010
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—Creí que me esperarías con la bata.—Dijo recostándose en el marco de la puerta.
—Y te dije que ya quisieras.—Sonrió cerrando la puerta a su detrás.
—Oh, ¿no me vas a dejar pasar, Minnie? Quería un vaso de agua.
—No, puedes tomarlo en la casa de Tae.
—¿Sabias que Tae iría?—Preguntó empezando a caminar al lado de Jimin.
—Si, él también me invitó a la fiesta.
Jungkook no dijo nada más, junto a Jimin empezaron a caminar.
El camino se hizo corto, hablaron un poco de cosas banales mientras hacían chistes, sobre todo Jungkook. Al llegar a la cuadra de Taehyung lo vieron recostado en una de las paredes, Jungkook le silbó para avisarle que ya estaban ahí.
Tae les sonrió y fue caminando hacia ellos, y nuevamente aquella sonrisita coqueta se formó en el rostro de Jimin que se puso de puntitas para besar la mejilla de Taehyung saludándolo, le gustaba mucho la mirada profunda que le daba el castaño, pero tenía que admitir que le gustaba más la mirada que Jungkook le daba cada vez que hacía eso.
Porque durante las veces que lo había hecho en el colegio; saludando a Jin y a Tae con un dulce beso en la mejilla, Jungkook lo había arrastrado a algún callejón para que ''se despidiera bien'' de él, besándose cada vez que podía con aquella ''excusa''.
Los tres se metieron a un taxi con rumbo a la fiesta, el trayecto fue corto, se encontraban frente a una casa la cual se podía escuchar desde afuera la música.
El dueño y organizador de la fiesta era un amigo de Jungkook, por lo que cuando este abrió la puerta se saludaron con un abrazo.
—Bueno, ya conoces a Tae, pero déjame presentarte a...—Fue interrumpido.
—Jimin.—Hablo.
—Hola Eunwoo.—El rubio sonrió.
—Oh...¿Ya lo conocías?—Preguntó un confundido Jungkook.
—Claro.—Eunwoo asintió.—¿Cómo podría no conocer a Park Jimin? Bueno, dejen el umbral de la puerta y pasen.
Eunwoo recorrió para que los tres entraran a la casa.
—Eres algo popular ¿Ah?—Susurro Jungkook contra la oreja de Jimin.
—¿Algo?—Jimin río mientras rodeaba a Jungkook y se abría paso entre las personas del lugar.
Siendo sincero consigo mismo quería saber de donde Eunwoo y Jimin se conocían, quería saber cómo su amigo lo había conocido antes que él.
Jungkook hizo su camino lejos de las personas con las que había llegado a la fiesta, se encontraba más entretenido enrollando un poco de hierba con Eunwoo y con otro par de chicas que no supo cómo llegaron donde estaban ellos, pero no le importo.
Mientras que Jimin estaba al lado de Tae mientras el castaño mezclaba vodka con una gaseosa que se encontraba en la mesa, ya estaba algo ebrio, por eso se reía de cualquier cosa que decía, Jimin era más resistente al alcohol por lo que solo se enterneció al ver la sonrisa de Taehyung cada vez que trataba de contar un chiste.
—Deberíamos ir allá.—Señaló Taehyung con su cabeza.
—¿A jugar?
—Oh, ¿están jugando?
—Si, con cartas o a la botella, creo.
—Vamos.—Taehyung tomo de la mano a Jimin, animándolo.—Será divertido.
—Bueno, besarse con desconocidos si es divertido.—Rió caminando al lado de Tae.
—Esa es la actitud.
Unos sillones estaban acomodados en un intento de círculo mientras que en una pequeña mesa se encontraba una botella vacía que estaba siendo girada, después de unirse a la ronda una pareja se beso frente a ellos.
—Bueno ya saben como va esto, giras la botella y a quien le toque tienes que besarle, si te niegas a hacerlo tienes que cumplir con una penitencia, no es nada del otro mundo.—Explico una chica pelirroja.
Ambos asintieron.
El juego estaba yendo de acuerdo a las manijas del reloj, por lo que aún no les tocaría a ellos.
Jungkook tenía un porro entre sus dedos mientras estaba recostado en el marco de la cocina, viendo a las personas en aquella ronda, mejor dicho, mirando a Jimin.
Después de un rato fumando mientras le veía desde su lugar se animó a unirse a la ronda, con pasos seguros y firmes fue a sentarse en uno de los sillones, justo frente a Jimin.
Llegó justo para el turno de Taehyung quien aun bebiendo comenzó a girar la botella, aquella botella vacía dio unos cuantos giros hasta que se detuvo frente a Jimin.
Por alguna razón Jungkook creyó que Jimin elegiría la penitencia, pero vaya que estaba equivocado, Jimin se acercó a Taehyung y el castaño lo tomo de la nuca para estampar sus labios, Jungkook no supo si estaba viendo bien pues el rubio tenía una sonrisa en el rostro mientras lo miraba de reojo, creyó que era porque ya estaba lo suficientemente ebrio.
El beso de Taehyung y Jimin fue más intenso que los demás, sus labios se movían en sincronía mientras acariciaban los cabellos del otro, ambos habían esperado aquel momento desde hace mucho, Jimin desde que noto lo guapo que era y Taehyung desde que Jimin lo besaba en la mejilla muy cerca de los labios, les gustaba apagar aquella llama en su interior, el beso fue algo largo y tuvieron que separarse, ambos con los labios hinchados mientras los demás les silbaban.
Ahora era el turno de Jimin.
Giro la botella y como se lo espero se detuvo enfrente de Jungkook.
El pelinegro ya se preparaba para estarle comiendo la boca, para así borrar el beso de Taehyung de su sistema.
—Elijo penitencia.—Dijo Jimin mientras miraba a los ojos de Jungkook con una sonrisa.
Algunos de aquella ronda no se podían creer que Jimin haya elegido penitencia en lugar de besar a Jungkook, todos querrían besarlo.
—Bebe lo que queda de esta botella, sin parar.—Dijo la misma pelirroja que les había explicado las reglas.
Era una botella de vodka a medio terminar, la tomó en sus manos y sin rechistar se la llevó a sus labios. Jimin tenía mucha experiencia con el alcohol, el agrio vodka ni le inmuto, terminó la botella más rápido de lo que los demás esperaban.
Jungkook lo miraba con una media sonrisa.
Le devolvió el gesto, solo que añadiendo un guiño.
El juego se fue apagando mientras la fiesta también moría, Jimin se había besado con un total de cuatro chicos y tres chicas, mientras que Tae y Jungkook solamente habían cumplido las penitencias que les pusieron, ya que era más entretenido ver al rubio besarse con desconocidos, no, no era divertido, era caliente, porque de vez en cuando Jimin les echaba el ojo mientras movía su boca contra la de otro.
La fiesta terminó y nuevamente ellos se encontraban en un taxi que los llevaría a sus casas, los tres con el suficiente alcohol en sus cuerpos para estarse pasando un porro sin importarles que diría el taxista.
Jungkook y Jimin dejaron a Taehyung en la puerta de su hogar, no sin antes que el rubio coqueteara con él y le dejara aquel típico beso de despedida cerca de los labios.
A Jimin le gustaba coquetear, le divertía mucho.
En cuanto el porro se acabó el taxi ya estaba frente al hogar de Jimin.
Junto al rubio se bajó Jungkook quien fue tan amable y pagó también el pasaje del rubio.
—Acá no es tu hogar. Ni siquiera estás cerca.
—Lo se, pero solo quiero caminar, son unas cuantas muchas cuadras para que llegue ¿Acaso te preocupas por mi, duraznito?
—Otra vez el apodo.—Soltó una risilla.—Y no, no me preocupas ni un poco, solo me daba curiosidad saber porque te bajaste conmigo.
—Me gusta caminar, así también se me pasa la borrachera.
Jimin asintió, empezando a subir las escaleras de su pórtico, siendo seguido por Jungkook.
—¿Ahora me vas a dejar en la puerta de mi casa?
—Yo te recogí, también debería de dejarte en tu casa ¿no?—Sonrió.—Es lo que un caballero haría.
—Tu no eres un caballero, Kook.
—Tienes razón, porque los caballeros no se atreverían a hacer esto.
Dicho lo último tomo de la cintura a Jimin pegándolo contra la pared cercana de la puerta, apegándose a su cuerpo mientras lo besaba, dándole aquel beso que hubiese querido darle cuando jugaban con la botella. Juntos en un beso hambriento, cada vez más apegados al cuerpo del otro, ese creciente fuego en sus estómagos creciendo con cada respiración robada, queriendo más.
Pero Jimin detuvo aquello alejándose de Jungkook y reposando su cabeza contra la pared, dándole una sonrisa de medio lado mientras lamia su labio inferior para luego empujar a Jungkook y salir de los brazos del pelinegro.
—Buenas noches, Kook.—Sonrió abriendo la puerta de su casa y sin esperar una respuesta la cerró en las narices de Jungkook.
Al igual que Jimin, Jungkook también tenía una sonrisa ladina.
Saboreo una vez más los labios de Jimin sobre los suyos, sintiendo aquella mezcla de frutilla y alcohol, Jungkook empezaba a creer que besar a Jimin podría ser tan satisfactorio como beber vodka o fumar un porro.
Quizá tendría razón.
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el au llegó a 3k de leídas aaaaa muchas gracias enserioooo <333
la relación de kook y minnie está medio lentita pq aún no queremos llegar a lo fluff y al drama, disfrutemos los momentos de calentura 😞
nos vemos, les quiero <3
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