Quemadura

el reloj llego a su punto exacto, asriel arrugo la nariz incomodo, dejando su taza de leche caliente en la mesa.





Aun sus nervios no habían bajado, sabía que estaba siendo duro e injusto en no dar espacio personal, pero hace tiempo había notado aquello que nadie mas aparte de frisk puede ver en chara.





No era tan idiota como para percibir que no se trataba de algún estúpido cambio emocional causado por la pubertad, no, esto era algo mas, había algo ahí que chara sabía esconder muy bien y no quería que nadie lo mirara.





Y a pesar de que tenía bastante claro, que ella no era una niña pequeña ¿que tan seguro podía estar de que se trataba de un simple secreto que normalmente tiene una persona en su pecho incluso guardándola hasta a sus seres mas queridos? su instinto no estaba de acuerdo.





Su interior le gritaba una alerta, su olfato lo mareaba, había algo en la brisa que le hacía doler la cabeza, podía presentir que algo no cerraba bien y eso solo levantaba sus nervios y no de la manera tierna, solo quería estar seguro de que chara estuviera bien, aun si tiene que hacerla llorar, no se iba a dar a su brazo a torcer, ella iba a sentarse delante de el y decirle todo lo que tiene que decir así lo que quiera o no.





Se percato del sonido de la puerta para seguir con su merienda, la voz de su madre sobre pasando por toda la sala, anunciando su llegada, era suficiente señal para que pudiera intercambiar miradas con chara.







-Ya llegamos cariño... y no me importan las excusas... quiero que comas algo ahora mismo-




-... si mama...







Chara se encongio de hombros, podía sentir a fuerza la mirada penetrante de su hermano, quería correr hacía arriba, pero con la orden que ya estableció su madre, solo haría que termine en una discusión con ambos.





Después de varios minutos en que su madre le preparo una taza y algunas galletas, se mantenía serena  en la mesa pequeña frente a su hermano que aun no terminaba su parte.







-¿es verdad que te descompusiste en medio del camino?- empezó por sacar conversación el mayor, recibiendo un movimiento de cabeza en afirmación por parte de su hermana. -¿porque te tardaste tanto en la casa de sans?-




-no me dejo volver... técnicamente fui secuestrada...-







Asriel movió los ojos de manera veloz de arriba abajo, estudiando la expresión, a cierto punto de investigar el pensar de la menor.







-no es la gran cosa el no desayunar, se que es la comida mas importante del día, pero el no hacerlo una vez, tampoco te va a matar-




-¿me dices mentirosa?-




-te digo exagerada... a no ser... que te hayas descompuesto por otra cosa...-




-¿por que mas me habría descompuesto?-




-el no dormir bien quizás... ¿no crees?-







Chara entrecerró los ojos, ya veía venir a donde quería llegar asriel, no entendía porque estaba pasando todo esto ahora, sin mal no recuerda, ayer, iba muy emocionada con el a la escuela aferrada a su brazo y ahora parecía que le tiraba puñales en el brazo para mantenerla controlada, en verdad le dolía sentirse menospreciada por el.





En cuanto estuvo a punto de replicar, el timbrar de su celular casi le detiene el corazón, podría jurar que si no tuviera el control, hubiera saltado hasta el techo.







-¡¿que te pasa?!- se altero asriel por el repentino movimiento de ella.




-ouhmmm... humm...- balbuceo al momento de sacar su teléfono. -es mi amiga-




-chara, estamos en medio de una conversación... háblale después-







Sin mas que responderle, abrió el mensaje sabiendo que se trataba de candy, pero no esperaba ver que podía llegar a ser algo mas que una frase de saludo o la preocupación de haber faltado ese mismo día, si no mas bien uno en donde ella la necesitaba.







     Ayúdame chara.

                                                   Candy 







Completamente confundida y asustada, por esa simple oración, paso de lado la mirada de su hermano para enfocarse en marcar.







-¿hola? candy que-- -




<<chara, se que es tarde, pero necesito que vengas al salón de inmediato, por favor>>







Chara quedo con la boca abierta, ella solo termino por colgar después de aquello, sabia que se trataba algo serio cuando candy era así de cortante.




guardo su celular para correr hacía la entrada de casa, asriel apenas tuvo tiempo de reaccionar en detenerla en cuanto la vio salir a ese paso.




Inmediatamente que salio hacía afuera, corrió rumbo a la cochera de su casa para tomar su bicicleta, no tenía el tiempo de dirigirse a paso lento y el correr solo la agotaría a mitad de camino.




no tardo mas que unos cuantos minutos en llegar, viendo en la entrada como el de seguridad se alistaba para su turno.







-hola preciosa, las clases ya han terminado por hoy ¿acaso te has olvidado algún cuaderno en tu salón?-




-ehh... es que... una amiga me llamo y esta ahora mismo ahí-




-... ah... eres de la clase del 3º A... ya veo... tus amigos deben estar esperando... pasa... y asegúrate de decirles que no tarden mucho en su reunión que debo cerrar las aulas por favor-







Chara asintió confundida y se adentro hacía su salón, no esperaba ver a casi todos sus compañeros ahí, en lo que parecía ser un circulo.





Entro con algo de temor, mientras con propósito de ser escuchada, movió con fuerza la puerta, de un segundo a otro, todas las miradas cayeron a ella, algo intimidada pestañeo mientras apretaba los labios tragando saliva.







-chara, gracias a dios viniste...- sobresalto la voz de su amiga entre el montón de miradas hacía ella.




-¿q-que... que sucedió?-







De pronto entre el montón de personas juntas, unas cuantas se movieron del lugar, dejando a la vista lo que estaban técnicamente rodeando.





La castaña comenzó a distorsionar lentamente su expresión. La mesa en al cual candy se suele sentar junto a ella, estaba en un estado deplorable.





Técnicamente estaba quemado, y expulsaba un hedor nauseabundo con fuerza, cuya parte superior se veía abollada en golpes y las patas torcidas reforzadas por manchas de sangre seca y como un toque final al desastroso espectáculo, encima reposaba sin vida alguna, una rata con el estomago abierto para contemplar lo repugnante de sus órganos hacía afuera adornados cuan centro de mesa.





Chara cubrió su boca tomando fuerza para no vomitar. Sus compañeros por otra parte ya habiendo estado en la misma posición en la mañana solo voltearon un poco las miradas como si no quisieran seguir pensando en eso. al final un joven de cabello negro con gafas fue quien tomo la palabra.







-al parecer en la noche anterior, alguien se metió y quemo por completo la mesa... no estamos seguros de quien y porque-




-¿c-como... es posible que le hicieran eso a la mesa de candy?... es repugnante... ¿que es esto?... ¡¿una amenaza?!-




-chara cálmate- comento una compañera morena acercándose a ella. -no te preocupes, se que significa mucho para ti...  pero estamos aquí contigo... esto no significa nada... lo arreglaremos-








Ante eso, casi cinco de sus compañeras con las que tanto comparte, no tanto como candy, se acercaron a ella para consolarla.







-¿quiere decir que han tenido clase con eso en medio toda la tarde?- pregunto fuera de si, aun dejándose estrujar por sus amigas.




-fue algo difícil, sobre todo por el olor, pero ha habido problemas con el equipo de limpieza y no se podía quitar la mesa porque se quemo tanto que el acero de las patas se fundió en el piso- se atrevió a responder una de sus amigas




-ahora que lo medito... chara...- volvió a retomar la palabra el de gafas. -no quiero ser metido pero esto no parece ser coincidencia... ¿porque faltaste hoy? ¿y como sabias que estábamos aquí?-







chara levanto las cejas ante esas preguntas, comenzando a sentir una presión en la frente, volteo la vista hacía candy, lo cual esta la recibió con una sonrisa.








-no le hagas caso, vive en las nubes, yo ya les dije a todos que te envié u mensaje, gracias por responder rápido-





-bueno- sonrió chara -esta mañana me descompuse-




-te creo- le volvió a decir una de sus amigas. -estas muy pálida y tienes presión alta.... ¿por que estas aquí?-




-esto no se trata de mi, se trata de candy... ¿como fue que paso esto?-







El silencio recayó en el aula adornándose ya con el cálido anaranjado que dejaba el atardecer ya escondiéndose. Ninguno decía una palabra tratando de pensar en como sacar el extraño tema con ella.

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