Nunca le gustó fingir, mucho menos tener que aguantar hacer algo que no deseaba y resultaba incómodo. Era una completa tortura seguir en ese lugar, cuando ya estaba más que harto de escuchar la voz de su madre ser la misma de su abuela.

Está vez, Jimin fingió prestar atención y cerró sus ojos por un instante, cansado de escuchar el mismo sermón todo el tiempo cada que iba de visita. Siempre era lo mismo, su madre no se cansaba de recordarle todo el tiempo sus errores y lo que se pudiera haber evitado si no hubiera bebido aquella noche en su fiesta de graduación de la universidad.

Aquella noche en la que arruinó su vida, siendo principalmente el culpable de todo, no debió pensar con el corazón y cegarse. Ante la vista de su familia materna, había seducido al peor postor de alfa con el que hubiera pensado estar, Si tan solo hubiera calculado bien y se hubiese alejado a tiempo para no estar en está situación, podría haber dejado libre a Yoongi de está maldición.

Si tan solo hubiera sido más valiente y huir con él, tal vez todo sería diferente y no tuviera que cargar con la culpa.

─Déjame tranquilo, madre ─Escupió entre dientes, tratando de seguir comiendo como si nada ─. No estoy de humor para tener que aguantarte de nuevo, tengo jaqueca.

La mujer observó de reojo a su hijo mientras bebía de su copa de vino, para luego seguir comiendo. Los Park eran una gran familia de renombre, conocido cada integrante al poseer muchos talentos innatos, ante sus malas decisiones, Jimin había quedado como la oveja negra.

─Si no hubieras cometido ese error, ahora serías como tu hermana mayor ─La mujer de elegantes vestiduras observó a su hijo con el ceño fruncido ─. Pudiste haber buscado un buen postor.

Jimin rodó los ojos, de nuevo estaban comparándolo con su hermana mayor, y aunque no era nada nuevo escuchar ese tema todo el tiempo, tanto y tanto le comenzaba a pesar.

─Mamá, sigamos comiendo con tranquilidad ─la voz suave de Hye Min se agregó a la conversación al oírse mencionada por su madre ─, no es tan fácil reunirnos, debemos aprovechar el tiempo en familia.

─Solamente estoy diciendo la verdad Hye Min ─A su mente llego aquel día en que su hijo llego a la casa portando una mordida en el cuello, confesando que había sido marcado por un alfa, uno indigno e imperfecto ─, un paso en falso y todo se derrumba hija, debes recordarlo para no cometer los mismos errores.

No por nada 'Hyomin' era demasiado perfeccionista. Ella era reconocida por ser la Madre de Corea, una gran actriz y cantante amada por todos, aunque tenía un defecto que nadie sabía ─porque por más que era conocida por ser la mujer más amable y bondadosa del mundo ─, poseía una personalidad fría y cruel, no le gustaba ningún error, igual que su madre.

Pero esa faceta era la que nadie más debía conocer más que su familia.
Muchos secretos se escondían detrás de la fama, falsa felicidad y dinero, todo tenía un precio que ser pagado.

─Esta es nuestra tercera reunión familiar desde que Jimin se caso ─Ella no quería que se iniciará otra guerra de nuevo en casa, así que tomó la mano de su madre para tratar de que se relajará un poco ─, haz el esfuerzo, por favor mamá.

─Hye Min, déjala que hable ─Jimin bebió de la copa, mirando fijamente a su madre, queriendo gritarle que dejará de hacerlo sentir más miserable de lo que todos los días se sentía ─, recuerda que su pasatiempo favorito es recordar todos mis errores cometidos, como no soy su hijo favorito, se entretiene diciéndome todas esas cosas.

Era por eso que a Jimin no le gustaba visitar aquella casa, tenía los recuerdos más dolorosos y traumáticos que podía tener, las visitas siempre terminaban en lo mismo, en tontas discusiones por parte de su madre que lo irritaban, recordándole lo miserable que había quedado su vida al tener la marca en su cuello desde esa noche de embriaguez de su parte, había sido un total tonto al no calcular bien.

─Sun Young ─la voz severa del líder de familia se hizo notar al mencionar a su esposa con su nombre real ─, deja el tema a un lado y sigamos comiendo.

Nuevamente el silencio reino en el comedor y Jimin solamente esperaba que esa tonta farsa de jugar a la familia feliz llegara a su final.

─Jimin, ¿Cómo esta mi sobrina? ─Hye Min observó a su hermano con una sonrisa, recordando que la última vez que la vio fue cuando tenía 5 meses ─. Tengo ganas de verla, en mis viajes le compre muchos juguetes que seguramente le gustarán.

Y aunque espero respuesta de parte de su hermano, no la tuvo y eso entristeció a la alfa.

« ¿Para que quería saber sobre esa niña? » pensó Jimin y no contestó ante la pregunta e ignoro a su hermana mayor. Él no deseaba hablar de ese tema, no quería escuchar los comentarios despectivos de su madre dirigidos hacía Yoongi y Gahyeon.

─Jimin, contesta la respuesta a tu hermana ─le ordenó el jefe de la familia Park a su hijo.

Hye Min solamente desvío la mirada con tristeza, no le gustaba la actitud que tomaba su hermano cuando se le cuestionaba sobre su familia.

─De acuerdo, papá ─Jimin suspiró cansado, para luego mirar a su hermana ─, ella está bien, no tiene nada de malo.

Y aunque hubiese sido una respuesta de mala gana, la alfa estaba feliz de saber de la pequeña luz que iluminaba sus días.

─Me alegra muchísimo que Gahyeon esté bien ─sonrió la alfa un poco más tranquila ─, quiero verla pronto, así iré a visitarla en estos días, quiero llenarla de muchos abrazos y mimos.

Hye Min no solía decirlo en voz alta, pero envidiaba lo que su hermano poseía. Uno de sus sueños frustrados era llegar en ser madre, pero como la presión de su madre estaba sobre ella todos los días de su vida, era un sueño que no podía cumplir aún, por eso amaba con todo su corazón a Gahyeon y le daba todo lo que podía, porque ella había iluminado la vida de su padre, quien había sido casi toda la vida un alfa de frío corazón, hasta que la pequeña Gahyeon llegó. Incluso también la de su hermano, no podía ocultar el brillo que se asomaba tímidamente en su mirada al hablar de la niña.

─Quiero traigas a mi nieta para la siguiente reunión familiar ─dijo el señor Park ─, de igual manera trae a Yoongi, él también es parte de la familia.

Por más que agradeciera en su corazón a su padre por lo que hacía, nunca podría decirlo en voz alta sí su madre se encontraba presente y era voz y oídos de su abuela.

─Si, papá ─Jimin asintió, bebiendo un poco de la copa de vino en silencio, sintiendo la impotencia recorrer todo su cuerpo ─, ya será para la próxima.

No le gustaba para nada la idea de tener que traer a su familia a esté lugar que se asemejaba a cueva de leones, así que afirmó para que su padre no sospechará de lo que ocurría a sus espaldas.

Luego de ello el ambiente en familia siguió su curso, aunque no faltaban los comentarios fuera del tema por parte de Hyomin, quien seguía recordándole una y otra vez a su hijo todos los fallos que ha tenido a lo largo de su vida, como si fuera un entretenimiento para ella.

Y aunque Jimin todavía le desagradaba enormemente la actitud horrible de su madre, en parte le agradecía un poco lo estricta que fue con él. Tal vez con su ayuda podría salvar a quienes se supone debía aprender a odiar desde el principio, pero que nunca pudo hacerlo.