Más allá de las estrellas

A Poe Dameron fan fic. 

Se dice que las memorias de tus antepasados son las que te hacen entender de dónde provienes y con ellas, puedes ayudarte a forjar el camino por el cual puedas andar. Se supone que son tus raíces, el lugar de donde provienes, historias conjuntas que brindan el entendimiento para comprender quién eres tú, tomando lo mejor de esas historias, de esas vivencias para moldearlas con tu propia esencia y convertirlas en parte de tu legado.

La cuestión es que, no todos cuentan con la suerte de conocer de dónde provienen y cuando es así, los primeros pasos siempre pueden ser complicados y difíciles de caminar.

Y es sorprendente la cantidad de personas que atraviesan por una situación así, tratando de encontrase a ellos mismos, en busca de respuestas, de su propósito en el mundo, del porqué de su existencia.

Una de esas personas pérdidas era aquella mujer de sonrisa melancólica quién apenas siendo una niña, pasaba sus días en el desértico planeta de Tatooine, tratando de sobrevivir un día a la vez, en medio del ambiente arduo y hostil que ese mundo ofrecía, luchando por comprender porque incluso a pesar de las circunstancias, cada habitante de ese lugar tenía un hogar a donde llegar cuando el par de soles en el cielo se ocultaba en el horizonte, con seres queridos que los esperaban cada noche, felices de volver a ver a aquellos que amaban.

Simplemente no lograba comprenderlo, ¿por qué ella estaba sola? ¿Por qué no había nadie que esperara por ella con brazos amorosos cada salida de luna? ¿Por qué estaba sola? ¿Quién era ella? No sabía su nombre si quiera.

No fue hasta que durante un saqueo al pueblo en Tatooine donde ella vivía que, por casualidades del destino, el legendario jedi Luke Skywalker se encontraba en una misión en la zona y se interpuso justo cuando uno de los hombres asaltantes estaba a punto de dispararle con un blaster.

Luke no logró evitar sentir compasión por aquella pequeña niña que lloraba desconsolada al haber vivido una experiencia tan traumática como la de momentos atrás y sintió su corazón sucumbir cuando ella lo abrazo por la pierna, tratando de esconderse del caos que los rodeaba en ese momento. El maestro jedi no pudo contenerse, sus instintos protectores afloraron y sin pensarlo dos veces, se llevó a la pequeña infante con él, escuchando incontables preguntas de R2-D2 cuando llegó a su nave con la niña en brazos, dispuesto a volver a casa con ella.

A partir de ese momento, Luke adopto a la pequeña y luego, le permitió escoger su propio nombre, aunque él siempre la llamo "Cas" un tierno sobrenombre que le había puesto, porque le recordaba a la constelación de Casiopea, tan brillante y hermosa, siempre sobresaliendo de todos alrededor. Y ese dulce apodo permaneció con ella durante toda su vida, siendo llamada así por su padre, por su tía Leia, por su tío Han y su primo Ben, por sus amigos cercanos, por la gente que la estimaba y la quería.

Aunque, ahora que se había vuelto una mujer, la duda de saber de dónde venía, seguía causando conflicto en su corazón y más en este momento en que su padre Luke había desaparecido, que su primo Ben se había vuelto al lado oscuro y que por más entrenamiento duro y enfocado que completaba con éxito, simplemente no podía controlar la fuerza en ella.

Luke la había entrenado, pero nunca se completó su enseñanza, no después de la tragedia que había sucedido en la academia y que él decidiera marcharse, sin decirle a dónde, sin contarle aquel secreto que se supone le diría cuando fuera mayor y pudiera entenderlo.

Y ahora que estaba tan cerca de encontrarlo, no se iba a dar por vencida, no cuando ya tenían la pista sobre el paradero de su padre. Necesitaba volver a verlo, necesitaba respuestas, además, él era la última esperanza que tenían para acabar con la Primera Orden y, le daba gusto no encontrase sola en esa búsqueda.

Meses atrás, había conocido a Rey, una valiente chica que había llegado acompañando a su tío después de llegar de una misión y a Finn, el divertido amigo de Rey igual de increíble y fantástico que ella, a su parecer. Los tres se habían vuelto buenos amigos y en compañía de Leia, Han, Chuy y toda la valerosa Resistencia de la que ahora formaba parte, se sentía un poco más segura y acogida.

Aunque, no todos eran de su completo agrado dentro de la agrupación. Había un piloto en especial al que ella simplemente no soportaba. Y mucho menos ahora que le habían dado el cargo de capitán. Simplemente, se había vuelto más arrogante de lo que ya era. Con esa sonrisa petulante, esa actitud arrogante y pretenciosa, siempre pensando que todos lo adulan, que todos lo admiran; con ese ego elevado por la galaxia y ese afán por presumir sus rizos bien arreglados.

No podía creer que Poe Dameron, siendo como era, hubiera sido ascendido de rango. Admitía que era valiente, audaz y se atrevía a hacer cosas que otros no, para siempre cumplir con su misión y si bien, eso era digno de admiración y le valía su nuevo cargo, no era excusa para ser un idiota fanfarrón.

Lo único que le agradaba de Dameron era su adorable droide BB-8, el cual se había hecho buen amigo del suyo, BB-25. No sabía si eso era una especie de tierna mala suerte.

Cas pensaba que la base de la Resistencia la cual, también era su hogar, era lo suficientemente grande para no toparse con Poe durante el transcurso de los días, lo cual también era relativamente sencillo porque él salía constantemente por misiones.

Y todo funcionaba a la perfección en ese sentido, funcionaba hasta que su tía decidió mandarlos a ambos a buscar a Luke con el mapa que ahora estaba completo gracias a la pieza que Poe había encontrado tiempo atrás.

¿Qué habrá en ese lugar?

¿De verdad Luke estará ahí?

¿Cas podrá cumplir su misión teniendo al insoportable Poe Dameron con ella?

Lo cierto es que, después de este suceso y en medio de una lucha por terminar con la Primera Orden y los Sith, ambos comenzarán a darse cuenta de los fuertes sentimientos que tienen por el otro, aunque lo nieguen con todas sus fuerzas.