Final.

La música sonaba en todo el lugar, las personas se movían a su alrededor; muchas con vasos en sus manos y otras bailando alrededor, era una buena fiesta bien organizada, todo iba en su lugar y las personas se divertían en la última fiesta que tendrían en el colegio.

Jungkook como se lo había propuesto metió un poco de alcohol de contrabando y lo mezcló con el ponche de frutas que había; claro, solo lo mezcló en su vaso y en el vaso de sus amigos.

Se recostó en el respaldar de su silla tomando lo último que había en su vaso, levantó su vista del vaso de plástico y nuevamente hizo lo que había estado haciendo toda la noche; buscar entre la multitud, sin claros signos de haber dado con su objetivo, volvió a suspirar exhausto.

No tenía las suficientes ganas como para ir a bailar con alguien pero tampoco estaba tan desanimado como para dejar la fiesta, sentía que le faltaba algo.

Alguien.

Desde que había empezado la fiesta no había dejado de buscar con la mirada a alguien. No quería admitirse en voz alta el nombre de quien buscaba; se sentiría más tonto. Pero siguió haciéndolo, de vez en cuando levantando la cabeza entre la multitud buscando sus mechones rubios o su nariz de botón. Pero él no estaba allí.

Hizo una mueca soltando otro suspiro y volvió a llenar su vaso con ponche para luego mezclarlo con vodka. Quería nublar aquella necesidad de encontrar a Jimin.

Pero era algo imposible, ahora tenía que hacerle frente a aquello; que sería imposible nublar a Jimin de su cabeza cuando se sentía tan presente en su corazón. Era un tonto.

—¿Y esa cara de estreñimiento?—Sooyoung hablo a su lado.

—No tengo la cara de estreñido.

—Sí, claro, solo mírate, tú ceño está todo fruncido ¿Qué pasa?

—Nada.—Sonrió de lado.—Solo que ya me estoy empezando a embriagar.

—¿Tan rápido?—Rió.—Haz perdido tu resistencia. Muy mal, muy mal.

—Estoy envejeciendo.

—Hasta tienes canas.—Sonrió revolviendo el cabello de Jungkook.—¿Buscas a alguien? Todo el tiempo levantas la mirada.

—No lo hago...—Se defendió en un susurró.

—A veces eres malo mintiendo.—Negó con la cabeza en forma de desaprobación.—Muy malo, anda, dime ¿Buscas a Jimin?

—¿Por qué piensas que lo busco a él?—Frunció el ceño ofendido, ofendido por haber sido descubierto.

—¿A quien más podría ser?

—Touché.—Suspiró.—Dime que soy un tonto.

—No tengo que decírtelo para que lo sepas. No vino a la fiesta ¿No?

—No lo hizo.

—Si Jimin hubiese venido ¿Qué hubieras hecho?

Jungkook bebió un poco más de su vaso, pensando ¿Qué habría hecho?

Lo más probable es que nada, solamente quería verlo, ya que sería una de las últimas veces que lo hiciera. Su camino juntos se había acabado en la última campana sonada su último día de clases, después de eso; no lo volvió a ver. Tenía la esperanza siquiera de verlo esta noche. Pero no lo haría.

—Supongo que nada.—Se encogió de hombros.—Solo quería verlo, eso es todo.

—Que cursi.—Rió, tomó su vaso de la mesa y se levantó de la silla.—Quita ese ceño, no vino, ni vendrá, déjalo así y ven a bailar.

Sooyoung le extendió su mano y Jungkook la miró por unos segundos hasta que con un suspiro pesado la aceptó, ambos fueron hacia la pista improvisada y empezaron a bailar al ritmo de la música, pasando un buen rato. Entre el baile y las risas se les unieron Seungwan, Seokjin y Taehyung, pasando un buen momento en su última noche como bachilleres.

,,

Afuera llovía, las gotas se escurrían por la ventana mientras las veía caer, se llenaba de valor para hacerlo, quería cerrar su historia con Yoongi de buena forma; después de todo aún estuvo a su lado hasta el final, se merecía un buen adiós.

Jimin tamborileaba su muslo mientras mordía sus labios, soltó un suspiro y abrió la puerta del auto, puso su capucha en su cabeza para cubrirse de la lluvia y corrió para lograr entrar sin una gota encima. Al entrar al salón se sacudió, los encargados le pidieron su invitación y él se las dio, estaría un rato allí, se despediría de Yoongi y se iría.

Ahora tenía que encontrarlo entre toda la multitud, se escurrió entre las personas bailando buscando a Yoongi y con muy mala suerte no lo encontró, empezó a buscar en el bar que se abrió y tampoco lo encontró. Se recostó en la pared mientras trataba de verlo, lo encontró después de unos veinte minutos, sin perderlo de vista fue hacia él. Tocó su hombro para llamar su atención.

—Hey.—Saludó con una sonrisa.

—¡Minnie!—Saludó abrazándolo.—Creí que no vendrías.

—De hecho me iré pronto, solo pasaba a despedirme.—Hablo aún envuelto en los brazos de Yoongi.

—¿Despedirte?

—Fui aceptado en la escuela de leyes de Seúl.—Sonrió despegándose del abrazo de Yoongi.—Y hoy me iré con mi hermano para poder acomodar todo allá.

—¿T-te irás? ¿Por qué hoy?

—Mientras más pronto me acomode en las residencias mejor.

—Oh...

—Solo vine a despedirme de ti.—Acaricio la mano de Yoongi sonriéndole.

—Antes de que lo hagas, quiero pedirte perdón, nuevamente. No sé cuando volvamos a vernos pero quisiera volver a pedirte disculpas sobre todo lo qué pasó. No fui sincero contigo e ignoré las confesiones que me hiciste. Haz sido el mejor amigo que he tenido, Jimin, perdón por no haber sido tan bueno para ti.

Jimin soltó una risilla.—Supongo que estamos en la misma línea, no tienes porque disculparte, yo ya te perdone. Solo quiero guardar los buenos momentos contigo, nada más.

—Que te vaya muy bien en Seúl, se que será así.

—Gracias, Yoonie.—Sonrió.—Espero que a ti también te vaya muy bien acá. Te quiero mucho, fuiste el más sincero amigo que tuve en mucho tiempo, claro, obviando las pequeñas mentiras.—Ambos rieron. Al terminar de hacerlo Jimin fue quien envolvió sus brazos en los hombros de Yoongi, acercándolo a su pecho y cubriéndolo.—Te extrañare mucho, Yoongi.

—Yo también.—Susurró, la voz de ambos empezaba a romperse.—Se muy feliz, Minnie. Lo mereces.

Y tú también.

Ambos se separaron del abrazo y limpiaron las pequeñas lágrimas que se habían escurrido entre sus mejillas. Sonriéndose de nuevo se dieron un último abrazo, sonrisas enormes en sus rostros.

—¿No puedes quedarte un rato más?

—Mi vuelo sale en una hora, no quiero perderlo.

—Entiendo.—Asintió.—Buen viaje, Park Jimin.

—Gracias, Min Yoongi.—Sonrió.—Adiós, Yoonie.

—Adiós, Minnie.

Un último abrazo fue dado, brazos firmes alrededor de sus cuerpos y pequeños suspiros soltados. Fueron una amistad que empezó muy bien pero que se fue marchitando, las cosas de la vida; pero aún así Jimin le guardaba mucho aprecio a Yoongi, ya que fue el primer amigo que no se acercó a él por puro interés, no fue como los demás que solo buscaban algo suyo.

Ambos se separaron y con una última sonrisa Jimin salió del salón, ondeando su mano en dirección de Yoongi hasta ya no verlo. Al estar en la puerta de salida suspiro, salió del salón y se puso su capucha sobre su cabeza; aún llovía.

—Hola, duraznito.—Escuchó a su lado.

Salto por la sorpresa y miró a su lado para confirmar de quien se trataba, Jungkook estaba recostado en la pared mientras fumaba un poco, pequeñas gotas de lluvia le mojaban los pies pero no lo empapaban.

Jimin sintió nuevamente nervios, no tenía planeado encontrarse con Jungkook, no estaba en sus planes ver por última vez a Jungkook. Su corazón empezaba a doler por el pensamiento de verlo por última vez.

—¿Qué haces aquí? ¿No se supone que deberías estar divirtiéndote con tus amigos?—Pregunto Jimin, abrochando los últimos botones de su abrigo n

—¿Qué haces tú aquí? ¿No se supone que no vendrías?—Caló de su cigarro, botó el humo al lado contrario de Jimin. —Solo salí a fumar, tienen las reglas de mojigatos adentro.

—Solo vine a despedirme de Yoongi.—Respondió a la pregunta de Jungkook.

—¿Despedirte?

—Hoy me iré a Seúl.

Jungkook recibió aquella noticia bastante sorprendido, también algo dolido, el camino se había separado y el hilo que los unía se había roto, era oficial ahora. Tomarían dos rutas diferentes, dejando en medio de todo el gran trayecto lo que nunca pudieron ser.

Jungkook mentiría si dijera que aquello no le rasgaba en el alma, ya que su corazón estaba tatuado con el nombre de Jimin y de cierta forma aún creía que algo podría salvarse de las cenizas que quedaron. Pero ahora solo sería el suspiro roto de su corazón.

—¡No puede ser que Park Jimin abandone una fiesta!—Dijo, tratando de hacer tiempo, quería estar un rato más al lado de Jimin. Verlo más tiempo; para así memorizarse los lunares de su rostro.

—No pertenezco allí.—Se acercó a Jungkook, abrazándose a sí mismo para cubrirse del cruento frío y de las gotas de lluvia que salpicaban contra sus zapatos.

—Ni yo, aún tenemos mucho en común ¿No?—Sonrió de medio lado, terminando su cigarro y apagándolo contra el suelo. Mirando a Jimin a los ojos. Los suspiros de su corazón le decían que lo intente una última vez más; así lo podría dejar ir.

—No, ya no.—Negó con la cabeza. No quería hacer las cosas más difíciles entre ambos, no cuando era cuestión de segundos para que no volvieran a verse, nunca más.

—Los dos estamos debajo de la lluvia. Somos dos miserables. Aún tenemos cosas en común.

—No eres bueno para mi, Kook y yo no soy bueno para ti. Nunca fuimos buenos para el otro.

Si Jungkook quería dejar ir su amor incondicional por Jimin tendría que liberar todo lo que aún palpitaba en su pecho, si quería dejar de oír los latidos con el nombre de Jimin en su oído tenía que hacerlo. Sino lo hacía lo amaría unos cien años más.

Se levantó de su lugar y encaró a Jimin, parándose frente a él y mirándolo a los ojos, queriendo que vea a través de sus pupilas todo lo que lograba con tan solo su respirar.

—Si está fuera la primera vez que nos conociéramos. Lo haría todo de nuevo. Todo. Los polvos, las cagadas, todo. Lo haría de nuevo.

—¿Qué significa eso?

Jimin también lo miraba a los ojos, expectante de lo que fuera a decir, su corazón latiendo contra sus costillas y las mariposas aleteando en su estómago. Era una tormenta de sentimientos dentro de él, todos con el nombre de Jungkook.

—Significa que aún te amo.—Dijo con simpleza, expresando con pocas palabras lo mucho que sentía por Jimin.—Que te amo tanto que mis pies tiemblan de nervios al estar a tu lado, que te amo como nunca he amado a nadie y como nunca amare a nadie. Trate de olvidarte pero nunca saliste de mi cabeza, siempre te paseabas en mis recuerdos, Jimin.

—Jungkook...—Susurró.—No hagamos las cosas difíciles, no otra vez.

—Te dije eso no para que me correspondas, se que nunca lo harás, lo hice porque quería sacármelo del pecho, así te iría olvidando. Necesitaba sacar todo eso, para moverme de ti.

El corazón partido de Jimin se partió más. Era un egoísta pero no quería que Jungkook se moviera de su historia y de su amor; pero era lo mejor. Él también lo haría, también se movería del amor intenso que experimentó con Jungkook.

—Espero que te vaya bien, Jimin.—Sonrió de forma plana, tratando de sostener los últimos pedazos que parecían caer en su interior al despedirse del gran amor de su vida.

—Espero lo mismo para ti, Jungkook.—Correspondió la sonrisa.

Se quedaron un momento en silencio, mirándose a los ojos, explorando las pecas y lunares en sus rostros; recordando las porciones de piel que habían besado en la fría noche, recordando el perfume que desprendía de sus cuerpos, recordando como su piel se había sentido sobre sus tactos, recordando el sentimiento tan cálido que sintieron la primera vez que se dieron cuenta de que estaban enamorados. Recordaban las buenas cosas y los buenos recuerdos a su lado. Porque eso es lo que querían recordar de su primer amor; que fue intenso, fue apasionante y fue duradero.

Su nube de concentración se rompió a su alrededor cuando escucharon una bocina siendo tocada a lo lejos, era hora de irse.

Jimin suspiro y sonrió una última vez, extendió su mano y Jungkook la tomó; apretando contra su palma la suave y pequeña mano de Jimin. Despidiéndose con un apretón de manos. Despidiéndose como si solo hubiesen sido un par de conocidos que coincidieron en los pasillos.

Pero era mejor así.

No dolería tanto.

—Adiós, Kook.—Dijo Jimin por última vez, soltó la mano de Jungkook y se giró, yendo al auto de su madre para irse al aeropuerto.

Jimin se alejó de Jungkook entre gotas de lluvia, tensando el hilo que los unía, jalando más del manojo, se subió a su auto y sin mirar al costado se fue. No miro por última vez a Jungkook, tampoco escucho el ultimo susurro.

—Adiós, duraznito.—Susurró con las manos en sus bolsillos, adentrándose al salón para continuar la fiesta.

Jungkook tampoco miró por última vez a Jimin, no lo vio irse, tampoco miró atrás.

Ninguno sintió el jalón que se había hecho entre sus meñiques y no sintieron como el hilo se tensó. Solo se alejaron, con el corazón roto y un nuevo camino enfrente de ellos.

Tendrían por lo menos el último recuerdo de ambos bajo la lluvia; despidiéndose antes de separar las rutas de sus caminos cruzados.

En el camino ambos se prometieron no pensar en el quizá, aquello solo les destruiría un poco más, pensar en las cosas que pudieron haber pasado destruiría los pequeños pedazos sobrantes.

Su historia finalizó en aquella noche lluviosa, con el hilo tensado y la promesa de solo recordar las cosas buenas.

Siempre serán aquel primer amor que recordaran por el resto de sus vidas, uno que por heridas internas no pudo florecer, uno que no pensó en el quizá.











fin.



















quiero agradecer a mi mamá a mi papá a mi tía piedad

y agradecerle a todos uds que leyeron cada capítulo de este au, muchas gracias por sus votos, por sus comentarios y el apoyo constante, siempre estaré muy agradecida con uds, les quiero mucho!!!!

fue bueno recorrer esta historia tóxica con ustedes xd

sin más que decir me despido de ustedes <3
cuídense muchooooo <3
aprovecho este espacio para publicitar mi nuevo au y mis obras:

^comedía/mucho fluff

^drama/angst/fluff

^drama/angst/fluff



posdata: esperen la siguiente actualización o-O

posdata 2: lean la letra de la canción en multimedia, literalmente son jimin y jungkook [jungkook cantándole a jimin]

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