Capítulo dieciocho.
Estaba sentada en el piso de la sala, las luces estaban apagadas. Miraba con atención la luna, estaba en su máxima gloria, cerré los ojos, respiré lo más profundo que mis pulmones pudieron. Estaba durmiéndome.
Siento unos dedos deslizarse por mi espalda.
—Hola, pequeña. —Alguien dijo en mi oído, me sentía tan relajada con aquella voz tan suave. Después aquellos dedos desaparecieron y se escurrieron por mi pierna. Me sobresalté, abrí los ojos y con angustia miré a mi alrededor, estaba alucinando. Me acurruqué en una esquina y me quedé totalmente dormida.
—Buenos días, Kaley. —Mi hermano me movió el hombro, abrí los ojos.
—Buenos días, hermanito. —Sonreí adormilada, éste me imitó pero su sonrisa se volvió una mueca, desvió la mirada y suspiró. De su mano aparecieron tres flores y una carta. Me plantó un beso en lo más alto de mi cabeza. Éste se volvió a la cocina.
Admiré la carta, no sabía de qué papel estaba hecho. La abrí, tenía una mancha, pero esta vez de mermelada de piña, me levanté y me dirigí a la cocina.
Kaley.
Te debo una sincera disculpa, aunque creo que las disculpas ya no funcionan en estos tiempos, cada vez la gente es más idiota. Te he preparado una sorpresa a la 1 de la tarde, estará en tu puerta.
Con cariño, Tres.
P.D.: Veo que te gusta la mermelada de piña.
Esta vez me tranquilizó la carta, la cerré. Tenía en frente a mi hermano, estaba desayunando pan tostado con ¿mermelada de piña?
---
L@a amo❤
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top