Capítulo 06
—¿Me veo linda? —me pregunto Iris mientras entraba a mi habitación dando vueltas para que el vuelo de su vestido amarillo girase junto con ella.
—Tu siempre te ves linda florecilla—mencione mientras revolteaba su cabello.
—¿Estas seguro que no quieres venir con nosotras?— pregunto mientras hacia un puchero en manera de suplica. Ella siempre hacia eso cuando no queria estar sola en un lugar nuevo, pesar de que Iris parecia alguien muy madura para su edad y con mucho confianza la verdad es que los lugares y personas nuevas le intimidaban, en especial lo que parecia ser un hogar totalmente perfecto entendia su temor de no saber como encajar.
—Ahora mismo necesito comprar algunas cosas para la floreria. Tal vez sera la proxima vez—palmee su cabeza con cariño y ya solo me regalo una media sonrisa antes de alejarse. Tal vez era un tonta excusa despues de todo esa compra incluso podria realizarla mas tarde pero sabia que si asistia a esa reinion familiar por mas perfecta que fuese meteria en problemas a Blythe.
—Siempre dices tal vez es un no.
—Escucha Iris aunque no tengo ninguna atraccion hacia Blythe, el simple hecho de que ella sea una chica y yo un chico deja mucho de que hablar, ella es alguien con una reputación la cual debe mantener asi que sin importar lo que pase no le digas a su familia que vive con alguien como yo.
—¿Alguien como tú o con un chico?—interrogó.
—Con un chico—corregi de inmediato al notar su molestia—. Ahora solo ve y diviértete.
—Esta bien—respondio poco convencida.
—Por cierto Iris, una ultima cosa, ten mucho cuidado sobre lo que dices y como lo dices, no seas sarcasticas y mucho menos digas comentarios inapropiados.
—Yo siempre tengo cuidado con mi habla, soy alguien fina.
—¿Como la semana pasada cuando le gritaste a Blythe si necesitaba mas toallas femeninas porque estaba en sus dias del mes?
—Pero eso es algo natural, mamá lo dice todo el tiempo.
—Pero no es algo que se grite y mucho menos frente a un chico, no sabes como es la mentalidad de la otra persona y si eso puede incomodarlo o avergonzarlo.
—Esta bien.
—Bueno te dejo a cargo de una buena chica.
—¿Como lo sabes?—pregunto con curiosidad despues de todo la persona que menos trataba a Blythe Prince era yo, ironico tomando en cuenta que compartimos el mismo techo.
—Todo el mundo lo sabe con solo verla.
—Pero no se puede saber todo con ver a la persona tambien hay que conocerla. Como tu, tambien eres bueno Les.
—Se buena Iris—le dije antes de marcharme sin despedirme de Blythe.
Sali del edificio para tomar un taxi y dirigirme al supermercado. Siempre era rapido en mis compras y breve, ya sabia a que tienda iria y que encargaría para la tienda para que me lo mandaran y tambien que compraría para el hogar. Pensaba salir de la tienda como entre pero algo capto mi atención. Un pequeño niño rubio con gafas giraba sin parar en el mismo lugar, se rascaba sin parar su cabeza pero aun asi no se movia de su lugar.
—¿Estas perdido? —le pregunte al pequeño rubio una vez que estuve cerca, el pequeño giro pero parecia no ver ningun punto en especifico.
—No lo se, dimelo tú, ¿acaso un niño ciego que gira alrededor como si en verdad pudiese ver algo, parece estar perdido?
Cuestiono con un notable sarcasmo, solte una breve risa con cierta gracia, debo admitir que no me esperaba tal respuesta del pequeño, interesante respuesta para su edad.
—Entiendo mi pregunta fue estupida.
—Fueron tus palabras no mías.
—Voy a admitir que tus respuestas me sorprenden.
—Gracias, tu alago indirecto en verdad suena sincero, normalmente cuando soy algo insolente las personas se retienen porque soy ciego.
—¿Eres ciego? Vaya eso no lo vi venir—bromee a lo cual el pequeño se carcajeo lentamente mientras aplaudia.
—Ya entendi, chistes de ciego muy gracioso.
—¿Y exactamente que estas buscando?
—Bueno, vine de compras con mi madre pero me canse de estar con ella, es decir ella esta viendo cosas y es aburrido por lo que le dije que queria esperarla en una banca pero escuche algo interesante por lo que segui el ruido y ahora trato de ubicar el lugar donde me encontraba originalmente.
—¿Y exactamente donde te encontrabas?
—Pues estaba en una banca a un lado de una tienda—hablo con sarcasmo—oye chico no creo que entiendas todo lo que ser ciego implica.
—Entiendo que no puedas ver pero si oler y escuchar mucho mejor que yo, asi que concentrate y tratare de ubicarte.
—Bueno, recuerdo haber escuchado agua, como si se tratara de una catarata, tambien un olor dulce era como donas y escuchaba muchos niños reir.
—Estabas en el segundo piso, en el area infantil. Andando te llevare ahi antes de que a tu madre le de un infarto.
—Creo que primero recibire un gran regaño y luego le dara el infarto.
—Creo que seria bueno apresurarnos antes que yo tambien reciba un regaño.
—No dudes en que tambien lo recibirás.— aseguro el pequeño mientras nos encaminamos hacia el segundo piso—Me agradas—dijo el pequeño rompiendo el pequeño silencio que se formo—sabes, cuando la gente se da cuenta que soy ciego me tratan como si tuviese una grave deficiencia mental, realmente no lo entiendo yo solamente no veo la vida de la misma forma que ellos pero yo soy totalmente normal.
—Supongo que tratan de ser considerados pero lo hacen de una manera erronea.
—Lo se, pero aun asi es molesto.
—Es dificil entender el mundo de cada persona en especial cuando este es diferente. Nisiquiera por mucho que una persona te ame le es posible entender a plenitud los sentimientos, la única opción que queda es descifrar lo mas importante.
—¿Descifrar lo mas importante?—pregunto el pequeño a si mismo antes de acomodarse sus gafas de sol—. Sabes yo...
—¡Dominic!—un grito capto mi atención y a juzgar por la rigidez del pequeño supe de quien se trataba. Gire para mirar a una mujer de cabello rizado correr junto con un bebe entre brazos—¿A donde fuiste? Te dije que te quedaras aqui, ¿estas bien?, ¿no te lastimaste?, ¿te paso algo?
—Estoy bien mamá yo solo me perdi un poco—menciono con cierto cansancio el rubio— pero este chico me ayudo.
—Muchas gracias—menciono la mujer mientras tomaba a su hijo para acercarlo a ella—casi me muro del susto cuando no lo vi en la banca, estuve dando vueltas por horas y, eso me recuerda que estas en muchos problemas Dominic Coxx.
—Mamá— alego el pequeño pero la mujer le pellizco el hombro—. Auch, eso dolio mamá.
No pude evitar soltar un risa al recordar que mi madre solia hacer lo mismo conmigo cuando era pequeño.
—Perdona, es que recorde que mi madre solia regañarme igual. Te dije que te darian una lección pequeño, bueno enfrenta las consecuencias de tus actos irresponsables.
—Solamente tengo diez años.
—Nunca se es tarde para aprender lecciones de las consecuencias de cada acto.
—El joven tiene muchas razón— hablo la mujer mientras me regalaba una sonrisa—vaya pero que grosera e sido, Itzel Coxx— se presento mientras me extendia su mano la cual estreche brevemente.—y esta pequeña de aqui es Kensley.
La pequeña bebe comenzo a reir cuando toque su pequeña cabeza.
—Y parece que le agradas.
—La verdad es que si es bastante agradable el sujeto—menciono el pequeño.
—Les Shuster—me presente mientras alborotaba el cabello del pequeño.
—Interesante nombre—admitio el pequeño.
—Opino lo mismo.
—Bueno Les en verdad fue un gran placer conocer a alguien como tú, tambien quiero agradecerte por haberme ayudado con Dominic y—vi como las bolsas de aquella mujer cayeron al suelo rompiendose asi las cosas que llevaba dentro, lla observo con panico las cosas y finalmente miro alrededor—¿donde esta la carriola?
—Yo no vi nada—bromeo el pequeño causandome gracia.
—Le ayudare con esto—dije mientras me agachaba para recoger las cosas del suelo.
—En verdad lamento tanto las molestias—se disculpo la señora Itzel mientras le pasaba algunas cosas.
—No se preocupe, despues de tal susto es obvio que toda la culpa es de Dominic—bromee mientras miraba al rubio.
—¿Que? ¿Por que mía? Yo solamente soy un pequeño niño ciego.
—¿No habias dicho que no querias un trato especial?
—A veces se es bueno abusar.
—Dominic—le riño su madre—lamento eso.
—Esta bien, yo a su edad era igual de rebelde—insisti una vez que termine de levantar todo para cargarlo con mi brazo derecho.
—En verdad muchas gracias—menciono avergonzada Itzel una vez que nos comenzamos a encaminar en busca de la carriola la cual habia sido abandonada en un puesto atras de nosotros. Durante todo el trayecto Dominic me expresaba con mucho entusiasmo su interes hacia la literatura.
—La verdad no es lo mio la literatura prefiero la jardineria. Desde pequeño mi madre me enseño el lenguaje de las flores y la verdad me es bastante interesante.
—¿El lenguaje de las flores?—pregunto curioso Dominic—. Se que estoy ciego pero estoy seguro que eso no te queda, tu voz gruesa y aspera da la impresión a que das miedo, tal vez como policia, abogado o juez.
—Pues lamento derrumbar tus sueños quiero ser florista—asegure pero el pequeño asintio en afirmación.
—Me gusta tu seguridad, ¿de grande puedo ser como Les, mamá?
—Creo que lo mejor seria ser solamente tu. Nadie debe ser igual a otro.
—Les tiene razon cariño, no hay como tener nuestra propia esencia. Ahora sube al auto Dominic—le ordeno la mujer mientras le abria la puerta, el pequeño se despidio antes de subir a su auto. Ayude a aquella mujer a subir las cosas al auto
—. En verdad lamento las molestias joven Shuter.
—No se preocupe señora Coxx, aunque creo que lo mejor seria tener vigilado a Dominic, tiene una forma de pensar un tanto unica para su corta edad.
—Lo mismo le digo a mi esposo todo el tiempo, trato de no ahocarlo demaciado pero en verdad me planta grandes sustos.
—Hey, soy ciego no sordo—nos grito desde el auto el pequeño.
—En verdad fue un placer conocerte Les Shuster—hablo la mujer antes de sacar una tarjeta—algun dia me gustaria regresarte el favor, este mi numero me gustaria que me llamaras si necesitas.
—Agradezco el gesto pero no lo necesito—.mencione sincero mientras devolvia la tarjeta.
—Oh no, quedatela nunca se sabe cuando la puedas necesitar. Ademas creo que tu compañía le vendria bien a mi hijo, muy rara veces es tan simpatico con los extraños.
—Tendra sus razones. Bueno que tenga buen buena señora Coxx, pequeña Kensley, en cuanto a ti Dominic vigila muy bien tus pasos.
—Vere con cuidado—respondio bromista el pequeño provocando una risa a su madre. Ambos nos despedimos por ultima vez y yo regrese a casa.
Al llegar deje las cosas en la mesa y tome asiento en el sillon mientras pensaba en lo ocurrido en la mañana, debia admitir que se sentia bien el conocer a alguien que no te juzgara por tu apariencia y que mas bien te trate como cualquier otra persona. Mire la tarjeta de aquella mujer y decidi guardarla en mi bolsillo, me preguntaba si toda su familia es igual a ella de ser así creo que a Iris le vendria bien su compañia ultimamente me preocupa tanto su distanciamiento hacia a mi y su cercania hacia Blythe, no dudaba de que la chica le enseñara cosas buenas pero creo que mi hermana necesitaba amigos de su edad.
El tiempo se fue pasando entre mis pensamientos y el programa de television que se encontraba, a verdad solamente la habia decidido encender para evitar el silencio de casa, ahora entendia lo especial de la presencia de ambas chicas en casa. El sonido de la puerta llamo mi atención gire para ver como Iris entraba a casa con el cabello y la ropa humeda me levante de mi lugar pero ella me observo molesta.
—Ni siquiera preguntes—dijo Iris antes de marcharse a su habitación. Mire a Blythe quien con verdadera pena me obsevo, note su falda mojada y como movia sus manos sin parar.
—Creo que nisiquiera preguntare
—dije antes de marcharme a mi habitación. Era obvio que algo habia pasado pero no pensaba meterme en las disputas entre mujeres, estas siempre eran las mas complicadas.
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