Es imposible no ponerse a pensar en su niñez cuando los eventos se repiten de alguna manera. Recuerda lo que era estar en los brazos de su hermano, permitir que frote su glándula de olor contra su cabeza para mantenerlo impregnado de su aroma, sin un padre presente, era el único Alpha que podía darle esa clase de protección, sobre todo en un lugar como el santuario, tan lleno de niños sin tantos limites, hubiera terminado en muchas peleas de no ser por la línea que significa desprender el aroma de un Alpha mayor, la protección de un padre, el simbolismo de no estar solo.

—¿Estas bien? —levanta una de sus manos, limpiando las lágrimas que se deslizan silenciosamente por el rostro de Aioria, evitando que caigan en el bulto que sostenía con cuidado entre sus brazos.

—Si... Yo solo... —no hay forma de controlar la manera en que su mandíbula tiembla mientras sostiene al recién nacido entre sus brazos, libre de cualquier aroma debido a su primer baño—. Estaba recordando...

Y entonces vuelve a doler, darse cuenta de que el Alpha que lo cuidaba ya no estaba ahí ni para él ni para nadie, sentir su aroma desvanecerse en el aire para desaparecer para siempre había sido tan doloroso, ni siquiera la armadura de sagitario permaneció en el Santuario para intentar recordarlo, el simplemente se fue, desapareció en una noche con todo lo que lo podría recordar. No quedo nada a su alrededor, simplemente perduro el vacío de perder a la figura paterna que tanto había querido.

—Aioria —aún está cansado por dar a luz recientemente, pero sabe que tiene que levantarse, como puede se sienta en la cama y abre los abrazos.

—Mi hermano Shaka.... Mi....

El bebé entre sus brazos no despierta mientras su cuerpo tiembla como una hoja, se deja guiar hacia el pecho de su omega y se esconde en su dulce abrazo, se permite llorar y envolverse en su suave fragancia. Ahora es su turno para ser una figura paterna, el mismo se encargaría de marcar tanto a su omega y a su hijo, los protegería... Lo haría de la misma forma en que Aioros lo hizo en su momento con él.

Seguiría su ejemplo, para siempre.