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Era de noche, a mitad del bosque, cuando una camioneta que trasportaba a una pareja de Floatzel se dirigían a una reunión de negocios para tratar un asunto importante de la empresa; van a una ciudad cercana a la que Vivian, pero igual eran un par de horas de camino.
El macho conducía a 100 kilómetros por hora en un camino lineal, en el cual había escasos automóviles, mientras que la hembra estaba completamente aburrida viendo por la ventana, a la hermosa luna llena que estaba por alcanzar el punto más alto en el cielo, cuando de repente el vehículo se detuvo.
—Antonio ¿Qué ocurre? —Preguntó su esposa muy preocupada por ese inconveniente.
—Tranquila Catalina ahora veo de que se trata —respondió el marido bajando de la camioneta.
El Floatzel abrió la tapa, que cubría al motor, se dio cuenta, se había descargado la batería, por tanto necesitaban corriente para volver a encender el automóvil y también cables para dicho propósito. Realizó un fuerte suspiro el tipo agua, esto significó que se perdería la junta de trabajo, después de aceptar ese hecho, se lo hace saber a su pareja que tampoco lo toma muy bien que digamos y ambos de frustran por quedar varado a mitad del camino.
—Se te tenía que olvidar el revisar el auto —se quejó la hembra.
—bueno pues, tengo una vida muy ocupada, ¿Por qué no te quejas con el mayordomo? Que para algo le pagamos muy bien —trató de defenderse el esposo.
—Si claro, y si gustas también me acuesto con él si a esas vamos —respondió con mucho sarcasmo.
—ya no te pongas así, solucionaremos esto, solo necesitamos a alguien con carro que quería detenerse a ayudarnos.
—Pero ¡Si no viene nadie! Estamos a mitad de la noche en un camino medio transitado —la Floatzel se hizo a la idea que pasaran la noche en ese lugar— pasaran varias horas antes de ver —empezó a templar— además de que hace frio y por las prisas se me olvido traer abrigo.
—No te preocupes —se quitó su saco y se lo colocó a su esposa— no necesitamos esperar a alguien, en el mapa de mi celular indica que hay un pequeño poblado a 5 kilómetros cruzando el bosque.
—Bueno si gustas ir tú solo, aquí te espero —comentó la hembra sin ganas de caminar.
— ¿Segura? Porque no quiero separarme de ti ni un segundo —es lo que dijo el tipo agua.
—Muy segura —miró a lo lejos una sombra moverse— pensándolo mejor, creo que si te acompaño.
En consecuencia emprendieron el viaje, durante 4 kilómetros de caminata, la neblina les permitió ver bien el camino; antes de llegar al pueblo, resulto imposible por su alta densidad, así que decidieron esperar a orilla del lago antes de intentar rodear, dicho cuerpo de agua, y lastimarse con algo provocado por el escaso rango de visión.
—Perfecto, estamos atrapados hasta que se quite la neblina —respondió la Floatzel mientras se apoyó contra el tronco de un árbol.
—Bueno, lo único bueno de este viaje es que puedo pasar más tiempo contigo amor...
— ¿ya vas a empezar con tus cursilerías? —Catalina aunque no lo dijo le encantó cuando su marido se puso meloso; que no se entere.
—Pues, por lo menos no es como la vez que fuimos al medio oriente y quedamos atrapados en una extrema calima por varias horas —Antonio recordó ese incidente a la perfección— fue en esa ocasión que decidimos dejar de hacer películas para dedicarnos al entretenimiento para adultos.
—Sí, hasta decidimos que llamaríamos a nuestro hijo Haze... desde las vacaciones que no tenemos tiempo para nosotros.
—Pues ahora tenemos tiempo para el hacer el amor aquí mismo —propuso el tipo agua con mucha lujuria.
— ¡¿Qué?! —La pokémon nutria marina se sonrojó bastante— pero no traemos condones —interesante... no lo negó.
—No los necesitamos —Antonio respondió tajante— es momento de traer a Haze al mundo.
Enseguida el Floatzel miró, con una mirada pervertida, a su pareja que anunció lo que ocurrirá esa noche, bajo la luna llena escondidos en el bosque, entre la niebla. Antonio cada vez acercó su boca a la de catalina hasta fundirse en un apasionado beso, no lo disfrutaban desde hace meses por culpa del trabajo, siguiendo así presionando contra los labios del otro hasta faltarles el aliento. Después se separan, para poder dar fuertes bocanadas de aire que tanta faltan les hicieron, se regalan una hermosa sonrisa en el acto. El marido abrazó a su esposa con todas sus fuerzas, se quedaron así por un buen rato, compartiendo el calor corporal, sintieron el cuerpo del otro; se expresó sin vergüenza el eterno amor que se tenían
.
—Te amo tanto catalina, quiero permanecer junto a ti el resto de mi vida —dijo el tipo agua antes de atacar con múltiples beso el cuello de su hembra.
—Yo también te quiero Antonio, eres el pokémon que más amo en el mundo —respondió ella ante todo el amor que le demuestra su macho.
—Vamos aprovechemos que no podemos hacer nada —se sentaron, al lado, en la base un árbol— hay que ser padres ahora que podemos antes de que nos pase el tiempo.
— ¿Estás seguro? Nuestro trabajo es muy demandante y no creo que seamos los mejores padres del mundo si tenemos que descuidar a Haze por culpa de una reunión de emergencia que se producen a cada rato —La nutria no estaba segura de querer traer una criatura al mundo.
—No te preocupes, sé que él entenderá y demás ¿Quién sería el heredero de nuestra futura fortuna? —Le trasmitió mucha tranquilidad a su pareja— Catalina, no importa el obstáculo que se presente en frente —la miró con una gran seguridad— siempre puedes contar con mi apoyo incondicional porque ese mi mundo, recuerda lo que prometimos en el altar, juntos hasta que la muerte nos separe.
En eso Catalina se sentó, sobre el regazo de su marido, para después; se dieron otro apasionado beso, cerraron sus ojos, sintieron con gozo el sabor y olor del otro. Además ambos se dieron un fuerte abrazo, compartiendo su calor corporal, contrastó con el frio ambiente del lugar. Luego se volvieron a ver para conectar miradas una vez más; observando con detenimiento los ojos de su pareja, tan hermosos como encantadores, una autentica ventana hacia el ser interior que reveló su espíritu. Un amor sincero, los dos deleitándose a la perfección, cuando están justo; lo demás no importa más, solo ellos disfrutando de su complemento.
— ¡Te quiero tanto cariño! —Le salieron un par de lágrimas— me haces la hembra más feliz del mundo.
—Siempre estaré a tu lado Catalina, siempre...
Entonces el macho se bajó la cremallera. A la intemperie, la ropa puesta, ejecutaron la máxima prueba de amor, un momento inolvidable donde se volvieron una sola carne; conectando sus cuerpos y uniendo sus almas, en un solo ser, donde el dos: ya no existe. Antonio sintió el interior de su hembra y catalina sintió adentro de si a su macho. Sus respiraciones se armonizaron, sus corazones se coordinaron, dando fuertes y profundas inhalaciones y exhalaciones. La pareja pasaron de un simple beso, se introdujeron a la boca del pokémon, que hace que su corazón palpite a toda velocidad; frotaron sus lenguas con toda la confianza del mundo, una y otra vez, no pararon, ocasionando su perfecta sincronización en sus sensaciones.
—Amor eres increíble —dejó escapar unos sonidos apenas audibles de placer.
— ¡Vamos Alfonso sigue, embarázame! —Gimió, con todas sus fuerzas, de felicidad intensa— ¡Alfonso!
Un acto de llena de dicha, en el que uno busca la satisfacción del otro, no su simple deseo egoísta de goce personal, los casados que se aman en verdad, no se podrían sentir usados; todo lo contrario, esta euforia que sintieron tuvo el propósito de traer un hijo a sus vidas. Presionaron sus entrepiernas, con todas sus fuerzas, hasta llegar al orgasmo; sintiendo así una gran corriente subir por su columna vertebral , hasta que llegó a su cerebro, liberando demasiada dopamina causada por la sobresaturación de placer que les provocó su pareja, éxtasis absoluto: difícil describir con simples palabras. Los Floatzel se miraron, de forma mutua, con una enorme sonrisa en su rostro; catalina se dejó caer sobre el pecho de su marido y Antonio hizo lo propio con el árbol donde estaban apoyados, el cual cargo todo su peso.
—Eso fue inolvidable, eres mi vida, te adoro mi amor.
—No quiero volver a despegarme de ti, yo también te amo mi cielo.
Acto seguido la neblina que estaba a sus alrededores acabó, de ser un problema, para seguir avanzando y así la los pokémon tipo agua, se levantan del suelo, volvieron a continuar con su viaje, ya no como una pareja de dos; sino una familia de tres.
Más tarde: se terminó la película, fueron protagonistas los padres de Haze, cuya filmación era privada, hasta que cierto Charmeleon oportunista lo arruinó, el año pasado logró sacar ese largometraje de la computadora de la pareja de nutrias. Él junto con sus amigos, disfrutaron de la fiesta y habían decidido ver esa película que el anfitrión tipo fuego, porque andaban en su lujosa casa, presumía tanto para que la vieran. Sentados en la invaluable sala.
Esta historia continuará...
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