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—¿Cómo vas con tu enamoramiento?—Rió Sooyoung mientras codeaba a Jungkook.

—No estoy enamorado.—Rodó los ojos molesto.—Solo me gusta mucho.

—"Sooyoung estoy jodidoooo"—Molesto imitando la voz de Jungkook.

—Te dije que olvidaras lo que te dije.—Bufó.

—Bueno.—Rió.—¿Y tú por qué estás de tan mal humor? Falta que eches humo como una tetera.

—No estoy de mal humor, no me jodas.—Bufó.

Y mentía.

Estaba molesto desde el primer periodo en el que Jimin había preferido hacer grupo con Seokjin y Yoongi, ignorando la sugerencia que Jungkook le había hecho. Le bateó con un simple "Seokjin se esfuerza más en los trabajos" y eso le había cabreado. Desde esa hora es que estaba echando humo.

Mirando de vez en cuando el lugar de Jimin quien hablaba animadamente con Seokjin mientras anotaban en sus cuadernos, creía imposible que el rubio no se haya dado cuenta de los ojos encima suyo. Pero no era tan imposible, pues Jimin no tenía en mente nada más que terminar el trabajo encargado, nada le distraía cuando tenía una meta trazada.

—Le vas a perforar la nuca, deja de mirarlo.

—No me jodas, hago lo que quiera.

—Bien, Romeo.—Rió.—Te tiene en sus manos ¿ah?

—Sooyoung...

—¿Qué? Solo digo cosas que tú dijiste.

—No dije eso.

—Lo diste a entender. "Es que sus ojos".—Volvió a imitar la voz de Jungkook.

—Si vas a hablarme solo para molestarme entonces no lo hagas.

—Okay okay.—Asintió.—Pero dime ¿Cómo sucedió?

—¿El que?—Preguntó, por fin quitando su mirada de Jimin.

—Tú enganche con Jimin.

—No sé.—Se encogió de hombros.—Solo pasó.

—Aww, un amor que se fue construyendo.—Abrazo a Jungkook de los hombros revolviendo sus cabezas, siendo algo escandalosa.

Ganándose la atención de Jimin, por fin.

El rubio les miraba con una cara seria y los analizaba en cada centímetro, viendo su buena y estrecha relación, creyendo que había algo más allá de eso. Siempre lo había creído, pues Jungkook a parte de estar con sus dos mejores amigos pasaba mucho tiempo con Sooyoung, haciendo bromas entre sí y sonriéndose constantemente.

Rodó los ojos ante sus pensamientos tontos y sin sentido, siguió prestándole atención al atlas frente a él.

Cuando uno quitaba la mirada el otro la volvía a poner, ahora era Jungkook quien le miraba, tratando de llamarle con la mirada.

Nuevamente con ese malestar creciendo en su estómago cada vez que Jimin se sonreía con Seokjin.

Y es que ese malestar nacía por el hecho de saber que Seokjin también estaba desarrollando sentimientos por Jimin, ese malestar nacía por la forma en la que Seokjin miraba a Jimin.

Y también, sin decirlo en voz alta o admitiéndose a sí mismo, se sentía inseguro por los sentimientos de Seokjin hacia Jimin, pues si a alguien le dieran a escoger entre él y Seokjin, nadie dudaría en escoger a Seokjin.

Porque Seokjin era mejor que Jungkook, en muchos aspectos.

Esa era la mayor incomodidad que sentía Jungkook, compartir sentimientos por la misma persona con su mejor amigo; con alguien que era mejor que él.

🖇

—¿Cuando podrás entrar a tu departamento?—Preguntó Seokjin.

—No sé, mi madre no me responde.—Se encogió de hombros.—Ella es la única que puede mandar a los cerrajeros.

—¿No tienes para pagarles?—Preguntó Taehyung.

—No tengo nada más qué el dinero para el mes.

—¿Y qué tal te va? En la casa de Jimin.—Preguntó Taehyung.

—Bastante bien.—Sonrió, como un tonto.—La compañía de Jimin es buena.

—Ya lo creo.—Hablo Seokjin.

Jungkook lo miró de reojo, rodando los ojos.

A lo lejos miró a Jimin que estaba recostado en un árbol mientras hablaba con Yoongi, la misma paleta que chupaba el primer día que lo había conocido estaba entre sus dedos.

Sonreía cual ángel, deslumbrando con el sonido de su risa, haciendo a los rayos de solo ser parte de sus pómulos.

O así lo veía Jungkook.

En cuanto Jimin le devolvió la mirada Jungkook sonrió, embriagado por los ojos finos de Jimin y por la forma en la que se volvían dos medías lunas cuando sonreía.

Jimin le hizo una seña a Yoongi y fue caminando hacia el grupo de amigos, acogiéndose en la atención que los tres le daba a su sola presencia.

—¿Nos vamos?—Pregunto Jungkook.

Jimin lo ignoró.

—¿Entregaste el trabajo?—Sonrió Jimin mientras le hablaba a Seokjin.

—Oh, sí.—Asintió.—Nos darán la nota la próxima clase.

—Ya veo.—Asintió, jugando con la paleta que tenía entre sus dedos, chupándola mientras le sonreía a Seokjin.

Jodiendo a Jungkook.

—Lo hicimos bien ¿Eh? Creo que fuimos uno de los grupos más rápidos en entregar.—Sonrió Jimin.

—Sí, tuvimos puntos extra por eso.—Asintió Seokjin.

—Eso es muy bueno.—Asintió, ahora dirigiendo su atención a Taehyung, sonriéndole.—¿Qué tal te fue a ti, Tae?

—No me quejo, pudimos terminar todo, solo que no sabemos si lo hicimos bien.—Se encogió de hombros, restándole importancia.—Igual nos pondrán una nota, eso es lo bueno.

—Uhm, les debió ir bien, en tu grupo estaban...—Jungkook lo interrumpió.

—¿Nos vamos?—Preguntó seco.—Tenemos que comprar algo para almorzar.

Se había cansado de ser excluido de su pequeña conversación.

—Oh, sí.—Asintió riendo.—Bueno, nos vemos mañana.

Sonrió mientras se despedía de Seokjin y Taehyung, con el típico beso en la mejilla, muy cerca de los labios para la comodidad de Jungkook.

Ambos se alejaron del instituto, sin decirse ni una palabra, Jimin estaba más distraído chupando su paleta. Pero en cuanto salieron de la vista de todo el mundo Jungkook no desaprovechó la oportunidad y lo empujó al callejón más cercano.

Esa pequeña paleta le había estado jodiendo la salud mental, lo único que podía pensar era en los labios de Jimin chupándola. Le volvía loco.

Jimin rió cuando sintió ser acorralado contra la pared.

—¿Qué pasa, Kookie?—Preguntó con una sonrisita.

Jungkook no respondió, solamente lo tomó de las mejillas y unió sus labios.

Al fin quitándose las ganas que tenia de besarlo.

Jimin envolvió sus brazos en el cuello de Jungkook mientras sonreía a través del beso, acercándolo y abrazándolo más a su cuerpo.

Un beso devastador, uno que no involucraba a sus deseos carnales, solo involucraba a sus deseos de tenerse cerca. De abrazarse y besarse.

Se separaron por falta de aire. Jungkook apoyó su frente con la de Jimin, mirando sus pupilas avellana.

Sintiéndose tan débil.

Tan vulnerable.

—¿A donde iremos a almorzar?—Pregunto Jimin.

—¿Que quieres almorzar?

—Ni idea.—Se encogió de hombros.—Vayamos a algún patio de comidas.

Jungkook asintió tomando de la mano a Jimin para que salieran del callejón.

Alargando ese contacto íntimo.

—Estoy cansado.—Puchereo Jimin arrastrando sus pies.—Cárgame.

Jungkook rió rodando los ojos y acepto. Se agachó hasta la altura de Jimin y dejó que subiera a su espalda, como aquella noche en la que la lluvia los empapó.

Riendo por las bromas hechas y disfrutando el silencio cómodo.

Cualquiera que los viera desde lejos creería que eran una pareja, los brazos de Jimin sosteniéndose con firmeza de Jungkook y la sonrisa de Jungkook por la risa de Jimin haría creer eso a cualquiera.

Pero no eran nada.

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