Su Comienzo Con Ella Por Fin Termina
Raiha observaba a Takebayashi con frialdad, una mezcla de desconfianza y cautela marcando sus gestos. Desde que las quintillizas Nakano habían abandonado a su hermano, Raiha había desarrollado una profunda desconfianza hacia las mujeres. Aquel episodio había dejado una cicatriz en su percepción del género femenino como seres capaces de infligir un daño profundo a quienes amaban.
Cuando su hermano comenzó a mencionar a Takebayashi, Raiha luchó por ocultar su preocupación. Cada palabra y gesto de su hermano hacia ella era examinado meticulosamente por Raiha, buscando cualquier indicio de que pudiera repetir el dolor del pasado.
Después de semanas de reflexión y silencio, Raiha finalmente la conoció en persona, y ahora tenía la oportunidad perfecta para abordar el asunto. En ese momento decisivo, esperaba obtener respuestas claras.
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— Takebayashi-san... Te lo preguntaré una vez más ¿Qué sientes por mi hermano? —
Raiha mantuvo su voz firme, insistente con la pregunta.
Takebayashi se vio sorprendida por la pregunta directa, no esperaba ser cuestionada de esa manera tan pronto.
—¿Qué i-importancia tiene eso? —
Tartamudeó Takebayashi.
—Si no es por afecto ¿Por qué entonces te involucras tanto en su vida? — Raiha no se anduvo con rodeos — Es difícil creer que hayas hecho tanto por él sin esperar nada a cambio. No hay gente así en este mundo —
Takebayashi escuchaba con atención, con su rostro reflejando preocupación.
— Entiendo tus preocupaciones, Raiha-san — Respondió con calma — Pero quiero que sepas que mis intenciones son genuinas. No soy lo que tú piensas —
Raiha frunció el ceño por un momento, luchando internamente con sus propias dudas. Finalmente, exhaló profundamente y miró a Takebayashi a los ojos.
— Solo buscas que el te vea de la misma forma que tu lo vez —
— Entiendo — Interrumpió Takebayashi suavemente, se acercó a ella y la sujeto del hombro, ambas se veían fijamente — Es cierto, amo a ese tonto... Pero no lo ayudo con la intención de que el me corresponda, lo hago porque es lo correcto —
Raiha parecía confundida, sin creer mucho lo que decía la mujer. Por primera vez desde hace muchos años, sentía confianza, pero ella estaba tan desilusionada, tan preocupada que aún era difícil aceptarlo.
— Eso suena como una mentira ¿Crees que soy tan ingenua? — Raiha intento mantener su postura firme — Es una tontería —
— No soy quien para decir, pero el amor no solo se trata de estar con la persona que amas —
— P-Pero... —
— Yo, deseo de corazón que el este bien — Takebayashi reafirmó lo que decía — Raiha-san... Entiendo tu preocupación, se que tienes miedo de que tu hermano salga herido de nuevo, a decir verdad yo también temo de cometer un error —
— ¡No te entiendo! - Raiha se apartó, y amenazaba con llorar — ¡M-Me estas mintiendo! —
—No puedo prometerte nada, pero puedo asegurarte qué no tengo la intención de hacer sufrir a tu hermano y mucho menos de hacer que salga conmigo, no es ese el tipo de amor que le quiero dar —
— Enserio... Que yo... — Raiha empezó a temblar y de sus ojos salían pequeñas lágrimas — Yo.... Quisiera creerte Takebayashi-san. Quisiera creer que lo que dices es cierto, que tu eres diferente, pero... —
— ¿Qué te hicieron esas mujeres? ¿Por qué tienes tanto odio en ti? — Takebayashi pregunto — Raiha-san, dímelo, así podré ayudarte —
— ¿A-Ayudarme? —
— Se que también te lastimaron, que destrozaron tu confianza... Yo no haré lo mismo, no te juzgare si quieres llorar o te sientes herida — Takebayashi se acercó a ella, quien había bajado levemente sus defensas — Solo... Te pido que me permitas seguir al lado de tu hermano, y si es posible quiero ser tu amiga —
— E-Ellas... Ellas... — Raiha se pego a ella, y empezó a llorar — P-Porque....¡¿Por qué tenían que mentirme de una manera tan cruel?! —
— ¿Qué te dijeron? — Takebayashi la tomo tranquilamente en sus brazos, sorprendida porque ella empezará a ceder — Debió ser duro, no tienes que decirlo si no quieres —
— Y-Yo....¡Y-Yo.....! —
Flash back.
En un parque no muy lejos de la residencia Uesugi, Raiha jugaba sola en los columpios, su rostro reflejando una tristeza y preocupación notables.
— Siempre quise que Onii-chan tuviera novia, pero ahora que está saliendo con ellas.... Me preocupo mucho por él —
Raiha murmuró para sí misma, perdida en sus pensamientos.
— Raiha-chan, ¿qué te preocupa tanto? —
La voz de Ichika la sacó de sus pensamientos. La mayor de las quintillizas se sentó a su lado en el columpio contiguo.
— Ichika-san... ¿cómo sabías que estaba aquí? —
Raiha levantó la mirada, sorprendida.
— Solo pasaba por aquí y te vi. Pareces bastante preocupada —
Ichika respondió con una sonrisa tranquila mientras se balanceaba suavemente.
— Es solo que... siempre quise que Onii-chan fuera feliz, pero ahora que está con ustedes, no puedo evitar sentirme nerviosa ¿Realmente el será feliz así? —
Raiha confesó con sinceridad.
— Entiendo cómo te sientes, Raiha-chan. Pero sabes, nosotras, tus ahora cuñadas, realmente queremos lo mejor para él. Nos preocupamos por él de verdad —
Ichika dijo con una expresión comprensiva, observando cuidadosamente a Raiha.
Raiha la miró con atención, anhelando encontrar consuelo en las palabras de la mayor.
— ¿Quieres decir que... solo ustedes pueden hacer feliz a Onii-chan? —
Raiha preguntó con una mezcla de curiosidad y duda en su voz.
Ichika tomó la mano de Raiha suavemente y la miró a los ojos con firmeza.
— Raiha-chan, Fuutarou-kun es especial para nosotras. Solo nosotras conocemos realmente su corazón y sabemos cómo hacerlo feliz. No hay nadie más que pueda amarlo y cuidarlo como nosotras —
Ichika dijo con voz persuasiva, manipulando sutilmente los pensamientos de Raiha.
— ¿Y si él encuentra a alguien más que lo ame de verdad? ¿Ustedes podrían aceptar eso? —
Raiha planteó la pregunta, buscando claridad en sus pensamientos.
— Raiha-chan, debes confiar en nosotras. Nosotras siempre estaremos ahí para él, protegiéndolo y asegurándonos de que nadie más se aproveche de su bondad. Solo nosotras podemos garantizar su felicidad —
Ichika insistió, apretando suavemente la mano de Raiha.
Raiha asintió lentamente, sintiéndose influenciada por las palabras seguras de Ichika y la seguridad que transmitía.
— Gracias, Ichika-san. Creo en ti y en las demás. Harán feliz a Onii-chan ¿Verdad? —
Raiha finalmente sonrió débilmente, aceptando las palabras de la mayor.
— Sí, Raiha-chan. Nosotras seremos su verdadera felicidad —
Ichika dijo con una sonrisa tranquilizadora, sabiendo que había sembrado en Raiha la creencia de que solo las quintillizas eran capaces de hacer feliz a su hermano.
En ese momento, quizás Raiha no era capaz de verlo, o de si realmente Ichika tenía la intención de hacerle creer que Fuutarou solo podía ser feliz con las quintillizas a su lado.
Raiha siempre había admirado a las hermanas quintillizas por la forma en que cuidaban y protegían a su hermano mayor. Desde la primera vez, veía cómo cada una de ellas tenía un lugar especial en el corazón de su Onii-chan. Siempre había deseado que su hermano encontrara a alguien que lo amara sinceramente, alguien que pudiera traerle felicidad genuina.
Pero conforme pasaba el tiempo, Raiha comenzó a notar patrones preocupantes. Las quintillizas, que una vez habían sido el apoyo inquebrantable de su hermano, poco a poco comenzaron a distanciarse luego de dar a luz a sus sobrinas. Primero fue Itsuki, que se alejó sin dar explicaciones claras, expresando frialdad hacia Fuutarou. Luego Nino, que decidía salir de casa y no volver por muchos días, una tras otra, las hermanas que Raiha había admirado por su amor y lealtad hacia su hermano, comenzaron a desaparecer de su vida diaria. Y finalmente, un día no volvieron.
Aquello dejó una marca profunda en el corazón de Raiha. Sentía que las quintillizas, que una vez habían prometido cuidar y amar a su hermano para siempre, lo habían abandonado. Esta traición silenciosa sembró una semilla de desconfianza en Raiha hacia las mujeres en general. Se preguntaba si alguna mujer podría realmente amar a su hermano como las quintillizas decían amarlo. Si incluso ellas, le habían dado la espalda a su Onii-chan ¿Cómo podía confiar en que cualquier otra mujer sería diferente?
Las experiencias de Raiha con algunas mujeres que se acercaban a su hermano solo confirmaron sus temores. Algunas parecían interesadas en él por razones superficiales o egoístas, mientras que otras simplemente desaparecían cuando las cosas se volvían difíciles. Raiha se volvió cautelosa y protectora, evaluando cuidadosamente las intenciones de cualquier mujer que se acercara a su hermano. Quería protegerlo de más dolor y decepción, como el que había experimentado con las quintillizas.
Por eso, cuando Ichika intervino en aquel parque, asegurando que solo ellas podrían hacer feliz a su hermano, Raiha escuchó con atención. Las palabras de Ichika resonaron en su corazón herido, ofreciendo una sensación de seguridad y control en un mundo donde las relaciones parecían frágiles y traicioneras. Aunque parte de ella deseaba creer en el amor verdadero y desinteresado, la desilusión y la desconfianza seguían presentes en su mente.
Así, Raiha se convirtió en la guardiana de su hermano, determinada a protegerlo de más decepciones. Para ella, las acciones de las quintillizas habían sido un recordatorio doloroso de las complejidades y los riesgos de las relaciones humanas, especialmente cuando se trataba de amor y compromiso.
Si las Nakano le mentieron, cualquiera podría hacerlo. Es lo que pensaba la inocente y frágil mente de Raiha.
Fin del flashback.
El reloj marcaba la madrugada. Raiha y Takebayashi se encontraban en la tranquila sala de la casa Uesugi. Con la luz tenue de una lámpara de mesa iluminando apenas el espacio, Raiha se encontraba sentada en una silla, con la mirada perdida en el vacío, mientras Takebayashi escuchaba atentamente cada palabra que salía de los labios de la pequeña.
— Siempre he querido que Onii-chan encuentre a alguien que lo haga feliz de verdad. Pero desde ese momento, he estado preocupada. Algunas mujeres... no sé si realmente lo quieren por quien es —
Raiha confesó en voz baja, sus palabras cargadas de la preocupación que había estado guardando en su corazón.
Takebayashi asintió con comprensión, notando la sinceridad en la voz de Raiha.
— Entiendo cómo te sientes, Raiha-chan. Puede ser difícil confiar en las personas cuando te preocupas tanto por alguien. Pero debes recordar que no todas las mujeres son iguales. Algunas realmente se preocupan profundamente por las personas que aman —
Takebayashi respondió con suavidad, queriendo ofrecer consuelo a la pequeña Raiha.
Raiha miró a Takebayashi, sus ojos reflejando una mezcla de deseo de creer y temor a ser decepcionada una vez más.
— ¿Tú... tú realmente crees eso? —
Raiha preguntó tímidamente, buscando una confirmación en las palabras de Takebayashi.
Takebayashi sonrió con ternura y se acercó un poco más a Raiha.
— Sí, Raiha-chan. Creo que tu hermano es alguien especial, y hay quienes desean su felicidad genuinamente. Incluso si algunas veces las cosas no salen como esperamos, siempre habrá personas que se preocupen sinceramente por él —
Takebayashi respondió con calma, transmitiendo esperanza a la pequeña Raiha.
Raiha asintió lentamente, sintiéndose reconfortada por las palabras de Takebayashi. Por primera vez en mucho tiempo, la presencia y las palabras de la joven mujer le recordaron que no todas las relaciones terminaban en decepción, y que tal vez, con el tiempo, podría aprender a confiar de nuevo en las personas que se acercaban a su amado hermano.
— Nee-san... —
Murmuró en voz baja Raiha.
— ¿Mmm? —
— Q-Quiero... Quiero creer en ti —
— Tomate el tiempo que necesites — Takebayashi la abrazo, y ella empezó a llorar — El amor que quiero darle a tu hermano, no se trata de estar juntos, o simplemente llevarnos bien... Quiero que el entienda, que la vida es hermosa, que hay muchas cosas por las que vale la pena vivir y levantarse cada día. En la vida todo cambia constantemente, te enamoras conoces mucha gente que te va a querer y odiar. El futuro para muchos puede sonar aterrador ¡Pero no deben temer por eso! — Ella sonrió, mientras acariciaba la cabeza de la menor — Puede que encuentre alguien a quien pueda amar con toda confianza, no tengo que ser yo —
— N-Nee-san... —
— La vida es algo muy valioso, quiero que el la viva al máximo incluso si no es a mi lado — Takebayashi se separó y le limpio las lágrimas — Ese es el amor que quiero darle, porque yo... Amo a tu hermano —
Raiha nuevamente la abrazo, sintiendo lo que probablemente no haya sentido en mucho tiempo... Confianza y seguridad.
A pesar de solo expresarlo con palabras, Takebayashi había logrado entrar un poco al corazón de Raiha.
A las afueras de la sala, alguien estaba recostado en la pared, con su mano en el pecho y su rostro completamente rojo.
— N-No puede ser cierto... —
Aquella persona murmuró.
— P-Papá...— Una de las pequeñas, sostuvo la mano de su papá con preocupación — ¿Por qué está llorando la tía Raiha? —
— No tienes porque preocuparte por eso — En silencio, el adulto la agarró de la mano — Vamos, puedes dormir conmigo un poco más si quieres —
Nota del sexy autor.
Waos, eso fue rápido Scooby.
En este capitulo vimos algo importante, por como las palabras que algunos hayamos muy simples pueden afectar. Incluso llegando a un grado de manipulación.
En medio de su discusión, Raiha le confesó a Takebayashi el motivo por el cual desconfiaba de las mujeres. Y todo surgió por la charla que tuvo con Ichika hace bastante tiempo. En la que ella aseguraba qué no había nadie más para su hermano.
Quizás ella no lo entiende, pero quizás en un arrebato de posesión, o de forzar la aceptación de la menor. Ichika manipuló sutilmente los pensamientos de Raiha.
Esto le afecto mucho una vez pasó el tema del abandono con las pequeñas. Ya que por la manipulación qué recibió empezó a pensar que si las quintillizas no cumplieron su promesa, nadie más lo haría.
Raiha simplemente era una niña inocente, de la que se aprovecharon de una manera un poco cruel. Sin saber a cuantos afectaría aquella decisión, las quintillizas abandonaron a sus hijas y Fuutarou.
¿Qué opinan sobre este tema?
Pero eso no es todo, de alguna forma Takebayashi logro llegar a ella, y finalmente termino consolandola.
Poco a poco, sin creerlo, ella se está ganando un lugar que no tenía intención de tomar... Pero, no se quejara por ello.
¿Qué les pareció el capitulo? ¡Leerlos me anima bastante!
Gracias por seguir apoyando la publicación de esta historia, ahora que tentó tiempo si veo que esta parte recibe mucho apoyo publicaré otro capitulo y sin más que decir les doy un abrazo psicológico y nos vemos en próximas actualizaciones.
AAAAAADIOOOOOS.
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