(Narra Fede)

-"¡Fede! Ya es hora"-me decía mi amigo moviéndome ligeramente de un lado a otro.

-"No quiero levantarme, dame otros 5 minutos más"-le dije sin querer abrir mis ojos, me sentía cansado por culpa del desvelo de anoche.

-"Eso dijiste hace treinta minutos"-me decía pellizcando mis mejillas a lo que yo gruñí de molestia, él solo se rio divertido.

-"No quiero"-le dije acomodándome otra vez entre mis almohadas.

-"Muy bien, me estas provocando a tomar medidas drásticas"-me decía molestándome nuevamente para luego sentir que se acomodaba dentro de mi cama.

¿Qué está haciendo?

Me hice bolita ignorando lo que decía pero en un segundo sentí una mano traviesa meterse en mi pijama y hacer círculos imaginarios en mi pecho, acción que hizo que sobresaltara de nervios.

-"¡¿Qué haces?! ¿Félix?"-dije un poco ruborizado por sus extrañas acciones, me sentía un poco avergonzado sentir sus dedos dentro de mi playera.

-"Si no te levantas, seguiré haciéndote esto"-dijo bajando lentamente su dedo hasta llegar a mi ombligo, eso me provocó un ligero escalofrío en mi cuerpo.

-"¡Y-Ya basta!"-le dije quitando su mano e intentando levantarme, eso me incomodó muchísimo.

-"¿Por qué tan avergonzado?"-me decía jalándome otra vez y tirarme a la cama, yo me giré enseguida tratando de no verlo al rostro. ¿Qué le pasa a Félix?

-"¡N-no es nada!"-dije acomodándome otra vez e ignorándolo.

-"Je~ ¿Quieres que me detenga pero vuelves a provocarme con acostándote nuevamente en tu cama? ¿Quién te entiende?"-decía riéndose por mi comportamiento, eso en parte era cierto. Solo debería pararme para evitar que él me siguiera haciendo esto...

-"Déjame en paz"-le dije sin voltearme de mi lugar.

-"No quiero~"-me dijo acercándose mientras susurraba esas palabras en mi oído y sentir una de sus manos rodearme la cintura con cariño.

Ya entiendo...

-"Debe ser divertido hacer esto para ti cuando lo haz hecho con otros chicos, ¿verdad?"-le dije tratando de comprender su comportamiento tan inesperado, mi sorpresa fue mayor cuando no escuché su respuesta, si no lo contrario, quitó su mano y se alejó de mí.

Ah... ¿Se enojó?

Estaba a punto de voltearme cuando veo unos brazos colocándose a los lados de mi cabeza, dejándome sin salida de huir, subí la vista para toparme con la mirada seria de Félix, me sorprendí al verlo tan serio, ni si quiera me moví ni me quejé de la posición en la que estábamos, solo me quedé observándolo detenidamente.

-"En serio..."-dijo de mala gana-"¿En verdad crees que hago esto con cualquiera?"-me decía con un ligero rubor en sus mejillas, de alguna manera me estaba poniendo nervioso, verlo tan cerca de mi rostro y sentir su respiración ligeramente cerca me provocó ruborizarme.

-"¿Félix?"-le dije, estaba confundido y sentí arder mi cara por unos segundos, ¿Acaso me estoy sonrojando? No, eso no puede ser posible, después de todo, Félix es un chico y yo también.

-"Estoy bromeando~"-dijo con una sonrisa burlona, me quedé como idiota observando el cómo se reía a carcajadas-"¿De verdad te lo creíste? Jajaja"-se empezó a burlarse de mí.

-"Tú..."-lo miré con furia para después arrojarle una almohada en su rostro, acción que le molestó y me la devolvió.

-"¿Por qué estás tan molesto? Oye dime, ¿Hice latir tu corazón?"-decía con una enorme sonrisa de oreja a oreja, recogiendo la almohada y aventarlo hacia la cama.

-"¡¿Jaaa?! ¿Quieres pelear conmigo?"-le dije aventándole otra almohada a lo que él la esquivó fácilmente, yo solo le seguía aventando más almohadas mientras que él las esquivaba sin esfuerzo alguno.

-"Bien, ya que te has levantado con energías, es hora que levantes tu trasero de la cama y vayamos a desayunar juntos"-decía guiñándome el ojo, yo solo me sentía avergonzado y le aventé otra almohada con las intenciones de golpearlo.

-"¡No me fastidies!"-le grité parándome molesto de mi cama y recoger todas mis almohadas para pasear por el pasillo y dirigirme hacia la cocina donde me esperaba ansioso mi amigo.

-"Ya era hora que vinieras"-dijo mirándome de manera pícara mientras cogía un onigiri y se lo metía a su boca.

Desayunamos juntos en silencio, todavía sentía algo de nervios, probablemente debía ser por el sueño... ¡Eso debe ser!

Nos fuimos después a la escuela, de alguna forma me sentía observado o tal vez, ¿Tengo tanto sueño que ahora estoy ilusionando cosas?

Caminamos hasta llegar a la entrada de la escuela, lo que me sorprendió bastante es que habían muchas personas interfiriendo en el camino y al parecer el principal motivo era sobre una mujer que sería nuestra profesora nueva, eso en verdad no lo sabía, no suelen haber nuevos maestros pero al parecer hubo un maestro que tuvo un accidente y fue reemplazado por ella.

Félix me miró confundido y se encogió de los hombros, dándole la menor importancia al igual que yo, pero justo cuando pasamos alado de aquellas personas, que no eran más que nuestros compañeros y otros alumnos. Vimos a una mujer de cabellos castaños claros y de ojos ámbar, de color miel, una silueta delgada y su piel morena clara, lo que más me llamó la atención fue el rostro asustado de mi amigo, es la primera vez que lo veía tan incómodo e impactado.

¿Acaso la conoce?

-"Ah... ¡Félix!"-decía aquella mujer que parecía ser muy joven para ser maestra, recargándose en la espalda de mi amigo.

-"¡Suéltame ya!"-Echaba de gritos Félix intentando quitarse de encima a nuestra nueva profesora.

Todos se quedaron observando la escena impactados, incluso yo...

Los demás estaban muriéndose de envidia ya que la maestra dejaba a la vista sus pechos encima de la cabeza de Félix, además que usaba tacones así que se veía mucho más alta que él.

Lo que no entendía era su relación, ella parecía estar muy familiarizada con él, incluso le ponía apodos extraños como "Bebé" o "Mi niño" e incluso "Zorrito". No supe cómo reaccionar al ver que Félix se enojaba y se la quitaba de encima siendo el centro de atención de todos, pero eso en parte no era mi duda, sino que, ¿Ella sabe que él es gay?

-"Zorrito, ¿Te parece si vienes a mi oficina a... pasarla bien?"-decía con un tono de voz muy lujuriosa, coqueteando a mi amigo y recibiendo un "no" como respuesta por parte de él.

-"Deja de llamarme así, joder"-decía cabreado mientras me jalaba del brazo para aumentar el ritmo de nuestra velocidad hasta llegar a nuestro salón, casi empujando a todos nuestros compañeros que estaban al frente observando a mi amigo con enojo.

-"Félix, ¿Quién es ella?"-le pregunté sin entender nada al respecto, ya que ella seguía siendo insistente en coquetear a mi amigo.

-"¡No la conozco! Ni me interesa saber su nombre, ¡No le creas nada de lo que ella te diga!"-me decía volteándose a verme, parecía estar molesto y no muy contento de ser acosado por esa mujer.

-"E-Esta bien"-dije un poco confundido, no siempre veo a Félix tan estresado como ahora. ¿Debería detener todo esto?

Después de un tiempo de clase, resultó ser nuestra maestra de arte y de Álgebra. De vez en cuando volteaba a ver a Félix y le guiñaba el ojo, otras veces le llamaba por sus melosos apodos para pedirle ayuda con algunas libretas para que se lo llevara a su oficina, otras veces ha intentado saludarlo con un beso y otras veces de despedía llamándole por su nombre. En todo el día Félix me llevó del brazo huyendo de ella para poder conversar conmigo.

-"¿por qué está tan pegada a ti?"-le dije sin entender la situación en lo absoluto.

-"No tengo idea pero no se detendrá hasta que consiga lo que quiera"-me dijo casi corriendo hasta llegar a un salón abandonado y escondernos allí.

-"¿Y... qué es lo que quiere?"-le pregunté, él solo me miró molesto.

-"Ni idea, pero creo que quiere acostarse conmigo"-me decía a lo que yo lo miré perplejo sin entender y tratando de procesar sus palabras recién dichas.

-"¿Acostarse contigo? ¿Por qué no le dices simplemente que eres gay?"-le dije siendo comprensivo pero solo me negó con la cabeza.

-"Ya lo hice pero quiere cambiarme de parecer"-decía un poco estresado-"Es igual de zorra que tu exnovia"-dijo cabreado sentándose en el suelo y poner su oído en la puerta para escuchar si venía por allí.

-"Qué raro"-dije imitando su acción también, después de eso hubo silencio.

Se acabaron las clases y seguíamos estando en este salón, ya me estaba dando un poco de sueño así que empecé a cabecear recargándome en la pared y cerrar mis ojos lentamente.

-"Creo que ya podemos irnos"-decía sintiendo que me movía ligeramente mi hombro-"¿Fede?"-me llamó a lo que respondí abriendo mis ojos pesadamente y mirándolo.

-"Lo siento... tengo sueño"-dije para tallarme los ojos-"¿Podemos quedarnos un ratito más?"-dije para luego acomodarme nuevamente pero ésta vez Félix me jaló hacia él, dejando que me acostara recargado en su pecho.

-"S-solo será un ratito así que, descansa por ahora"-dijo recargando su brazo en mi hombro como si estuviera abrazándome.

Esto sería raro para algunas personas pero, para nosotros no. Quizá porque nuestra confianza y amistad sea mayor es que no tenga ningún problema de permanecer allí, más bien, se sentía bien estando así. Me daba cierta comodidad y me relajaba.

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Continuará...