Capítulo seis
Otis.
Decir que las cosas iban demasiado rápido, era explicar literalmente lo que estaba pasando en nuestra vida con Avalon.
Ambos miramos a la empresa de la mudanza terminando de dejar unas cajas en la entrada del pent house y entonces es cuando volteo a mirarla, ella analiza mi piso como si tuviera escáneres en los ojos.
Tras la fiesta de compromiso, había impactado de lleno con la popularidad de mi futura esposa. En el pasado me habían sucedido en algunas ocasiones de aparecer en alguna revista de chimentos y más que alguna vez ser llamado para semanarios empresariales, pero nada me había preparado para tener paparazzi en la puerta del edificio y que intentasen seguir cada uno de mis pasos con los de ella. Cuando estábamos juntos, podía sentir los relámpagos de flashes sobre nosotros apenas bajar del auto y tras haber compartido un par de eventos juntos, habíamos decidido mudarnos juntos para poder sobrellevar mejor toda esta situación.
También así Erin podía venir a casa sin levantar tantas sospechas.
Avalon saluda al personal de mí casa y ellos enseguida le sonríen de manera cómplice, seguramente esperanzados de que asiente cabeza de una vez por todas y tras ver cómo la miran, sé que ha aprobado algún examen interno del que ni siquiera está enterada.
-¿Me sigues un segundo?- me pregunta tomándome por el codo y arrastrándome a la única habitación que conoce: mi oficina. Ella pasa y se sienta en una de las butacas, yo tomo asiento a su lado y no detrás del escritorio porque esto es una conversación informal. O eso espero- Coméntame más o menos tú rutina diaria y yo te comentaré la mía, porque no podemos demostrar que nos sorprendemos si llegamos a casa y no nos vemos. Alguien puede decir algo.
-Mi personal es de confianza.
-Tú confianza- me advierte y asiento, porque no puedo discutirle eso.
Rápidamente le cuento que usualmente mis días empiezan temprano sin importar a qué hora me he acostado la noche anterior, que entreno en el gimnasio del edificio y después desayuno antes de irme a la empresa. Luego, ya saliendo regularmente vuelvo al pent house pero ese plan cambia si mis amigos me escriben, por lo que puedo ir a un bar con ellos o que me esperen para vernos aquí mismo. No tomo café, ni té, ni jugos, solamente agua y que soy alérgico a cualquier cosa del mar, después no tengo alguna cosa puntual que detallar.
Ella entonces me cuenta que su día empieza también temprano, pero que si se ha acostado tarde su día empieza al mediodía porque no puede batallar con sus ojeras y no le gusta usar mucho maquillaje, pero prefiere morir antes de que la vean sin máscara de pestañas. Desayuna con su personal en la boutique ya que le gusta tener ese tiempo con ellos y luego pasa la tarde intercambiado su horario entre sus propias cosas y la empresa Van Clarke, luego, antes de cenar, se toma un tiempo para correr porque es la única cosa que la relaja y regularmente no sale entre semana, pero puede ser posible que tenga algún evento los fines de semana. No tiene asistentes, aunque una de sus chicas se destaca por sí sola en la oficina, y ama mucho lo dulce, luego prácticamente come cualquier cosa siempre y cuando tenga tiempo de sentarse.
Ambos acordamos que la pasaré a buscar a la oficina y que si salimos en la mañana a la misma hora del edificio, vamos juntos, ya que se supone que debemos vernos en algún momento.
Y me muestra una foto de Florence Salazar, su mejor amiga y abogada personal (aquella que se puso en contacto conmigo por el acuerdo sobre la simulación de compromiso), porque ella sin dudas sabe lo que está sucediendo ya que la conoce perfectamente. Me advierte que si algo le llegase a pasar, que nunca llame a William, que es Florence la que sabe qué hacer.
Me deja entrever con eso que tiene muy presente el fallecimiento de su hermano mayor, lo que provocó la angustia y muerte de su madre, ya que solamente una persona que haya pasado por una muerte cercana piensa tan bien qué puede pasarle a futuro siendo tan joven como es ella.
Yo le comento que de mis amigos solamente es relevante Garrison, que también conoce la verdad de lo nuestro porque sabe sobre Erin y es el único al que verdaderamente le importa qué me sucede cómo para hacer un seguimiento de mi vida amorosa y prestarle atención.
Comentamos un par de detalles más y luego, después de sentir que estuvimos así por muchas horas, acordamos que el resto lo estaremos conversando mientras vaya sucediendo.
-Erin sin dudas no está de acuerdo con esto- le advierto y ella me sonríe.
-Pues claro que no lo está y la entiendo- asiente- Por eso mismo creo que podríamos dormir en habitaciones separadas, me comentaste que hay una completa por el este.
-Es muy pequeña- le digo enseguida y me calló, porque no quiero que se malinterprete a que piense que quiero que durmamos juntos- Podríamos dormir así, pero deja tu ropa en el vestidor principal que está junto a mí dormitorio. Inventamos que somos tradicionales y que por eso no quieres dormir conmigo aún, pero no va a tener sentido si nos casamos.
Ella asiente y salimos de la oficina, no sin que antes fingir estar acomodando el costado de su falda y pongo los ojos en blanco al darme cuenta de sus ocurrencias.
Doy las órdenes al respecto de lo que haremos y todos se ponen en marcha.
Siento entonces la mano de Avalon sobre la mía y me vuelvo a mirarla.
-Gracias por todo- me dice, sonriendo algo sonrojada- Sé que tú también vas a tener una ganancia de esto, pero siento que eres el único que ha sacrificado algo.
Pienso en Taylor Young enseguida, pero no se lo digo.
-Tranquila- le consuelo- Todo esto sucede porque dentro de todo no me molesta- y cuando ella me ve, me apresuro a agregar- Además la recompensa es muy grande, mi padre ha ignorado mis pedidos sobre la empresa por años.
-Lo entiendo- susurra, pensativa- Aaron era quien tenía que hacerse cargo de todo y cuando falleció, a papá se le desconfiguró todo el plan de años. Allison y Harriet no sirven para esto, pero se han casado con hombres muy codiciosos, por lo que va a ser una guerra poder darme mi lugar... Sin embargo, si tú estás, no habrá duda de que merecemos el puesto.
Sé que ella tiene un verdadero trasfondo detrás de todo esto y le sonrió para consolarla.
-Por eso mismo, este equipo tiene que funcionar.
-Y por eso mismo yo voy a dormir del otro lado, no quiero escuchar a Erin gritando de nuevo- me dice apartándose y se ríe, yo clavo mis ojos en ella- No sea cosa que me agarre sin dormir y todo se vaya por la borda.
-Puedes disimular mejor tus celos, nena.
Ella me golpea en el hombro y yo finjo que me duele.
Noto que no lo niega.
Y yo me noto dándome cuenta de eso.
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