Promesa
La expresión de melody estaba inerte, como si estuviera hecha de hielo, reacciono a los pocos segundos de haber tomado el diario para mover las hojas en su interior de manera histérica.
-¡¡nononono!!... ¡eso no puede ser todo!... ¡ese relato no dice nada!... ¡tiene que haber algo mas!- hablo exasperada quedándose sin aliento.
-lo siento mucho, es todo lo que se, lamento no poder ayudarte mas- comento apenado sujetando de nuevo uno de sus bracitos. -debió ser algo que le ocurrió durante nuestra separación, algo que habrá marcado su vida cuando se quedo sola-
-¡eso tampoco dice nada! ¡necesitamos información!- comento alterada, para luego respirar y calmarse al sentir una de las manos de chara en su hombro. Inhalo con fuerza para suspirar irritada, no servía de nada enojarse.
-quizá el propio juego diga algo...- murmuro la suave voz de chara hacía los dos, ganándose la interesada mirada de melody y la emoción del pequeño fantasma.
-¡es verdad! ahora que recuerdo... hay una pequeña ventaja... ella les envía a los jugadores diferentes misiones... pero todas tienen un mismo objetivo... su tesoro-
La pelirroja pestañeo un poco, había recordado su misión, saco de su abrigo, una pequeña nota arrugada, se mordió un poco el labio antes de leer.
-exótica y diferente a las demás en el mundo, dulce como un elixir, suave como el agua, es tan brillante, que por la noche, las estrellas la envidian, si caes en ella, sientes que te deslizas en un suave mar de pétalos, su entorno se ilumina como un espejo de oro puro, mi hermosa flor- mel entrecerró los ojos. -¿que clase de pista es esa?-
Un pequeño pellizco en el interior de la castaña, hizo que se sintiera extraña, una sensación familiar aturdió sus pensamientos, teniendo un suave mareo que hacía arder sus mejillas.
-eso... parece la descripción de una flor amarilla... esas flores amarillas que según una vieja leyenda nacen una vez cada 100 años-
-¿y que se supone que haga yo con un mito absurdo como ese?- escupió frustrada mientras torcía los ojos.
-sería demasiado para una misión... tal vez se trate de una expresión- hablo nervioso el pequeño traslucido juntando sus bracitos en pequeños toques.
-es verdad mel... el dijo algo de un tesoro... creo que se trata de un objeto valioso para ella que se compare o la haga recordar las flores amarillas- comento con una sonrisa compresiva hacía su compañera para intentar apaciguar su mal genio en estos momentos.
Finalmente la sonrisa cansada de la morena alivio un poco el ambiente, se levanto decidida de su lugar y se acerco hacía el fantasma acercando su mano con el propósito de un apretón.
-gracias... por todo... te debo la vida... prometo que si tengo la oportunidad de ganar... haré lo que sea necesario para que tu alma descanse en paz-
El diminuto bulto transparente le sonrió con una ligera expresión de feliz tristeza, en un vago intento de tomar su mano.
Distraídos de su posición, un golpe seco en la puerta hizo que los tres se sobresaltaran de su lugar, pero el amiguito reaccionando rápido, les hizo una seña de silencio a ambas para luego señalar otra especie de compuerta escondida entre las cortinas y la ventana.
Mientras la puerta comenzaba a agitarse agresivamente juntos a unos chillidos infantiles, mel se acerco con mucho sigilo hacía chara para cargarla de nuevo hacía su espalda. Alejándose lentamente, entraron hacía aquel cubículo oculto, dejando que el mas pequeño cierre la compuerta despacio, sim embargo aquellos ojos verdes no pudieron evitar mirar hacía atrás viendo como la puerta se abría en pedazos.
Con una expresión no muy perdida, solo diviso a través de la abertura como una bestia caía al piso abruptamente para terminar devorado y despedazo por los demás entre risas, chillidos y gritos espeluznantes, entrecerró los ojos una vez que el fantasma cerro por completo la cubierta.
La pelirroja caminaba en silencio con ambos compañeros encima, el silencio fue un poco mas tenso, antes que la curiosidad de chara levantara la incomodidad.
-... esas criaturas... hmmm...- apretó un poco los labios sin saber como continuar su supuesta pregunta, ganándose una mirada fugaz de reojo de la criatura a su lado.
-... si... son ellos... en su mayoría... son las almas en pena de los niños que jugaron al juego... en su minoría... algunos vienen de la guerra... y los pocos que quedamos... solo nos escondemos...preferimos... no jugar- hablo serio sin mucha expresión en sus enormes ojos, melody bajo un poco la cabeza pensando en sus amigos.
-... lo lamento... se que no debí.. pero... no tiene sentido el que se vean de esa manera... por que tu--... bueno.. ya sabes- comento algo sonrojada queriendo terminar de hablar, tan solo el pequeño se dedico a suspirar entendiendo a donde quería llegar.
-hace no muchos siglos, una pareja homosexual de mujeres, estaban siendo presionadas por la sociedad, no solo por estar juntas... si no porque... bueno... ser mujeres... ambas querían trabajar y tener una familia... no era tan malo en un punto de vista... pero ellas reclamaban trabajos grandes... como el ser doctora y profesora y la otra que se destacaba por su fuerza, pedía ser obrera en grandes recintos, por supuesto los gobiernos se los impedían... fueron épocas difíciles... la gota que colmo el vaso, fue que ambas querían tener hijos... obviamente eso no les resulto nada bien... fueron llevadas a un centro psicológico de ayuda, las drogas y los malos tratamientos, las obligaron a llegar a este macabro juego... el tiempo paso y sus mentes claramente se perdieron... no son malas... solo... no saben distinguir la realidad... a pesar de que no ganaron, la niña tuvo compasión y las dejo adoptar a los niños que ellas quieran... su sueño era su familia perfecta... y por cada alma errante que se cruzan en frente, ellas... se los llevan a una especie de laboratorio y... ehhh... los...mhg- se mordió la lengua sin poder proseguir, chara lo miraba aturdida entendiendo tal tema macabro. -ellas... están felices de que sus "hijos" salgan a jugar... por eso algunos... preferimos escondernos-
Mel movió un poco los ojos, no sabía que pensar, su mente vacilo por unos segundos, en cuanto a la contraria no podía quitar su mirada inerte de el, si no fuera por el imprevisto sobresalto ambas chicas seguirían despabiladas.
-ah por fin ¡es aquí!-
-¿q-que...?- balbuceo la castaña al ver como el pequeño se acercaba a la pared tocando en pequeños golpes para abrir lo que sería de nuevo una compuerta oculta.
Impresionadas divisaron una enorme habitación casi deslumbrante, las paredes aunque polvorientas y sucias, se mantenían intactas, cuya madera permanecía en buen estado, los muebles y adornos daban a la imaginación de un mundo estrellado, las cortinas lisas hacían juego con las demás mantas dentro del cuarto, desde las telas del dosel, hasta los almohadones en la enorme cama matrimonial que posaba casi al centro de la estancia, parecía tan irreal, que daba la sensación que se metieron en los aposentos antiguos de un castillo.
-esto... es...- sin poder creérselo, la mas pequeña se bajo de su compañera, entrando lentamente hacía el centro de la recamara.
-es la habitación de ella- respondió desinteresado.
-¡por dios! ¡ES IMPRESIONANTE!... ¡aquí debe de estar lo que estamos buscando!... se que te lo dije muchas veces, pero te lo seguiré diciendo.. ¡muchísimas gracias!!... eehh...-
-soy naps- le sonrió comprensivo
-¡NAPS! ¡¡MUCHAS GRACIAS!!-
Bastante emocionada y alterada, la pelirroja sin pensárselo dos veces, comenzó a recorrer toda la habitación buscando entre los muebles y moviéndose como un ratón. No se había dado cuenta que su compañera se mantuvo impasible e inerte en medio del lugar, con sus manos juntas en su pecho y su cabeza mirando al piso, inconscientemente ida con sus propios pensamientos, una dolorosa sensación le revolvía el estomago, quería llorar, pero contradictorio a eso, movió los ojos mirando serena a melody, ese revuelco, se convirtió en un tormentoso cosquilleo, muy en el fondo, quería reírse de ella.
Finalmente después de una silenciosa búsqueda, melody lloro un grito de salvación, revoloteando en sus manos, unas hojas arrugadas y sucias que hacían juego con el interior del diario, había logrado encontrar lo que faltaba.
-¡¡SI!!... ¡aquí están! ¡debe ser la respuesta!-
-... léelo mel...- comento chara con una sonrisa serena, se había sentado tranquila en un sillón de felpa con una mirada lejana, ganándose una expresión inquisitiva por parte de naps, quien la había estado viendo desde su momento de quietud.
Soy realmente patética, todo lo que se hacer es llorar, nunca quise que las cosas terminaran así, solo quería ayudar, jugar una vez mas como cuando era mas pequeña, volver a tener amigos, quiero que ellos regresen, pero también, quiero que todo acabe, no quiero estar sola.
Estaba segura de rendirme, iba dejar todo atrás e ir con mi madre, pero si parece que los milagros existen, estaba llorando tan fuerte, que alguien escucho mis suplicas, el cielo me envió un ángel, el mas hermoso que haya visto antes, aunque tal vez sea que después de tanta destrucción y sufrimiento por la guerra durante años, su elegante belleza me impacto, sea lo que sea, no me importa, he caído
tanto en mente, como en cuerpo.
Entre los escombros donde la luz de la luna posaba perezosamente, una dulce carita sonriente me esperaba, estaba segura de que había muerto al presenciar tanta gracia, sus grandes ojos brillantes resaltaban la textura sedosa de su piel, mostrando como sus mejillas rosas hacían juego con sus finos labios, su cabello desordenado bailaba con el viento siendo adornado por una curiosa corona de flores amarillas, creí que no existían, sobre todo que revoloteaban en su alrededor, ya que por cada paso que sus delicados pies descalzos daban, todo se llenaba de flores.
Ella me ha salvado, me dejo pedirle un deseo y todo se ha acabado por fin, la horrible guerra termino, fue fácil para ella barrer por completo esta lucha sin final y solo tuve que entregarle mi alma.
Nada mas lo vale ahora, ni las promesas olvidadas, ni las personas que ella devoro e incluso lo que creí que era mi felicidad antes, es inevitable, la amo y seremos muy felices juntas.
No lo entiendo, creí que sería suficiente, mi alma, las almas de todos aquellos que inundaron la guerra, dijo estar satisfecha, pero entonces ¿porque? ¿Por qué debe irse? no quiero que te vallas mi amado ángel, haré lo que sea por ti
Cualquier cosa.
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No puedo pedir perdon por la demora, pero al menos lo intento, todo se ha puesto muy complicado y mas para escribir
En fin, por fin algo de acción de este cuento macabro
no olviden pedir sus dibujos de sus escenas y/o personajes favoritos
Sin mas, sigan leyendo mis historias
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