51

Podría estar horas y horas repitiéndose todas las veces en las que se había portado demasiado mal con Jungkook. Se justificaba en su miedo, en el miedo de dejar a alguien entrar a tu corazón.

Pero Jungkook ya había entrado en su corazón sin siquiera tocar, solo lo había hecho.

Negar sus sentimientos claros por él solo sería contraproducente, daría pasos hacia atrás en lugar de adelante.

Esperaba a Jungkook fuera de su edificio mientras se balanceaba en sus talones, estaba nervioso, quería volver a portarse bien con Jungkook.

Quería otra vez sentir sus mejillas sonrojarse por cada palabra bonita soltada por Jungkook, quería volver a sentirse especial por Jungkook.

Podía dejar en el olvido el dolor que había sentido cuando vio a su mejor amigo y a Jungkook besarse, podía dejar en el olvido todo eso. Porque quería intentarlo.

—Jimin.—Habló Jungkook a su lado, logrando asustarlo haciendo que salte en su lugar.

—Hola.—Sonrió sintiendo sus mejillas sonrojarse por el salto tonto que había dado.

—¿Vamos?

—Ajá, la fiesta es cerca podríamos ir caminando ¿Esta bien para ti?

—Sí.—Asintió.—¿Y para ti?

—Igual.

—¿Seguro? Hace frío y tú estás algo desabrigado.

Jimin llevaba solamente una camiseta blanca y unos pantalones negros ceñidos a sus piernas, tenía tres botones abiertos descubriendo parte de su pecho y sus clavículas.

—Estoy bien.—Sonrió.

Lo cierto era que se moria de frío pero quería pasar tiempo a solas con Jungkook, conversar un poco y tal vez besarse en algún callejón.

Pasaban cuadras y cuadras, no había señal de que Jungkook quisiera hablar con él, no había recibido ni siquiera una mirada, lo único que Jungkook hacía era fumar mientras tenía una mano en su bolsillo, no lo miraba ni de reojo, Jimin casi estaba temblando por el frío; se había arriesgado a conseguir un resfriado solo para hablar con Jungkook, pero no lo había conseguido.

Se sentía patético.

Lo cierto era que Jungkook se moria por hablarle, por siquiera mirarle. Pero no iba a hacerlo, había herido su orgullo muchas veces, nadie le aseguraba que Jimin no volviese a escupirle palabras en lugar de hablarle, no se iba a arriesgar a darle una estrujada a su corazón.

El camino lleno de silencio siguió hasta oír la fiesta cerca. Recién fue cuando se hablaron, cortas y se as palabras.

—¿Es allá?

—Sí.

Queriendo decir más que eso. Queriendo decir un mundo, pero todo fue reducido a pequeñas migajas.

Ambos fueron hasta aquella casa, Jimin se saludó con personas que estaban en la puerta y Jungkook solamente le siguió, entraron a la fiesta y más personas se le acercaron a Jimin, todos sus viejos compañeros o personas que alguna vez lo habían visto en el patio de su antiguo colegio, todos mirando a Jimin y queriendo un poco de su atención.

Un poco de la atención que era dirigida únicamente para Jungkook.

Atención que parecía ser rechazada por el más alto.

O eso creía.

Después de unos minutos saludando a desconocidos pudo dar con su grupo de amigos. Presentó a todos ellos con Jungkook, la sonrisa que Jungkook les daba a sus amigas no le había molestado, no hasta ver la sonrisa que le había dado a Minhyuk, una insinuando un coqueteo ligero.

Le había molestado que no pudo disimular la cara de enojo que tenía.

—Bien...—Habló Namjoon.—¿Minnie, quieres hacernos los honores?—Extendió una jarra de plástico, una botella de refresco y una de vodka.

Jimin asintió y sonrió.

Empezó a mezclar la bebida mientras tenía que disimular la molestia que sentía por escuchar a Jungkook conversar con Minhyuk.

Le hervía en las venas, le molestaba demasiado, aquello ardía en su garganta más que el vodka puro.

—Listo.—Sonrió.—¿Jungkook, quieres servir?

Jungkook asintió, tomando la jarra entre sus manos y rozando sus dedos con la pequeña mano de Jimin.

Enviando chispas a ambos corazones.

Jungkook sirvió en los vasos de todos, el grupo de Jimin propuso un brindis por volver a ver a su viejo amigo. Todos bebieron hasta la última gota.

Jungkook y Jimin bebían mientras se miraban profundamente a los ojos, como si se llamara con estos. Y es que lo hacían, se llamaban a susurros, se llamaban sin siquiera abrir sus bocas. Así lo sentían.

Pero el orgullo de Jungkook estaba tan pisoteado y destrozado que no sería quien de el pasó para acercarse, no cuando siempre lo había hecho y había recibido un empujón a cambio.

Jimin necesitaba llenarse de fuerzas para hacerlo, todo era nuevo para él, él nunca tenía que dar el primer paso porque todos venían a él, nunca tuvo que llamar a alguien porque todos estaban para él. Por eso el no tener el control de todo lo que pasaba con Jungkook le ponía muy nervioso.

Le ponía débil.

Vulnerable.

Jimin pensó mucho, se llenó mucho tiempo de valor. Cuando quiso ir hacia Jungkook él ya estaba lejos con Minhyuk bailando a su lado.

Sintió una opresión en su pecho por lo lento que había sido pero no se haría un lío en la cabeza por eso. Solo bailaban.

—¿Cómo estas, Minnie?—Preguntó Joohyun abrazándolo por los hombros, haciendo que Jimin preste su atención a ellos.

—Bien, no me quejo.—Sonrió.—¿Qué tal ustedes?

—Cada vez más mal en peor, física se vuelve un grano en el culo.—Hablo Namjoon.

—Y química.—Añadió Yeri.

—A este paso no terminaremos graduándonos.—Joohyun se quejó.—De vez en cuando deberías ayudarnos, tienes un fuerte en todas las materias ¿Cómo lo haces?

—Solo soy inteligente, solo eso.—Rió.

—Por eso nunca tenía problemas más allá de ser un promiscuo. Recuerden que literalmente era el mejor alumno del grado, lastima que te descubrieron en ese curso.—Rió Namjoon.

—Minnie aún seguiría con nosotros si no hubiese sido por eso.—Puchereo Yeri.

Todos ya estaban ebrios.

—Minnie parece pasarla muy bien en su nuevo colegio ¿No? Solo mira con que bombón vino a la fiesta , Minnie no pierde el tiempo.—Codeo Joohyun.

—Supongo.—Sonrió contra su vaso, sonrojándose.

—¡Uhh!—Namjoon ánimo.—Minhyuk si que la está pasando bien.

Jimin se volteó junto con sus amigos. Viendo a lo lejos como las manos tatuadas de Jungkook recorrían por la cintura de Minhyuk mientras este tenía sus brazos enredados en el cuello de Kook.

Parecía que se había congelado en su lugar mientras veía como sus bocas se movían en sincronía y como Jungkook lo tomaba posesivamente de la cintura. Sentía como su cara reflejaba el dolor que tenía dentro.

No debería de sentirse así. Muchas veces se había repetido que ellos no eran nada y que los dos podían hacer lo que quieran. No tendría porque doler.

Pero lo hacía.

—Hey.—Yeri susurró a su lado. Ella estaba al pendiente de la situación de Jimin, podía ver en su rostro el dolor plasmado.—¿Todo bien?

—De maravilla.—Sonrió mirándole.—¿Por qué no estaría bien?

—No lo sé...tal vez por...

—Nah.—Se encogió de hombros.—Que se diviertan, para eso están las fiestas.

Jimin se giró en sus talones ignorando que a metros de él Jungkook estaba besándose con uno de sus amigos.

No importaba.

A su pequeña ronda se unieron más por los juegos que habían empezado a hacer, había pasado un buen tiempo y aún Jungkook ni Minhyuk habían vuelto a la ronda, suponía que estaban muy ocupados.

Podía sentir como el alcohol empezaba a hacer efecto en su cuerpo, sentía aún más la música plasmada en su piel. Empezaba a bailar en su lugar mientras seguía con los juegos en ronda.

Sintió unas manos reposarse en su cintura y una sonrisa se formó en su rostro, creía que era Jungkook.

Pero solo eran ilusiones de alguien ebrio.

—¿Vamos a bailar?

—Minho.—Saludo sonriendo.—Claro.

Ambos se fueron tomados de la mano hasta la pista de baile, Jimin jalo a Minho para que estuviesen cerca de Jungkook y Minhyuk, tenía muchas ganas de demostrarle que él también se estaba divirtiendo.

A Jimin le gustaba bailar, le encantaba como se sentía al hacerlo, tan ligero y tan libre, podría estar horas bailando y no se cansaría. También era un buen bailarín, sus movimientos siempre cautivaban a todos y lograba robarse la atención de todos. Le toma unas cuantas canciones antes de que Minho se pegue a su espalda, haciendo rechinar sus caderas contra las de Jimin de una manera muy atractiva que hizo que Jimin sonriera de lado. Jimin disfruta de toda la atención que está recibiendo, todas las miradas que sabe que se roba mientras mueve sus caderas al compás de la canción, con las manos de Minho acariciando cada centímetro de su cintura y caderas. Sus manos se dirigen instantáneamente al cuerpo de Jimin, recorriendo y rascando suavemente bajo la camiseta de Jimin, sonríe contra el cuello de Jimin mientras lo acerca más a su cuerpo.

—¿Cómo has estado?

—Bien.—Sonrió, tomando las manos que estaban en su cintura y acercándose al más alto.—¿Qué tal tú?

—No me quejo.—Sonrió.—Ahora mismo estoy con el más deseado de la fiesta ¿Quién podría quejarse?

—Siempre tan coqueto.—Rió.—Tengo que admitir que muchos de tus halagos me gustan.

—¿A sí? ¿Y por qué nunca lo has demostrado?

—No lo sé.—Se encogió de hombros.—Tal vez si lo demuestro tus halagos desaparezcan.

—Compruébalo.—Sonrió de lado, tomándolo de la cintura y atrayéndolo más a su cuerpo.

Jimin sonrió girándose, se paró de puntitas para llegar a los labios del más alto, enroscando sus dedos en sus cabellos cafés. En medio del beso abrió sus ojos para mirar de reojo si Jungkook le estaba mirando.

No lo hacía.

Le daba la espalda mientras reía con Minhyuk mientras que de vez en cuando se besaban.

Tal vez el alcohol le hacía sentir más fuerte y pesada la opresión en su pecho. Tal vez era eso. Porque sentía como si se ahogara. Jimin está mareado y hay algo parecido a la tristeza en su pecho. Todavía no ha decidido lo que significa, pero decide que la mejor manera de ignorarlo es besarse con Minho.

Sin embargo, el corazón de Jimin es un maldito traidor y parece estar de acuerdo con su cabeza de repente. Su sentido como su sensibilidad están tratando de joderle esta noche. Porque quiere hacerse creer que quien tiene sus manos en su cuerpo es Jungkook.

Jungkook es todo lo que puede pensar y Jimin se siente jodidisimo, porque justo delante de él, está Jungkook, alto y presumido como siempre con su lengua en la garganta de Minhyuk, recorriendo su cuerpo con sus manos tatuadas.

Nuevamente siente la opresión en su pecho y por un momento olvida que tiene a Minho devorándole la boca como si aquel toque estuviera ocurriendo en un mundo muy, muy lejano a él.

La luz de la habitación es tenue, así que apenas puede ver, pero la puñalada en sus entrañas es real, el dolor en su pecho es demasiado insoportable para descartarlo.

Sus ojos están cerrados y Minhyuk parece estar pasando el mejor momento de su vida mientras Jungkook se toma su tiempo para besarlo lenta y lánguidamente.

Jimin siente el nudo cada vez más duro en su garganta, sentía que podría romper a llorar en cualquier momento, no podía seguir haciéndose eso, no podía seguir viendo cómo uno de sus amigos se comía con la persona que quería. Se separó del beso mordiendo sus labios, así no haría pucheros frente a nadie.

—Tus labios son tan deliciosos.–Sonrió Minho acariciando su mejilla, aún una de sus manos en su cintura.—¿Seguimos bailando?

—Yo...no, ya no quiero bailar.

—¿A sí?—Sonrió de lado, acercándose al oído de Jimin para susurrar.—¿Y qué es lo que quieres hacer?

Los hombres con los que frecuentaba siempre creían que cualquier movimiento de Jimin iba con segundas intenciones, que podían meterse en sus piernas después de un beso. Todos pensaban así de él. Y ciertamente aquello le cansó hace mucho, le cansó que todo el mundo le viese como aquel juguetito que pueden pasarse entre ellos.

—Necesito tomar aire.

—Claro, vamos, te acompaño.—Ofreció, tomando la mano de Jimin contra la suya.

Jimin se soltó del agarre, quería estar solo. No quería la compañía que solo pensaba en él como un hoyo que llenar.

—Quiero ir solo.

—Yo también tomaré aire, no te incomodare.—Volvió a tomar la mano de Jimin.

Jimin se irritó y volvió a soltarse solo que ahora lo empujó para que se alejara.

—He dicho que quiero estar solo.

Antes de que Minho se volviese a acercar a él para tomar su mano Jungkook se dio vuelta y lo impidió. El ceño fruncido en su rostro y la cara de pocos amigos hubiese hecho retroceder a cualquiera, pero estaban ebrios.

—Dijo que quiere estar solo.—Hablo Jungkook.

—Mira amigo, tendrás tú turno con él después.—Dijo Minho.

—Vuelve a referirte a él de esa forma y te rompo la nariz. Déjalo solo.—Amenazo.

Logrando que todo en Jimin se moviera. Logrando que su corazón palpite y sus mejillas se sonrojen.

Estaba ebrio pero podía ver que si Minho y Jungkook seguían así una pelea surgiría, era lo que menos quería. Se puso en medio de los dos impidiendo que sigan acercándose, el ceño fruncido en el rostro de Jungkook se suavizó.

—¿Ya se calmaron?—Preguntó Jimin.—Ahora los dos vayan por caminos diferentes y no arruinen la fiesta.—Jungkook tomó la mano de Jimin contra la suya pero Jimin se soltó.—Ahora si me disculpan necesito aire.

Jimin dejó la fiesta y salió a la calle, suspirando por el nudo que recién había podido tragar, se sentó en la acera y abrazo sus rodillas contra su pecho para cubrirse del frío.

La noche no había salido como esperaba, había planeado pasársela todo el tiempo con Jungkook pero él había preferido a uno de sus amigos. Había preferido a alguien ajeno que a él.

Era comprensible, después de toda la mierda que Jimin le había sabido dar. Solo que...esperaba que Jungkook siguiese dispuesto a él a pesar de todo.

—¿Cómo va todo?—Escucho a su lado.

Levantó la vista y se encontró con los ojos redondos de Jungkook, le miraban desde su lugar mientras fumaba.

—Bien, supongo.—Se encogió de hombros.—¿Qué tal tú?

—No me quejo.—Se encogió de hombros mientras se sentaba al lado de Jimin.—¿Quieres?

Jimin tomó el cigarro entre sus manos y fumó de el, se lo volvió a pasar a Jungkook sonriéndole y acariciando sus dedos. Quería cambiar un poco lo que había pasado durante la noche, quería por lo menos que uno de sus planes salieran bien.

Por lo menos quería besar a Jungkook.

Ambos se miraron por largo tiempo mientras Jungkook seguía fumando. Sus ojos brillaban ante la vista del otro. Aún se llamaban sin decir ni una palabra. Jimin hacía más corto el espacio entre los dos acercándose lentamente a Jungkook, el tatuado observaba atentamente el accionar de Jimin, sonrió de medio lado mientras calaba del cigarro, hecho el humo en dirección de Jimin y este tomó el humo entre sus labios.

Después de sonreírse como unos tontos el espacio entre ellos se hizo nulo, se besaron, juntando el sabor de la nicotina entre sus labios. Era un beso suave, uno que habían esperado todos estos días.

Se habían extrañado.

Se separaron por falta de aire, Jimin sonreía con sus ojos cerrados y con las mejillas rojas mientras que Jungkook tenía los ojos puestos en la sonrisita de Jimin. Todo era un ataque a su corazón.

—Yo también te he extrañado, mucho.—Confesó Jimin en un susurro.

Haciéndole recordar a Jungkook las veces que le había hablado y que Jimin lo había ignorado. Recordando que Jimin lo trataba bien cuando él quería y que esas eran pocas veces.

Jungkook dejo de observar a Jimin y soltó una risa ahogada.

—No puedes tratarme así cuando se te de la gana.—Murmuró.

—¿Qué?

—Que no me puedes tratar como tú maldito juguete.—Dijo levantándose de la acera y parándose a su lado.

Jimin lo siguió, aún con el ceño confundido.

—¿A qué te refieres?

—Oh, vamos, sabes de lo que hablo.

—En realidad no.

—Bien, déjame aclararlo.—Termino el cigarro apagándolo contra el pavimento y girándose hacia Jimin para encararlo.—No me puedes tratar como un juguete que cuando se te de la gana lo puedes tirar de lado, no cuando tú quieras me puedes tratar bien y días después ni siquiera hablarme.

—Ya te dije que lo siento.

—Si, eso no arregla nada porque seguirás así.—Se encogió de hombros.—Seguirás besuqueándote con todo el mundo mientras me lo refriegas a la cara y después volverás a mi para tirarme a la basura.

—¿Y tú acaso no haces eso? ¿Qué tal besa Minhyuk? ¿Ah?

—No me jodas con eso.—Rodó los ojos.

—Respóndeme ¿Qué tan bien besa? ¿Luego lo llevarás a tu departamento para follartelo?

—No lo sé, tal vez.

—Vete a la mierda. Te invite a esta fiesta para que pudiéramos hablar o algo pero tú preferiste irte a lengüetear con MI amigo.

—No finjas como si no hicieras lo mismo.—Rió.—Además ¿De que quieres hablar?

—De nada.

—Bien, mejor así.—Negó con la cabeza.—¿Y ahora qué?

—Me iré. Puedes quedarte con ellos y llevarte a Minhyuk a tu cama.—Sonrió.

Jungkook soltó un suspiro.—Eres tan complicado, no te entiendo. Querías pasar la noche hablando conmigo pero ahora me pides que me quede con tus amigos.

—¿No es lo que quieres?

—¡No!—Sobo su ceño fruncido mientras suspiraba.—También quería estar contigo.—Murmuró.

—Tampoco es cuando tú quieras.

—Cierto.—Sonrió.—Es cuando toda tu mierda se acomode y tú lo quieras ¿No? Cuando quieras tenerme a tu disposición cómo tienes a todo el puto mundo. Con una sonrisita tienes a todos a tus pies ¿No? Con un coqueteo los mantienes en fila y en orden ¿No?

Jimin se sintió herido por las palabras de Jungkook, se giró en sus talones empezando a caminar en la dirección contraria. Haciéndole saber a Jungkook que la había cagado.

El tatuado suspiro y camino para detener a Jimin, todo se había juntado y lo había echado al rostro de Jimin, no era justo.

—Hey.—Lo tomó de la mano.—Hablemos.

—No.—Se soltó de su agarre aún caminando e ignorándolo.—No quiero hacerlo, iré a ordenar toda mi mierda y tal vez ahí podamos hacerlo.

—Minnie...

—No.

—Duraznito, no te enojes.

—Déjame en paz, Jungkook.—Lo encaró y dijo aquello con toda la seriedad que podía.

Jungkook se rindió y dejó que Jimin se fuera, se quedó en medio de la acera mientras veía a Jimin desaparecer entre las calles. Se sentía frustrado, todo su mundo parecía estar de cabeza. Jimin había puesto su mundo de cabeza.

Encendió un cigarro y se fue en la dirección contraria a la que Jimin había tomado.
























🖇
aclarando futuras dudas: en el capítulo donde jungkook sube un snap con alguien y luego jimin reconoce la habitación es yoongi, no minhyuk, je

bueno, nos vemos 🤨

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