Nosotros

De regreso en su cuarto, Yoongi sonrió a Jimin antes de caminar al refrigerador, el que compraron para su cuarto hace unos cuantos meses, pues Jimin enfadaba a Yoongi al respecto de que quería tener comida lo más cerca posible a su cama.

—¿Quieres una coca o té helado?— Ofreció mientras tomaba una bebida y la abría en un solo movimiento, antes de tomar un gran trago. 

—¿Puedo tomar del tuyo?— Jimin tímidamente preguntó sentado en el sillón, abrazando sus piernas, mirando sin concentración a la TV enfrente de él.

¡Levántate!Jimin tembló ante la enojada voz y rápido se intentó levantar, solo para ser empujado lejos del sillón porqué se tardó mucho. Aterrizó en el frío suelo. Su cadera dolió, sin embargo retrajo cualquier sonido que pudiera demostrar su incomodidad, sobando sus labios donde había golpeado con el suelo. No quería enojar más a Beom, quien se sentó en el sillón. 

—Deja de verme como un perro lastimado. Sé que no eres mejor que uno, pero al menos intenta actuar como un humano decente. Además esas son las consecuencias por lo que hiciste. No actúes como si te estuviera tratando injustamente. ¿Tienes idea de lo mucho que me dolió cuando intentaste detenerme antes? Haces que parezca un violador o algo, incluso cuando bien sabes que eres mio y yo puedo hacer lo que quiera contigo...

Asintiendo lentamente, giró su cabeza hacia el TV. De nuevo mordió su lengua para reprimir un sollozo, lágrimas quemaban sus ojos. En ese momento una almohada golpeó su cabeza —Ten, para ti.

Jimin confundido miró la almohada y con cuidado la tomó. Calidez se esparció por su cuerpo, su corazón latió rápidamente por el lindo gesto.

Eran esos momentos en lo que Jimin se sentía amado por su novio. El cariño que sentía le impedía darse cuenta que ambos, su cuerpo y alma se caían a pedazos.

Perdido en sus recuerdo, Jimin no se dio cuenta de Yoongi acercándose al sillón y dejándose caer, a lado del ansioso chico. Jimin lanzó una asustada mirada, cuando miró a Yoongi.

—Shhhh, soy yo— Yoongi lo arrulló delicadamente, alcanzando su mano y acariciándola suavemente sobre el hombro de Jimin —Solo soy yo—. Se acercó un poco más, para envolver su brazo alrededor de Jimin antes de cuidadosamente sobar la espalda del nervioso chico. 

A pesar de haber pasado meses, Jimin seguía asustadizo al pasar mucho tiempo solo con sus pensamientos. Beom seguramente dejó mucho dolor y heridas que tomarían más tiempo en sanar que las visibles, pero Yoongi no tiene ningún problema con ello. Con mucho gusto sería al enfermero personal de Jimin, si es eso lo que necesitase. Diablos, incluso si esas cicatrices nunca sanan por completo Yoongi estaba seguro que pasaría su vida entera junto al chico, incluso si eso significa nunca tocarlo y solo estar para él. 

—Yoongi...— La voz del más joven, era solo un callado sollozo, eso hizo que el corazón de Yoongi doliera. 

Lentamente para no alterarlo, Yoongi envolvió sus brazos alrededor de Jimin atraiéndolo en un apretado abrazo, el cual resulta en Jimin sentado en su regazo y con el rostro enterrado en la sudadera de Yoongi, antes de comenzar a agitarse. Le tomó unos segundos a Yoongi para darse cuenta de qué estaba mal. Notando los ojos de Jimin llenos de miedo, y como dejaron una marca de lágrimas en su ropa. Jimin examinó el cuarto, sus ojos ansiosos —Lo lamento, no quise...Iré por una toalla o algo para secar eso...— Cuando intentó levantarse para buscar, Yoongi lo mantuvo en su lugar.

Esperaba que Yoongi lo golpeara por arruinar su sudadera, justo como Beom hubiera hecho, pero todo lo que el chico hizo fue reír y jalarlo incluso más cerca —No tienes porque, si arruinar mis sudaderas es lo que toma para secar tus lágrimas entonces puedes tener todas las prendas que tengo, si te hace sentir un poco mejor.

Jimin sorbió su nariz, confundido de las acciones del otro pues estaba seguro que su comportamiento de llorón molestaría al mayor.

—¿No estás enojado?— La pregunta solo desató otra bomba para Yoongi, una vez más se sintió pésimo por no notar que tan jodida fue la relación pasada de Jimin. 

—Por supuesto que no lo estoy— Aseguró, acariciando la mejilla de Jimin, sintiendo la fuerte urgencia de plantar besos en todo el rostro del menor demostrándole cuanto amor sentía. —Puedes llorar cuando quieras, donde tú quieras y yo siempre estaré para ti. 

Yoongi no mentía. Jimin podría empezar a llorar en pleno viaje a Ámerica y Yoongi literalmente tomaría el viaje más pronto de vuelta a Corea. Eso demuestra lo enamorado que está, lo enamorado que siempre ha estado. 

—Jimin ¿Estás bien?— Los suaves llantos abruptamente pararon. Ya estaba oscuro afuera, los otros trataban de dormir. Era tarde después de todo.

—Sí...— La voz de Jimin sonó rota, dura y cansada. Fue una de esos momentos donde Yoongi deseó no estar en su cama y en su lugar podría llamar la atención a Jimin por no estar bien. Deseó que Jimin estuviera enfrente de él para confrontarlo sobre qué pasaba. Porque Jimin lloraba.

En lugar de eso estaba acostado ahí, con el corazón dolido por aceptar la mentira de Jimin —Está bien...buenas noches.

—Gracias...— Jimin sonrió sinceramente, y se abrazó a Yoongi de nuevo.

—De hecho, ¿quieres hablar un ratito o quieres ver TV?— Yoongi sugurió con su mano sobando el lado de Jimin calmadamente. Inclusive el más mínimo contacto le daba una idea del cuerpo de Jimin.

Seguro que estaría preparado para no tocarlo, pero eso no significa que nunca ha querido a Jimin.

—¿Porqué?— Jimin parecía confundido a la propuesta del otro, frunció sus cejas. 

—Solo siento como... pensé que podríamos hablar de la vida y así...por ejemplo...¿Qué piensas de la manera en que Tae miraba el trasero de Jungkook, cuando practicamos hoy?

Una risita instantáneamente dejó la boca de Jimin, alejando el estado triste que lo ha perseguido hasta hoy. Se sintió bien pensar sobre las pequeñas y tontas cosas que sucedían a su alrededor en lugar de deambular en el camino de sus memorias.

—Es lindo. Tae no solo mira su trasero, lo inspecciona y lo analiza.. aaaaaaaaaaaanaaaaaaliza...— Yoongi sintió pena ajena de pensar en que tal vez tienen sexo cuando nadie los mira.

—¿Crees que ya se dieron cuenta de que sienten algo por el otro?— Yoongi se preguntó pensando si habrá notado alguna pista o algo indicando que ambos están en una relación...

—Preferiría saber cual es nuestra etiqueta— Jimin al instante se arrepintió su desliz apresuradamente buscando un cambio de tema. Estaba seguro de que Yoongi no quería etiquetarse. Le gustaba Jimin pero no de esa manera... La única razón por la que hacía todas esas cosas, cuidar de Jimin, besarlo, son porque le tiene lástima, Jimin estaba seguro de eso. 

—No me hagas caso... solo hablo tontadas— Rápido murmuró para calmar la situación asustado de que tal vez Yoongi se enojaría por ser insistente.

Temiendo su enojo apretó sus dedos, agachando su mirada al suelo. Cuando vio que Yoongi alzó su mano con el rabadillo de su ojo, tembló cerrando sus ojos. Esperaba una cachetada, tal vez un empujón. Eso se ganaba por ser espontaneo y sobrepensar las cosas.

Nada llegó, o por lo menos no lo que esperaba. En su lugar sintió un suave toque en su cabeza, calidamente rizandolo. 

—¿Qué quieres que seamos?— Un poco dudoso Jimin abrió sus ojos antes de mirar arriba, sorprendido por la suave y gentil voz. 

Yoongi estaba ahí, frente a sus ojos, sus labios solo a unos centímetros de los de Jimin. La respiración de Jimin se cortó mientras sus ojos hacían contacto con la mirada de Yoongi. Había tanto cariño en sus ojos, el corazón de Jimin al instante comenzó a saltar

Sin pensarlo Jimin se inclinó acortando la distancia. Quería sentir los labios de Yoongi en los suyos. 

—Eres literal basura ¿no es así? ¿porque alguien que no sea yo querría besar a alguien como tú? vamos, admítelo no es tan difícil.

Jimin trató de mantener las lágrimas. Intentó besar a Beom por su cuenta solo para ser empujado.

Enterrando sus manos en sus mangas Jimin bajó su cabeza para no parecer rebelde. Beom siempre pensaba que intentaba ponerse al tú por tú pero Jimin nunca lo hacía. Solo quería amor de Beom...su afecto...atención.

—Soy basura y nadie que no sea tú querría besar...— Mordiendo su labio inferior para evitar llorar—..me, nadie me besaría...

—Buen chico— Su novio le acarició la cabeza. Jimin automáticamente se recargó en el sillón —Así que nunca puedes dejarme. A nadie le gustaría besarte de todas maneras— Beom advirtió, sobando la mejilla de Jimin —Sólo yo.

Jimin se congeló, justo frente al rostro de Yoongi, con pánico de una vez más de ser empujado, cubrió sus labios con sus manos —Ah...perdón...intentaba besa— las lágrimas crecieron en sus ojos otra vez, pero se obligó a aguantarlas. No llorón. No quería ser molesto otra vez.

Yoongi simplemente lo miró, sorprendido por la reacción de Jimin. Rápidamente arreglo su mente, acercando su cabeza a Jimin y tomando su mano para entrelazar sus dedos. 

—Sabes que si quieres puedes besarme cuando sea ¿cierto?

Jimin tragó antes de lentamente sacudir sus cabeza y bajando sus ojos hacia sus manos —No querrías eso...— Se trabó, sus ojos en sus manos. Por lo que no esperaba que unos dedos tocaran sus mejillas, levantando su cabeza y luego unos labios en los suyos.

El beso en si, era totalmente diferente a los que había conocido a este punto. Cada uno de los besos que recibió de Beom fueron ansioso, rudo y necesitado. Beom mordería sus labios, sus manos agarrando sus caderas duramente incluso si no estaban teniendo sexo.

En lugar de hacer algo parecido, Yoongi dejo sus labios descansar sobre los de Jimin y lentamente los movió.

Una de sus manos posaba en el cachete del chico, la otra hacia círculos en su espalda. Se sintió bien. Demasiado para ser real.

Jimin puso sus brazos alrededor de Yoongi sosteniéndolo firmemente contra su cuerpo. No lo quería dejar nunca. Quería que Yoongi lo sostuviera así para siempre.

El corto segundo donde Yoongi rompió el contacto fue llenado por un suave susurró que calmó el corazón de Jimin en cada manera —Te amo...

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