#7

♦|Un espíritu fuerte y un cuerpo débil|♦

Los gritos seguían intentando de alguna forma similar a alguna plegaria para que pudiera despertar.

-¡FRISK VAMOS! N-no me hagas esto!!

Aquel que siempre mantenía la cordura en las situaciones más difíciles ahora estaba en un estado de desesperación.

Solo habían pasado unas horas, el extraño bar de Grillbys siempre calmaba su mente bulliciosa y si venía con algo de alcohol era aún mejor.

Él más que nadie sabía lo que pasaba por su cabeza y quizás aquella mestiza que llegó a sus vidas como una extraña pero ya había cautivado su corazón.

De todas formas el ya había tomado una desicion, ir a su propio pasó ya que "Amar" es una palabra que para él sonaba realmente fuerte y que llevaba de fondo un gran compromiso con la otra persona, por eso sus relaciones no duraban más que una semana por mucho.

-Sans..Hey está comenzando a llover realmente fuerte, ¿No crees que deberías regresar?

El humano no se había percatado de la hora pero en cuanto la vio se sorprendió aún que claro, la hora pasa de forma diferente para algunos.

De todas formas tomó su chaqueta, se la colocó y se dirigía a salir cuando una mano de Grillbys impidió su salida.

-La cuenta..

-Tranquilo, mañana te pago

-Sans hace mucho dijiste lo mismo y tu cuenta a ascendido mucho..

-Vamos Grill esta vez Okey? Por los viejos tiempos..

Pero cuando salió se encontró con Frisk que al verlo dejo caerse en sus brazos.

Estaba realmente empapada, con los ojos cerrados y jadeando muy fuerte.

Ya no sabía qué hacer, los gritos no la despertarían y no era un ser humano a pesar de que eso ya no le importase.

Trató de cubrirla lo mejor que pudo con su chaqueta favorita y corrió con ella en sus brazos, se sentía realmente ligera.

Intentó pensar algo mientras sus pies ya habían empezado a andar.

—¡Alphys! Ella debe verla —sollozó en su interior. El frágil cuerpo de Frisk temblaba, y a cada paso se la veía más pálida.

Sans corrió toda la distancia del bar hasta la casa de su amiga, unas diez cuadras aproximadamente. Asustado por el transcurso del tiempo y el estado de la querida Frisk, quien aún se rehusaba a volver en sí.
Al llegar, tocó el timbre desesperadamente y gritó su nombre, con tal de que la atendiese lo más rápido posible. En cuestión de segundos la puerta se abrió dejando ver una Alphys asustada y en piyama rosa con estampa de conejitos.

—¿¡Sans, qué pasa!? —Exclamó exaltada al verlo bajo la lluvia y con una manta abultada entre sus manos—. ¡Entra!

El albino entró y cayó de rodillas, por cansancio y para dejar de cargar a Frisk entre sus brazos. Allí Alphys comprobó que esa manta en realidad era Frisk en estado de inconsciencia.

—Desde casa corrió hasta el bar bajo la lluvia... Para darme el paraguas, y se desmayó...

Alphys tomó a Frisk y comenzó a llevarla hacia la sala donde podía examinarla mejor, sin antes decirle de espaldas:

—Te dije que nunca la dejaras sola, aunque sea a cargo de un extraño...

Sans se sintió algo culpable pero no era el tiempo para pensar en sí mismo, ahora era ella en quien debería pensar.

La científica hizo una serie de exámenes para asegurarse en todos los casos que no pudiese ser peor pero mientras más tiempo pasaba la situación no mejoraba para la mestiza.

-Sans, repítemelo nuevamente, ¿Qué fue lo que sucedió?-

-B-bueno pues..estaba en el bar..pasaron unas horas hasta que me dirigía a casa y la encontré con el paraguas en mano...ella..quería entregármelo..se preocupo por..mi-

Al terminar su frase sintió una leve punzada.

Quizás si no se hubiese marchado, si se hubiera quedado como ella le rogó protegiéndola de esos sonidos que tanto la sobresaltaban o viendo algún que otro vídeo ella no estaría de esta forma.

Después de mucho meditarlo Alphys se dio cuenta de lo ocurrido.

-E..Es un resfrío..o una neumonía..-

Él no podía creerlo, no era una enfermedad tan grave ya que él mismo la había sufrido cuando niño pero no recuerda estar en ese estado.

-Pero por qué está..¿de esta forma?-

-Mira..Nosotros somos humanos, con los años nuestros cuerpos se han adaptado de alguna forma u otra y con ello nuestras defensas. Al principio en nuestra historia la gente moría por esas enfermedades pero ahora nuestro cuerpo está preparado para recibir estos tipos de enfermedades..pero ella..no es humana..no completamente..por lo cual su cuerpo en este momento está batallando para atacar a algo desconocido para su sistema-

La explicación tenía lógica.
Exponerla a condiciones que ella desconocía, pero hasta donde podría llegar eso. La pregunta la tenía en su boca pero el miedo a preguntarla la hacía callarse, lamentablemente la doctora había leído su mente.

-No sabemos la reacción que podría tener..ni la gravedad..deja que la cuide hasta entonces Sans..que se quede aquí bajo mis manos-

Sabía que era lo mejor así que lo acepto de inmediato pero su celular comenzó a vibrar.

En la pantalla claramente se leía quien lo llamaba,era su hermano Papyrus.

Se llevó el teléfono a su oreja con un poco de miedo por cómo reaccionaría su hermano.

-SANS?! POR FIN CONTESTAS!! LLEGO A CASA Y NO TE ENCUENTRO NI A TI NI A FRISK!!-

-Paps..hay un problema..-

-¿C-como que..problema?-

-Salí un momento donde Grillbys y Frisk me fue a dejar un paraguas..el caso es que se desmayó y estoy con Alphys..se tendrá que quedar con ella unos días..en verdad lo siento..fue mi error..yo nunc-

-Lo entiendo..esta...bien..-

-Paps yo..-

-luego hablamos..adiós..-

Su hermano sonaba realmente triste o tal vez desilusionado. Había confiado demasiado en su hermano y resultó en un grave error, una vez más le demostraba su egoísmo y que ninguna persona le importaba más que su propia existencia.

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