Capítulo doce

Otis.

Cuando le cuento a Garrison sobre la despedida de Avalon, él murmura algo de ser un pésimo amigo del otro lado de la línea y me corta la llamada. No le presto mucha atención a sus palabras hasta que el auto me deja en la entrada del edificio y dos segundos después soy metido dentro de una camioneta que enseguida se pone en funcionamiento.

Estoy a punto de comenzar a los golpes cuando las risas de Ezra e Isaiah me permiten darme cuenta que estamos dentro del vehículo de Garrison, quien me dedica una sonrisa cómplice por el espejo retrovisor.

-¿¡Se han vuelto locos!?- les grito mientras Isaiah intenta quitarme el jumper que llevo puesto para ponerme otra cosa- Dejame en paz y expliquenme qué está pasando.

-Estás siendo llevado a tu despedida de soltero- Cole, que está sentado como copiloto, voltea a verme- Pensamos que eras un creido como siempre para estás cosas. Sobre todo ahora que estás en la vereda de la rectitud hace unos años, pero cuando Garrison nos llamó, no podíamos faltar.

Intento quejarme y explicar que no quiero nada de esto, pero verdaderamente he sido secuestrado.

Logro cambiarme por mí mismo y siento que me he podido poner lo más decente posible, mientras les advierto que no me lleven a un bar de stripers, cuando Garrison estaciona y estamos en el bar de Darrell.

Mi cuerpo se tensiona.

-Aquí será la despedida de Avalon- les comunico mientras sigo siendo empujado hacía fuera- No tiene ninguna gracia.

-Hemos pedido un reservado completamente lejos de donde están ellas- Ezra me cuenta mientras nos vuelve a hacer entrar sin siquiera hacer la fila- Además es el único lugar que pudimos conseguir con tan poca anticipación.

Llegamos al piso de los reservados y soy bienvenido por un montón de personas que conozco, que han estado en las fiestas que hicimos durante los últimos años y enseguida comienzan a brindar conmigo para celebrar el último fin de semana de mi soltería.

Por un largo rato intento no sentirme bien, ya que verdaderamente no estaba entre mis planes tener una despedida de soltero y tras toda la discusión con Erin mi humor estaba por los suelos, pero me es imposible no comenzar a pasarla bien con Garrison e Isaiah discutiendo un par de tonterías.

La noche comienza a ser divertida y todos estamos realmente ebrios cuando decido salir del reservado para tomar un poco de aire. La terraza está al final de un pasillo y me golpea una rafaga de aire frío apenas salgo, pero no es el clima lo que me provoca un escalofrío, sino que es Avalon del otro lado de la terraza, acomodando su cabello en una coleta alta y dejando toda su espalda al descubierto.

Le han puesto una tiara que dice Bride en la cabeza y se nota, por la forma en la que está parada, que sí ha sucumbido al alcohol. Recuerdo que no ha cenado nada por los nervios de tener a sus hermanas presentes, por lo que no me sorprende que tenga poca tolerancia esta noche.

Intento no mirarla como un acosador desde el rincón donde estoy, pero me es imposible evitar dirigir toda mi atención a ella. Lleva puesto un vestido corto, aún más corto que la vez pasada y unas botas que le abrazan las piernas hasta los muslos. Yo ya sabía por la mañana del campamento en el que nos habíamos encontrado en el baño, que su cuerpo era una delicia, pero allí, mientras aún no me ha visto observándola, es completamente una tentación.

Sé que no estoy siendo justo ni con ella, ni con Erin, cuando me acerco hasta donde está y la volteo para que me vea. Sus ojos azules se clavan en los míos y una sonrisa de reconocimiento cruza su rostro. Me quedo enganchado a ella varios segundos hasta que paso mis manos por su cintura y la atraigo hacia mí.

Ella no pone resistencia, gracias a todo por eso, y apoya las manos en mis pectorales. Sus uñas recorren el cuello de la camisa y nos acerco aún intentando conservar el calor que generamos para que el frío del exterior no nos cale los huesos.

Pero la realidad es que no siento nada, ni frío ni calor y mucho menos soy consciente de mi alrededor cuando bajo mis manos un poco y las apoyo en la parte superior de su trasero, provocando que ella vuelva a sonreír sintiendo lo que me está provocando solamente con su cercanía.

Avalon toma mi camisa en sus puños y me acerca, uniendo nuestros labios. Yo, totalmente entregado a la sensación de ser llevado por ella, me dejo besar suavemente unos minutos hasta que la aferro aún más hacía mí, la apoyo contra la pared y comienzo a besarla.

Sus labios son como dos dulces cerezas y su lengua fría por los tragos enseguida comienza a moverse a la par de la mía, siguiéndome.

Muchas ideas poco razonables comienzan a cruzar por mi cabeza mientras ella se pega cada vez más a mí. Abre las piernas, dejándome poner una pierna entre medio de las de ella y cuando la froto contra mi muslo, Avalon gime y estoy seguro de que voy a atentar contra el pudor en cualquier momento.

Calculo que subirle el vestido y penetrarla no me va a llevar mucho tiempo, cuando escucho que alguien carraspea a mis espaldas.

-Dejen algo para la luna de miel- la voz de Cole me devuelve a la realidad y doy un respingo, provocando que Avalon abra los ojos y mire hacía detrás de mí. Nos damos cuenta de lo que hemos estado haciendo en la oscuridad y nos apartamos fingiendo discreción, aunque sé que ella está tan turbada como yo. De todos modos la mantengo cerca de mí por la cintura, preciso hablarle luego de lo que acaba de pasar y ocultarme un poco de mi amigo- Pensé que iban a fusionarse contra la pared.

-Cole- le advierto y él se hunde de hombros. Extiende una mano hacía Avalon bajo mi atenta mirada y yo vuelvo a dedicarle un gesto con amenaza.

-Solo voy a bailar un poco con la novia- me contesta a las risas.

Avalon corre hacía él, siguiéndolo por la puerta hacía dentro del edificio, dejándome en claro que quiere distancia y finjo ser comprensivo durante algún rato antes de darme cuenta que la estoy buscando desesperado en el reservado, en el pasillo, entre las personas.

-Se ha ido a casa- Florece me intercepta y me extiende un vaso de algo, yo bebo el contenido hasta el fondo confiando en su consciencia- Se ha abrumado.

Ella me mira como si fuera la peor cosa del mundo y cuando quiero esquivarla, se vuelve a poner en mi camino.

-Florence- le digo y ella ni siquiera se perturba.

-No te olvides de lo que es real y lo que es mentira, Woodstein- me dice- A veces los límites son casi nulos, pero están ahí. Y en medio de lo que está pasando, estoy yo, que siempre se va a encargar de ponerte en tu lado del camino cuando quieras meterte con Avalon.

Nos quedamos en silencio, yo siendo completamente arruinado por aquel monólogo hasta que finalmente ella decide que ha terminado conmigo y se marcha, dejándome parado en el mismo lugar hasta que Isaiah viene en mi rescate.

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