Nunca e sido una persona que se interesa demaciado en los asustos personales de los demás, no creo que ser alguien con el derecho de cuestionar sus vidas ajenas porque no es algo revelante para mí por onde no debe importarme pero de alguna forma quería hacer una excepción esta vez, cuando vi al Blythe correr hacia el jardín me preocupe había salido de la cocina para observar a una mujer rubia muy bien parecida y cuando su mirada azul se cruzó con la mía con una media sonrisa note el porqué de la preocupación de Blythe, cuando ella me había comentado un poco del porqué su hermano había decidido adoptar no tome mucha importancia después de todo era una decisión personal de los Coxx pero la verdad es que siempre estuve consiente a que aunque fuese mínima la posibilidad de que uno de los padres biológicos de esos niños volviese las cosas serían un tanto alarmantes y entendía la preocupación de Blythe, de todos sus sobrinos todos le tenían un gran estima a Dominic y no era tanto por su incapacidad más bien en la forma en la que se metía en tantos problemas pero aún con todo con sus pequeñas sonrisa y un humor amargo lograba ganarse a la personad y yo no era la excepción.
Por lo que cuando Blythe llegó de nuevo a la cocina con aquel rostro de preocupación sabía muy bien el porqué.

—¿Quieres volver a casa?
— acaricie su espalda en forma de consuelo pero ella negó. No sabía mucho acerca de la familia de Blythe y realmente no preguntaba mucho pero por lo que Iris me había comentado el tema de adopción de Dominic había sido diferente por lo que su madre biológica aún contaba con un derecho legal sobre él. Ella podía llevárselo a su hogar sin problema alguno.

—No. Estoy bien, es solo que me preocupa un poco.

—Dominic estará bien, estoy seguro que podrán llegar a un buen acuerdo.

—Puede que si pero, ¿y si no lo logran? Que tal si...

Blythe guardo silencio cuando se escucho el llanto de Itzel, ella salió de la cocina para verla correr escaleras arriba en dirección a su habitación, un gran azote retumbó en la casa y ambos nod dirigíamos hacia la sala donde su hermano estaba sentado con las manos formando un puño sabía muy bien lo que ese rostro se significaba, el sentía tanta impotencia, se guardaba tanto para mantenerse al margen.

—En verdad lo lamento Corey, pero debes entenderlo. Es lo único que me queda en esta vida, Dominic es mi hijo no tuyo.

—Vete de mi casa... Hoy no es un buen momento.

—Estaré en Londres durante dos semanas—dijo la rubia mientras se levantaba —. No quiero llevar esto a juicio, quiero que vuelvas a ser tan comprensivo y me lo devuelvas de la misma manera en lo que te lo llevaste.

—Prometo llamarte al tomar una decisión con Itzel.

—Corey, muchas gracias por cuidar a mi hijo durante estos años. Y lo digo de corazón —la mujer se levantó nos miró con una media sonrisa y se despidió. Mire a Corey quien seguía en silencio, llevó sus manos a su rostro mientras que hacía todo lo posible por contenerse.

—Corey...

—Iré con Itzel, por favor dile a los demás que ella se sintió mal debido al trabajo. Por ahora mantendremos este asunto entre nosotros.

—Entiendo.

Su hermano subió los escalones y yo decidí que había observado y escuchado demaciado por lo que volví a la cocina. Tal vez no sabía mucho acerca de leyes pero si de algo estaba seguro es que si llevaban esto a juicio las cosas se tornaría bastante pesadas para todos. Ahora no solo estaba preocupado por Blythe, también por Iris sabía lo imprudente que era mi hermana y sabía que cometería alguna tontería si supiera que piensan llevarse a su mejor amigo.

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Los últimos meses de las carreras seglares siempre habían resultado ser las más aburridas de todos, normalmente lo que suele agobiar a los estudiantes es entregar la tesis pero desde que había decidido estudiar por mi madre había empezado a practicar varios borradores los cuales fueron sirviendo como algo base para empezar el trabajo final así que sin tener una tesis final la cual entregar me encontraba bastante despreocupado y un tanto relajado, Ana se encargaba de la florería mientras que Blythe con su tiempo libre me ayudaba con el hogar.

—Parece bastante relajado, Shuster —aquella voz me puso alerta, tomé el libro de la estantería para observarlo.

—Esta es una institución privada. ¿Que haces tu aquí?

—Te recuerdo que mi esposa trabaja aquí.

Mencionó y yo solté una risa socarrona.

— ¿Esposa? Ahora que mi madre murió si eres cercano con mi tía. Vaya premio de consolación.

— Solo porque nunca la llegue a amar no significa que no le tenga cierto aprecio.

—Solo ve al punto, ¿que es lo que quieres?

—Las cosas que pido son realmente pocas en realidad, me limitó con una respuesta, dime Shuster, ¿que se siente ser amenazado?

Interrogó yo solté el libro para tomarlo por la camiseta y golpearlo contra la pared.

— ¿A que maldito juego estas jugando? ¿Crees que puedes hacer el tonto y después venir a amezarme?

—Oh vamos Shuster, relajate. Ciertamente tus expresiones son divertidas pero yo jamás desperdiciria mi tiempo de esa manera.

—Entonces dejate de tonterías y habla como un hombre, ¿que demonios quieres?

—La verdad.

Mencionó confundiendome un poco, lo solté lentamente cuando el sonido de mi teléfono comenzó a sonar de manera insistente.

—Iris no está —escuche la voz de Blythe alarmada—. Felicity me dijo que su maestra no la vio en toda la mañana de hoy.

—Blythe, tranquilizate primero. Buscaré en los lugares que ella suele ir.

—Si esta bien. Yo llamaré a papá.

—De acuerdo.

Una vez que colgué lo mire, parecía estar atento a mis palabras pero sabía que sí hubiese sido él quien se llevó a Iris ya lo había mencionado, más bien quería otra cosa y no pensaba tomarme el tiempo para averiguarlo por lo que solo significaba una sola opción, Iris se había enterado acerca de la madre biológica de Dominic.

—¿Problemas Shuster?

—Esto no se quedara así.

—Es un hecho.

Salí de la biblioteca con prisa para correr por los pasillos escuche más de una llamada de advertencia pero todas las ignore para salir fuera de la universidad, nunca había sentido el recorrido de la universidad a mi hogar tan lejano y eterno.
Respire con agitacion cuando por fin llegue al estacionamiento trasero para tomar mi motocicleta, nuevamente otra llamada se hizo presente.

—Shuster hay malas noticias, tu hermana desapareció y creemos que lo hizo junto con Dominic —escuche decir al señor Prince por el teléfono.

— Lose, tengo una idea de donde pueden estar. Hay una vieja construcción de un hospital en la tercera avenida por el sur del río Támesis.

—¿Que te hace pensar que están ahí?

—Es un lugar lejano de las personas. Cuando mi madre solía estar viva dolía llevarnos ahí a jugar por el parque cercano, si ellos están huyendo ese es un buen lugar para esconderse.

—Informaré enseguida a una patrulla.

—Lo veo allá.

Dije y colgué el teléfono antes de encaminarme hacia aquel lugar a toda velocidad en mi motocicleta. Cuando llegue note que un auto ya estaba aquí me acerque para mirarlo con más atención, di un par de pasos más y sentí como mi pie piso algo, retrocedí un poco para observar un pequeño sobre blanco.

—Llegaste antes que nosotros bella Leslie—escuche decir a la oficial María Cutana y yo solo le extendí el sobre—esto es una mala señal.

—El primer equipo recorrerá el lado derecho del edificio, los demás siganme—ordenó el señor Prince.

—¿Donde está mi hijo?
—escuche preguntar con pánico a la mujer rubia quien bajó a toda prisa de la patrulla.

—Señora Allen vuelva a la unidad, esto no podría ser algo seguro.

Mencionó pero un grito nos distrajo a todos, corrimos en dirección hacia el grito para ver desde la lejanía a Blythe quien trataba de proteger a los niños de un hombre que portaba una navaja, cuando este tomó a Dominic la señora Allen sin pensarlo corrió en su dirección, vi al señor Prince sin embargo no disparaba y tampoco la agente Cutana, sabía que esto podía causarme problemas pero sin pensarlo tome el arma de la agente Mari Cutana y le dispare al hombre, arrogue el arma al suelo para correr en dirección hacia Blythe para verificar que estuviese bien, luego mire a Iris quien con él rostro pálido me miraba tratando de mantenerse firme cuando sabía muy bien que estaba aterrada, mire a aquel hombre que ya hacía en el suelo cubierto de sangre y yo lo único que pude hacer fue abrazar a ambas para evitar que siguieran observando aquella escena tan desgarrador.

Capítulo dedicado a:
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