Capítulo VI - Cacería.
- ¿No subes? - La retó.
Ella alzó una ceja. - ¿Me estás retando? - Edmund se encogió de hombros alzando una ceja. Sin doblegar su orgullo trepo el árbol, con un poco mas dificultad por culpa del vestido, pero lo logró. - Si, lo admito, es bastante bueno.
El pelinegro le tendió una de las frutas, ella la aceptó y le agradeció.
- Tenían razón, son bastantes buenas.
Ella se volvió hacia él. - ¿No hay de éstas en Telmar? - Se mordió la lengua después de hablar, la expresión de Edmund se volvió dura y seria, para luego volver a la normalidad.
- No, hace mucho que en Telmar no se ven estas frutas. Los antiguos telmarinos acabaron con las tierras - Lucy asintió en silencio, sabía que había abarcado un tema bastante incómodo para él.
Siguieron en silencio durante unos segundos.
Crack.
Sintieron estar en el aire por un par de segundos. Edmund gimió cuando impactó contra el suelo, y sobre él, el liviano cuerpo de Lucy cayó un segundo despues.
Lo que más le sorprendió, fue cuando sintió los labios de ella sobre los de él.
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