la voz de mi hermana y abrí ligeramente los ojos dándome cuenta de que estaba en mi habitación, pero estaba se veía un poco más acomodada, ¿la habían arreglado para mí?

—Sí.

—Es como dos habitaciones de mi orfanato juntas.

—Tranquila, la tuya queda al lado de esta.

— ¡¿Tendré mi propia habitación?!

—Sí.

— ¡Ahhh! ¡¿Puedo ir a verla?!

—Ehm, sí, si quieres.

— ¡Gracias, David!

Hice una mueca mientras me acomodaba mejor en la cama, me dolía mucho el cuerpo.

— ¿Te intimida mi hermana? —logré preguntarle a mi tormento mientras me quejaba levemente por el dolor.

—Realmente, no lo sé... Es muy intensa —sonreí, y eso que solo llevaba un día de conocerla.

—Lo siento, si quieres nos puedes enviar a otro lu...

—Dije que no. Te quedas. Dije que era intensa, no que no me agradara, ahora deja de preocuparte por todo, ¿sí? Solo descansa —rodé los ojos.

—No me pongas pañitos fríos, ¿okay?

—Está bien.

...

David.


—No puedo creer que me hayas hecho venir hasta un bar solo para preguntarme con cual chica deberías quedarte —miré a mi hermano menor y él solo sonrió divertido mostrándome las fotos.

—Solo di y ya, ¿Ámbar la pelirroja o Summer la rubia? —rodé los ojos, Taylor era demasiado imbécil a veces.

—Ambas son lindas —tomé un trago de cerveza y él bufó.

—Esta pistola no llega a dos en una sola noche, hermano, tengo dos semanas que no tengo nada de nada... —hice una mueca dándole un golpe en la cabeza, asqueroso de mierda.

—Taylor, no estoy para decidir o no qué chica es más linda para que te la folles, deja de ser tan infantil por un momento —me terminé la cerveza y fruncí el ceño viendo la encimera de madera, me sentía bastante extraño.

—Oye, ¿te pasa algo? —mi hermano me miró preocupado y yo apoyé mi frente de mi mano mientras suspiraba. No, no estaba bien.

No estaba para nada bien.

—Dave, ¿pasa algo? —la otra cerveza llegó y no dudé ni un segundo en darle un buen sorbo sintiendo el alcohol bajar por mi organismo, necesitaba esto y ni siquiera lo sabía.

"N-no hagas esto... D- David..."

"A demás, ambos sabemos que también me..."

"¡Habla!"

"¡¿Qué es lo que me molesta?!

¡Me molesta que siempre te quieras hacer el amable cuando sabes perfectamente que me gustas! Y no, no digo que me gustas de una manera amorosa, solo no tienes que estar siempre atento a mí, a cualquier mujer le gusta un hombre como tú y aquí estoy yo, siendo ese tipo de mujeres. No es tu culpa, pero ahórrame esta etapa de encantamiento, te lo pido, yo te dejaré en paz por respeto, ya no quiero nada más, pero tú tampoco me confundas"

"No te preocupes, solo tienes que ver el lado positivo, uno, ya no me tendrás que soportar, dos, adiós comentarios fuera de lugar, tres, ya no tendrás que dormir conmigo porque ahora tendré a Maya, la molestaré e incomodaré a ella, tú ya no tienes por qué..."

—Me gusta Lauren —murmuré y Taylor me miró un segundo impresionado, como si no se esperara que dijera eso.

—Ya lo sabía —se encogió de hombros y fruncí el ceño.

— ¿Qué? ¿Cómo...?

—David, hermano, eres demasiado evidente. Además, cuando la llevaste al cumpleaños de los gemelos Wells estabas babeando por ella —fruncí el ceño, claro que no.

—No seas idiota, tampoco...

— ¿Cuándo te diste cuenta? —preguntó mi hermano menor y suspiré dándole otro trago a la cerveza.

—Hoy... Hace tiempo... No sé —suspiré confundido, me sentía como el peor ser humano de la tierra.

—Wow, eres una completa basura, tienes prometida y te gusta otra, ¿qué haces aquí? Deberías suicidarte, escoria —alcé una ceja en dirección a mi hermano y él sonrió divertido — ¿Quieres que te diga eso? ¿No?

—No me ayudes mucho, Taylor.

—No es cuestión de ayudarte, es abrirte los ojos, hermano. No eres un maldito porque te guste otra aparte de Amelie, ¿quién carajos se aguanta dos infidelidades como si nada? —relamí mis labios —. Vamos hermano, solo tú, ¿en serio la amas?

—No es por eso, sabes que no me importa eso —suspiré y él ladeó la cabeza —. No es venganza ni despecho, es que... No lo sé... Lauren no... No sé qué... Está saliendo con el maldito doctor, joder.

— ¿Te molesta eso? —me pasé una mano por la cara sintiéndome más imbécil de lo normal.

—Maldita sea, lo quiero matar —recordé el beso en la mañana y negué apoyando mi cabeza de mi antebrazo sobre la encimera —. Pero ella lo merece, ella se merece a un tipo como él.

— ¿Y qué te hace creer que ese tipo no eres tú?

—Le hice daño hoy, Taylor. Le estoy haciendo daño con esta mierda... No puedo más, ella no se merece esto.

—Hace días me confesaste que no estabas enamorado de Amelie—fruncí el ceño, a veces borracho decía demasiadas tonterías.

—Yo la quiero...

—Pero no la amas, David, ¿por qué sigues con esta mierda?

—No la puedo dejar así...

— ¿Qué tiene el doctor que no tengas tú?

—Él no está comprometido.

—Bien, que se la coja el doctor, pero después no te quiero ver llorando —rodé los ojos, mi hermano no sabía dar consejos.

—Ella merece ser feliz, y no seré el típico tóxico que no la deja estar con nadie mientras yo estoy comprometido —joder, odiaba ser ese tipo de personas, no era lo mío. Si yo no la hacía feliz, ella merecía conocer más personas, fin.

Y no era cursilería, pero Lauren se merecía algo muchísimo mejor, algo mejor que yo.

— ¿Solo te gusta y ya? —me preguntó mi hermano y suspiré contra la madera, ni yo mismo sabía eso.

—Me gusta mucho —suspiré recordando su cara hoy, cuando estábamos en las escaleras y casi la beso, ella no se había dado cuenta, pero estuve a punto de besarla.

—Ay hermano, estás jodido —miré a Taylor con una mueca.

— ¿Qué clase de hermano eres?

—Soy sincero.

—Gracias, idiota. 


...


Uhhh, en este capítulo tampoco apareció Amelie, ¿dónde estará? 

Fuertes confesiones.

 ¿Qué opinan sobre David? 

¿Qué opinan sobre Lauren? 

Recuerden que cada personaje tiene una cuenta en instagram, (incluyendo Venus, Sthepen, Dania, Daniel, Taylor, etc). Vayan a mi ins  donde les aparece todo. 

#TeamDavid

#TeamDoctor 

.

#Daren 

#Dalie 

#Bryren (Lauren y Bryan "el doctor") 


¿Aún no me sigues?

Pues...

Con mucho amor y un beso en la boca

- Nepasavoir



























Puto el que lo lea. 

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