14 años después.
Narra TN.

Me desperté.
Y lo primero que hice, fue dar un gran suspiro.
Giré mi cabeza. El espacio de la cama en donde debería estar Michael está vacío.
Cerré mis ojos con pesadez.
Luego los abrí de nuevo y me levanté de la cama. Hora de empezar el día... Este duro día.
Estaba sola en Neverland.
Prince, Paris y Biggi estaban de pijamada. Prince y Biggi con su madrina Liz Taylor, y Paris con su padrino Maculay Culkin.

Michael y yo nos casamos en cuanto regresamos a California, y un año después me embaracé de nuestro primer hijo Prince.
Aún lo recuerdo tan bien... Michael estaba más feliz que nunca.
Muchos medios nos criticaron por nuestra relación tan "alocada" y nuestro apresuro por casarnos, decían que no iba a funcionar.
¿Pero adivinen qué?
Funcionó. Y funcionó como no tienen una idea, porque nos amábamos de verdad.
Mis ojos comenzaron a cristalizarse.
Lo extrañaba tanto.
Porque, sí.. Hoy se cumplía un año de la muerte de Michael.
Para ya no pensar en eso mejor me fuí a hacer desayuno, y luego fuí a recoger a mis hijos.

(...)

-Hola Liz- saludé.

-Hola querida..- ella me abrazó.

-¿Cómo se portaron los chicos?-

-Excelente, sabes que amo tenerlos aquí.-

-Hola mami- dijeron dos vocecitas, sonreí y me agaché para abrazarlos. Prince tenía el cabello rubio, 13 años de edad. Y Biggi tenía 8 años, y cabello negro y largo.

-Hola mis amores..-

-La pasamos muy bien con mi madrina Liz-  me dijo Prince.

-Que bueno..-

-¿Mami.. Hoy vamos a ir a ver a papi?- dijo Biggi bajando su cabecita.

Liz y yo pusimos cada de tristeza.

-Sí.. Cariño, después de recoger a tu hermana Paris e ir con tu abuela iremos. No llores- le dije besando su mejilla.

-Está bien..-

Me puse de pie de nuevo.

-Gracias por cuidarlos- le dije a Liz.

-No es nada... Vayan con cuidado. Yo iré también más tarde- me dijo, nos abrazamos y subí a los niños al coche para ir a recoger a Paris.

(...)

-Buenos días Macaulay..- saludé. Aquel niño con el que jugábamos Michael y yo ya era todo un adulto.

-Hola TN.- besó mi mejilla. Y una cabellera castaña y unos ojos preciososamente claros se asomaron por ahí.

-Hola mamá- saludó Paris.

-Hola hermosa- dije besando su cabeza. Ella tiene 12 años. -¿Te la pasaste bien?-

-Sí. Me encanta estar con mi padrino.-

-Y a mí me encanta estar con mi ahijada- respondió Macaulay apretando suavemente su nariz, haciendo reír a Paris.

-Muchas gracias por cuidarla. Ahora debemos ir con mi suegra.- dije yo.

-Está muy bien...- Macaulay suspiró. -Ánimo TN.-

Yo solo asentí y me llevé a Paris de ahí.
Por cierto, mis hijos y yo andábamos de negro el día de hoy.

Manejé hasta el domicilio de doña Katherine y toqué la puerta.

-Oh.. Hija- me sonrió.

-Hola señora Katherine.-

-Que gusto verlos.. Hola bebés- dijo ella, y Paris, Prince y Biggi la abrazaron.
La querían mucho.
Nos pasó a la sala y los niños se fueron a jugar mientras que ella y yo nos sentamos en la sala. Ella también vestía de negro hoy.

-¿Cómo está?- le pregunté tomándola de las manos.

-Triste- me respondió. Hice una mueca.

-He traído algo. Mire.- dije sacando una cajita de mi bolso, y la abrí.

-Oh... TN- sonrió con nostalgia. -Trajiste fotos de Michael.-

-Claro que sí- sonreí. -Vamos a verlas y a recordarlo.-

-También tengo fotos.- dijo y fué por su baúl de recuerdos. -Mira.-

-Son hermosas- sonreí mientras las tocaba. Luego empecé a sacar las fotos que yo había traído. -Oh.. Ésta fue un día que Michael y yo visitamos el hospital.-

-Sí.. Oh, mira. Éste era Michael de bebé.-

-Que lindo- sonreí. -¡Ah! Ésta fue justo el día en que regresamos de la gira en la que me pidió matrimonio.. Regresamos y lo primero que quiso fue que le tomara fotos con sus animales y con Bubbles.-

-Michael amaba a los animales.-

-Lo sé..-

-Aquí estaban Michael y Janet en la alfombra roja.-

-Y aquí era un chiquillo.-

-Mm.. Oh, ésta es buena. Aquí estábamos de viaje y Michael quiso tomarme una foto en la calle- sonreí.

-Aquí yo le tomé esta foto en una reunión familiar.-

-Y aquí era cumpleaños de Liz.-

-Aquí llevamos a Michael a la playa.-

-Y aquí Michael estaba leyendo una carta de una fan..- dije mirando la foto. Michael comenzó a agarrar gusto por plancharse el cabello.

-Y esta fue en una cena- sonrió Katherine.

-Sí.. Uh, amo mucho esta. Íbamos a hacer un pastel familiar.-

-Y como olvidar el cumpleaños de Prince.-

-Este fué un directo que hizo..-

-Y acá le leía un cuento a Paris y a Prince.-

-Acá estaba jugando escondidas..-

-Y aquí se tomó una selfie.-

Katherine y yo nos quedamos observando un momento las fotos, ya eran todas.
En eso, ella rompió el silencio.

-Querida... ¿Has pensado en casarte otra vez?-

La miré a los ojos.

-No.-

-¿Porqué no? Eres joven, y bella..-

-No se trata de eso- negué. -Señora, mi corazón estará siempre con su hijo. Fue mi amor verdadero, el único. No quiero estar en otra relación. Cuando yo muera, me reencontraré con Michael.. Tal vez ya no esté físicamente a mi lado, pero en mi corazón él sigue estando.-

Katherine me sonrió.

-Está bien hija.-

-Y bueno..- suspiré. -Creo que ya debo irme, suegra. Quiero ir al panteón.-

-Está muy bien- dijo y empezamos a guardar las fotos. -Cuídate mucho querida. Gracias por venir a verme.-

-La quiero mucho- dije abrazándola. Luego llamé a los niños. -Prince, Paris, Biggi... Vengan, ya nos vamos.-

-Paris está afuera mamá- me dijo Prince.

-Okay, despídanse- dije yo. Ellos obedecieron y se despidieron de su abuela, y luego salimos para encontrarnos a Paris.
Lo que ví me rompió el corazón.

Paris estaba llorando en silencio, viendo el cielo.

-Nena.. No- dije intentando no llorar, y yo y sus hermanos la abrazamos.

-Mami.. Extraño mucho a Applehead- me dijo lloriqueando. Así le decía ella de cariño.

-Yo también amor... Mucho, mucho- dije acariciando su cabello. -Pero no llores.. Mejor sonríe. ¿Te digo porqué?-

Paris se separó y asintió.

-Porque tú heredaste la sonrisa de tu padre. Tú tienes su sonrisa, cielo.. Así que sonríe ¿está bien?-

Paris sonrió un poco.

-Si mami.-

-Ahora ve y despídete de tu abuela, vamos a ir al cementerio.-

(...)

El lugar donde enterramos a Michael era un cementerio privado.
La tumba está cerrada, yo y los del cementerio era los únicos que teníamos llave.
Le compré unas flores en el camino, y los niños le habían hecho cartas.
Abrí la tumba y inhalé todo el olor de las flores.. Sus fans siempre le traían flores y obsequios, diario.

Paris, Prince y Biggi se acercaron y dejaron sus cartas con pucheros en sus bocas.

-Dejen a mami un momento a solas con su papi.. ¿Sí?- pedí. Los niños asintieron y se salieron.

-Hum.... Hola dulzura..- dije dejándole las flores, y me senté a un lado de donde se supone está su cuerpo. -Ya un año.. ¿Cómo estás?.. Te he echado mucho de menos..- dije y comencé a llorar mientras abrazaba esa cosa que cubría su ataúd. -Los niños y yo te extrañamos. Los fans te extrañan. Los guardaespaldas te extrañan. Tu familia te extraña. El zoológico te extraña. Tus amigos te extrañan- dije sorbiendo mi nariz.
-Aún recuerdo tu promesa.. Esa , la de "más allá de la muerte"- sonreí. -Sé que sigues amándome en el cielo como yo te sigo amando en la tierra. Y.. Cuando nos reencontremos en la otra vida.. Te voy a abrazar muy fuerte.-

-¿Niños?- escuché que alguien hablaba afuera. Me levanté y salí a ver, puesto que el cementerio estaba solo.

Ahí miré a una chica, con un ramo de girasoles en sus manos.

-Oh... ¿TN?- preguntó al verme.

-Sí.. Sí soy yo-

-No la conocemos mami- dijo Biggi.

-No, no se preocupen.. Soy... Soy Ximena- dijo la chica. -Michael.. Michael una vez fue a mi cumpleaños.-

-...¿Eres la chica de los XV?- pregunté sorprendida.

-¡Sí!.. ¿Lo sabes?-

-Michael me contó de tí- dije abrazándola. -De una niña que era su fan y su padre le fue a pedir a Michael que fuera a la fiesta..-

-Sí, sí, esa soy yo- sonrió. -Sigo siendo su fan y bueno... Solo venía a dejar flores. No sabía que estaban aquí..-

-Pasa- le dije.

-¿Enserio?- preguntó sorprendida. Ningún fan hasta el momento había visto la tumba por dentro.

-Sí, hazlo. Ven.- dije tomando su mano, entramos juntas. Los ojos de la chica se agüaron.

-Está bien..- dije sobando su espalda. Ella asintió y le dejó las flores en el suelo, y de su bolsillo, sacó una foto. La foto que Michael y ella se habían tomado en su cumpleaños muchos años atrás.

Sonreí triste y comenzamos a soltar lágrimas juntas.
Después de un rato nos salimos y cerré la tumba otra vez, y la chica se fue.

Tomé aire mientras miraba mi muñeca, aún con esa vieja y sencilla pulsera roja. Y mi dedo, con aquel anillo de corona.
Miré al cielo. Me limpié las lágrimas, y le sonreí.

-Te amo más allá de el mundo entero Michael.. Nos veremos luego.-

Y fuímos a casa, a seguir nuestras vidas.
Pero me fuí tranquila, porque..
Sabía que nos amábamos

Más
          Allá.

FIN.