Capítulo 54

Un fuerte dolor me invadió en la cabeza, me queje al abrir los ojos sintiendo la molestia de la luz y mi cabeza que punzaba.

—Leslie—escuche su suave haciéndome sentir mi dolor desaparecer, gire para ver a Blythe quien me miraba con preocupación —¿Como te sientes? ¿Te duele algo?

—Solo un poco la cabeza
—admití sintiendo aún el malestar, tomé su mano para sonreirle—. Pero ahora me siento un poco mejor... ¿Que sucedió?

—Aparentemente un conductor ebrio perdió el control. El doctor dice que tuviste mucha suerte de solo haberte golpeado la cabeza.

—¿Que hay de Sean? —pregunté por el agente al tener un vago recuerdo de él empujandome lejos.

—Solo un par de rasguños, nada grave.

—¿Y el conductor? —pregunté pero ella solo negó.

—¿Dónde está Iris?

—La e dejado con Felicity. Estábamos bastante asustadas, por un momento pensé que te perdería.

—¿Alguna vez has escuchado el dicho de, hierba mala nunca muere? No tienes porqué preocuparte, nada grave me pasará.

—Prometemelo.

—Lo prometo—dije besando sus nudillos. Ella me sonrió más tranquila. El sonido de la puerca captó nuestra atención, el señor Prince entró mirando a ambos.

—¿Puedo estar un momento a solas con Shuster, cariño? Solo necesito hablar acerca del accidente.

—Esta bien, papá —ella se levantó me miró para besar mi mejilla —. Iré por algo de comer, ¿quieres algo?

—Estoy bien, ve y alimentarte bien. Recuerda que ahora comes por dos.

Ella solo me sonrió antes de marcharse, cerró la puerta y el señor Prince se acercó a mí un tanto cauteloso antes de dejar una pequeña carpeta sobre un mueble tomó asiento y me mostró una fotografía de un hombre muerto.

—¿Quién es él? —pregunté un tanto confundido.

—Es el conductor del auto que intentó asesinarte, su nombre es Rob Stokes, trabajaba en una empresa que se fue a la bancarrota, debía mucho dinero y aparentemente alguien le pagó para realizar este acto.

—¿Como lo sabes?

—Dejó una carta—dijo extendiendome el pedazo de papel que contenía unas manchas de papel.

A la prometida de Leslie Shuster, quiero pedirle disculpas por realizar esto. Se que no tengo perdón pero debo hacerlo, se que me entenderá porque usted también tiene una familia por la cual debe preocuparse y yo amo mucho a mi familia, por eso mismo me rompe el corazón el dejar a un pequeño sin padre. Usted se involucró con las personas equivocadas y si quiere un último consejo, salga de ahí.

—¿Blythe sabe acerca de esto?

—No, su más grande preocupación fuiste tu por lo que no tomó mucha importancia al conductor. Le mentí diciéndole que había sido un simple accidente.

—Pero esto no es un accidente.

—Así es, temo por la seguridad de mi hija y de su bebé, tener guardias no bastará, la necesitamos en un lugar cerca, donde sea sencillo vigilarla—menciono el señor Prince.

—Tendremos que buscar alguna excusa para que ella se quede con ustedes.

—Conozco a mi hija, ella no sedera fácilmente a dejarte solo y mucho menos a Iris.

—Concuerdo con usted.

Ambos guardamos silencio pensando en alguna solución lo suficiente creíble para que Blythe se quedara con sus padres.

—¿Y si  te rompes un brazo? —preguntó con seriedad pero yo solo negue—. Suena como una  buena opción para que ella vuelva.

—A mi me suena como una excusa.

—Puede decirse que en un 50%. No me agradas del todo, ese es un hecho pero amo a mi hija y debo tolerarte.

—Creo ya que tengo la excusa perfecta para Blythe.

🌹🌹🌹

—¿No crees que estas exagerando un poco? —me pregunto Blythe mientras bajaba la maleta de la cajuela.

—El doctor mencionó que debo tener reposo en un lugar tranquilo y después del accidente no puedo evitar pensar en qué algo similar te puede suceder.

—Oh por favor, Leslie estas actuando algo paranoico.

—Blythe, mi amor, en verdad te amo pero eres un imán para los desastres, se que querrás encargarte de todo y te vas a exceder, ya no puedes hacer eso, estas embarazada y en cuanto a Iris se que aprovechará la situación para buscar conflictos.

—Resignate Blythe, este hombre si que nos conoce—Iris palmeo la espada de Blythe antes de soltar un largo suspiro—. Miraré el lado positivo de todo esto, tu mamá me dará muchas galletas.

—¿No crees que soy lo suficientemente buena para cuidar de ustedes y de mi? —interrogó Blythe un tanto ofendida.

—Ayer sentía que casi moría y lo único en lo que pude pensar fue en su seguridad —dije acariciando su barriga—se que no te agrada la idea y puede que si este exagerando las cosas pero en verdad estoy asustado de que algo pueda perderte.

Ella me miró poco convencida pero al cabo de unos segundos una sonrisa adorno su rostro.
Me encantaba su sonrisa, espero que nuestro bebé tenga esa misma sonrisa.

—De acuerdo, pero solo será por un corto tiempo.

—Me parece bien.

—Perfecto—bese sus labios pero al escuchar a su padre aclarandose la garganta no disfrute tanto de ese beso como me hubiese gustado.

—Solo porque ya la embarazaste no significa que puedes ser tan liberal. Mi casa, mis reglas así que tengan tranquilas esas manos — nos advirtió el señor Prince mientras enteraba con un par de maletas.

—Estoy segura que en un par de días te daras cuenta de tu error.

Dijo cómica Blythe, miró hacia adentro y al no divisar a su padre volvió a besar y tras una sonrisa triunfante entró a su hogar, yo solo la miraba contemplado aquella hermosa persona que quería proteger más que nada en el mundo. Y sabía mejor que nadie que no me arrepentiria de tomar tal decisión, puede que ya no tuviese las mismas libertades pero prefería eso a llegar a perderla.

El asunto de las amenazas y el intento asesinato con el auto es un secreto que sólo conocemos el señor Prince y yo, ninguno piensa compartirlo con las mujeres que amamos y hasta cierto punto es una carga un tanta pesada pero de alguna forma u otra logramos sobrellevarlo, ahora Blythe piensa que habernos mudado a su hogar de manera indefinida fue una buena idea pues piensa que tengo una mejor relación con su padre, si tan solo supiera la verdad estoy seguro que sería ella quien me asesinaria con sus propias manos, en cuanto a Iris es bastante feliz recibiendo las atenciones de la madre de Blythe, sin mencionar que la visita de los Coxx's son frecuentes por lo que ella siempre tiene con quien entretenerse en cuanto a Blythe comparte mucho con su madre respecto a su embarazo, el ambiente es tranquilo y un tanto relajado pero aún así hay un asunto que me tiene un tanto desconcertado.

—¿Donde esta mamá? —preguntó Blythe tomando asiento a mi lado.

—Esta atendiendo una llamada—contestó el señor Prince.

—Sabias que en la semana 9 de embarazo el rostro del bebé se comienza a definir—dijo Iris anotando algo en su cuaderno para después acercarse a la barriga —se que aún no escuchas pero, por favor bebé, ten la dicha de parecerte a tu madre.

—Que Dios escuche tus plegarias.

—Papá —dijo Blythe en advertencia pero él solo fingió no escucharla.

—Por primera vez estoy en concordancia con ambos. Puedes imaginarte a ese lindo bebé con tus bellos ojos color avellana, ese achocolatado cabello sin mencionar que esa hermosa sonrisa.

—¿Enserio mi sonrisa es hermosa?

—La más bonita de todas.

—Creo que si quieres que ese bebe tenga padre al nacer ustedes dos deben dejar de coquetear.

Mire al padre de Blythe quien permanecia en silencio mientras arrugaba su periódico. Un fuerte grito nos alarmó a ambos, Blythe trató de levantar pero yo la detuve, tomé a Iris para dársela a Blythe, el señor Prince sacó su arma para adelantarse mientras que yo iba detrás de él. Al llegar a la cocina vimos a Susan llorando mientras saltaba con él teléfono entre manos, el señor Prince guardo su arma para después ver a su esposa un tanto confundido.

—¿Que sucede?

—Vamos a hacer abuelos.

—Eso ya lo se—contestó un tsnto obvio el señor Prince.

—No me refiero a eso, vamos a hacer bisabuelos. Corey me acaba de llamar para decirme que la novia de Larry está embarazada.

Al parecer aquel enigma ya se resolvió.

—¿Por qué son tan descuidados los jóvenes de hoy en día? —se quejo el señor Prince pero Susan solo lo golpeó.

—No seas amargado. Esto se debe celebrar.

Su esposa se apresuro a abrir el refrigerador, gire para observar a Blythe y Iris que nos miraba con una sonrisa arrogante.

—¿Que? —preguntamos al unísono el señor Prince y yo. Aquello fue extraño.

—Ambos son unos completos paranoicos —dijo Blythe.

—Concuerdo con mi cuñada. Al parecer tienen más en común de lo que creen.

El señor Prince y yo nos miramos antes de negar con un cierto escalofrío, no es que me desagradara mi futuro suegro pero tampoco es como si hubiese aquella química de afecto amistoso, solo ambos teníamos como prioridad la seguridad de nuestros seres queridos.

—Al parecer Larry resolvió las cosas con Ana—mencione y Iris salto de la emoción.

—Perfecto, llamaré a todos para empezar con las apuestas.

Iris corrió en dirección hacia Susan quién aún sostenía el teléfono con gran alegría.

—¿Sería paranoico de mi parte por preocuparme por la fision de Iris hacia las apuestas?

—Posiblemente. Pero más vale prevenir que lamentar—mencionó y yo di un paso para ir detrás de ella pero Blythe me detuvo —. Espera, yo quiero hacerlo, debo ir practicando... Iris Shuster suela ese teléfono ahora.

Dijo con cierta severidad Blythe pero mi hermana solo rio con burla por su actitud. Daría lo que fuera porque esto fue permanente.

Capítulo dedicado a:
hatelizzie

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