Problemas
Fue hace ya mucho tiempo, las bombas no dejaban de caer, el ruido de metralletas era lo mas común en ese entonces.
Un día como cualquier otro, de los mismos escombros, ella tuvo la suerte de encontrar una hogaza de pan.
Pero huía de un soldado raso que la vio robarlo. Con pies descalzos daba prisa lo mas que podía sin importarle, las ruinas y los vidrios rotos.
En cuanto lo perdió de vista, llego curiosamente a lo que parecía ser una plaza de juegos, siendo años de guerra y ella tan pequeña, nunca había visto una antes.
Por primera vez en su vida, se olvido de su realidad y con su mente infantil, comenzó a ser lo que cualquier niño haría, se lanzaba en los columpios, se deslizaba por la resbaladilla, se montaba en el sube y baja.
Las semanas se hacían presentes pero la guerra no cesaba, esa pequeña plazita abandonada era su único consuelo en el mundo. Según los relatos, se decía que incitaba en invitar a mas niños, para no sentirse sola y algunos aceptaban su invitación.
Hasta que ese día fatal llego, soldados con el estrés y la tensión alta, lograron detenerla en cuanto trataba de robar un pedazo de carne. Fue herida brutalmente a golpes y violada durante horas y horas, hasta el anochecer.
Camino sin fuerzas hacía su pequeña plazita de juegos, donde al llegar, solo vio a los niños que invito, ser mancillados y torturados por soldados. Mientras que los que habían rechazado la oferta, se encontraban escondidos debajo de las alcantarillas.
Antes de ser vista, trato de huir con ellos, sin darse cuenta que al final, serían alcanzados por una bomba.
Lamentablemente, logro soportar mas que los demás, herida de muerte, con el cuerpo destrozado, a tal punto de la deformidad y el dolor, camino a fuerzas hacía su pequeña plaza de juegos, donde se desplomo en el piso, agonizando durante horas hasta morir.
Según la historia, ante sus últimos alientos, la tristeza y la ira convirtieron su mente y alma en un espíritu maligno con sed de venganza.
Pero según otras versiones, estaba tan desesperada ante el dolor y la ira, que un demonio escucho sus alaridos y se le apareció antes de morir. Según se cuenta, aquel demonio, le cumplió un deseo a cambio de su alma.
Desde entonces, su alma poesida, vaga ciertas noches, en aquel lugar que fue esa pequeña plaza de juegos, donde se te aparece y te invita a jugar, si aceptas... ella te condenara a una eternidad de torturas inimaginables y nadie vuelve a saber de ti, nunca mas.
Chara sujeto su vaso de café frió y tomo un sorbo, sin darle la importancia a su amiga de lo que relataba.
-por favor, es lo mas ridículo que eh escuchado-
-pero es cierto... muchos han ido a invocarla, para que pueda cumplir tu deseo, si sabes seguir las reglas de su juego... y tu eres muy inteligente... seguro gracias a ti, nos dará lo que queremos-
-candy es lo mas estúpido que-- -
-valla, valla, valla, mira lo que trajo el infierno-
El corazón de chara se detuvo, esa profunda voz, le azoto el estomago, con desespero tomo su bolso y su vaso, queriendo salir a prisa, antes de ver de frente a su persona mas odiada en el mundo por unos segundos.
Mas fue detenida de inmediato al ser sujetada por su brazo, siendo forzada a ver esos ojos azules que tanto la atormentan.
-¿a donde crees que vas? pequeña arpía-
-suéltame-
-cállate zorra... tu y yo tenemos cuentas que arreglar, así que mejor mantén la boca cerrada o yo también la abriré-
-¡¡OYE SUÉLTALA ANIMAL!!- grito la de rizos molesta.
-eres un desgraciado-
-¿yo?... mira quien lo dice... deberías estar agradecida, estoy siendo generoso, bien podría ir con tu madre y tener una charla con ella-
-¡¡SUÉLTAME!!-
-voy a llamar a seguridad- comento su amiga yendo hacía el centro del bar.
Chara siguió a su amiga con la mirada desesperada. Hasta que fue forzada desde su mandíbula a ver de nuevo esos ojos profundos que trataban de intimidarla.
-eh, eh, eh... mira aquí, nadie vendrá a ayudarte, necesito que hagas algo por mi y te dejo tranquila-
-vete al carajo- comento irritada dándole un empujón. -que importa, si yo soy una zorra como crees... tu eres maldito sin vergüenza, atrevido y manipulador... ¿crees que me importa si hablas? pues ve y dilo... de todas formas, pase lo que tenga que pasar, ella lo sabrá... es mas, si tanto te angustia, yo se lo diré... no importa... no seré tu esclava... ¡¡así que vete a la mierda sans!!-
Chara le arrojo el café en su camisa y salio a toda prisa del bar. La risa blanca del contrario, solo arrojo la poca importancia que daba al seguirla.
-chara... ven aquí... solo bromeaba... no se que paso, actué por impulso- comento burlándose mientras volvía a sujetarla.
-déjame, tranquila, me has fastidiado toda la semana, te sigo diciendo que no me importa si hablas y solo sigues molestándome-
-lo siento, tienes razón... solo que todo esto enserio me sorprendió y no puedo aceptar que-- -
-¿que?... ¿que no puedes aceptar?... que siendo tan pequeña me pase esto... ¿quien te crees que eres?... ¿mi hermano? ¿mi padre?... no se cual es tu problema y no me interesa... pero no soy la estúpida de nadie... guárdate cualquier estúpida excusa y déjame en paz-
-yo solo quería-- -
-querías una niñata tonta, que cometió una estupidez para burlarte de ella y humillarla ¿verdad?-
-claro que no-- -
-cállate, eres una mierda... sigues siendo el mismo imbécil de siempre... y aun siendo yo, con un gran problema en mis hombros, una total zorra como dices... eres tu el que me da pena-
Sin nada mas que decir, siguió su camino dejando a sans con la boca abierta sin poder argumentar.
En cuanto llego a la esquina, se dio la vuelta para buscar a su amiga, quien para su suerte llegaba detrás de ella, al parecer ya había presenciado toda la escena.
-candy... creí que te habías ido-
-¿estas bien? chara ¿no te hizo?-
-descuida, ya no me molestara mas-
-¿estas segura?... desde el incidente el-- -
-de todas formas, no nos llevábamos nada bien desde antes... jamas me agrado y mucho menos la manera en que jugo con mi madre-
-que descarado-
-olvidémonos de el... cambiemos de tema-
-regresando a el tema de antes, el juego de la niña quemada... hemos hablado en grupo con la clase y queremos ir este fin de semana a invocarla... se que no te gustan estos temas pero, por favor, por favooor, ven con nosotros-
-lo haré... así me reiré en la cara de todos ustedes-
Candy sonrió satisfecha mientras reía por aquello, sabiendo que estas cosas no iban con ella, le alegraba saber que la convenció fácilmente de ir.
Durante una charla común entre chicas, la relajación se disperso nuevamente en chara, olvidándose por completo de lo demás.
-¡chara!-
En cuanto ambas giraron la mirada al frente para presenciar el grito de llamado, la de rizos sonrió divertida, conocía a su amiga de adentro hacía afuera, cada secreto que daba y lo que mas le gustaba saber era que aquella presencia era su mas grande debilidad.
-...¿a-asriel?...-
-iba a ir por ti, te has tardado mas de lo que dijiste-
-yo... no soy una niña... yo-- -
-ay pero que tarde es... mejor me voy a mi casa... adiós chara- comento entre risas candy mientras daba su camino en dirección opuesta.
-¡¿eh?!... ehhh-
-¿estas bien?... ¿te sucede algo?-
-... n-n-no... no, no... regresemos a casa-
Ya de por si molesta por la acción de su amiga en abandonarla, los nervios de estar sola con asriel le comían el pecho como si se tratara de termitas.
Suspiro con fuerza dejando que este tome su mano, para regresar con el a casa.
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