5. Autocontrol.
Se supone que es el quien debería de tener un mejor autocontrol entre los dos, ha sido así durante mucho tiempo y aun no puede comprender la facilidad con la que Aioria es capaz de detenerse en casi cualquier tipo de situación, es verdad que siempre intenta acorralarlo en algún lugar para intentar meterle mano más de lo que le permite, pero solo tiene que poner su índice sobre los labios del león y fácilmente resoplara decepcionado, esforzándose con alejar sus manos a pesar de que sus dedos sostienen con fuerza la tela de su ropa.
—Aioria~
No es su estilo hacer sufrir al alfa, hay muchas ocasiones donde simplemente le gustaría ceder al mismo deseo y dejarse arrastrar a la profundidad de la casa de Leo, ese lugar donde una vez que entre posiblemente tanto sus pensamientos como pensamientos cambien por completo y es eso lo que le hace retroceder, aún no está totalmente seguro sobre lo que está dispuesto a dejar atrás por estar con un... mortal. Pero Aioria es tan adorable cuando infla las mejillas con decepción, como si fuera aun ese pequeño niño que era educado por Sagitario.
—Vamos Shaka, solo un poco...
No se tiene que esforzar nada para detener a Aioria, su dedo índice se mantiene sobre el pecho del otro, pero no tiene que usar ni una pizca de su cosmos para dejarle claro al otro que mantenga su distancia, al final es el autocontrol del Leo lo que les evita acercarse demasiado en público, ya que lentamente él comienza a pensar seriamente en dejarse llevar e ignorar por completo su propio control.
Probablemente el resultado de una vida dedicada por completo a otras cosas que no sea satisfacer necesidades primarias, hasta que es demasiado tarde como para ignorarlo...
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