Capítulo 53
—Yo quiero escoger el nombre—pidió Iris mientras recargaba su cabeza sobre el estómago aún plano de Blythe.
—¿No crees que aún es demaciado pronto? —preguntó Blythe. Después de todo, una vez que volvimos al doctor para pedir todo más a detalle Blythe apenas contaba con ocho semanas de embarazo.
—Cuando menos lo pienses la pequeña criatura ya vendrá en camino.
—Aún nisiquiera sabemos el sexo del bebé
—comente tomando asiento al lado de ellas.
—Puede ser un nombre unisex. Como Leslie—se burló Iris y si no fuese porque su cabeza está recargaba sobre el vientre de Blythe le habrá dado un galón de orejas.
—Y por esta razón tu no escogerá el nombre de mi bebé —mencione y ella solo me arrugó la nariz antes de hacer caras graciosas hacia el estómago de Blythe.
—Tía Iris te va a querrer mucho. Te enseñaré a hacer travesuras para no ser descubierto la mayor parte del tiempo.
—¿Que clase de consejos son esos para el bebé?
—No te preocupes. El bebé comienza a percibir sonidos hasta las 20 semanas, aunque el oído del bebé está completamente maduro a las 25 semanas de gestación. Así que si quieres maldecir aún puedes hacerlo.
Mire a mi hermana pero ella solo sonrió fingiendo inocencia para volver acariciar la barriga de Blythe, cuando volvimos y le dimos la noticia salto de alegría, literalmente, llamó por teléfono a la señora Carmen reclamando su dinero de la apuesta cosa que tuve que corregir después, pero ella seguía tan feliz que corrió en dirección al hogar de Felicity para presumirle a Gabriel que sería tía, aunque aquello sólo provocó una gran riña para nosotros por parte de Felicity quien según ella nos advirtió sobre esto, ni siquiera nuestros padres nos sermonearon tanto como Felicity pero entendía su preocupación y debía admitir que mi preocupación era el doble pero ahora que tenía a alguien con quien compartirla la carga no era tan pesada, el señor Prince había nombrado personalmente a un agente para que estuviese de encubierto como mi nuevo empleado y debido a que Ana se ausentaria las cosas habían quedado perfectamente, tenía una seguridad para mi familia aunque muy dentro de mi ese pequeño secreto me molestaba, no quería preocupar a Blythe pero tener este secreto me molestaba un poco la conciencia.
—Mi padre llamó por la mañana—dijo Blythe captando mi atención
—dice que quiere ayudarte con la preparación para la habitación del bebé. Pero no entiendo porque tanto entusiasmo, ni siquiera tenemos una habitación para el bebé.
—Debes estar bromeando. Es obvio que tu habitación se convertirá en la del bebé
—dijo Iris mirando a Blythe.
—¿Y porque la mía?
—Ya estas embarazada, no veo el porqué no compartas habitación con mi hermano, no es como si te pudiera embarazar otra vez.
—Sabes Iris, a veces tus comentarios me asustan. Deberías pensar en princesas o en juegos.
Mencionó Blythe ocasionando una risa a mi hermana quien negó lentamente.
—No lo creo. Además considero esto como una gran oportunidad para estudiar de cerca la gestacion del bebé, síntomas del embarazo y el proceso que este conlleva.
—Me alegra saber que mi embarazo te entusiasma.
—Por supuesto, sus deditos ya comenzaron a formarse y su tamaño es de una frambuesa. Le diré Rubus idaeus, porque decirle frambuesa es muy tonto.
—Bien, parece que nuestro bebé ya tiene su primer apodo—comente mientras me levantaba del sillón.
—No lo sé, Rubus idaeus suena muy masculino, ¿que si es una niña?
—El padre de tu bebé se llama Leslie, ¿y tu quieres etiquetar la identidad de género del apodo del bebé?
—Touche—escuche decir a Blythe, gire a ver a ambas femeninas quienes parecía importarle muy poco mi opinión al respecto, ¿desde cuando este par hace bromas con mi nombre?
—Ana se irá mañana, ¿quieres ir a despedirla?
Le pregunté a Blythe pero ella guardo silencio, parecía tan dudosa al respecto, no sabía si habían tenido una riña o si se sentía triste porque una de sus amigas de marcharía, me acerque para notar cierto temor en su rostro, se levantó con cuidado.
—Si te preocupa Ana no tienes nada de que temer, ella siempre a sido así, se va pero termina volviendo.
—No es eso —mencionó mientras la duda la seguía invadiendo—. La verdad es que Ana también está embarazada.
Mencionó sorprendiendome un poco, ¿aquel espíritu tan libre embarazada?
—Y el bebé es de Larry—soltó de golpe y note un gran alivio en su mirada —. No tienes ni idea lo que este secreto me tenía afectada, necesitaba soltarlo.
—¿Y cuanto tiene de embarazo? —preguntó Iris captando nuestra atención —Porque si ese bebé resulta nacer antes que el tuyo habré perdido la apuesta contra Dominic.
—¿Que clase de amistad tiene ustedes dos? Huyen juntos, se meten en problemas todo el tiempo y ahora hacen apuesta.
—Es una amistad con muchas sinceridad —me respondió con simpleza mi hermana.
—No es nuestro deber comentar respecto a esto, así que suelta ese teléfono —le indique a Iris cuando la vi tomar el teléfono —. Sin embargo Larry no se puede vivir con ese engaño, hablaré con Ana.
—Creo que lo mejor sería que yo hablara con ella
—sugerido Blythe pero yo la tome de los hombros para que tomará asiento.
—Esa mujer es terca y necia como una mula. Yo hablaré con ella, por ahora solo descansa no quiero que mi futuro bebé nazca con el mismo rostro de molestia que su padre.
Mencione pero Blythe solo rio antes de robarme un beso.
—A mi me gusta tu cara de enojo, es bastante linda.
—Oh Dios, ya cumplieron con la comicion de reproducción —dijo Iris fingiendo asco—si quieren placer busquen un hotel.
Yo solo negué mirando a mi hermana, sabía que no importaba lo que le dijese ella siempre diría cualquier tontería, agite su cabello para después marcharme en dirección a la florería.
Al cruzar la puerta mire a Ana riendo a carcajadas con el oficial imcubierto.
—Ana necesitamos hablar.
—Creo que ya es demaciado tarde, te recuerdo que ya renuncie así que si quieres despedirme no te daré el gusto.
—No es sobre eso—dije serio y su sonrisa se borro.
—Supongo que era algo obvio, Blythe ya te lo dijo, ¿verdad?. Mire si quieres conversar respecto a eso la respuesta es no.
—Creo que merece saberlo.
—Yo creo que no.
—Esto no se trata sobre un cachorrito el cual puedes esconder de tu madre. Ana esto es serio, eso no se hizo solo.
—¿Y crees que no lo sé? Mira entiendo tu preocupación pero al final la última palabra la obtengo yo.
—La obtienen ambos. ¿Que si algún día tu bebé quiere conocer a su padre?
—Pienso darlo en adopción.
Me confesó y ambos nos quedamos en silencio, el agente tomó unos papeles para correr en dirección al almacén para encerrarse.
—¿Por qué? —pregunté al final y note una gran tristeza en su mirada.
—Soy un completo desastre Leslie, Nisiquiera puedo cuidar de mi misma, ¿ahora debo cuidar de otra persona?
—Se que puede ser aterrador, se lo que sientes después de todo compartimos el mismo pasado pero esto no tiene porque afectar tu futuro.
—Es fácil para ti decirlo, tienes a Blythe, alguien a quien en verdad te ama.
—¿Y que te hace pensar que Larry no te quiere?
Cuestione y ella solo sonrió de una manera burlona.
—Cómo si le fuese a decir al chico con el cual comparto una relación casual que estoy embarazada de él.
—¿Y entonces piensas irte dejándome vivir en la ignorancia?
—Larry.
Dijo casi en un grito Ana cuando entró a la tienda, gire para verlo se veía muy molesto y creo que eso era mucho decir, me hice a un lado para no intervenir entre ellos, cuando él se acercó Ana le golpeó la entrepierna para salir huyendo de la tienda y fue en ese momento que me percate que fue una mala idea haber tenido este tipo de conversación aquí, me acerque a Larry quien se retorcía en el suelo y no lo culpa, hasta yo sentía su dolor ahí abajo.
—¿Cuando se va? —me pregunto con dificultad.
—Mañana, tomará el vuelo de las ocho a Irlanda.
—¿Y porque nadie me dijo?
—No es un asunto nuestro, además si no hubieses llegado creo que sería yo el que estuviese retorciendose ahora mismo.
—Iré por ella.
Larry con cierta dificulta se levantó para marcharse de la tienda, creo que las cosas serían un tanto complicadas para ambos. El silencio reino en la tienda y note como el agente salió lentamente del almacén.
—¿Ya terminó todo?
Estoy comenzando a dudar sobre la capacidad de este oficial, creo que tendría que hablar sobre eso con el señor Prince. Me acerque a él pero las luces de un auto me cegaron un poco, gire para observar como un auto acercarse en mi dirección, todo se sintió tan rápido que ni siquiera tuve tiempo de reaccionar, solo se que todo de pronto se volvió oscuro.
Capítulo dedicado a:
NemimiLaNeme
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