Un sujeto caminaba con miedo hacia una puerta grande de caoba, el se para enfrente y se arregla la camisa para luego entrar lentamente por la puerta la cual rechina al abrirse.

-¿Que pasa?- Dice una voz que se encontraba en el fondo de esa habitación obscura que solo era iluminada por el gran ventanal que había, donde se veía una silueta viendo por este 

-S-Señor, su hijo...- Pero antes de terminar la frase la silueta se voltea rápidamente y avanza dando pasos grandes, revelándose un hombre de avanzada edad con una barba negra y cabello corto de unos 10 cm, lentes redondeados y se encontraba con un traje elegante, en el hombre se reflejaba claramente su rostro de preocupación

-¡Que pasa con el!- Dice con una voz que retumba en las paredes de esa habitación capaces de helar a cualquiera

-No tenemos mucho tiempo, tenemos que utilizar el plan B- Menciona con un poco de temor 

-¿Cual es su estado?- Dice volteándose y dirigiéndose  al gran ventanal lentamente 

-Hicimos todo lo que pudimos......No fue suficiente- Menciona tomando un tablero de su maleta con mucho miedo

-¿Y ahora que puedo hacer?- Dice mirando la lluvia caer en el ventanal lentamente

-El doctor le dejo esta carta- Dice tomándola del tablero y empezando a leerla

-Señor, lamento informarle que hicimos todos los procedimientos existentes pero no logramos avances- Suspira y continua leyendo

-Aunque sabemos que la Min-braxis es una enfermedad muy antigua, no tenemos la tecnología suficiente para tratarla- Por un momento levanta la vista de la carta y ve al viejo en el ventanal con la mano posada en el frió ventanal y continua leyendo 

-Suponemos que una vez ejecutado el plan B tendrá mas posibilidades de sobrevivir a su mal y requerimos su autorización para proceder. Atentamente Dr...

-Hazlo- Dice el viejo interrumpiéndolo 

-¿Que dijo?- Dice un poco impresionado

-Lo que escuchaste- Dijo mas cortante 

-P-Pero usted nunca quiso...- Dice para ser cortado por el hombre mayor 

-Mira...prometí a mi hijo que el viviría, aun no se como logro sobrevivir 27 años desde su nacimiento, prometí que el viviría- Dice con un sollozo y una lagrima de su ojo derecho

-Señor, el vivirá- Dijo tratando de calmarlo 

 -Pero, al costo de que no volveré a verlo- Dice mirando otra vez por el ventanal

-¿Eso es en serio papá?- Dice un chico de unos 27 años con cabello negro un poco rizado, alto, ojos cafés, un poco moreno, mientras vestía un traje como el de su padre

-Si, es por eso que deje el trabajo y trato de verte todo lo que puedo, por que después de todo se que no volveré a verte- Menciona terminando con unas lagrimas resbalando por su mejilla 

-Tranquilo papá, se que lo haces por mi bien, ademas escuche la carta del doctor- Dijo acercándose a su padre para consolarlo

-Es solo que debía haber pasado mas tiempo junto a ti- Dice el viejo abrazando a su hijo 

-Nunca te olvidare papá- Dice el chico al borde del llanto 

-Yo nunca te olvidare Adam- Solloza el viejo

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-¡Hey Adam!- Grita una chica de unos 16 años de cabello negro, ojos color miel, tez blanca  vestida con un uniforme de la secundaria común, la cual se encontraba sentada en una banca en un parque con docenas de arboles frondosos

-Ya voy, no hace falta que me grites, ¿lo sabias?- Dice un chico de la misma edad de cabello un poco rizado con ojos cafes, tez un poco morena y con el uniforme masculino, caminando por el sendero hasta donde se encontraba esa chica

-Lo siento, es solo la emoción del momento- Dice la chica un poco apenada

-No importa, olvídalo, ahora dime eso que es tan importante- Sentándose en el banco junto a la chica y mirándola de frente 

-Bien, no sabia como decírtelo pero no importa, ¿aun recuerdas que mi padre trabaja en la fundación intercontinental aeroespacial ?- Dice la chica devolviendo la mirada 

-Si, por que no solo la llamas F.I.A para abreviar- Dice mientras que mira ligeramente al suelo 

-Bueno mi padre consiguió que me metieran al programa, ¡sabes lo que eso significa!- Lo dice muy entusiasmada

- ¡Que podrás ir a Marte!-  Lo dice muy alegre mientras la mira con una sonrisa 

-No solo eso- Dice alegremente -Podre ir a otros planetas y viajar por el espacio- saltando de la banca de la emoción 

-Estoy muy alegre por ti- Dice el chico mientras la abraza 

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-Vamos de una vez la fila es muy larga y se acabaran- Habla un chico de unos 20 años con un abrigo grande con capucha puesta y cabello largo, jalando por el brazo a un chico de también unos 20 años, el cual trata de seguirle el paso por la calle entrando a una tienda 

- Sabes que no se acabaran- Dice ese chico de cabello negro rizado con un abrigo y una bufanda puesta y piel morena 

-Atención a todos, lamentamos informar que nuestras ultimas unidades fueron vendidas, les rogamos que vuelvan la siguiente semana- Comunica una voz que sale de un parlante en la tienda en la que ambos se encontraban

-Te lo dije- Empujando al chico de cabello rizado a un lado -Ahora tendremos que venir la siguiente semana, ¡Por tu culpa!- Dice el chico de cabello largo volviendo a empujarlo

-O por que no vamos a recogerlas- Menciona el chico de cabello rizado riéndose en un tono bajo 

-¿Que?- Dice el chico de cabello largo intrigado y a la vez impresionado 

-Esperabas que me quedara de brazos cruzados- Dice el chico mirando aun a su amigo impactado - No te impresiones, solo pague un poco mas para que nos las reservaran-

-Eres un imbécil- Dice mirando al otro lado escondiendo su cara en su cabello largo 

-No tanto como tu- Le dice el chico de cabello rizado riéndose en su cara 

-Bueno, entonces vamos por ellas- Dice tratando de parecer normal 

- Deja de ser orgulloso- Dice el chico de cabello rizado 

-Solo por que eres mi amigo- Dice con resentimiento ocultando su cabello largo en la capucha 

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-Entonces, ¿que es lo que tengo papá?- Dice un niño con el cabello vagamente rizado de unos 10 años, mirando a un hombre de unos 50 años que estaba en buena condición física con un traje de empresario el cual estaba sentado junto a el

-Aun los doctores no lo saben, pero no sera nada malo, eso te lo aseguro- Menciona el hombre esbozando una sonrisa hacia el niño

-Señor Tanner, podría venir un momento- Dice un medico el cual entra a la sala 

-Claro- Se levanta de la silla y se dirige donde el doctor, ambos hablan en voz baja para que el niño no escuche, una vez terminada la conversación el hombre se dirige al niño un poco pálido, como si estuviera sin palabras, para luego sentarse y mirar al niño con tristeza 

-¿Y que dice el señor, papá?- Dice el niño tan inocente de la vida 

-Bueno...pues...veras...- Dice el hombre destrozado por dentro 

-¿Que tengo papá?- Dice el niño mirando a su padre

-Min-braxis- Dice el hombre al borde del llanto 

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De repente despierto en mi camilla un poco sudado con un aparato conectado en mi oído izquierdo y un cable muy raro en mi cabeza que pareciera que esta flotando, giro mi cabeza y veo a la chica de antes sentada mirándome fijamente.

-Ahora lo recuerdo todo- Alcanzo a decir con lagrimas en mis ojos