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La borrachera no había dejado para nada su cuerpo, claro, no había podido dormir toda la maldita noche ya que se encontraba vagando en sus pensamientos y penares. No se había dado cuenta de lo solo que estaba hasta que consiguió que alguien más le rompiera el corazón. Se había acostumbrado tanto a la presencia de Jimin en su vida que cuando lo abandonó vio su realidad, la solitaria realidad en la que vivía. Durante mucho tiempo Jungkook solamente había estado evadiendo muchas de las cosas que le pesaban, el abandono de sus padres y ser considerado una escoria por sus amigos, no le importaba, porque él estaba bien siendo como era. Huía de aquella responsabilidad hundiendo su cabeza en alcohol, algunas drogas y el placer que un bonito cuerpo podía darle.
Corría rápido de sus propios penares, cuando conoció a Jimin sintió muchas cosas que nunca se imaginó que podía sentir, se detuvo de correr para ver más de cerca todo lo que los pequeños ojos de Jimin le concedían. Amor, deseo, dolor. Tantas cosas que lo dejaron a la deriva.
Cuando se enamoró de Jimin se sintió tan débil, que no podía admitirse de frente. Tomó valor y se paró frente al espejo, se admitió viéndose a los ojos de que estaba completamente enamorado de Jimin.
Los ojos brillosos de Jimin y sus mejillas sonrojadas le hicieron volar tan alto, tocaba las nubes, ilusionado, Jimin también sentía lo mismo.
Pero amarlo era una pérdida de tiempo. Por eso no podía admitirlo.
Porque Jungkook estaba roto. Lidiar con algo así es pesado, es mejor sólo huir, negándose muchas cosas.
Jungkook no era un buen partido, en años Jungkook se había repetido que él sería un pésimo novio, que sería la peor escoria como prometido, por eso solo se mantenía como el encuentro casual de muchos, era para lo único que podía destacar. Pero cuando se enamoró se hizo creer que podía ser un buen partido, de alguna forma, podía hacerlo feliz.
Pero era una ilusión muy alta, no podía siquiera acariciarla con las yemas de sus dedos.
Tenía muchas cosas que le atormentaban, no dejaba de pensar en ninguna de ellas. No era suficiente para nadie, ni para sus padres, ni para sus amigos, ni para la persona que amaba.
Suspiro para tragarse el nudo de la garganta.
Iba llegando tarde al colegio, pateaba piedritas mientras unas gafas de sol le cubrían de los molestos rayos, entró con simpleza al edificio y se dirigió hacia su casillero para tomar las cosas que necesitaba para el día. Quería tomar algo en la cafetería porque probablemente su boca estaría apestando por la falta de alimentos en su estómago desde ayer en la mañana, camino hacia la cafetería y compro un par de galletas acompañadas de una leche de plátano de caja. Las tomó parado cerca del basurero para no tener que volver por ahí, cuando terminó con su corto desayuno se sintió un poco mejor, seguía borracho pero ahora tenía el estómago lleno.
Por razones crueles de la vida, en la cafetería se encontraban Seokjin y Jimin, Jungkook debió desviar su mirada por el propio bien de su corazón, pero era masoquista, ambos parecían felices y relajados, compartían una conversación llena de risas, se plantó observándolos, escuchando el eco de sus pedazos caer por sus mangas, Seokjin alzó su mano para dirigirla al mentón de Jimin y lo acercó a sus labios, Jimin sin rechistar le correspondió el beso.
No sabía porque seguía plantado observando cómo sus labios se juntaban y como Jimin se recostaba en el hombro de Seokjin, bueno, lo sabía, quería romperse un poco más.
Su mirada pesada fue sentida por ambos, Seokjin lo miró y Jimin también, ambos sintiéndose mal en distintas escalas, Seokjin por no haber sido capaz de hablarlo con su mejor amigo y Jimin porque sabía que con todas sus acciones destrozaba a Jungkook, a la persona que se suponía que amaba.
Jungkook se sintió humillado cuando se dio cuenta que ambos lo miraban, salió lo más rápido de la cafetería para encerrarse en el baño y mojar un poco su rostro, mirándose al espejo y sintiéndose estupido, se rió de sí mismo cuando vio los moretones que ya se formaban en su rostro.
Seokjin le susurró a Jimin que volvería, quería hablar con Jungkook, Jimin solamente asintió y dejó que se fuera.
Jungkook en el baño aún seguía mojando su rostro evitando que las lágrimas por fin lo invadiesen, no había llorado en la oscuridad de su departamento y no lloraría en un baño iluminado. No quería caer aún más bajo. Pero es que era inevitable, tenía que tocar fondo para poder salir a flote.
No se iba a morir de amor.
Aunque doliese como el infierno, no se iba a morir. Pasaría, como todo pasaba.
Escucho la puerta del baño ser abierta y por el espejo pudo ver de quien se trataba, sonrió por lo bajo mientras seguía mojando su rostro. Trataba de verse fuerte ante Seokjin.
—¿Qué tal?—Habló, secando su rostro con el borde de su camiseta.—¿Que tal el finde?
—Estuvo bien...lo típico, ya sabes.
—Bueno, yo...me metí en una pelea, fue horrible, hermano, me agarraron entre tres y me empezaron a golpear, me supe defender pero al final conseguí esto.—Señaló su pómulo morado.
—Deja de meterte en tantos pleitos, Kook, puedes toparte con alguien jodido y...
—¿Tan jodido como yo?—Rió.—Vamos, hermano, dime a qué viniste, tengo química y no quiero reprobarlo.
Seokjin suspiró rascando su nuca y tratando de buscar las palabras correctas.
—Sabes a lo que vengo...
—Supongo.—Se encogió de hombros.—Los vi, después de todo.
—Jimin y yo estamos saliendo.
Jungkook creía que no le dolería como la primera vez que se enteró, pero estaba equivocado, su corazón tembló ante las palabras y lo sintió profundo en su estómago. Quería ser fuerte pero realmente no podía. Ya no.
Su rostro se deformó en un mohín marcado y sus ojos se acumularon con lágrimas. No quería llorar, no frente a Seokjin, aunque fuese como un hermano para él, se sentía diminuto a su lado.
Miró a sus pies buscando un punto fijo en el que podría concentrar sus sentimientos.
—Kook...solo di que esta bien.
—Lo amo, Seokjin, estoy enamorado de Jimin. —Una lagrima se deslizó por su rostro.—Pero él no me ama.
—Él te quiere.
—Ni eso.—Sonrió, limpiando las lágrimas que empezaban a mojar sus mejillas.—Si lo hiciera...si le importara no me haría nada de esto.
—Kook, él y yo somos novios, por favor, di que esta bien.
—No puedo, lo siento.—Suspiro.—Yo lo amo demasiado, lo siento.
—Pero no podemos compartir ¿Cierto?
Jungkook soltó una suave risa, limpiando sus lágrimas. Volviéndole a dar la espalda a Seokjin para mojar su rostro y limpiarlo de las lágrimas restantes.
—Está bien.—Suspiro.—Después de todo...nunca puedo tener algo bueno, nada bueno permanece a mi lado.
Seokjin suspiro, mirando sus zapatos, sintiéndose una basura.
—Nos tienes a nosotros.—Dijo dándole una palmada en su hombro y saliendo del baño.
Jungkook miró al espejo una vez más, se rió de las lágrimas que corrían por sus mejillas.
Las palabras de Seokjin eran ciertas. Los tenía a ellos, a Seokjin y a Taehyung. Siempre los había tenido, a pesar de todo. A pesar de las constantes cagadas que se mandaba, a pesar de ser un mal amigo, a pesar de ser alguien egoísta, a pesar de ser él, los había tenido a su lado siempre, sin importar que.
Muchas personas lo habrán podido abandonar en el transcurso de su vida, su madre, su padre y muchos rostros que decían ser sus amigos, pero Seokjin y Taehyung siempre se habían mantenido a su lado.
Después de todo, a pesar de sentirse jodidamente solo, los tenía a ellos.
Así que suspiro, se dio por vencido con su amor por Jimin, el amor tenía que doler y alguna vez tenía que sentirlo, pero no abandonaría a las personas que siempre habían estado a su lado por él.
Era hora de salir del fondo.
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oigaaaaaan jajaja el kook de este au no es como el jungkook de ¨¿que somos?¨ que se merecía el mundo, este jungkook del au es un mal amigo y mala persona(de cierta forma), ni jungkook ni jimin son buenos, tal vez uno se porte peor que el otro pero están de cierta formaaaa al mismo nivel, uno se acuesta con el bff de su interés romántico y el otro se hace novio del bff de su interés romántico jejeje both miserable :p
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