Cuando llegue a la universidad mire la hora de mi reloj, tenia un poco de tiempo para ir a la biblioteca y buscar algo de información para estudiar la guía del examen que el profesor Coxx me brindo. Camine por los largos pasillos de madera mientras algunos estudiantes me miraba por unos cuantos segundos antes de murmurar entre ellos, debía confesar que aunque estaba acostumbrado a los murmullos no lo estaba del todo a las miradas. Al cruzar las enorme puertas Lucile paso enfrente de mi mientras bailaba con su colorido traje verde pistacho,sus enormes audifonos rojos resaltaban en su cabeza ya llena de canas, ella movia sus brazos hacia el frente junto con los libros que llevaba entre manos y cantaba una canción un tanto extraña, esa mujer si que tenia muchas energias y estusiasmos para su edad.
Esa escena si que habia sido lo más extraño que pude observar en toda mi vida.
Me encamine a la sección de industria para buscar el libro pero el murmullo de una converscion capto mi atención a estas horas era extraño ver a los alumnos a los alrededores por lo que aquel par de voces tan conocidas me causo cierta intriga, mire hacia arriba para observar el colorido vestido de Prince algo distinto estaba en su semblante por lo que decidi acercarme, subi las escaleras para despues observarlo a él, sonreía con coquetería y fingia una cercania que no tenia con Prince, lo notaba por su semblante se veia tan incomoda en especial cuando él coloco su brazo en el hombro de ella, sabia muy bien que significaba aquello y no me agradaba para nada el saber su significado por lo que me acerque con prontitud.

—Claro—la escuche decir con incomodidad—.Gracias por el consejo profesor Evans.

—Lo que sea por nuestra chica buena. Señorita Prince sabe creo que deberiamos algun dia...

—Me estorba—dije mientras quitaba su brazo bruscamente mientras me colocaba en medio de ambos, mire la seccion de los libros y algo me hizo sentirme contento con Blythe, creo que alguien tomaba muy enserio su trabajo de medio tiempo.

—Joven Shuster, tan desenfrenado y silvestre como siempre—dijo Evans repitiendo aquellas mismas palabras de la ultima ves que le quite a su presa.

—¿Quien es usted?—pregunte mostrando mi desinteres al no observarlo. Mire el libro que se encontraba a mi izquierda y lo tome—. Por cierto Prince, este libro es mejor que el te llevas en manos.

—Gracias—tomo el libro para intercambiarlo con el que llevaba entre manos y con una sonrisa me mostro su felicidad por tan simple gesto—.Crees que podrias recomendarme otro libro.

—Sinceramente señorita Prince, creo que deberia evitar el contacto con personas tan inferiores—aconsejo el profesor Evans antes de retirarse mientras me miraba rencorosanente.
Sinceramente creo que deberia lanzarlo por las escaleras.

—Toma este libro. Prince—la llame al percartar que ella no era muy buena leyendo el ambiente en especial uno tan aspero como el de hace unos segundos atras.

—¿Si?—respondio a mi llamando tan inocentemente que me hacía querer protegerla. Este sentimiento era tan parecido al de Lena, no queria que ella fuese la proxima.

—La proxima vez, golpealo con un libro—le aconseje mientras sacia el lugar donde Evans la habia tocado como si de esa manera pudiese limpiarla—.Pero si no funciona llamame y yo mismo lo golpeare, ese tipo es un idiota.

—Gracias Les.

—Creo que deberias reconsiderar mis clases sobre mandar a la gente por una maldita mierda.

Ella comenzó a reír y es que la primera vez que lo sugerí ella nisiquiera trato de hacer el intento, era demaciado pulcra para insoltar y parecio consiente de ello pero yo queria que lo tomara con seriedad, no la queria cerca de Evans pero primeramente ella tenia que pintar sus limites por ella misma.
Ella me sigio observando con una sonrisa y anque la miraba severamente no parecia aterrada como otras veces, peino su cabello hacia atras mientras negaba lentamente.

—Nisiquiera puedo decir una palabra ofensiva y tu quieres que mande a las personas por las defecaciones. No puedo hacerlo Les y lo sabes.

—Si puedes y por eso te digo que lo hagas—asegure mientras tomaba sus mejillas para comenzar a moverlas como si ella estuviese hablando—. Es sencillo, profesor Evans el tarado, vayase a la maldita mierda.

—No puedo—pronuncie con un tono se voz gracioso antes de volver a reir.

—Aprenderas con el tiempo—
asegure mientras la soltaba—. Mientras tanto mantente alejada de ese bastardo.

—Gracias por el consejo—dijo sin pedir explicacion ante mi mal habla hacia a él, creo que era un poco consiente de que ese hombre era un peligro.

—No tienes porque agradecer. Estamos a mano—mencione antes de marcharme. Creo que ahora tenia otro asunto importante que resolver.

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Entre al restaurante al cual habiamos acordado, la gente me miro por unos cuantos segundos antes de volver a sus respectivabas concersaciones, di unos cuantos pasos al frente para tratar de ubicarla hasta que la vi en el rincon en una mesa que se encontraba cerca de una ventana. No parecia haber cambiado en nada, seguia con el mismo corte de cabello, siempre con un liston en el y con sus típicos vestidos rectos.

—Por aquí— escuche su risueña voz mientras se le levantaba agitando su mano con euforia, me acerque hasta a ella para notar como se removia en su lugar un tanto nerviosa y ansiosa, extendio sus brazos pero de inmediato retrocedió mientras se reñia a si misma, finalmente optó por extender su mano la cual tome para saludar—. Debo decir que me impresiono bastante que llamaras es decir normalmente soy yo la que llama y siempre soy ignorada.

—Sinceramente no queria nisiquiera saber de tu existencia
—le confese mientras tomaba asiento.

—Y sinceramente no me sorprende escuchar eso de tu boca—menciono antes de reír— pero lo que si me sorprende es tu cambio de opinión, ¿que sucedio Shuster?

—Nada en particular. Solamente creo que es hora de dejar esa zanja.

—Nunca antes me habian comparado a una zanja, debo admitir que es un tanto interesante.

—¿Y donde está tu pequeña burbuja?—interrogue y ella sonrió con cierta ternura al darse cuenta que no habia olvidado aqiel apodo que ambos le habiamos puesto en el pasado.

—Con mi madre, ultimamente se ha vuelto muy apegada a ella.

—Ya veo.

—Les, ¿por que me llamaste exactamente?

—Para hablar—respondi con simpleza mientras miraba el menú.

—Lamento lo que paso hace tiempo, en verdad que si.

—Yo tambien lo lamento pero el disculparse no basta. Nunca intentamos arreglarlo y creo que eso es lo que realmente importa.

—¿Y como se supone que deberiamos arreglarlo?

—Seamos amigos otra vez, ¿que opinas?

—Me parece bien—dijo sin ocultar su alegria.

—Lena, ¿aun tienes relación con el inadaptado?

—Ah si, pero la verdad es que las cosas son un tanto complicadas. Es decir el solamente me habla para eso y es difícil decir que compartimos un relación.

—Es una pena, queria pedirte un favor.

—No te retengas—pidio mientras colocaba su mano sobre el menú para captar mi atención— te debo muchas cosas y hare lo que este a mi alcance para ayudarte en lo que necesites.

—Bien, por que quiero que alejes al maldito de Joshua Evans de alguien importante para mí.

—¿Alguien importante para ti?
—pregunto con sorpresa.

—Si. Y en cuanto mas pronto actues mejor sera para mi y para ella.

—Entiendo—menciono con firmeza aunque sus gestos demostrarán lo contrario, veía la completa duda en ella pero su determinacion y abnegación era mucho mas grande—¿de quien se trata?