Reminiscencias
Toriel conducía de manera presurosa, apretó el volante de manera abrupta, se mordió el labio inferior y paro el vehículo casi de golpe, deseando que su cabeza colapsara contra el vidrio de enfrente.
Había ido temprano al cementerio a despedir una vez mas a su difunta hija que nunca nació, había perdido un embarazo de casi 6 meses hace tan solo dos, llevándose consigo una parte de ella que creyó que no regresaría otra vez.
Su esposo la dejo sola, después de decidir que seria lo mejor para su familia en cuanto se le diagnostico una pesada y contagiosa enfermedad, que mantendrían oculto para su hijo mayor.
Una vez mas, sostuvo la razón de detener el auto en un estado depresivo para llorar en silencio, pero estando en medio camino, nadie se percataría de la pobre mujer que desahogaría su llanto tormentoso en base de gritos y penas.
Llevo sus manos al rostro dejando que todo su dolor la consumiera hasta el momento de sentir vibrar su celular.
Un nuevo mensaje de su adoptiva hija, preguntaba por la salida que harían juntas esa misma tarde.
La mujer apretó los labios mientras observaba la pantalla con el texto, dejando que una clara comodidad y alivio la invadieran.
No lo perdió todo, hace tres meses que había adoptado a su hermosa niña, la cual había traído calma en la casa después de que Asgore se fuera.
Frisk era una niña tan dulce y amable, llena de educación y comprensión, normalmente activa y carismática, parecía un regalo del cielo.
Su ahora niña quería ir a las afueras de la ciudad a contemplar los espacios abiertos, disfrutar del aire libre y la vegetación abundante a los alrededores.
Un camino de tierra y color precioso a la luz del día que alguna vez se ensombreció bajo los ataques de fuertes bombas en épocas pasadas.
Las afueras de la ciudad era un campo al intemperie, cubierto de verde y colores brillantes que ocultaron la furia de una feroz guerra.
Y ya no siendo parte de la ciudad, se llevo consigo un pedazo de ella, dejando en el olvido miles de risas apagadas en una pequeña plaza de juegos infantiles que se destruyo para hacer una fabrica cuya construcción de armas, solo era el uso de un amenazante fin.
Que termino hundido en el abandono tan solo quedando en si mismo, grandes pertenencias que solo se mantendrían en el mismo.
Pertenencias fuera de si que nadie mas recordaría, ya sea armas en polvo, salas vacías, maquinas averiadas, escritorios sucios,
Un armario antiguo e incluso
Una niña pequeña llorando en una esquina.
Toriel volvió a sonreír, un nuevo mensaje llego
Te quiero mamá
Con amor Frisk.
Esa niña era su señal, frisk era lo mas hermoso que llego a conocer desde el momento en que la dejo entrar.
... ... ... ** ... ... ...
Chara inhalo una vez mas, para recuperar la compostura, dejo de llorar para concentrarse en esas personas que al parecer nunca había visto antes. Apretó los labios y endureció la mirada fijándose en ellos.
-... ¿quienes son ustedes?... ¿y porque saben mi nombre?... ¿que es exactamente lo que esta pasando?... -
-... esa es una buena pregunta... que merece ser respondida... peeero... si te decimos la verdad... no nos creerás-
El joven albino rió de manera nerviosa llevando una mano por detrás de su cabeza mientras chara lo analizaba de manera extraña hacía su actitud. Parecía ser un buen chico, pero algo le decía que no era de prestar mucha atención en su entorno.
-...v-veras... se que no lo parece, pero nosotros eramos muy buenos amigos... y a principios del año.... nos instalamos en el salón 3º A y-- -
-claro que no... yo estoy en el 3ºC... -
-eeehh... n-no... crees estarlo porque tu no estabas cuando todos los del salón nos apuntamos en jugar este macabro juego, por lo tanto tu nombre no cayo bajo una linea perdida entre el espacio tiempo y tu nombre se registro entre otros salones, por no ser una sobrante, y quedaste atrapada en una linea cortada... crees que se te inscribió en el salón C, con compañeros que no conoces, y seguro apenas sabes quienes son-
Chara pestañeo como si sus ojos estuvieran a punto de desprenderse de su pobre cabeza mareada y confundida por lo que estaba escuchando. Abrió la boca tragando algo de aire incomprendida solo para volver endurecer la mirada y atacar a ese sujeto que parecía que recibió un golpe en la cabeza.
-¡¿D-de que mierda me hablas?! ¡¿acaso te caíste de la bicicleta o que carajo?!-
-N-n-nooo.... te juro que te digo la verdad... s-solo piensa... ehh... ademas de... c-candy...- comento haciendo énfasis con los dedos al pronunciar el nombre de su amiga, logrando que la cara de chara endurecía mas. -dime... ¿acaso recuerdas a alguno de tus compañeros?... ¿de tu profesor?... ¿recuerdas algún tema que dicto hace unas semanas?-
Chara volvió pestañear, tratando de sostener algún recuerdo de su supuesto salón, al que por instante se dio cuenta, de que no tiene ningún recuerdo de haber estado ahí desde el inicio de año, en el peor de los casos, si reconoce a algunos de sus compañeros, la verdad es que no podía recordar nada de eso.
-se que es ridículo, pero hace un tiempo, nosotros, el salón A, vinimos aquí porque una chica nueva en la ciudad que era amiga de tu hermana, nos recomendó esto, tu no querías venir, porque algo en este lugar no te agradaba, así que tu y candy discutieron por eso, aunque ella en realidad, parecía acusarte de algo-
¡¡Se que ella eres tu!!
Chara Abrió los ojos después de recibir un fuerte sobresalto, al escuchar aquella voz lejana que cayo de golpe en su mente dentro del recuerdo de candy.
-Esa noche, llegamos aquí, pero ante todo, tu decidiste seguirnos para buscarla, no se si querías que se reconciliaran, no se, no es mi problema, ustedes eran amigas... pero... el juego ya había iniciado... y cuando tu llegaste aquí... aquello, ya había despertado... se que no lo recuerdas, pero también viste la muerte de keidy... todos corrimos en diferentes direcciones... creo que tu te fuiste con candy obviamente, pero en el momento no podíamos salir del recinto-
Los ojos de la castaña comenzaron a brillar de manera intensa por la desesperación de lograr entender lo que pasaba, volteo la mirada hacía una lejana pared, donde un posaba inerte un enorme armario con un espejo en este.
El espejo brillo, reflejando la figura inmóvil de candy con una mirada sombría y melancólica hacía ella. chara abrió la boca, queriendo llorar, estiro el brazo suplicando por alcanzarla y que esta solo la recibiera en su pecho como siempre lo hizo desde que decidieron arrimar la confianza en su dulce amistad.
El joven rubio entrecerró los ojos apenado por el pobre estado que cayo su vieja amiga, y aunque no parecía un buen momento, prefirió seguir con la dura explicación.
-... ah... Ca-candy... -
-Horas mas tarde, durante el pánico y los gritos de todos, llego la policía junto a los padres, que hoy en día ya no nos recuerdan, todos estábamos conmocionados... pero al final, tu saliste de una habitación sola gritando entre los demás, queriendo llegar hasta tu hermano, pero estabas en un primer piso, llegando a tropezar en las escaleras, te rompiste algunas costillas, y tuviste una conmoción cerebral, quedando en el hospital con un daño severo... al día siguiente supimos porque-
-...n-no... - Comento dolida llegando al cristal sucio, antes de que el reflejo de su amiga desapareciera una vez mas en el brillo opaco del espejo, dejando que un leve sollozo la marque otra vez.
-al día siguiente, en la investigación de ciertas muertes, candy apareció ahorcada en ese viejo armario-
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