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Jimin tenia la laptop en sus muslos mientras buscaba información relevante y precisa sobre la revolución francesa, mordía su labio de vez en cuando mientras Taehyung y Seokjin miraban atentos la pantalla del portátil, el rubio cerraba pagina tras pagina, al parecer aun no encontraba nada relevante.

—Solo copien y peguen, no es tan difícil.—Sugirió Jungkook echado de cabeza sobre la cama de Seokjin.

—Es un ensayo, hay que hacerlo bien.—Hablo Jimin sin mirarlo.

—Soobin ni siquiera lo lee, siempre da los trabajos más complicados pero jamás los lee, casi todos obtienen la misma nota, algunos obtienen más nota solo por la cantidad de hojas.—Volvió a hablar.

—¿Y eso que? ¿Por eso tengo que hacer un trabajo mediocre?

—Así te evitas la fatiga.—Dijo extendiendo su mano hasta llegar a la barbilla de Jimin para acariciarla.

El rubio se alejó de su tacto con una cara seria, miró a Jungkook y este tenia una sonrisa burlona en su rostro, a Jimin le molestaba cuando las personas se metían en lo que hacía él sabía lo que hacia y por eso nadie tenia porque meterse, así que se cabreo, pero no dijo nada, quería mantener el disfraz de angelito para Taehyung y Seokjin.

Por otro lado, Jungkook disfrutaba de aquella cara seria y esa mirada de pocos amigos que Jimin le había echado, tenía que admitir que Jimin se veía caliente enojado.

Así que quería seguir jalando algunos hilos más.

—Solo añadan algo sobre María Antonieta y su frase de pasteles ¿Cómo era Seokjin?

—"Que coman pasteles".—Respondió Seokjin.

Miro de reojo la reacción de Jimin, rodó los ojos y soltó un suspiro, cerró el portátil y se giró a mirarlo con una mirada que gritaba 'cállate o te asesino'.

—¿Quieres callarte, Kook? ¿Eres tu el que hará el trabajo o somos nosotros? ¿No tienes a nadie más a quien joder por ahí?—Bufo dándose la vuelta y abriendo el portátil nuevamente.—Y María Antonieta nunca dijo eso.

—¿Enserio?—Pregunto sorprendido Taehyung.

—Si, no hay evidencia de que María Antonieta hubiese dicho aquella frase. Solo se la atribuyeron los historiadores simpatizantes de la revolución.

Después de mandar a callar a Jungkook tuvo otro momento de paz donde acomodaba las palabras para que el ensayo saliera como él quería.

Mientras que Jungkook lo miraba atento, de verdad que le encantaba la actitud de Jimin, en su corta vivencia nunca había conocido a alguien como él.

Siendo alguien cotizado en su colegio, jamás había obtenido aquella mirada llena de enojo y aquellas palabras cortantes, y le gustaba, vaya que le gustaba.

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—Entonces terminamos lo que falta mañana.—Sugirió Seokjin mientras aseguraba que el trabajo se guardará.

—Aja.—Asintió Jimin sonriéndole.

Los cuatro chicos bajaron juntos las escaleras para salir de la casa de Seokjin, ya había oscurecido y habían avanzado gran parte del trabajo, mejor dicho, Jimin había avanzado gran parte del trabajo mientras que los otros observaban y de vez en cuando callaban a Jungkook que nuevamente quería cabrear a Jimin, pero gracias a Tae y Jin no lo logró.

Los tres amigos solo se despidieron con un choque de puños, siempre lo hacían así, mientras que Jimin acerco sus labios a la mejilla de Seokjin para después decirle un suave 'nos vemos mañana', ambos se sonrieron un par de segundos pero luego sus miradas bajaron porque ya era hora de partir.

Jungkook había visto aquel gesto, solo pudo soltar una risilla.

—¿A donde tienes que ir?—Jungkook le pregunto a Taehyung.

—Tengo que ir a cenar con mis padres, mi papá recibió un ascenso, iremos a celebrarlo.

—Oh, felicítalo de mi parte.

—Lo hare.—Asintió .—Me voy en este taxi, me da flojera tomar bus.

Taehyung hizo parar un taxi mientras que Jimin caminaba hasta donde él y Jungkook estaban parados.

—¿Te iras, Tae?—Pregunto.

—Si, tengo que verme con mis padres.—Sonrió.—Adiós Kook, nos vemos mañana Jimin.

Jungkook solo asintió, mientras que una vez más Jimin repitió el como se había despedido de él esa vez que había ido a su casa. Rozando sus suaves labios contra la piel de Taehyung, dándole aquella sonrisa coqueta.

Nuevamente siendo visto por Jungkook y su sonrisa burlona.

Empezaron a alejarse de la casa de Seokjin luego de ver al taxi de Taehyung alejarse, caminaban de lado a lado sin decir nada, Jungkook con un cigarro en los labios y Jimin con su celular en su mano revisando los mensajes que había recibido.

Guardo el celular en su bolsillo y se percató del humo del tabaco.

—¿Tienes más cigarros?

—Aja.—Asintió.—¿Quieres?

—Si.

Jungkook sacó de su chaqueta la cajetilla de cigarros y le pasó uno a Jimin, el rubio lo colocó en sus labios y esperó a que le pasará también el encendedor, sin embargo Jungkook no lo hizo, ya que era él quien tenía la intención de encenderlo.

Y así lo hizo.

Con la mirada fija en sus labios y la mirada de Jimin fija en los ojos del más alto, cuando la mecha fue encendida el humo fue exhalado fuera de los pulmones del rubio, se había vuelto una costumbre el pasarse el humo del cigarro.

—¿Estabas coqueteando con Tae y Jin?

—No.—Mintió.—Yo soy así.

—¿Siempre das besos en las mejillas muy cerca de los labios?

—A veces, solo quise hacerlo.—Se encogió de hombros.—¿Por qué? ¿Celoso?

—Nah, yo ya te bese, ¿por qué estaría celoso de un beso en la mejilla?

—Touche.—Rio, dando una breve mirada a su alrededor, frunció el ceño.—¿Dónde estamos?

—No me digas que solo me estabas siguiendo.

—Si, lo hacía. Ahora dime dónde estamos.

—Llegando a mi casa, bueno, ya llegamos.—Señaló con su cabeza al edificio a su lado.—Si quieres puedes pasar a visitarme.

—Mierda.—Susurro.

Jimin se detuvo y trató de ubicar el nombre de la calle o algo que le dijera cuál era el nombre, por suerte supo distinguir algunas casas, había pasado unas cuantas noches en las casas de enfrente yendo de fiesta en fiesta.

—Bueno, yo me voy.

—¿No te vas a despedir?

—Adiós Kook.

Jungkook sonrió, retirando el cigarro de sus labios y posandolo en sus largos dedos tatuados.

—Hazlo bien.

Una pequeña sonrisa se formó en su rostro, sabía a lo que se refería Jungkook, por eso se acercó al más alto y posó sus labios contra la mejilla de Jungkook.

Cuando se separó del cuerpo del pelinegro Jungkook lo sostuvo de su barbilla elevándola y chocando sus labios, uniéndolos a ambos en un beso corto.

Solo fue un breve beso, choque de labios, pero aun así le llegó a robar un suspiro.

—Te dije que lo hicieras bien.—Hablo contra los labios de Jimin.

Jimin se alejó de Jungkook sonriéndole mientras asentía y se daba vuelta, caminando para encontrar el camino hacia su hogar.

El pelinegro no se movió de su lugar hasta perder de vista a Jimin, cuando dejó de verlo a la distancia se giró hacia su edificio.

Con una pequeña sonrisa en el rostro de ambos, iluminados por el reflejo de la luna, queriendo un poco más de ese beso.

Un poco más del otro.

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