Sangre

Chara acomodo frustrada su zapato golpeando la punta contra el suelo, estaba molesta de que candy se haya ido antes según su nota en la almohada.




Frisk tenía clases de gimnasia esta mañana, por primera vez que deseaba ir acompañada y su tonta hermana se le da por ser responsable al fin.





Su habitación había sido la gran escena de un fundamento a pesadillas despiertas la noche anterior e incontrolablemente incomoda, se acerco a su armario con una sensación de cruzar un lago al otro lado del mundo para abrir una puerta y quedar cara a cara con ella misma en su propio reflejo.





suspiro para recobrar su aliento y arreglar su cabello bajo el cepillo. La situación torno a su momento, desplazaba otra tensión para su mente.






Un ruido sordo muy leve la despisto de su arreglo matutino, ese sonido comenzó a sobresalir de nuevo de manera aguda y constante. De la misma forma en el que uno cuando deja la llave del baño abierta, este comienza a gotear constantemente.





Gota, tras gota cayendo entre la oscuridad de su armario, aparto su labial de ella para regresarlo a su estante, su mirada se posaba en las prendas, incomprendida de saber si su madre llego a colgar un vestido húmedo.






La mirada se incentivo hacía abajo, guiada por el sonido de las gotas, abrió ampliamente aquel mueble antiguo, para divisar mejor aquello que se había juntado, un charco oscuro que comenzó a sobresalir de su armario para indudar las plantas de sus zapatos.





No era agua, su labio inferior comenzó a temblar al enterarse de la densidad de aquel liquido. La sangre comenzó a difundirse por sus hermosos vestidos. Desesperada los arrojo lejos.





Llego al principal punto de todo eso, un camisón blanco cubierto en cenizas chorreaba la sangre que llego a sus manos. Inmóvil dejo las dejo caer sin una posibilidad de procesar lo que lo que veía en frente.





La verdad siempre le muestra las caras que odia ver. Negada ante eso, era mejor seguir ignorando y cerro ambas puertas.





Con la guardia baja, aquel rostro desfigurado que arrastro su amorfo cuerpo la anoche anterior para acosarla, la sorprendió con un llanto ahogado de mostrar su disgusto a unos centímetros de ella.





Chara cayo al suelo con la sola comprensión de entender que la ignorancia, puede ser su felicidad, pero no sería fácil el quitar o mover a un lado la verdad.





Ya con la frustración al tope de su frente, se levanto de nuevo para tomar su bolso y salir al trote que sus finos zapatos le concedían.








Ya en el paso de las escaleras, fuera de un sentimiento inconforme, las risas agudas que acompañaban a su madre, le llamaron bastante la atención como para dejarlo pasar.




En la cocina, no solo la esencia a la tarta de manzana que ella misma preparo para su madre, le advirtió que era profanada, si no que lo hacía aquel tope de idiotez que tanto aborrece. Pero fue peor que con descaro daba otra mordida mientras la observaba entrar con una sonrisa burlona.








-¡¿QUE MIERDA HACES AQUÍ?!-




-¡¡CHARA!! ¡¿que forma es esa de saludar a nuestro amigo?!- distinguió sorpresivamente la voz de su madre desde el otro lado de la cocina.




-...¡mama!... ¿po-porque el-- -




-solo vine a visitar un momento a tu madre, tengo una agenda apretada y no he podido verla en un tiempo-




-mantener un bulto en la cama, no toma tiempo de agenda, idiota-




-...chara... -




-esta bien toriel... de todos modos ya me iba... y aprovechando tu lindo uniforme... ¿que tal si vamos juntos?... - le propuso con un sutil guiño.




-mejor vete tu solo a la mierda- escupió antes de salir de la cocina.




-ay dios mio, sans lo lamento.. yo-- -




-... toriel solo te esta cuidando... no me va a perdonar nunca-




-pero si solo fue un mal entendido-




-la tristeza de una madre nunca pasara desapercibido para una hija protectora... no te preocupes... yo me hago cargo- comento mientras se levantaba. -gracias de nuevo por la tarta, si puedo, vendré a verte a ti y a los niños el fin de semana-







Partió simulando su impaciente deseo de alcanzar a chara. Para su buena o mala suerte, la encontró justo en la entrada intercambiando lo que parecía ser una indefensa discusión con su hermano.







-fuiste grosero... -




-lo lamento ¿si?... pero sabes muy bien que no puedes estar a media noche correteando y gimoteando-




-no estaba haciendo nada de eso... tu solo lo soñaste... yo solo baje para llamar a mi amiga-




-¿me estas tomando por idiota chara?-




-estoy hablando enserio... me dijiste que no era una niña pequeña, no me trates como tal entonces-




-actúas como si fueras una... siempre tan distraída, hablando y riéndote sola... me apartas como si ya no me quisieras contar nada... desde hace tiempo que te comportas rara... ¿que rayos fue todo eso anoche?... hace un rato de que bajaras, escuche unos golpes en tu habitación... ¿que esta pasando? y quiero la verdad-




-lo que pasa es que tu te has puesto paranoico estos últimos días... ademas me gusta llegar temprano a clases- respondió triste queriendo salir antes de ser detenida por el agarre de su brazo.




-espérame entonces que no me he preparado-




-prefiero ir sola- volteo la mirada queriendo soltarse, pero el no la soltaba.




-chara-- -




-¡ah! ahí estas preciosa- interrumpió sans apartando el agarre de asriel para acercarse a chara. -creí que te ibas sin mi-




-¿que mierda?... ¿que haces? te dije que te quiero lejos de mi hermana-




-y yo te dije que no me importa... ademas si la vas a hacer llorar... es obvio que preferirá estar conmigo-







Asriel poso la mirada en chara de nuevo y aunque esta se mantenía volteada frente a la puerta, distinguió como sus ojos cristalizados se esforzaban por el llanto oculto. Suspiro con pesadez apartándose el mismo para volver a subir las escaleras.







-bien... esta noche terminaremos de hablar-







en cuanto desapareció de la vista de brillo azul, sans volteo hacía chara dejando que esta se desahogara en un triste sollozo infantil.







... ... ...







El sudor de frisk después de haber corrido, ahora bajaba por los nervios del regaño docente, cuya profesora en frente de ella sostenía su dura mirada.







-fue un golpe de suerte... pudo haber suspendido y reprobar-




-he tenido problemas de insomnio últimamente... pero ya me recupere... prometo que no volverá a pasar, vendré las horas extras y levantare la nota-




-Señorita Dreemur- suspiro la profesora con comprensión. -lamento que ese incidente y la seguridad de su hermana hace unos meses, la haya dejado indispuesta mentalmente... pero confió que sabrá retomar su responsabilidad-





-lo se... ya lo supere... estaré mas atenta a mis estudios y mis calificaciones-





-puede retirarse a las duchas-







Unos meses inhabilitada de superar un espectáculo que fue mas allá de su delicada mente, volvieron a golpear su cara ante un simple regaño. Al menos una ducha caliente la reconfortaría de volver a relajar la mente.







El baño de mujeres estaba vacío, al parecer sus compañeras ya se habían ido. Se acerco para girar la llave y dejar caer el agua caliente por encima de su cabeza, inhalando el vapor como un relajante masaje.





Al parecer un fallo en la electricidad paso por alto para ella al ignorar porque las luces no se prendían, pero no un quejido agudo.





Termino con el agua, para salir de la ducha, al parecer alguien lloraba, la oscuridad no la ayudaba a distinguir, pero si un charco que sobresaltaba de los demás, por ser mas denso y mas fuerte.




Siguió el rastro de sangre, que la guiaron a un sollozo por ayuda, mas allá de las sombra, distinguió el cuerpo desnudo cubierto por un largo cabello negro que golpeaba los pies de una joven ocultando su rostro en sus rodillas mientras lloraba.







-oh por dios... ¿estas bien?-







Pero se cubrió la boca mientras que el sentimiento de arrepentimiento se apoderaban de ella después de recibir el susto de ver aquella pálida y desgarrada piel antes las quemaduras causadas y unos ojos llenos de ira brotando la inevitable sangre escurrir de estos.







-¡¡MENTIROSA!!-

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