Estoy en el baño de la clínica, lavando mi rostro para desaparecer o intentar de que no se note todo lo que llore o quiero llorar. Me coloco un poco de polvo y un brilla labio que me hace ver mas juvenil de lo que soy. Salgo del baño directo a mi auto. Enciendo el auto y con este se enciende la radio donde escucho que hablan de Wharton en la emisora por lo que la cambio. No quiero escuchar nada más. No lo llamo. Estoy esperando que devuelva mis quinientas llamadas que hice desde que me entere del compromiso.

Voy manejando... pero no estoy poniendo atención al camino. Es como si estuviera en el aire donde todo es blanco y no vez nada. Un pitazo de otro coche y aterrizo a la realidad. Estoy llegando a la casa del señor Cruz. Es una casa muy grande. Al parecer este maestro viene de una familia adinerada por que esta casa es muy grande y su vehículo moderno como los de David. Y trabajando como maestro en la universidad dudo mucho gane para tener todo esto.

Me estaciono en la entrada a la casa. A lo que un chico abre mi puerta y me dirige a la entrada. Lo veo subir a mi auto y quitarlo de la entrada. Paso ya que la puerta esta abierta y se acerca una señora.

Buenas tardes, señorita Sánchez. El señor la espera. Sígame. -me dice la señora que parece la ama de llave. La sigo y veo que es muy bonita la casa. Tiene un toque antiguo pero moderno a la vez. Colores neutros en blanco, gris y beige. Muebles muy grandes y una decoración en flores exquisitas.

Me quedo embobada mirando toda la casa que no me doy cuenta cuando llegamos a lo que creo es la oficina del maestro. Sino es por la ama de llaves creo que seguiría embobada.

Señorita, puede pasar. -me dice y abre la puerta.

Entro a esta habitación que tiene una pared llena de libros, en otra pared hay muchos cuadros ¿con diplomas? No lo sé porque no veo bien esas letras pequeñas desde donde me encuentro. El maestro está sentado en una mesa que parece de escritorio. Levanta la cabeza y me ve para observando toda la habitación.

Le gusta mi oficina señorita Sánchez. -me dice con un tono de burla o superioridad. No lo sé aún.

Disculpe. Esta bonita. -digo avergonzada de que me haya mirado así.

Quizás algún día también puedas tener una. -me dice con una sonrisa

Si... me gustaría bastante. -digo y ya no se que mas hablar con este señor.

Siéntate, vamos a terminar el proyecto. -me dice y me siento en la silla que esta frente a él.

Comenzamos a trabajar. Yo inicio con unos cálculos que deje sin completar la ultima vez que nos reunimos. Trato de poner toda mi concentración en esto, pero por más que quiera mi mente sigue recordándome lo del dichoso compromiso. Ya paso un rato, más o menos una hora, cuando me pregunta

Y el padre de la señorita Brown, ¿Cómo sigue? -me dice y levanto la mirada para responder y veo ¿preocupación en el rostro del maestro? Disipo eso de mi cabeza y respondo.

Si, esta muy bien. Ya despertó y es posible que le den el alta en estos días. -le digo educadamente y vuelvo a trabajar, bueno hacer el intento de que estoy trabajando.

Jennifer, ¿te pasa algo? -me pregunta el maestro y levanto mi rostro para verlo y ver unos ojos llenos de mucha preocupación. Y en ese momento ya no aguanto mas y lloro. No se por que hago esto y mas delante del maestro, pero lloro en silencio. El maestro se acerca y me abrasa como consolándome. Y eso me hace sentir mas dolor del que ya siento. Me separo de él. Esto no debería pasar.

¿Dónde hay un baño señor? -le digo

Detrás de esta puerta. -me dice y señala una puerta a su izquierda, entro y duro mas tiempo del necesario por que aun sigo llorando. Debo salir de esta casa. Lavo mi cara nuevamente y salgo lo más tranquila que puedo.

Disculpe señor Cruz. Debo irme. ¿Cree que podamos terminar esto otro día? No me siento muy bien hoy.

Esta bien Jennifer. Luego me comunicare contigo. Aunque no te veo muy bien. Puedes quedarte un rato más. Tengo un jardín que es muy bonito. Ven te llevo. -me dice y no se porque, pero me dejo guiar por él.

Voy caminando de la mano del señor Cruz y mirando solo mis pies. Llegamos al jardín y realmente tenia razón. Es muy hermoso. Tiene muchas flores de diferente colores y diseños. Nos sentamos alrededor de las flores y me inunda el rico olor de las flores y eso me relaja mucho. Disfruto todo esto y me siento feliz, por un momento.

Recuéstate y cierra los ojos. -me dice el maestro y así lo hago y me siento aun mas cómoda y en paz. No se qué tiempo duro así, pero no quiero que pase, solo quiero disfrutar de esto un poco más. Por un momento olvido donde estoy y todo lo que ha pasado hoy. De repente siento unos labios sobre mí. Y le sigo el beso aun sin abrir mis ojos. Se separa de mi y sonrió hasta que abro mis ojos.

Señor cruz ¿Por qué lo hizo? -digo poniendo cara de enojo y me levanto de donde estoy para salir de esta casa.

Disculpa señorita Sánchez. Es usted muy hermosa y no me pude resistir. -me dice y veo arrepentimiento en sus ojos. Pero en este momento no me importa y salgo disparada, dispuesta a irme de esta casa.

Nunca se le ocurra volver hacerlo. -sentencio hacia el y me subo a mi auto y salgo de esta casa. Porque deje que me besara. Aunque pensaba en David cuando lo hice. Pero estuvo muy mal. No se a donde ir ahora. Así que manejo sin rumbo o eso creo hasta que a lo lejos veo mucha agua y se que estoy en la playa. Me detengo y camino hacia la orilla del mar y lloro aun mas fuertes. Grito al mar. Al aire, a la tierra... a todo lo que me rodea y caigo de rodillas, ya no puedo ocultar todo lo que siento, David no me ha llamado, se llevo a todos los guardias y me dejo sola y desprotegida. Por que lo hizo. Por que se fue. Porque me hace el amor y se va. Se comprometió con Laura cuando me dijo que no quería nada con ella. Todo fue mentira entonces.

Esta casi anocheciendo por lo que me quedo aquí sentada. Mirando el mar. Ya mas tranquila pienso y decido prometerme no llorar mas por esto, ya no llorare más por David. Prometo olvidarte David Lombardi. Me dijiste que me amabas ayer y hoy desapareces, ya no creeré una mentira mas tuya. Estoy cansada de luchar. Yo sabía en mi que esto no duraría aun así me aferre a esa pequeña parte que quería amar. Hoy te sepulto en lo más profundo de mis pensamientos y no pienso buscarte más David.