Capítulo veinte
Otis.
Erin me sonríe del otro lado del pasillo cuando finalmente me incorporo a la empresa de mi licencia matrimonial con todas las extensiones que he podido y se acerca a mí cuando ya estoy instalado en la oficina. Cierra la puerta detrás de ella y mira a ambos lados asegurándose de que nadie nos mira.
-¿Cómo has estado?- me pregunta. Hemos decidido mantenernos como amigos después de todo lo pasado en Nassau, aunque realmente no habíamos hablado en las últimas semanas. Mucho menos después de haberme casi acostado con Avalon y todo lo que eso había implicado tras haberme levantado completamente solo en el penthouse. Florence me había advertido por un texto que Ava se había marchado a su viejo apartamento buscando algo de lucidez para enmarcar la nueva temporada de la boutique y estar más cerca de los proveedores, por lo que su padre no iba a sorprenderse. Pero obviamente no le podía decir todo eso a Erin, así que me había encargado de sonreirle- Me comentó Evelyn que Vanessa Arias estuvo llamando, pero no quiso dejar mensaje.
Ni siquiera fui capaz de mirarla mientras seguía tecleando en mi computador.
-¿Tenemos alguna reunión importante esta semana?
-No que me hayan avisado al menos- me contesta revisando la agenda en su celular- Avalon no ha confirmado si tiene algún evento de su firma como para agregarnos algo al itinerario.
La miro detenidamente por encima del computador y la analizo. Está esperando que le cuente algo de lo que ha estado sucediendo en mi matrimonio, pero no puedo contarle lo sucedido con Ava en Long beach y que después de eso ella ha decidido prácticamente abandonarme.
Sé que estaría contenta por lo ultimo, aunque aún no conozco qué clase de siniestro plan maquinaron juntas para todo lo de Nassau, pero tener que contarle ese detalle implicaría tener que contarle el otro más importante y no estoy preparado para hablar de Avalon y el sexo en este momento.
-Pídele a Evelyn que busque hablar con la encargada de la boutique y que coordine con ella. Aunque Avalon no lo admita, Rachell se ha convertido prácticamente en su asistente este último tiempo.
Erin asiente y me deja solo por unas horas, hasta que finalmente entra la misma Evelyn y me deja ver cómo ha quedado mi agenda solapada con la de Avalon en los próximos meses. Hay un par de galas de beneficio donde estamos invitados ambos y un par de eventos de su firma, por lo que hay algunas sorpresas que no tenía en cuenta.
-Avalon ha pedido un servicio de catering para tú departamento, quizás hay algo que ella no haya avisado- me comenta, conociendo perfectamente mi expresión de desconcierto al ver lo que tengo delante.
Me detengo y la miro.
-¿Para cuándo pidió el catering?
-Para esta noche.
Intento repasar en alguna fecha cercana y termino negándole a Evelyn algún dato más, porque yo también desconozco los posibles planes de Ava para esta noche.
Paso la tarde en videollamadas y finalmente cuando me puedo ir, me despido de todos y me voy lo más pronto posible al penthouse. Quiero ver qué está sucediendo.
Cuando finalmente llego, veo que Rose me lanza una mirada de advertencia y doblo hacía la sala principal, donde Avalon está parada delante de Florence quien está cubierta por retazos de tela y detrás de ella, Taylor Young las observa a ambas con detenimiento.
Se me hiela la sangre de verlo allí. Tenía entendido que él y Ava estaban completamente distanciados, pero ambos se desenvuelven en una sincronía extraña alrededor del Florence y mi cuerpo comienza a tener una reacción inusual
Carraspeo en el preciso momento que Taylor se posiciona detrás de Ava y pone las manos en los hombros de ella, mientras se acerca a susurrarle algo. Ambos se voltean en mí dirección, pero no se apartan tan rápido como esperaba.
-Me quede sin espacio en el departamento- me avisa Avalon sin siquiera mirarme y sigue sacando medidas en Florence, quien tampoco me mira- He traído un par de cosas aquí, pero ya estoy terminando.
-Yo solo la estoy asesorando- Taylor se acerca hasta mí y me tiende la mano- Es bueno verte nuevamente, Otis. Tienes un piso precioso.
-Nuestro piso lo es.
-Sí, bueno, se nota que Ava no ha tenido mucho que ver con la decoración- él me está tocando los huevos y lo sabe, pero no parece importarle. Ya veo por qué fue pareja de Avalon en algún momento- Ella es más colorida.
-De todos modos este es mi departamento de soltero, cuando compremos una casa ella va a decorarla como quiere.
Él me observa, comprendiendo que puedo jugar su juego y lo dejo, mientras me acerco hacía dónde está Avalon con Florence. Observo un poco el lío que es la sala y que el catering prácticamente ya ha sido devorado.
-Han venido más modelos- esta vez es Florence la que me habla- Pero yo no le cobro la hora, así que me tiene esclavizada aquí.
-No paras de decirlo- Ava tiene un lapiz entre los dientes y anota algo rápido en la tela con una tiza. Cuando parece conforme, quita de Florence todo el arreglo y su amiga queda en ropa deportiva- He terminado.
-Te dije que podías resolverlo sola, pequeña- Taylor ya está allí, consolándola mientras le acaricia la espalda y yo miro directamente hacía allí donde él está tocando, logrando que quite la mano. Ella ni se inmuta- Ya has aprendido todos los trucos necesarios.
Se miran de una forma cómplice que me dan ganas de arrancarme los ojos y Florence entonces finge tropezar. Es algo que tiene bastante entrenado lo de arruinar momentos.
-Vamos a tomar unos tragos para festejar- dice la rubia de ellas y Ava mira hacía todos lados como si fuese obvio que no se puede ir.
-Yo me encargo- Rose aparece corriendo, como si estuviera esperando este momento hacía horas. Y seguramente sí.
-Vamos- me adelanto a Taylor- Las dejo donde quieran, yo tengo que salir con Garrison por unos asuntos.
Avalon me mira, analizando mi expresión y tras unos segundos, asiente.
Los cuatro bajamos en completo silencio hacía el estacionamiento y no es hasta que me doy cuenta que los zapatos de Ava no me siguen, que ella y Taylor se han detenido más atrás de nosotros para terminar de acordar un par de cosas.
Pongo todo de mí para poder escuchar, pero ellos hablan tan rápido que me es imposible.
-Si la sigues viendo así, te vas a quedar bizco- me dice Florence parándose a mí lado y me da una sonrisa petulante- Hasta pareces un verdadero esposo celoso, Woodstein.
Y viendo como Taylor consuela a Avalon de algo que desconozco, me doy cuenta que sí, que estoy celoso de Ava y su estupido ex novio.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top