Se sentía culpable, seguía viendo una y otra vez en su mente la imágen de Alexis llorando por lo que dijo y por lo que hizo... Aquel cartel se veía bastante elaborado, seguramente le tomó tiempo.

Suspiró sin pensarlo.

— ¿Todo bien, hijo? – la pregunta de su padre lo sacó de sus pensamientos.

— Claro, padre. Solo sigo cansado del partido – se excusó Raúl.

— Y... ¿Aún no ves a alguna chica que te llame la atención? Eres bastante popular... – comentó su madre intentando hacer una plática agradable.

— No, madre. Aún nadie – respondió con una media sonrisa.

— Por favor, Flor. No le metas idea a Raúl , un hombre debe terminar sus estudios y triunfar antes de fijarse en mujeres. Una vez que tienes buen dinero para tu familia puedes encontrar una joya, tal y como yo te encontré a ti – respondió su padre tomando la mano de su madre.

— Tienes razón, querido. Lamento haber preguntado – se disculpó ella sonriendo.

Los rumores decían que su madre era una investigadora con mucho futuro antes de conocer a su padre. Una vez se casó dejó todo y se dedicó a su casa.

Esa era lo que su padre quería para él, no se imaginaba ni quería pensar qué diría si supiera que le gustaba un chico.

Le gustaba... ¿Le gustaba Alexis? Su mente lo había traicionado, maldición... Tal vez si le gustaba Alexis...

Era inútil querer comer cuando su estómago daba vuelcos ante aquella confesión que se había hecho a él mismo.

— Disculpen, no tengo mucho apetito – dijo parándose para después ir a su cuarto.

Cerró su cuarto con llave, se tiró en la cama antes de sacar su celular y marcarle a Teo.

— Teodoro Padilla a sus órdenes, ¿en qué puedo ayudarlo? Si desea hablar sobre Alexis marque uno, si desea quejarse sobre lo mal que se siente por haber sido un idiota con Alexis marque dos, si desea confesar que le gusta Alexis marque tres – bromeó su mejor amigo, como siempre lo conocía más de lo que quisiera.

— Uno, dos, tres – contestó Raúl suspirando.

— ¡Perfecto! Eso tomó menos tiempo de lo que esperaba – dijo Teo riendo.

— Cállate... Solo... Dime una forma de disculparme sin ser tan directo – le pidió a regañadientes.

— Lo mejor sería decirle "Lo siento, no quise ser un idiota contigo. Solo que no tengo control absoluto de mi vida y si descubren que quiero algo contigo mi familia me va a matar" – respondió aquel chico con algo de ironía.

— Teo... Estás más insoportable de lo común... Ve y come aunque sea un chocolate – lo regañó Raúl, normalmente Teo se ponía de mal humor fácilmente si no comía sus horas y por lo que podía escuchar seguía fuera de casa.

— No puedo... Voy camino a casa de alguien más, me están pidiendo demasiadas asesorías tan temprano en el semestre... Ni siquiera vamos una semana ¿cómo pueden no entender algo tan pronto? – se quejó amargamente, podía ver incluso un puchero viniendo de su amigo.

— Teo... Sabes que prácticamente te están pagando para verte, ¿cierto? – le preguntó con preocupación.

— No soy tonto, Raúl... Pero necesito el dinero, mis padres decidieron que era mejor empezar a ahorrar para el cumpleaños de Vale – explicó Teo.

Raúl rió, sabía que su amigo amaba a su hermanita pero a veces odiaba que la consintieran demasiado.

— Bueno, el punto aquí no soy yo. Sino tú, debes darle algo... Ponlo en su escritorio con una pequeña nota – sugirió entonces para que se dejara de reír.

— ¿Darle algo...? – preguntó Raúl.

Teo suspiró, aquello solo significaba que estaba siendo poco inteligente o un idiota de nuevo.

— Chocolate, galletas, no sé... ya si quieres verte más romántico una flor – se burló antes de suspirar — Piénsalo, yo debo irme... –

Pronto se escuchó como cortó la llamada antes de que pudiera si quiera despedirse.

Tenía razón, debía darle algo y debía ponerlo en su escritorio antes de que llegara... Lo cual significaba que debía llegar temprano, cosa que Raúl nunca hacía.

Nunca había sido bueno en la escuela, eso explicaba perfectamente porqué iba casi empezando la carrera a los veinticuatro. Así que llegar temprano se iba a ver algo sospechoso... Pero, a veces las cosas que debe de hacer uno por haber sido un idiota no son como se esperan.

Pronto llegó un mensaje de parte de su amigo.

Teo 6:00 pm

Fresas con chocolate.

¿Eso le gustaba a Alexis...? Aquello era ironía, Teo era alérgico a las fresas e incluso parecía que el simple hecho de mencionarlas lo ponía de mal humor...

Le dio risa incluso pensar en el momento en el que le preguntó qué le gustaba a aquel chico.

Raúl 6:03 pm

Jajajajaja xD de acuerdo, gracias por el dato.

Incluso su amigo sabía lo que había ocasionado esa coincidencia, solo le había regresado como respuesta una mano mostrando el dedo medio.

Raúl fue con la excusa de que debía conseguir cosas para la escuela, cosa que no era mentira, para comprar un lindo paquete decorado de fresas con chocolate.

Lo metió a su casa de contrabando e hizo una nota sencilla.

Disculpame por haber sido un idiota
~R

Aquello debía bastar, ¿cierto?

Al día siguiente llegó temprano por primera vez en tres semestres de universidad. Los profesores lo habían visto raro, pero no dijeron nada.

Dejó las fresas en el lugar de Alexis y se recostó en su brazo, tenía sueño...

Había cerrado los ojos un momento, pero los había abierto justo para ver la reacción del pequeño chico que se sentaba a su lado al ver las fresas y leer la nota.

Alexis no dijo nada, esperó a que terminara la primera clase para hablar a Raúl.

— Eh... Raúl... – comenzó a decir, de nuevo usó ese tono nervioso — ¿Puedo... Tener... Tu teléfono? – preguntó finalmente.

Pero no le contestó. Ni una palabra, hasta que Teo intervino.

— Oops... Da la casualidad... De qué hice un grupo entre los tres – comentó de la nada.

Alexis casi dio un brinco de emoción sino fuera por aquello que salió de la boca de Raúl.

— Eso no significa nada. No estoy correspondiendo tus sentimientos –

De nuevo se odió a sí mismo por decir aquella frase. Pero era verdad, no lo estaba haciendo.
No podía corresponderlos.

— Lograré que lo hagas – contestó Alexis como si fuera un reto.

Raúl no mostró la sonrisa que se formó en su rostro y salió del salón de clases.

Necesitaba dormir, urgentemente.