Me siento cómoda... y tranquila. En qué momento llegue al apartamento... no me quiero parar de la cama estoy muy cómoda aquí... siento una mano en mi trasero y me preocupo al instante. ¿Con quién dormir?, ¿con el señor García? Lo dudo mucho. Pero el me trajo hasta este lugar. O es lo que recuerdo. Aun con pereza en mi cuerpo volteo a ver quién está a mi lado y me sorprendo al ver a David conmigo. Me levanto de inmediato de la cama, lo hago tan rápido que despierto al susodicho, me mira incrédulo, como con cara de ¿Por qué haces eso?

Le miro mal y comienzo a reclamarle

¿Qué hago aquí David? ¿Por qué me traes aquí? Si eres un hombre comprometido con otra mujer y que te vas a casar. Ya estoy cansada de estos juegos, espero te quede bien en claro que no seré tu amante. -digo todo esto de impulso y comienzo a llorar. Estoy cansada de estos sube y baja de David Lombardi.

Lo siento mucho nena, no quiero que te sientas de esa manera. -me dice y me abraza. Yo me deshago del abrazo y me coloco mi ropa que no la tenía y salgo de esa habitación con David persiguiendo mis pasos.

Señor García, señor García. -llamo fuerte. El aparece delante de mi

Dígame, señorita. -me dice

Dame las llaves de mi auto, por favor. -digo esto y extiendo mi mano. No me da las llaves y veo detrás de mí.

David, dile que me entregue las llaves ahora. -digo más enojada aún.

No te vayas así de alterada cariño. Vamos a hablar. -me dice y se acerca a mí. Yo por inercia me alejo y le grito aún más.

David entiende que esto se acabó, tú lo acabaste. No quiero volver a verte nunca más, déjame en paz. Se feliz con tu novia o prometida y déjame a mi vivir mi vida. -digo esto y extiendo nuevamente la mano para que me den mis llaves. En esta ocasión si me dan las llaves y salgo de esa casa corriendo. Se a que estoy en la cabaña. La miro por última vez y me monto en mi auto y salgo de ahí. Salgo disparada de esta casa que me dio muchos momentos felices y bellas noches. Siento como mis lagrimas corren por mis mejillas, pero no me detengo a pensar en ellas. Quiero llegar a casa y encerrarme allí y no salir nunca más. Ni ver a el idiota de David, no nada que tenga que ver con él. Conduzco por inercia como si mi cerebro supiera para donde voy y no tengo que darle órdenes. Quiero poner mi mente en blanco, pero no puedo... no dejo de pensar en todo lo que dije, en la cara de tristeza que puso David cuando le dije todo eso, en que lo amo con locura y no podré olvidarlo tan fácil como quiero. En que me costara arrancar este amor que creo no lo lograre porque esta calado en lo más profundo de mí.

Llego al parqueo del edificio. Y me quedo en el auto, mirando a la nada. No tengo fuerza para mover ni un musculo de mi cuerpo. Hoy ya lo dejé claro... no quiero volver a ver a David, no me quiero sentir la amante, la que busca cuando este desocupado de su futura esposa, la que tiene que vivir entre las sombras. Definitivamente no quiero eso para mí. Subo al apartamento lo más rápido que puedo porque mi cuerpo esta decaído, sin fuerza, pelear me debilita mentalmente y eso mi cuerpo lo siente. Decido tirarme en mi cama y mirar el techo, debo pensar en que ya mañana iniciamos las clases. Debo pensar en que ya solo me queda poco para terminar, debo pensar en ir a la empresa de papa hacer algunas prácticas. Debo salir de la burbuja Lombardi, pero ya. Fue muy bonita mi historia con él, pero se terminó. No la termine yo, ni siquiera sabía que se había acabado. Pero ya puse el freno. Ya le dije que me dejara. Espero que cumpla con dejarme. Soy adulta y responsable de mi vida ahora. Y una mujer libre para hacer lo que quiera.

Aun sigo mirando el techo. Y cada que pienso en algo llegan los pensamientos de momentos que viví con David. Es un hombre maravilloso, atento, amable, un sinfín de cualidades que hacen que me enamore aun mas de él, lo que no entiendo es por que se acabo esta relación, porque pasa la noche conmigo y de un momento a otro está comprometido con la arpía de Laura y no me llama, ni da una explicación del porque ese cambio. Me busca para estar conmigo, pero no deja a Laura... mi cabeza va a estallar de tanto pensar... mi estomago ruge de hambre, pero mi mente no quiere comer... mi cuerpo no reacciona al sonido de mi estómago. Creo que pasaron algunos 10 minutos y decido pararme para calmar este ruido de mi estómago y el dolor que produce. Voy al refrigerador y veo unos wafles hay, los tomo y los caliento en el microondas y saco fresas y arándanos para ponerle a los wafles. Preparo todo eso y me lo como, pero como sin ánimos, como por que no quiero sentir este dolor de estómago. Veo la hora y son las 3:22 minutos. Ya ha pasado la mitad del día y no he hecho nada productivo y mas con el inicio de las clases. Termino de comer y me pongo de pie y camino a la cocina para dejar los platos. No tengo ánimos de lavar los patos por lo que solo salgo e la cocina y me voy a la pequeña sala de este departamento. Aun quedan algunas flores marchitas de mi cumpleaños por lo que decido recogerlas y botarlas. Hago esto rápidamente y saco las fundas al área correspondiente y vuelvo a la sala. Miro cada espacio de este lugar y vuelven a llegar pensamientos de todos los momentos vividos con David. En estos momentos necesito de la compañía de mi madre y de su amor... en que me aconsejara o me ayudara a aliviar este dolor que siento por la pérdida de un amor.

Hoy no podría dormir pensando en el pasado. En todos esos momentos que pasamos amándonos. Será mucho más difícil de lo que pensaba olvidar esta relación.