Wabi-Sabi [Geno]

No lo entendía. Y no era solo por su baja autoestima que Geno pensaba esas cosas de sí mismo, sino que realmente no había nada en él, ni un solo centímetro de su cuerpo, que él creyera que realmente valía la pena.

Verse todas las mañanas era lo peor. Sus huesos maltratados, su eterna herida sangrando, su ojo derritiéndose, el insistente sabor metálico en su boca. Todo era repulsivo. Él era repulsivo. A veces era imposible no ponerse a llorar por esos pensamientos; en otras ocasiones pensaba en herirse (cosa que jamás hacía); pero siempre terminaba por odiarse más.

Y justo cuando más lo necesitaba, llegó Reaper.

Era predecible, incluso algo obvio, que Geno terminaría enamorándose del Dios y de su personalidad tan peculiar, pero jamás había cruzado por su mente que tendría la suerte suficiente como para que Reaper se enamorara de él, descubriendo que aquel tonto juego de acosos y bromas románticas en realidad no tenían nada de juego, sino que lo decía en serio.

Aun habiendo iniciado una relación, Geno seguía teniendo problemas consigo mismo. No dudaba de Reaper cuando le decía que lo amaba, porque realmente había señales muy obvias como para comprobarlo; lo que Geno no entendía era simple: ¿Qué es lo que Reaper veía en él para amarlo así?

Simplemente no podía entenderlo.

-Creo que la pregunta correcta sería que NO veo en ti para amarte así- contestó el de capucha cuando le hizo la pregunta.

-Eso no responde nada, tonto-

Reaper rió y lo abrazó.

-Es que no puedo hacerlo. No sé cómo- contestó –Simplemente es así-

La respuesta no satisfizo la inquietud e inseguridad de Geno, quien escondió su rostro en el pecho ajeno y simplemente creyó que ó Reaper era muy imbécil o realmente no había razón alguna por la cual alguien querría estar con él.

-No lo entiendo...-

-Lo sé, pero no sé cómo explicar que encuentro cosas en ti que tú no encontraría jamás-

¿Cosas que él que no podía ver? ¿Eso en serio era posible? Geno no lo creía, sin embargo sabía que Reaper nunca le mentiría en absolutamente nada.

El Dios amaba a Geno, realmente lo amaba; y con tal intensidad que casi rayaba en la locura (sino es que ya la había alcanzado), pues todo en Geno era algo que sólo hacía aún más intenso y profundo aquel sentimiento. A veces Reaper sentía miedo de sí mismo y de las cosas que sería capaz de hacer por ver al dueño de su alma plenamente feliz, pero era algo que no podía ni quería evitar sentir.

Todo el Geno le causaba emociones que eran difíciles de explicar. El simple hecho de verlo sonreír era capaz de revitalizar a Reaper después de un cansado día cosechando almas y llenarlo de energía para pasar toda la noche despierto, contemplándolo dormir.

-En toda mi vida como Dios, caminando de universo tras universo, te puedo jurar Geno, que jamás había visto a algo ni a alguien más hermoso que tú- confesó Reaper de la nada, intentando explicar un poco lo que veía en el otro. Rió bajo mientras esquivaba un golpe de Geno que iba directo a su cara –Eres la pequeña y tenue luz que ilumina la oscuridad que me rodea, y justo cuando parece que va a apagarse, brilla con más intensidad-

-Eres un idiota...-

-Y tú eres hermoso- Geno se encogió entre hombros, pegándose más al pecho de Reaper cuando sintió aquel beso en su cráneo, causando otra risa en Reaper.

Quizás Geno nunca lograría entenderlo porque quizás Reaper nunca lograría encontrar las palabras adecuadas para expresar que la perfección y belleza que encontraba en Geno aún por sobre sus defectos, pero que más daba. Ambos tenían toda una vida para poder conseguirlo.

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Wabi-Sabi (japonés): Encontrar belleza en las imperfecciones.

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Pedido de Perlapg66.

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