Podría escucharlo todo el día sin parar. Le hacía feliz hacerlo, y Dream sabía que aquello provocaba felicidad en los demás, especialmente por su aura, y no había otra cosa que le gustara más que hacer feliz a los demás.

En realidad, sí la había. Hasta hace unos pocos meses, Dream había descubierto el sorprendente poder que tenía la música para transmitir sentimientos y fue inevitable para él enamorarse de la música.

-Toca otra vez- le pidió a Ink cuando éste había terminado la canción que entonaba con su flauta. El pintor sonrió y asintió, comenzando a tocar de nuevo una nueva canción.

Pese a no ser afectado por el aura positiva del guardián por su ausencia de alma, a Ink le gustaba mucho tocar la flauta. Después de todo amaba el arte, y eso incluía indudablemente a la música.

Dream abrazó sus piernas y apoyó su espalda contra el tocón de lo que alguna vez fue el árbol de los sentimientos, apoyando su cabeza en sus rodillas y cerrando las cuencas, tarareando en voz baja la canción de Ink. Estaba seguro de que podría pasar el resto de sus días escuchando tan dulce sonido.

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Melifluo: Sonido excesivamente dulce, suave o delicado.

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