"Me gustas"

Escuché una voz tan familiar diciéndome eso detrás de mí.

Volteé quedando de frente a él, lo miré sorprendido, no sabía qué hacer...

-"Félix..."-susurré en voz baja, me acerqué un poco observando su rostro que ahora estaba teñido de rojo carmesí.

Sus ojos me miraron con ternura y se acercó a mí dándome un beso en los labios, no me dio tiempo de reaccionar ya que enseguida se separó y se fue corriendo.

-"¡O-oye! ¡E-Espera!"-quería perseguirlo, pero estaba muy confundido para dar el primer paso.

Enseguida sentí que alguien me llamaba con una voz aguda y fue que reaccioné enseguida.

-"¡Fede!"-me llamó un chico de cabellera rosada, mirándome confundido.

-"¿Eh?"-dije en shock, estaba claro que fue un simple sueño.

Pero... ¿Por qué tuve ése sueño?

Miré un poco desorientado el lugar donde me encontraba y efectivamente, estaba en mi habitación, sentado en mi cama y escuché la alarma sonar por toda la habitación, observé a mi amigo quien se encontraba parado alado mío con una mano sujetando mi hombro.

-"¿Todo bien? ¿Tuviste alguna pesadilla?"-me decía dándome caricias en mi cabello acomodándomelo un poco ya que estaba desordenado.

¿Pesadilla? ¿Puedo decir que eso fue una pesadilla?

-"N-no estoy seguro..."-dije bajando la mirada hacia abajo donde se encontraba mi almohada.

-"Deberías levantarte o vamos a llegar tarde"-me dijo con una leve sonrisa en su rostro mientras acomodaba mis libretas en mi mochila.

-"¿Llegar tarde?"-pregunté sin entender muy bien lo que me decía, estaba seguro que hoy no tenía ningún plan para salir.

-"¿Hmm? ¿No recuerdas?"-me dijo con un tono suave para acercarse nuevamente hacia mí.

Enseguida negué con la cabeza para ver que mi amigo se sentaba en la silla que estaba cerca de mi escritorio.

-"Me prometiste que me acompañarías al cine"-me dijo sonriendo inocentemente para después abrir mi armario.-"jumm... ya deberías comprar más ropa informal"-me dijo observando mis atuendos, uno tras otro.

¿Eh? ¿Cuándo sucedió eso?

Me sentía muy confundido, no pensaba con claridad y no sabía si seguirle la corriente o quedarme donde estaba. Y por lo que pude ver, él se dio cuenta.

-"Lo olvidaste... ¿Verdad?"-me dijo casi en un susurro, mirando cabizbaja al suelo, en su voz pude notar tristeza.

-"Perdón"-me disculpé por haberlo olvidado y fue cuando pasó por mi mente algo importante.

Es verdad... Ya lo recuerdo todo.

-"Hoy tengo una cita con mi novia"-susurré dando un suspiro.

-"Je... ¿Acaso olvidaste decirle a tu novia que hoy estarías un rato conmigo?"-me dijo Félix mirándome serio, como si estuviera disgustado.

-"Lo siento Félix"-dije un poco arrepentido, después de todo era verdad.

Después solo hubo silencio, fue entonces que recordé todo lo que estaba pasando.

Es verdad, hoy es el cumpleaños de Félix y no sólo eso, también había quedado con llevar a mi novia a comer en un restaurante de 5 estrellas. Recordé que hubo un tiempo en que peleé con Félix a causa de esto, porque siempre le tomo más prioridad a mi novia que a él; mi mejor amigo.

"De seguro está molesto"-pensé dejando un leve suspiro, sabía perfectamente que no podía romper ésta promesa, no quería pelear con él y mucho menos distanciarnos.

-"Bien, espérame afuera, me voy a cambiar"-le dije dándole pequeños empujoncitos para sacarlo afuera, él solo me miró confundido pero no hizo ningún comentario al respecto, solo me obedeció y esperó afuera de mi habitación.

Cerré la puerta enseguida una vez que él se haya ido y me dispuse a cambiar mi pijama por una camisa de cuadros azules y un pantalón de mezclilla, miré mis zapatos y escogí unos tenis que combinaba con mi ropa, me eché gel en el cabello y me lo arreglé un poco para que no quedara desordenado y me salí de la habitación.

Le envié un mensaje a mi novia avisándole que no iba poder salir con ella a causa que me sentía enfermo, me sentía un poco mal por haberle mentido pero sabía bien que si ella se enteraba que la había dejado plantada por mi mejor amigo se iba a enojar conmigo, además, probablemente le echaría un pleito a Félix por entrometerse en mi relación con ella.

Sin embargo... ¿Por qué soñé con Félix? ¿Por qué soñé con él diciendo algo como eso?

Inconscientemente toqué mis labios, enseguida pasó por mi mente el beso que me había dado Félix en mi sueño. Sobresalté al sentir unas manos cálidas apoyarse en mi cintura.

-"Ah... ¿Te asusté?"- sonrió divertido al ver mi expresión, para después soltarme y caminar a mi lado.

"¿En qué estoy pensando? Debería dejar de pensar en eso"- pensé un poco tratando de convencerme que no me importaba en absoluto.

-"¿Qué dices? Solo me sorprendí un poco"-dije para después caminar más rápido y salir de mi departamento acompañado de mi amigo para finalmente cerrar con llave.

-"¡Es un buen día!"-gritó mi amigo con una gran sonrisa para después voltearse a verme.-"¿Y bien? Sigo esperando a que me felicites"-dijo sonriendo como niño pequeño brincando a mi alrededor como si fuera lo más interesante del mundo.

Sonreí divertidamente al ver su reacción infantil, éste se percató e hizo un pequeño puchero para después darme cuenta de algo que me llamó la atención.

Tenía un leve tono rojizo en sus mejillas, eso lo hacía ver... ¿lindo?

Abrí mis ojos como platos al darme cuenta de lo que estaba pensando, es extraño, simplemente extraño, no debería pensar así.

-"Vamos"-le dije para empezar a caminar enfrente de él, quien solo me miró raro.

-"Qué frío eres"-me dijo haciendo otro puchero y caminar más rápido para estar a la par conmigo.

Caminamos unos minutos más y llegamos a un restaurante.

-"Espera... ¿Qué hacemos aquí?"-me dijo deteniéndose en seco, me miró confuso esperando una respuesta de parte mía.

-"Cambié nuestros planes"-le dije para después agarrar su mano y entrar al dicho restaurante.

-"O-oye... Sé más específico, se suponía que debíamos ir al ci-"-intentó decirme pero lo interrumpí enseguida.

-"Lo siento pero ya había reservado dos lugares aquí, además, no creo que sea problema... ¿O sí?"-le dije acercándonos a la chica que estaba en el mostrador.

-"P-pero... aquí van puras parejas..."-me decía un poco ruborizado desviando la mirada.

-"¿Y qué tiene? Es tu cumpleaños, no te preocupes por los demás"-le dije sin entender su reacción, sin embargo él solo me miró un poco tímido y aceptó finalmente.

-"¿Mesa para dos?"-dijo la señorita que me miraba amablemente.

-"Así es... de hecho, yo reservé hace unos días dos lugares con mi nombre"-le dije soltando la mano de mi compañero para después darle mi nombre y entrar a sentarnos en dicho asientos.

Miré a los asientos que nos habían preparado, me sentía algo incómodo darme cuenta que estábamos un poco retirados de las demás mesas y que nuestra mesa tenía un mantel blanco con acabados rojos y en ella, observé unos platos y unas copas, con un ramo de flores como adorno y unas servilletas en forma de corazón, las sillas son de piel y un acabado de madera, que lo hacía ver lujoso y sencillo, sin mencionar de algunos pétalos que estaban siendo adornados encima de la mesa.

Tragué saliva al percatarme que todo se veía tan romántico para dos chicos de bachillerato.

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continuará...