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Vio a lo lejos como Jimin se acercaba hacia él, con su caminata gatuna y con su cara seria, tenía el porte de un modelo, pero era más hermoso que cualquiera que alguna vez haya desfilado.

Su cara seria hacía resaltar aún más sus ojos profundos y sus labios pomposos, acentuaba un poco más la cara perfilada que tenía.

—¿Qué quieres?—Preguntó ya estando frente a él.

—¿Siempre tienes que estar a la defensiva?—Sonrió de medio lado.

—No estoy a la defensiva.—Hablo.—Solo quiero saber que era tan importante como para hacerme venir hasta acá.

—Solo quería hablar contigo.—Se encogió de hombros.—Nada más.

Jimin rodó los ojos.—¿Me hiciste venir hasta acá solo para eso?

Jungkook rió mientras asentía.

Jimin quiso golpearlo pero en su lugar solo rodó los ojos y tuvo la intención de irse de aquel lugar.

Tuvo, porqué cuando quiso dar un paso Jungkook lo tomó de la muñeca y lo plantó en el casillero detrás de él. Todo había pasado tan rápido que Jimin no supo explicar cuando su espalda chocó suavemente contra los casilleros y como es que tenía a Jungkook frente a él con una sonrisa mientras lo acorralaba con sus brazos.

—Quería hablar contigo sobre una línea de tu lista.—Sonrió.

—¿Sobre cual?—Ladeó su cabeza fingiendo inocencia mientras se mordía el labio.

Agitando sus pestañas y mirando al igual que un gatito a Jungkook, quien tomó aquello como un ataque para sí mismo.

—Sobre la penúltima.—Miró ligeramente hacia los labios de Jimin que aún estaban atrapados en los dientes del rubio.

—¿Penúltima?—Preguntó.—¿Podrías refrescarme la memoria? No recuerdo cuál era.

Y Jimin mentía, claro que sabía el orden de todas las reglas escritas, solo que quería probar de cierta forma a Jungkook, quería ver lo que era capaz de hacer y quería ver cómo le seguía el juego.

La sonrisa en el rostro de Jungkook se amplió, llevó una de sus manos hacia la mejilla de Jimin y acarició la piel, lo hizo de la misma forma que lo había hecho el día anterior.

—Te voy a refrescar la memoria, entonces.—Susurró mirando a los ojos de Jimin.

Acariciando la comisura de sus labios, esos belfos esponjosos que se sentían suaves a su tacto, Jimin estaba sonriendo por el atrevimiento de Jungkook.

—Hazlo.—Susurró de vuelta.

Una última vez se miraron a los ojos mientras se sonreían y dejaban que el fuego creciente de sus estómagos se expandiese por todo su cuerpo.

Jungkook no espero nada para juntar sus labios con los de Jimin, besándose de forma desesperada, tratando de apagar la llama que les quemaba por dentro, tratando de sofocar la tensión que había entre sus miradas y las sonrisas cómplices.

Jimin envolvió sus brazos en el cuello de Jungkook atrayéndolo más hacia su cuerpo, el más alto envolvió sus brazos en la cintura del rubio.

Se estaban consumiendo en aquel beso en medio de los pasillos mientras todos estaban en el comedor, ellos dos estaban contra el cuerpo del otro devorándose las bocas.

Moviendo sus bocas al mismo ritmo, mordiendo de vez en cuando los labios contrarios mientras reprimían jadeos.

Se tuvieron que separar por la falta de aire, Jimin aún tenía sus brazos envueltos en Jungkook, pasó su dedo índice por la mandíbula del más alto mientras aún lo miraba profundamente a los ojos y sonreía de medio lado.

—No estuvo nada mal.—Susurró contra los labios de Jungkook.

Dejo un beso en la mandíbula del más alto y se separó de su cuerpo. Con las manos en su espalda se recostó en contra del casillero.

—Puedes marcar algo más de la lista.—Hablo.—Solo te faltarían dos cosas por cumplir.

—Lo sé.—Sonrió.

Jimin asintió mientras se separaba del casillero y empezaba a caminar lejos de Jungkook, antes de desaparecer de la vista del más alto se dio la vuelta.

—Recuerda que mañana es la fecha de vencimiento.

Y se perdió en la esquina del pasillo, entrando al comedor, dejando a Jungkook soltando un suspiro.

Por última vez relamió sus labios sintiendo el sabor de Jimin en ellos y camino hacia el comedor.

Nuevamente al entrar al lugar se dio miradas cómplices con Jimin.

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